Durante la Primera Guerra
Mundial, Adolf Hitler estaba durmiendo en una trinchera cuando una pesadilla,
en la cual tenía la boca llena de inmundicia, lo despertó. Alarmado, salió de
la trinchera y en ese momento una bomba cayó exactamente en el lugar donde él
estaba un segundo atrás. Todos sus colegas de armas murieron resultando él ileso. El hecho de
haberse salvado por esta pesadilla, lo atribuyó a una “intervención divina”.
3 comentarios:
Ya lo conocia y muchos piensan porque paso lo que paso...una pena pero la hsiotria no se puede cambiar. Un abarzo.
Que mierda, ¡lo que hubiera cambiado todo si hubiera soñado profundamente y con los angelitos! Tuvo suerte, supongo que las cosas pasan por una razón, en este caso no enteindo porque, pero la suerte también tiene una fecha de caducidad...
;)
Lo que es el destino, tan puñetero simepre. Hubiera cambiado mucho la historia si hubiera dormido como un tronco pero asi fueron las cosas.
Un beso a los dos :)
Publicar un comentario