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20 de diciembre de 2011

Extra Cine XVIII




In time

“In time” se desarrollará en una sociedad en la que se ha conseguido anular el gen que provoca el envejecimiento, de ahí que todas las personas aparenten tener 25 años. Ahora bien, el tiempo se utiliza como moneda de cambio para evitar la superpoblación, de ahí que la gente adinerada pueda vivir para siempre (por el contrario, los pobres han de negociar para que prosiga su existencia). Will (Justin Timberlake) es un hombre sin recursos que, después de ser acusado falsamente de haber cometido un crimen, decide huir, secuestrando en su camino a una joven heredera (Amanda Seyfried).

Sin duda, una idea interesante, innovadora, y con muchas posibilidades. Pero a los pocos minutos te das cuenta de que la cosa no va bien. De hecho a partir de ahí todo va a peor, irremediablemente. Y es que hay muchos cabos sueltos, muchos fallos e interrogantes que no se resuelven. Un poco caótico todo, mal rematado. Es una pena que se gasten tanto dinero en efectos especiales y luego descuiden de esta manera tan alarmante lo principal, el guión; porque el guión de esta película da penita, la verdad. Ni que fuera tan dificil. Seguro que hasta en Hollywood hay buenos guionistas que pueden escribir algo coherente que no caiga en los absurdos más grandes. En fin, inevitable hablar de sus referencias, la más evidente Bonny & Clyde, y Robin Hood. Para compensar su ridiculez de guión hay mucha acción, carreras para aquí y para allá, porque el tiempo es oro y no hay que perderlo tontamente. Los actores están, pero como si no, porque no se lucen aunque se luzcan; porque en este futuro donde la moneda de cambio es el tiempo no hay nadie feo, gordo, con gafas; al menos todos los ricos en tiempo son modelos de revista. En definitiva, para pasar el rato. 4,2


Un método peligroso
“Un método peligroso” cuenta una historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. Esta exploración de la sensualidad, de la ambición y del engaño llega a su momento cumbre cuando Jung, Freud y Sabina se reúnen antes de separarse definitivamente y acabar cambiando la dirección del pensamiento moderno.

Sinceramente, me aburrió. No un aburrimiento normal, sino ese aburrimiento que surge de esperar algo que finalmente no sucede y en lo que habías puesto bastantes expectativas. No es que me suelan gustar especialmente las películas con esta temática, sobre locura y traumas, no por nada en especial sólo que prefiero ver cosas menos intensas, pero el nombre de Cronenberg me animó. Lo cierto es que cuando terminó la película  me sentí decepcionada. Yo esperaba que la historia fuera por un lado, después de ver el tráiler, pero finalmente me he quedado fuera, tanto de la historia como en general. No he acabado de creerme la historia de amor, ni la historia de amistad/admiración entre Carl y Freud, y no sabría decir por qué. Puedo decir que me ha dejado fría, no me ha llegado, no me he sentido conectada a lo que veía. Quizás se deba a la exagerada actuación de Keira Knightley. La considero buena actriz, pero aquí me ha puesto muy nerviosa. Comprendo que su papel lo requería pero a mí personalmente sus gestos me han distraído de todo lo demás. Cuando contaba su trauma no he podido pensar nada más que en sus tics. También por  esa frialdad que respira la película. Sería injusto no mencionar sus cosas buenas, su magnífica ambientación de la época, una fotografía preciosa, con escenarios de postal, la excelente caracterización de Viggo Mortensen, su puesta en escena… Sin embargo algo falla. 6  


El gato con botas 3D
Mucho antes de que conociera a Shrek, el conocido espadachín, amante y fuera de la ley Gato con Botas se convierte en un héroe al emprender una aventura junto a la dura y espabilada Kitty Zarpassuaves y el astuto Humpty Dumpty para salvar a su pueblo. Complicándoles las cosas por el camino están los infames forajidos Jack y Jill, que harán cualquier cosa para que Gato y su banda no lo consigan.

