El miércoles
pasado, aprovechando que era el día del espectador, me acerqué al cine más
cercano de mi ciudad para ver “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”, el
nuevo, reluciente y mastodóntico aparato propagandístico del mundo Potteriano
(toma frase). Proyecto que en esta ocasión tiene a J.K. Rowling, creadora de
este universo mágico, firmando como guionista. El director vuelve a ser David
Yates, responsable de las últimas películas de la saga Harry Potter.
Entrando en
materia hay que decir que un 80 % del metraje de “Animales fantásticos y dónde
encontrarlos” se resume básicamente en
fantásticos efectos especiales que recrean estas curiosas, legendarias y en
ocasiones tiernas criaturas del título. Un recurso que tiende a volverse algo reiterativo,
pues el problema de esta historia es que es algo escasa, una introducción que
sirve para presentarnos a los personajes.
Puedo decir que la
verdadera historia y la que tendrá una trascendencia en las siguientes cuatro
películas que componen esta pentalogía es su trama secundaria.
Esta es la
premisa inicial: Newt Scamander llega a New York con una maleta cargada de fauna mágica y por un descuido algunos de
ellos se pierden en la ciudad de los rascacielos poniendo en peligro el
equilibrio entre el mundo mágico y el de los “No-Maj” (los muggle de toda la
vida). Newt, Eddie Redmayne, va recorriendo la ciudad para hallarlos y devolverlos
a su maleta. Para ello contará con la ayuda de Jacob Kowalski, un muggle que
obligado por las circunstancias se ve involucrado en esta misión. También contará con la ayuda de dos
brujas, Tina y Queenie Goldstein.
La trama
secundaria es mucho más oscura y tiene como protagonista al joven y atormentado
Credence (Ezra Miller), y a Percival Graves (Colin Farrell), auror del MACUSA,
un personaje que esconde algunos secretos; pero no se puede contar mucho más
sin correr el riesgo de desvelar demasiado. Para ubicarnos, los hechos que
suceden en la película tienen lugar 70 años antes de los narrados en las
películas de Harry Potter. Otro dato importante para los fans que se quieran
acercar al cine pensando que van a encontrar algo parecido a las películas del
mago de la cicatriz: no tienen nada que ver, ni en cuanto a estructura, ni en
cuanto a ambientación, ni personajes. No hay castillos ni bosques encantados.
En “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” la acción se desarrolla en el
New York de los años 20 y cuenta con un reparto adulto. El diseño de escenarios
y vestuario nos trasporta a esa época; concretamente el vestuario de la
película ha corrido a cargo de toda una eminencia en estos temas, Colleen
Atwood (Chicago, Memorias de una Geisha, Alicia en el país de las maravillas).
Realmente he
pasado un rato muy entretenido con la película. Tiene fantasía, humor, un toque
oscuro, y muchos animales fantásticos, aunque como decía más arriba hay pasajes
que se hacen algo pesados, pues parece que cuando atrapan a uno hay otro, y
otro y otro, pero es una película que cumplirá con tus expectativas si lo que
quieres es entretenimiento sano. Los actores están muy bien, Eddie Redmayne con
sus clásicos tics componiendo la personalidad del tímido y asocial Newt
Scamander, y Dan Fogler, su complemento perfecto, como un entrañable hombre
corriente maravillado por el mundo mágico que acaba de conocer. Los otros
personajes, como el de las hermanas Goldstein, no parecen tan trabajados y se
muestran algo planos. Lo más flojo de la película, curiosamente, es su guión.
Digamos que sabe a poco, no así el plano visual que es sobresaliente.
En definitiva,
aunque lleva el sello del mundo Potter se aleja bastante de él, creando su
propio universo.
Recomendada.