20 de julio de 2018



















En muchos países, incluido el nuestro, este gesto no es de buena educación. En los países angloparlantes  significa algo así como: Fuck you (Traducido como: Jódete. Tan contundente en español como en inglés), pero ¿cómo empezó a enseñarse el dedo del medio con esta connotación?
Pues tenemos que remontarnos a la lejana Guerra de los Cien Años, que duró desde el 1337 hasta 1453. Más concretamente a la batalla de Angincourt, en 1415, en donde los franceses, que anticipaban su victoria frente a los ingleses, decidieron que cortarían el dedo del medio a cada uno de los prisioneros de guerra, ya que sin ese dedo sería imposible disparar los famosos y poderosos arcos de flechas británicos, elaborados con madera de tejo y que medían dos metros  de alto, por lo que les impedirían usar un arma clave en futuras batallas. El acto de lanzar flechas era conocido vulgarmente entre los soldados ingleses como "halar el tejo", refiriéndose a dicho árbol.



Para sorpresa de los franceses, los ingleses ganaron la batalla y luego dieron muestras de que conocían sus planes secretos, ya que comenzaron a mostrarles el dedo del medio en sus narices, mientras decían mofándose de los prisioneros: "todavía podemos halar el tejo". Y fue así como surgió esta costumbre que luego se extendió por el mundo como muestra de burla, sarcasmo y desafío.
La misma leyenda se atribuye al gesto de levantar los dedos índice y corazón, a modo de “V” (aquí la versión es que los franceses cortarían a los arqueros esos dos dedos).
No obstante, otras teorías afirman que ese gesto con el “digitus infamis” o “digitus impudicus” se menciona varias veces en los textos de la antigua Roma, bien para desviar la amenaza del mal de ojo o como insulto sexual y obsceno.



5 comentarios:

  1. Curiosa la procedencia de ese gesto. Abrazos

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  2. Muy curioso, no sabía que venía de tan lejos, me gusta la connotación de burla y sarcasmo, ¡cómo te apetece a veces hacerle el gesto a más de uno!🖕
    Besos Raque

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  3. ¡Qué interesante!
    Muchos besos, Raquel.

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  4. Muchas gracias a las tres por vuestros comentarios. Un origen curioso a un gesto que se ha vuelto casi internacional.
    Besos y abrazos!

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  5. Anónimo2:34 a. m.

    Muy interesante, Rachel. Me ha gustado saberlo, aunque pienso que es un gesto horrible utilizado hoy día.
    Abrazos.

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