Lo que me gustó de Shrek fue que cambió la manera de hacer películas para niños, modernizó los cuentos y puso como protagonistas a los que antes habrían sido secundarios. Eran películas llenas de humor y muy entretenidas, para toda la familia. También -tengo que reconocerlo- me gustó desde el primer momento Gato, imposible resistirse a su mirada cautivadora. De hecho nadie pudo librarse del influjo de esos ojos reflectantes que enamoraron a todo el mundo. Estaba cantado que este personaje iba a tener una película para él solo. Y llegó el día. El gato con botas ha sido uno de los mejores estrenos de las pasadas semanas, aún llevando cuatro sigue aferrado con uñas y dientes a los primeros puestos de taquilla, y lo que le queda ahora que comienzan las vacaciones navideñas. Este gato andaluz con su marcado acento es irresistible, pero en esta entrega viene más comedido, más reservado al público infantil, que sin duda es quien disfrutará más. La historia, aún teniendo su miga, es más previsible, más ligera, con muchas referencias, como no podía ser de otra manera, a los cuentos clásicos de los que siempre se ha nutrido más o menos esta saga. Entretenida. 5.7



La conspiración

Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robin Wright), regenta una pensión donde el autor del magnicidio —John Wilkes Booth— y sus cómplices se reunieron y planearon los atentados simultáneos. Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James McAvoy), un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surratt ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su cliente podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John, el único conspirador que escapó a la orden general de busca y captura. Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único dispuesto a destapar la verdad y salvarle la vida.
Me llevé una sorpresa cuando terminada la película aparecieron los títulos de crédito y descubrí que el director de esta película era el actor Robert Redford. No tenía ni idea de que había empezado a dirigir pero leo en Internet que esta no sólo no es su primera película como director -de hecho ha dirigido ya unas cuantas y muchas de ellas han sido alabadas por parte del público y prensa- sino que además  ganó un Oscar como mejor director en 1980 por su película Gente Corriente.  Antes de saber estos datos pensaba que para ser su primera película como director estaba bastante bien pero conociendo que ya tenía una larga trayectoria como director tengo que decir que La Conspiración es una película correcta, siendo este su peor defecto. No es la mejor del año pero sí una película notable, bien contada y  con un aire clásico. Por encima de la media.
En la cultura americana , y no es que lo diga yo, hay un sentimiento, a veces dormido, otras veces demasiado despierto, que corre por sus venas, y es un sentido de la venganza bastante elevado; puede decirse que esta palabra es perfecta para describir lo que es la película.
Tras el asesinato de Lincoln el pueblo clamaba venganza contra los ejecutores y sus cómplices; una reparación que aliviara el dolor causado. Daba igual cómo sucediera o quién pagara por ello,  y encontraron una cabeza de turco en Mary Surrat; abnegada madre de uno de los implicados huidos. Para defenderla aparece en escena un joven abogado, que en contra de su voluntad, se hará cargo de su defensa.
Lo mejor de La Conspiración es su historia, una historia que te hará posicionarte sin dudas sobre el tema, que te envolverá en su atmósfera, y que te dejará una impresión que ya sospechábamos, que la justicia, sobre todo cuando las heridas están abiertas y latentes, no existe por mucho que se apele a ella. Pero por encima de esta también revoloteará otra, que  el amor incondicional de una madre es indestructible.
Pero sería injusto no mencionar otros elementos que elevan la película, y que son su buena ambientación de la época y las excelentes interpretaciones de los dos protagonistas, una maravillosa Robin Wright y un vibrante James McAvoy. 7,2

3 comentarios:

Ligia dijo...

Siempre das buenas referencias para saber por dónde va el cine de ahora. Procuro hacerte caso. Feliz Navidad y muchos abrazos

Prometeo dijo...

Te reconozco que no he visto ninguna de las cuatro y eso que, como pnes, son intereasntes cada una por su aldo y muy diferentes de tematicva y forma.
Habr que ir viendolas peor el tiempo es limitado y,,,
Un abarzo y FELICES FIESTAS.

Ana Bohemia dijo...

Estas entradas siempre te quedan de lujo, muy profesional y con un punto de vista que no puede ser mas clavado al mío, ¿o será porque somos gemelas?, jaja.
He visto las cuatro, unas me entretuvieron un poco a pesar de ser flojita, como la de In time, unas me aburrieron y me pusieron de los nervios como Un metodo peligroso, puff. Otras me sacaron las sonrisitas como el gato, ¡que peligro tiene con ese acento andalúz, ole! Y otras me atrayeron por lo que contaban pero me dejaron fría, como La conspiración, que como dices peca de ser demasiado correcta y de mojarse poco.
Un abrazo
:D

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