En muchos países, incluido el nuestro, este gesto no
es de buena educación. En los países angloparlantes significa algo así como: Fuck you (Traducido
como: Jódete. Tan contundente en español como en inglés), pero ¿cómo empezó a
enseñarse el dedo del medio con esta connotación?
Pues tenemos que remontarnos a la lejana Guerra de los
Cien Años, que duró desde el 1337 hasta 1453. Más concretamente a la batalla de
Angincourt, en 1415, en donde los franceses, que anticipaban su victoria frente
a los ingleses, decidieron que cortarían el dedo del medio a cada uno de los
prisioneros de guerra, ya que sin ese dedo sería imposible disparar los famosos
y poderosos arcos de flechas británicos, elaborados con madera de tejo y que
medían dos metros de alto, por lo que
les impedirían usar un arma clave en futuras batallas. El acto de lanzar
flechas era conocido vulgarmente entre los soldados ingleses como "halar
el tejo", refiriéndose a dicho árbol.
Para sorpresa de los franceses, los ingleses ganaron
la batalla y luego dieron muestras de que conocían sus planes secretos, ya que
comenzaron a mostrarles el dedo del medio en sus narices, mientras decían
mofándose de los prisioneros: "todavía podemos halar el tejo". Y fue
así como surgió esta costumbre que luego se extendió por el mundo como muestra
de burla, sarcasmo y desafío.
La misma leyenda se atribuye al gesto de levantar los
dedos índice y corazón, a modo de “V” (aquí la versión es que los franceses
cortarían a los arqueros esos dos dedos).
No obstante, otras teorías afirman que ese gesto con
el “digitus infamis” o “digitus impudicus” se menciona varias veces en los
textos de la antigua Roma, bien para desviar la amenaza del mal de ojo o como
insulto sexual y obsceno.
5 comentarios:
Curiosa la procedencia de ese gesto. Abrazos
Muy curioso, no sabía que venía de tan lejos, me gusta la connotación de burla y sarcasmo, ¡cómo te apetece a veces hacerle el gesto a más de uno!🖕
Besos Raque
¡Qué interesante!
Muchos besos, Raquel.
Muchas gracias a las tres por vuestros comentarios. Un origen curioso a un gesto que se ha vuelto casi internacional.
Besos y abrazos!
Muy interesante, Rachel. Me ha gustado saberlo, aunque pienso que es un gesto horrible utilizado hoy día.
Abrazos.
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