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7 de enero de 2012

Extra Cine XIX


Jane Eyre

Jane Eyre (Mia Wasikowska) huye de Thornfield House, donde trabaja como institutriz contratada por el acomodado Edward Rochester (Michael Fassbinder). La aislada e impresionante mansión, así como la frialdad del Sr. Rochester, ponen a prueba la resistencia y fortaleza de la joven, educada en un orfanato. Pero al reflexionar sobre su pasado y recuperar su curiosidad natural, Jane regresará a Thornfield House y al terrible secreto que esconde el Sr. Rochester.
Jane Eyre fue el libro que marcó mi adolescencia. Aún recuerdo cómo llegó a mis manos. Lo encontré  en la casa de mi abuela, olvidado y criando polvo en la parte de atrás de una estantería, con las hojas amarillentas, carcomidas por el tiempo y descocidas. Fue como encontrar un tesoro porque tenía dos valores añadidos; perteneció a un familiar que nunca conocí y era un libro nuevo a pesar de su antigüedad; nunca antes había escuchado hablar de Jane Eyre, no sabía lo que me iba a encontrar. Me gustó tanto que me animó a escribir mis propias historias.
He visto algunas versiones tanto para televisión como cinematográficas de esta novela y ésta es una de las mejores. Me encantó, absolutamente todo. La banda sonora de Dario Marianelli es inmejorable, una delicia, una de las mejores bandas sonoras que he podido escuchar en los últimos tiempos. La fotografía es esplendida; dando a la película un aire azulado y misterioso que le va muy bien. La ambientación, la elegante puesta en escena, la atmósfera… todo casa a la perfección. Rematando con las buenísimas interpretaciones tanto de Michael Fassbender como de Mia Wasikowska, que viven sus personajes con cada poro de su piel. Una película intensa, sensible, sólida, de esas que te atrapan y te ganan, y de las que faltan palabras para hablar de ellas como se merecen. No te la pierdas. 8,2

Acero Puro
“Acero puro” está ambientada en un futuro cercano en el que el boxeo se ha convertido en una disciplina deportiva de alta tecnología. Está protagonizada por Hugh Jackman en el papel de Charlie Kenton, un boxeador fracasado que perdió la oportunidad de ganar un título cuando robots de 900 kilogramos y 2,50 metros de altura se apoderaron del ring. Ahora, convertido en promotor de poca monta, Charlie sobrevive construyendo robots de mala muerte con chatarra, con los que pelea en combates de segunda fila. Charlie toca fondo y no tiene más remedio que trabajar con Max, su hijo. Juntos crearán y entrenarán a un firme aspirante al campeonato. El listón está cada vez más alto en un escenario pugilístico brutal y en el que todo vale. Pero contra todo pronóstico, Charlie y Max dispondrán de una última oportunidad para triunfar.


Puro entretenimiento para pasar el rato, que no deja lugar para el aburrimiento en sus 126 minutos de metraje. Tiene robots, y niños sabelotodo, y un guión que es calcado, salvo el detalle de los robots, a Rocky. ¿Qué más se puede pedir? 4




Restless
“Restless” nos relata la compleja historia de amor entre dos adolescentes que comparten sus preocupaciones sobre la mortalidad: Annabel es una enferma terminal de cáncer a la que le quedan unos tres meses de vida, y Enoch es un chico al que le gusta ir a los funerales porque está obsesionado con la muerte.

Restless es una película de esas que si eres chica, tienes un alma sensible y un poco infantil, y eres de las que cree en el romanticismo por encima de todo, te gustará sin remedio. Una película como una nube de gominola, rosa por fuera, blanca por dentro y muy tierna. Con una estética muy especial, muy “vintage”, muy de los años sesenta, elegante y joven, fresca y dinámica, naif, con su obligado aire melancólico tan de moda en estos productos con sello indie. Algo repipi, ligera, y cursi. Muy parecida a un otoñal anuncio de Bunberry o de El corte Inglés; un poco surrealista; un cuento rebosante de fantasía y optimismo, que apelará a tu sensibilidad, a tus lagrimas,  a tus ganas de vivir y de enamorarte.  6,2




