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26 de junio de 2011

Extra cine




Sin limites


Eddie Morra es un aspirante a escritor que sufre de bloqueo crónico, pero su vida da un giro en cuanto un viejo amigo le da a conocer el NZT, un medicamento revolucionario que le permite aprovechar su potencial por completo. Con cada impulso nervioso, Eddie puede recordar absolutamente todo lo que ha leído, visto o escuchado, aprender cualquier idioma en un día, entender ecuaciones complejas y encantar a todo aquel con el que se cruce, siempre que continúe tomando la droga experimental. Eddie no tardará en conquistar Wall Street, convirtiendo un pequeño capital en millones. Sus hazañas llaman la atención del magnate Carl Von Loon, quien le invita a participar en la fusión corporativa más grande de la historia. Pero Eddie también llama la atención de personas desesperadas por hacerse con un alijo de NZT. Con su vida amenazada y las consecuencias brutales de los efectos secundarios de la droga, Eddie esquiva acosadores misteriosos y una investigación policial intensa mientras intenta aferrarse a su menguante suministro el tiempo suficiente para zafarse de sus enemigos.

Parte con una interesante premisa. ¿Qué pasaría si una simple (no tan simple) pastillita pudiera alterar nuestra inteligencia potenciando la capacidad de nuestro cerebro hasta límites insospechados? ¿La tomarías sin ser consciente de sus posibles efectos secundarios? ¿Y si tomarla te proporcionara más poder y dinero del que puedas imaginar?
Con un buen inicio la película tiene sus puntos fuertes, interesantes, pero a medida que la trama avanza todo se desestabiliza peligrosamente.  La trama se diluye, y se mete por caminos pantanosos, entonces por la pantalla  empiezan a deambular una sucesión de escenas exageradas y ridículas que echan por tierra la película.
Hasta Robert de Niro, que aquí tiene un papel secundario, está horrible, y bastante desaprovechado. 4




Agua para elefantes

En la época de la Gran Depresión, un joven estudiante de veterinaria se ve obligado a dejar sus estudios tras la muerte de sus padres. Empieza entonces a trabajar para el circo de los hermanos Benzini como veterinario y encargado de los animales. El joven se enamora de Marlena, una amazona que está casada con August, el dueño del circo, un hombre tan carismático como retorcido... Adaptación del aclamado best-seller homónimo de Sara Gruen.


Cuando promocionaron esta película en las televisiones españolas, hace ya bastantes semanas, hicieron especial hincapié  en la falta de química  de los protagonistas.  Pésima manera de vender una película, aunque por otro lado no se le puede tachar de poco honesta. El caso es que  esta película no había  despertado mis simpatías, tampoco su argumento había conseguido interesarme.  La vi con cero expectativas, y curiosamente  me gustó. Cosa rara, porque las películas de circo no son de mis favoritas. Tampoco aquellas que tratan sobre maltrato animal.
Se sabe. El circo y el maltrato animal suelen ir de la mano.  No es nuevo, sobre todo en los circos ambulantes, decadentes e indigentes que proliferaban en los primeros años del siglo XX, donde se  mantenía a los animales en condiciones lamentables. Aunque la película trata el tema, en realidad se centra en la historia de amor. Una historia de amor a tres bandas, con la Gran depresión como telón de fondo.
Y aunque la historia no brille por su originalidad, es una película muy entretenida. Robert Pattison me sorprendió y aunque aún sigue igual de inexpresivo que en trabajos anteriores parece que poco a poco va perdiendo la rigidez. De los demás actores que forman el reparto destaco a Christoph Waltz, el malo de la película; estupendo en un papel con muchos matices, quizás el mejor planteado de toda la película. En cambio Reese Whiterspoon está algo dispersa, pero tampoco su papel tampoco da para más.  
Aunque la estrella aquí es la elefanta protagonista, que expresividad y además es una animal precioso; curioso que el titulo sea “Agua para elefantes” cuando curiosamente
Sólo hay un elefante, elefanta en este caso, y además no le gusta precisamente el agua, más bien le van los licores fuertes.
La recomiendo; me ha gustado tanto su ambientación, la fotografía como la historia. 7.2



