Doris Day nació en Cincinnati, Ohio, en 1922. Empezó a
hacerse conocida en el mundillo del artisteo a principios
de los años 40 como vocalista. Llegó a ser muy apreciada como cantante pero su
verdadero salto a la fama se lo proporcionó el cine. Doris Day no tardó en convertirse en una de
las actrices favoritas del público con sus papeles de heroína sencilla de
musicales ligeros: en los años 50 era ya la estrella femenina más popular de
Estados Unidos. A finales de esa década y principios de la siguiente fue la
heroína virginal de una serie de comedias de alcoba, junto a seductores como
Rock Hudson y Cary Grant. Por lo general, el argumento de sus películas poseía
una vaga aureola de sexualidad, pero Doris Day permanecía siempre casta hasta
el último plano.
El sueño de Doris había sido ser bailarina, pero un accidente de
coche, en el que se fracturó las dos piernas, se lo impidió. El director de
cine Michael Curtiz le ofreció un papel en la película musical Romance en alta
mar (1947), su primera película. Luego le siguieron películas como Calamity
Jane, Lucky me, El hombre que sabía demasiado, Confidencias a medianoche,
Pijama para dos, No me mandes flores, entre otras. Doris llegó a filmar 39
películas y grabó 31 discos de estudio. En el terreno amoroso tuvo una agitada
vida sentimental, llegó a casarse cuatro veces. Se retiró del cine en 1968 pero
siguió su carrera en televisión hasta 1983.
Doris Day fue una gran defensora de los animales. En
marzo de 1988 compró un hotel en la localidad californiana de Carmel en el que
facilitó camas y comidas para los perros. Un año después, en el verano de 1989,
fue elegida presidenta de la recién creada asociación People Protecting
Primates (PPP), dedicada a la protección de los simios.
Doris murió en Carmel, donde había vivido los últimos
años, a los 97 años debido a una neumonía el 13 de mayo de 2019. Con ella se ha
ido uno de los pocos iconos del Hollywood dorado que aún quedaban con vida.
Hasta siempre, Doris!