El secreto absoluto que rodeó el plan de los Aliados de invadir Europa, durante la Segunda Guerra Mundial, hizo necesario crear un elaborado sistema de palabras en clave para alertar a los agentes acerca de las acciones que se pretendían llevar a cabo.
Llamada «Operación Overlord», el plan de invasión incluía diversas fases, cada una con su nombre en clave. Por ejemplo, la iniciativa naval se conocía como Neptuno. El destino francés y los puntos de cita se conocían como Omaha y Utah, y un puerto artificial, Mulberry, era donde deberían estacionarse el arsenal y los suministros. Pero 33 días antes de la fecha prevista de invasión, muchas de las palabras en clave, curiosamente, aparecieron en el crucigrama del Daily Telegraph de Londres. Luego, sólo cuatro días antes de que el plan entrase en operación, la palabra Overlord apareció también en el crucigrama. Preocupados respecto de que un espía nazi se hubiese apoderado del código y que estuviera haciendo públicala Operación Overlord a través del crucigrama, los agentes de seguridad asaltaron las oficinas del Daily Telegraph. Ante su sorpresa, sólo encontraron a un sorprendido maestro de escuela, llamado Leonard Dawes, que llevaba veinte años redactando el crucigrama del Daily Telegraph. Dawes consiguió, finalmente, convencer a los agentes de que la aparición de la palabra clave en el crucigrama era, simplemente, una coincidencia.
Llamada «Operación Overlord», el plan de invasión incluía diversas fases, cada una con su nombre en clave. Por ejemplo, la iniciativa naval se conocía como Neptuno. El destino francés y los puntos de cita se conocían como Omaha y Utah, y un puerto artificial, Mulberry, era donde deberían estacionarse el arsenal y los suministros. Pero 33 días antes de la fecha prevista de invasión, muchas de las palabras en clave, curiosamente, aparecieron en el crucigrama del Daily Telegraph de Londres. Luego, sólo cuatro días antes de que el plan entrase en operación, la palabra Overlord apareció también en el crucigrama. Preocupados respecto de que un espía nazi se hubiese apoderado del código y que estuviera haciendo pública
2 comentarios:
¿Sólo una coincidencia? Pues suena sospechoso, ¿no? ¿Qué estaría ocultando ese maestro de escuela?, jaja. Pero debe ser que las casualidades existen.
Un besote
;)
Sospechoso, sospechoso. No sé cómo se las ingenió para hacer ver que era una simple casualidad pero le salió bien la jugada. De verdad que parece mentira que todas y cada una de las palabras clave salieran sistemáticamente en sus crucigramas. No podía ser casualidad, porque es "demasiada" casualidad. O sabía algo o era un estupendo telápata.
Besos :)
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