Perros de paja


En “Perros de paja (Straw dogs)”, Remake del clásico de 1971 dirigido por Sam Peckinpah, conoceremos al guionista de Hollywood David Sumner y a su mujer actriz Amy en el momento en que ambos se mudan juntos al pueblo natal de ésta en el sureste de Estados Unidos, después de la muerte del padre de Amy. Su plan es reparar y vender la casa de la familia mientras que David aprovecha la tranquilidad del lugar para terminar el guion en el que está trabajando. Pero no todo es tan bucólico como parece en Blackwater (Mississippi) y la llegada de los Sumner despierta antiguos resentimientos. Además, la pareja pasa por una crisis y la tensión va haciendo mella en su matrimonio, al tiempo que surgen viejos conflictos con algunos habitantes, sobre todo con el ex novio de Amy, Charlie, quien junto con sus amigos del pueblo acaba cruzando los límites de la tolerancia de David y del matrimonio Sumner. Todo desencadenará en una serie de acontecimientos que les llevará a una confrontación tremendamente violenta, intensificándose hasta llegar a un clímax catastrófico y terrible que destrozará la vida de todos los involucrados.

Si me preguntaras si recomiendo esta película te diría que depende de lo que busques. Si simplemente es entretenerte durante dos horas sin más expectativas que pasar el rato, puede valer. Si eres seguidor de Peckinpah y guardas un recuerdo reciente, y grato, de su versión  será mejor que no vayas a verla porque no te vas a encontrar nada mejor, ni que realmente merezca mucho la pena, que lo que él hizo.
A mí no me disgustó del todo, pero tampoco es que fuera con la idea de ver algo bueno, ni una obra maestra, así que tiene sus momentos que te erizan y te incomodan, pero es una película floja, demasiado correcta y demasiado fiel a la original para causar un impacto significativo.
Lo que no está nada bien conseguida es la atmósfera de tensión perturbadora que se respiraba en la otra película, aquí no se palpa nada de eso. Los personajes son blandos aún siendo unos cabrones, las escenas igual de blandas, aunque haya violencia, que la hay. Pero si la otra versión te horrorizaba por la brutalidad y malevolencia que destilaba cada fotograma aquí te deja casi indiferente, también es verdad que hoy en día estamos más que acostumbrados a la violencia, que nos llega por todos lados, a través de la televisión, los informativos, Internet, no es tan sencillo causar un gran impacto porque a estas alturas estamos curtidos en estas cosas. En ese sentido cumple sin más; aunque hay escenas en las que te sobresaltas.
Respecto a los actores, y aún valorando su esfuerzo, no llegan al nivel de Hoffman y Susan George. Ni uno parece un hombre desesperado y acosado al punto de acabar totalmente trastornado, ni la otra una mujer con un dilema interno, ambigua en sus actos, desconcertante  e incomprensible.
La comparación era inevitable, así que aún quedándose muy atrás de la versión que copia, funciona bien, al menos es capaz de mantener el interés, y gran parte del  mérito se lo lleva Alexander Skarsgard. Eso sí, no deja de ser una versión descafeinada de la original. 5,7


3 comentarios:

Ana Bohemia dijo...

Muy buenas criticas, creo que deberías dedicarte a esto, jaja, así que manda el curriculum a dónde sea...
Me ha gustado mucho la critica de Perros de paja, me ha parecido muy buena.
En cuanto a las pelis me gustaron las cuatro, pero la de Restles me encantó, debe ser mi parte cursi, rosa y blandita como nube de gominola.
Un beso
:D

Prometeo dijo...

Debo reconocer que no he visto ninguna de las cuatro y que tampoco es que em llamen demasiado, als dejaremos para el videoclub. para cunado salgan...buen trabajo, eficaz y con esos toques de subjetividad que tan bien suenan....un fuerte abarzo.

Raquel dijo...

Gracias. Pero creo que para ser crítico de cine hay que saber mucho de cine, y yo aún no sé nada. Sólo lo que me gusta o lo que no. Y dar mi opinión es muy fácil.
Gracias a los dos.
Un beso.

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