Tokio Blues

En “Tokio blues (Norwegian wood)”, cuando Toru Watanabe escucha casualmente el Norwegian Wood de Los Beatles, la melancolía y la nostalgia le hacen retroceder a su pasado como estudiante en el Tokio de finales de los 60. Toru recuerda a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor amigo de la adolescencia, y el suicidio de éste, suceso que le distanció de Naoko durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Allí inician entonces una relación íntima que, sin embargo, se resiente por la frágil salud mental de Naoko, a la que internan en un centro. Al poco tiempo, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta entonces el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte.

La característica del  blues es su tristeza infinita. Dicen los que entienden que para poder interpretarlo con el sentimiento que requiere es necesario haber sufrido de verdad. Tokio Blues respira esa melancolía tan difícil de digerir. Es una película dura, porque los temas que aborda, suicidio, problemas mentales, frustraciones, sin duda lo son.  No es una película que te levante el ánimo. Y aunque su fotografía es impresionante, remarcando y acompañando muy bien todos los sentimientos de la película, también es muy cruda. Su tono  lento, lineal, demasiado bajo puede llegar a saturar un poco. Si no estás pasando por un buen momento, si necesitas historias que te hagan soñar, esperanzadoras y optimistas,  es mejor que no la veas. A mi se me hizo aburrida y me decepcionó. A parte dura demasiado y la mitad del metraje son silencios, hojas en estanques, viento sobre la hierba,  nieve sobre los árboles. Me gusta el lirismo, la poesía de las imágenes, pero tiene que acompañarla algo más; una historia en la que puedas sentirte cerca de los protagonistas de una forma u otra, y eso aquí no pasa.  5,8




Happy thank you more please

Sam Wexler es un joven escritor que no está teniendo uno de los mejores días de su vida. Se despierta tarde, y con resaca, para asistir a una importante reunión con el director de una de las editoriales más prestigiosas de Nueva York. De camino a su cita se encuentra con un niño que ha perdido a su madre en el metro, y Sam se debate entre continuar su camino, como si nunca hubiera visto al niño o hacerse cargo de él mientras encuentra a su familia. Tras intentar sin éxito localizar a la familia del pequeño Rasheen, Sam decide llevarlo a su cita en la editorial, que es un estrepitoso fracaso. La vida de Sam gira en torno a la de sus amigos, un grupo de neoyorquinos que, a punto de entrar en la edad adulta, tratan de resolver sus dudas sobre el amor y la amistad. La vida sentimental de Sam no va mucho mejor que su carrera, pasa de una relación a otra, evitando cualquier tipo de compromiso, hasta que encuentra a Mississippi, una hermosa camarera y cantante. Queda tan impactado con ella que le propone un curioso trato que hará tambalearse su vida y la de sus amigos.

Un extraño y largo título para una película algo atípica; en realidad su título es aún más extraño porque no hay espacios entre las palabras, es decir que se debe leer así happythankyoumoreplease, como un mantra. Es cine independiente, obtuvo un premio en el festival de Sundance, y es la primera película de su director, Josh Radnor, el protagonista de la serie Cómo conocí a vuestra madre. Además de dirigirla, Radnor ha sido el guionista y el actor principal. Así que como se puede sospechar es un trabajo muy personal, y se nota. Hay mucho mimo en ella, en sus personajes y en las historias que estos van tejiendo. Es una película que habla de temas muy humanos; de amor, de madurez, de responsabilidad, del miedo que todo ello nos causa. Esa comedura de tarro que nos traemos y nos llevamos todos los jóvenes que estamos en esa edad complicada entre los 25 y 35. Es una película honesta, fresca. Le falla, quizás, ese aspecto deslavado de los personajes, de las situaciones vividas e incluso de la ciudad en la que viven; ese New York que aquí parece fundido a blanco. Hubiera estado bien que Radnor se tirara a la piscina y arriesgara, porque con este primer trabajo se ha quedado simplemente en correcto. Aún así una película interesante. 6



5 comentarios:

Nacida en África dijo...

