Nos pasamos la vida mentándola, reclamando un
poquito de ella, o evitándola a toda costa. Al ponernos ese anillo especial que
llevamos a los exámenes y que se ha convertido en el mejor amuleto. Cuando
cruzamos los dedos al ver pasar un gato negro de derecha a izquierda, o cuando
anhelamos que se cumpla un deseo. Cuando, siempre de manera inconsciente,
exclamamos en voz alta: ¡Qué suerte tiene Pepita, todo le sale bien! ¡Qué mala
suerte que se agotaran las entradas para ese concierto al que tantas ganas
tenías de ir! Suerte, en un trébol de cuatro hojas. Suerte en el apartado de
horóscopos del periódico. Suerte en los discos giratorios de la maquina tragaperras
del bar. Suerte que vende el vendedor de la Once. Suerte cuando encontramos
aparcamiento cerca de la puerta del centro comercial…
O mala suerte. Cuando se rompe el espejo, o
se derrama la sal, o se abre un paraguas dentro de casa, o ese día que tenemos
prisa nos tocan todos los semáforos en rojo. Vivimos condicionados por ella…
pero ¿existe la suerte?
¿Existe algo intangible que mueve nuestros
destinos, que a veces nos ayuda, y otras veces es como un nubarrón negro sobre
la cabeza y que podemos llamar suerte (buena o mala), o en realidad todo
depende de la actitud con la que afrontemos la vida?
La respuesta no es sencilla. Si nos atenemos
a la metafísica ésta nos dice que no, que la suerte no existe. Ahí esta la ley
de Causa y Efecto para corroborarlo.
¿Y qué nos dice esta ley? Pues que nada
ocurre casualmente, todo es producto de la causalidad.
La ley física dice que a toda acción le sigue
una reacción. La ley metafísica que a toda causa le sigue un efecto.
Y si nos fijamos en lo que apunta la ley del
mentalismo esto es lo que nos encontramos: “Todo es mente. Todo lo que pensamos
se manifiesta”. Así que cuidado, si eres negativo lo único que conseguirás será
atraer lo malo. Lo que llegué a tu vida lo habrás atraído previamente con tu
mente. Piensa en positivo y tendrás una vida positiva. Piensa negativo y la
naturaleza te devolverá una vida negativa. No existe la suerte, sino dos
maneras de pensar: positiva o negativa.
No te quejes de tu mal fario, reflexiona sobre cómo
has actuado para llegar a ese punto y qué puedes hacer para cambiarlo.
En el momento justo y en el lugar oportuno
Aprovecha las oportunidades. En realidad,
esos que llamamos afortunados son los que tienen un espíritu constructivo,
están más abiertos a los demás y poseen una habilidad para crear oportunidades
y seguir su intuición, al contrario que
los poco afortunados.
En el libro de Alex Rovira y Fernando Trías
de Bes, La Buena Suerte: claves para la Prosperidad, se dice que "la buena suerte únicamente
consiste en crear circunstancias, por lo que solamente depende de nosotros y,
así, nunca llega a nuestras manos por casualidad".
No desaproveches las ocasiones de prosperidad
que se te presenten, pero no olvides antes una cosa, para poder encontrarlas es
preciso relajarse. Si te ofuscas, si te preocupas más de la cuenta, pasaran por
tu lado sin que te percates.
Podía ser peor
Reconvierte lo malo en algo positivo. Sólo así
podrás vivir en un ambiente de paz. Todos nos equivocamos alguna vez, a todos
se nos tuercen las cosas, pero piensa que podría ser peor. Las equivocaciones
también nos enseñan y sobre todo nos ayudan a madurar.
No le dediques mucho tiempo al pasado, ni a
esas personas o situaciones que te dañaron.
Azar y probabilidades
Vale, sí, es verdad que hay cosas que se “escapan”
a nuestro control. A veces nos esforzamos mucho y no encontramos recompensa, y
sin embargo muchas veces pasa que el que no ha hecho nada es premiado con eso
que tanto anhelábamos. ¿Por qué? ¿Y qué fuerza ha intervenido para que se
produzca tal suceso? Y es que cuando pasan cosas inesperadas, o que no tienen
explicación lógica, solemos achacarlo al azar. Azar, caprichoso azar.
Don´t worry, be happy
No te tortures pensado en que todo te sale
mal. Nada está determinado de antemano. Tú eres dueño de tu destino, así que
toma el timón y busca un buen viento que te saque del remolino. Cuida tus
pensamientos, eres el responsable de lo que te ocurra. Piensa que grandes cosas
están por llegar a tu vida, y siéntete predispuesto a que sucedan. Ábrete. Está
demostrado que la gente más extrovertida, más optimista y segura de si misma
tiene más suerte.
Así que recuerda: El mejor amuleto para atraer la suerte es TU
ACTITUD
2 comentarios:
No le echemos la culpa a la suerte, a veces abusamos de ese pensamiento, de que nuestra suerte está torcida cuando en el fondo nosotros no hemos dado los pasos correctos para que ese viento del que hablas se ponga a nuestro favor.
Todo reside en la mente, algunas ideas nos torturan, nos envenenan y nos intoxican, la negatividad tiene ramas y crecen si no sabemos atajarlas, son como las malas hierbas de un jardín, mejor podarlas a tiempo antes de que infecten todo.
En fin, hay que seguir estos consejos, hay que tener una mente mas abierta y mas relajada para que la calma llegue y las cosas buenas se presenten o simplemente sepamos reconocer donde están esas cosas buenas.
Una muy buena entrada para reflexionar.
Un besito
:D
Tienes razón en que la negatividad tiene ramas, y raíces, y cuando se hunden profundas es muy difícil erradicarlas. A veces caer en estos pensamientos es inevitable si estas atravesando un mal momento, pero hay que saber atajarlos, mirar la vida con optimismo y con toda la positividad posible. No es fácil, pero a la larga es lo mejor para el espíritu.
Gracias, Ana.
Besos :)
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