James Dean personificó el lema “vive rápido, muere joven
y deja un bonito cadáver”. Su trágica
muerte en un accidente de coche el 30 de septiembre de 1955 sesgó una carrera prometedora, pero hizo catapultar su fama
hasta convertirle en un mito.
A James le
gustaba la velocidad, y estaba obsesionado con las carreras de coches. Con su
primer descapotable compitió en varias de ellas alcanzando notorios resultados, siempre entre los cuatro
primeros.
Fue durante el
rodaje de Gigantes (1955) cuando adquirió el famoso Porsche Spyder 550, al que
bautizó como “Little Bastard”. En realidad, ese no era el coche que él deseaba.
James había encargado un Lotus MK X, pero debido a un retraso en la entrega, y a
su impaciencia por regresar a la competición, se quedó con aquel coche mientras tanto.
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Las heridas que sufrió James Dean eran mortales, murió de camino al War Memorial Hospital. |
El
Spyder era un vehículo de aluminio, que apenas pesaba 600 kilos y podía
alcanzar sin dificultad los 220 kilómetros por hora.
Nueve días antes de su muerte, James estrenó el coche y dos días más tarde
coincidió con el actor Alec Guinness en un restaurante. Por extraño que
parezca, fue él quien predijo su triste final. Cuando James le enseñó su nueva
adquisición, Alec le dijo: "Si conduces ese coche que tienes, pintado de
ese color, será invisible para otros conductores. Refleja demasiado los rayos
del sol... de lejos puede no verse. Si lo conduces, morirás en una semana".
Eso fue exactamente lo que sucedió.
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Alec Guinnes coincidió con James Dean en un restaurante. Al ver el nuevo coche del actor hizo una predicción que se cumplió; el joven Dean moriría en una semana. |
El
30 de septiembre James se dirigía hacia Paso de Robles, en Salinas, California,
junto a su mecánico, Rolf Wütherich, pues iba a competir en una carrera. Con ellos viajaban su amigo
Bill Hickman conduciendo la ranchera que remolcaba el Porsche 550, y el
fotógrafo Sandford Roth. James decidió bajarse de la ranchera para conducir el Little
Bastard; según dijo, para familiarizarse con su conducción antes de la
competición. Rolf subió con él.
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Tras el accidente los restos del coche fueron vendidos por piezas. Todos aquellos que las compraron sufrieron una desgracia tras otra, lo que dio pie a creer que el "Little Bastard" estaba maldito. |
A
pesar de la advertencia de un policía de tráfico que les paró por exceso de
velocidad dos horas antes del siniestro, James apenas levantó el pie del
acelerador hasta el cruce de la Ruta 41 con la 466, donde le cortó el paso un
Ford Custom Tudor, conducido por Donald
Turnupspeed. El choque fue inevitable. El
Porsche, que en aquel momento iba a una velocidad de 89 kilómetros por hora, no
pudo frenar y se estrelló contra un poste quedando convertido en un amasijo de
metal. El actor murió camino del hospital; Rolf Wuetherich salió disparado del Spyder
y sufrió varias lesiones, pero ninguna de gravedad.
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El Ford Tudor con el que chocó el Porche 550 Spyder. A la derecha el estado en el que quedó el "Little Bastard" |
Minutos
después, Donald Turnupseed, quien sólo tenía heridas leves, declaró a la policía no haber visto el Porsche
Spyder 550, pues al ser un vehículo muy bajo y de color gris parecía haberse
mimetizado con el asfalto.