Mi querida Raquel: Tomo nota. Tengo en perspectiva las de "Confucio" y la de "Un cuento chino" . No sé nada de ellas pero de la primera me atrae su temática y de la segunda el protagonista.Me gustaría saber tu opinión.

Brisas y besos.

Malena

Nortiz dijo...

Sólo he visto Agua para elefantes. Del resto, ni sabía el argumento, así que no puedo decir nada.
De la que sí puedo, decir que es muy extraño que la promocionen mencionando tanta la falta de química entre los protagonistas... Y coincido contigo es que Robert es muy inexpresivo.
El papel del malo recuerda mucho al que ya hizo en Malditos bastardos el mismo actor, con el que ganó el Óscar. Para mí, que este tipo de papeles encajan perfectamente con él. En esta película actuó muy bien, pero en la otra me pareció todavía mejor, por el papel y la forma tan retorcida de ser que le hacen interpretar.
Y tienes toda la razón, sólo hay una elefanta. Con ese título, me esperaba que tuvieran varios elefantes, pero luego, no... y el tema del alcohol también es cierto.
Reese no pintaba mucho con un hombre tan mayor y agresivo, pero a veces la vida es así... y claro, cuando aparece el chico joven y para muchas, guapo también, llama la atención. Es normal. Además, culto y buena persona. ¿Qué más se puede pedir? Lo que no se comprende, es que no pudieran a esperar a decirle lo de sus padres después del examen, que se lo tienen que decir justo cuando estaba leyendo y le fastidian la carrera entera. Y claro, luego acaba como acaba. Si no, no habría película, pero estaba a un paso después de tantos años de estudiar duramente.
Una buena película con buena fotografía y argumento original para mí, pero el maltrato animal no me gustó nada. El personaje de Waltz era un bárbaro y demasiado agresivo.
Un beso, Raquel :)

Ana Bohemia dijo...

Hola Raque!!
Bueno, ¿qué decir', es que ya lo has dicho todo, jaja.
Las he visto, ya sabes ;)
Sin límites me gustó como propuesta, el principio me gustó, me interesó, pero es una pelí que no sé, no tiene moraleja, la vi violenta y eso me incomodó, de todas formas tampoco estuvo tan mal, no para aprobar pero bueno un 4 esta bien.
Agua para elefantes, que manera mas cutre de promocionar una pelí, como dices tampoco tenía expectativas y me gustó bastante, curioso, jeje.
Tokio Blues que decepción, muy desesperanzadora, ya como el libro, y si muy poética, pero sin ritmo, muy lenta. Bonita fotografia.
Felicidadgraciasmasporfavor, ¡yo también quiero! Muy buena, me gustó el mensaje.
Un beso
:)

Durrell dijo...

No soy de ir al cine, pero me gusta leer relatos buenos. Acabo de leer El Durango y tengo que decir que me ha encantado ¿lo colgarás aquí verdad? Las descripciones son tremendas, espero que ganes tú.

Besos a montones.

Raquel dijo...

Hola Malena, las películas que mencionas no las he visto, pero seguramente me las descarge para tener algo que ver esta semana. Ya te diré que me han parecido. La de Un cuento chino parece interesante, y curiosa.
Gracias por la visita.
Un beso :)


Hola Malena, pues coincido plenamente contigo. El personaje de Waltz era muy agresivo, un malo de primera.A mi la elefanta me encantó, a parte de que es preciosa hasta parecía que actuaba y todo.
Gracias por tu visita.
Un beso :)


Ya, las vimos juntas así que sé perfectamente lo que opinas de cada una, a ver si te animas a bajar tu alguna de vez en cuando ;)
Un beso.


Muchas gracias Durrell :)
Me animas mucho, llevo un tiempo un poco insegura con lo que escribo, así que te doy las gracias por tu comentario.
Espero colgarlo en breve en el blog, quizás de aqui a un mes, cuando vuelva.
Un beso enorme :)

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