David Norris (Matt Damon), un carismático congresista americano destinado a triunfar dentro de la política nacional, conoce a una guapa bailarina de ballet llamada Elise Sellas (Emily Blunt), que alterará completamente su vida. Sin embargo, cuando empieza a sospechar que ciertas fuerzas sobrenaturales intentan separarlos, tratará de descubrir las causas...
¿Qué pasaría si un día descubrieras que tus actos han sido dispuestos y planificados por otros; que no eres dueño de tu destino sino un títere manejado a su antojo por entidades superiores?
La idea es buena -está sacada de un relato del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick-, realmente es interesante, pero la forma en que se plantea en la película es muy pobre. Algo flojea. Los dos actores protagonistas, Matt Damon y Emily Blunt no lo hacen del todo mal, tienen química y comparten algunos momentos buenos, como su primer encuentro o el reencuentro en el autobús. La historia de amor es convencional pero funciona. Sin embargo algo no acaba de encajar, y no tiene nada que ver con los protagonistas sino con los “malos” de la película. No son creíbles, y es una pena. Las partes de acción… pues bueno…, yo diría que algunas son ridículas, algo cómicas pero lo peor es que sin pretenderlo. Tal vez porque estos personajes no están del todo bien definidos, y por eso resultan desconcertantes. No son malos, no del todo, lo cierto es que tienen buena intención. El problema es: si supieras que esa relación que comienzas hoy te va a perjudicar en el futuro, no solo a ti, sino a la otra persona, ¿no te ahorrarías el disgusto de continuar? ¿No cortarías por lo sano antes de que la cosa fuera a mayores? Si lo supieras de antemano, ¿qué harías? ¿Y si no sólo te perjudicara a ti y a la otra persona sino a terceras personas? Si la cosa se ha dispuesto así, ¿lucharías por salirte con la tuya a pesar de todas las consecuencias que eso traería? ¿Seguirías el camino marcado o te rebelarías al destino?
Lo que comienza como una aventura veraniega para adolescentes despreocupados adquiere pronto tintes apocalípticos al estallar una imprevisible guerra contra Australia. Ellie y sus amigos del instituto deciden pasar una semana de acampada en un valle paradisíaco que los aísla completamente de la realidad. Pero una noche aparecen en el cielo aviones de guerra que vuelan a poca altura. A partir de ese momento, tendrán que aprender a sobrevivir y a luchar contra fuerzas militares hostiles.
Si me hubieran dicho que era un capitulo piloto de alguna serie de televisión no habría tenido más remedio que creerlo, y además habría dicho que se trataba de un excelente primer capitulo, con mucha acción y aventura. Pero Mañana, cuando la guerra empiece no es una serie, sino una película de adolescentes australianos que de la noche a la mañana se ven metidos en una guerra contra un enemigo desconocido pero con rasgos orientales. Sinceramente, a una película le pido mucho más, ya que una serie tiene la ventaja de poder desarrollarse con más tiempo pero una película tiene que enganchar a la primera. Para empezar la película termina en el mejor momento, justo cuando la cosa empezaba a parecer interesante. A su favor hay que decir que se trata de una primera parte de muchas; por lo visto la película está basada en los best seller del escritor John Marsden. Yo no lo sabía, ni siquiera que tenía continuación, así que cuando terminó la película me sentí bastante decepcionada. Pero sabiendo que la cosa tiene continuación entiendo algunas cosas, aunque otras me siguen pareciendo flojas. Esta película, por decirlo así, presenta el tablero y los jugadores; es decir cada uno de los chicos que forman parte de la película, todos ellos muy esteriotipados; la líder, la guapa, el rebelde, el pardillo, la religiosa, el fumeta. Para pasar el rato puede funcionar. 5
A mediados del siglo XIV, el caballero Lavey (Nicolas Cage) escolta hasta un monasterio a una joven acusada de brujería. Los monjes aseguran que ella es la responsable de que la Peste Negra asole y destruya Europa. Lavey, escéptico, no acepta esta explicación y con un grupo de bravos guerreros emprende un viaje para demostrar la inocencia de la joven, pero el azar los conducirá a un lugar donde les esperan las fuerzas de la oscuridad...
Si hay una época oscura esa es la edad media, con su peste, su inquisición, sus tinieblas, sus hogueras purificadoras y sus demonios terrenales. Pero aquí todo eso se desaprovecha de forma alarmante. Hay brujas, sí, y pequeños seres alados de aspecto horrible, pero ni unos ni otros consiguen traspasar la pantalla para provocar ni un diminuto atisbo de temblor. Los efectos especiales son tan pobres que es imposible tomarse en serio nada (¡la escena de los lobos! L). Así que no queda de otra que mirar con escepticismo todo el resto del metraje, preguntándose si la cosa puede remontar o directamente ya no puede ir a peor. No hay emoción, ni pizca de aventura, y la que hay, es decir, la que se disfraza de aventura sin serlo, es simplemente aburrida. Los actores no es que ayuden precisamente. Nicholas Cage parece que ni está en la película, ausente y flojo, y Ron Perlman otro tanto de lo mismo aunque éste parece que hace el intento, algo es algo. La chica, la supuesta bruja, Claire Foy, está correcta, desde luego sabe poner cara de bruja perversa. Pero el guión es tan flojo que ninguno de los actores puede lucirse. Todo termina por descalabrase definitivamente en sus últimos y patéticos minutos finales. Pero reconozco que aparte de lo ya mencionado lo que me llevó a formarme esta opinión fue la atmósfera insana y oscura de la Edad Media; es que no me gustan nada las películas ambientadas en esta época. 2.5
Rango
Rango es la historia de un solitario camaleón en un día de soledad en la inmensidad del desierto de Mojave. Rango quiere ser un representante de la ley en un sediento pueblo llamado Dirt. Este lagarto actor siempre ha querido interpretar el papel de héroe y por fin encuentra un público que necesita uno. Rango enseguida se da cuenta de que hay gran diferencia entre actuar y la vida real y se ve forzado a enfrentarse a algunos aspectos de su identidad y a aprender el significado de la amistad.
Lo primero que sorprende de Rango son sus personajes; diferentes a lo que suele verse en las películas de animación, al menos en lo que a estética se refiere. Cada uno de los bichitos que aparecen en la película son raros, feos e imperfectos. Empezando por el bicho protagonista, un camaleón embaucador que tendrá que convertirse en el salvador de la sedienta ciudad de Polvo y de sus peculiares habitantes; entre los que destacan una iguana, una rata del cactus, un armadillo, una tortuga, un conejo, un topo, una serpiente cascabel y otras faunas más exóticas, como el monstruo de Gila, el tecolote llanero, y los lagartos cornudos; todos ellos criaturas del desierto. Rango es un western típico, con sus dosis de aventura, duelos bajo el sol, y villanos de libro; encabezados, como no, por el cacique del pueblo. Pero también encontrarás humor, amor, emoción y entretenimiento. Aunque me pareció una película entretenida hubo algunos momentos en que la acción se me hizo pesada, es por eso que mi nota es de 5.5