Buscar este blog

11 de febrero de 2018


El monarca Gustavo III de Suecia detestaba el café hasta el punto de creer que se trataba de una bebida letal y que su consumo prolongado podía causar la muerte.
Para demostrarlo, se le ocurrió una absurda idea. Condenó a un reo de asesinato a ser ejecutado lentamente bebiendo doce tazas de café diarias. Un  grupo de médicos designados por el rey irían comprobando su progresivo deterioro físico. Pero el soberano nunca vio el desenlace del experimento, ya que casi diez años después, en 1792, fue asesinado por un disidente que se llamaba Anckarström. Y en los años sucesivos fueron muriendo uno a uno los médicos que el rey había designado.

De hecho, al final el único que quedó vivo fue el reo, quien acabó siendo indultado y murió mucho tiempo después, por causas perfectamente naturales. Aunque eso sí, nunca dejó de tomarse sus tacitas diarias de café.

6 de febrero de 2018

Promesa


Sus dedos eran una barrera insondable sobre los ojos. Destellos de luz residual nadaban ondulantes en la penumbra pulposa.
Cierra los ojos, le dijo. Piensa en mí, le dijo. Ahí estaré…
Y ella cerró los ojos apretando muy fuerte los parpados, y cuando las ondulantes chispas cesaron descubrió  en la liquida oscuridad un vacío infinito…

4 de febrero de 2018

¿Qué le pides al universo?


Tendemos a culpar al universo  cuando no se realizan nuestros deseos. Nos han vendido la idea de que sólo basta con querer mucho algo para que el universo conspire a nuestro favor. Atraemos aquello que pensamos: la fuerza de los pensamientos positivos. Por supuesto, una mente positiva solucionará mejor los problemas, al menos contribuirá con su actitud a que sean menos graves, menos limitantes. Una buena actitud es esencial. Pero que no te vendan humo, el universo no te debe nada y sólo eres tú y nada más que tú quien puede cambiar el rumbo de las cosas. No basta con pedir, hay que trabajar.
Por desgracia esto no es tan popular como “la ley de la atracción” pero seguramente dé mejores resultados a la larga. Podemos querer mucho algo pero si nos limitamos a sentarnos a esperar a que nos caiga del cielo puede que pasemos sentados más tiempo del que nos gustaría.



Lo cierto es que quien ha llegado a la excelencia en algo lo ha hecho a base de esfuerzo y horas… Si quieres ser un virtuoso al piano tendrás que practicar todo lo que puedas, no hay de otra. Si quieres una vida mejor tendrás que trabajar en esa dirección. Por supuesto, siempre será mejor si nos enfocamos en algo positivo mientras trabajamos activamente para lograrlo, pero  para lograrlo también es fundamental saber qué queremos…

¿Qué quieres de verdad? Sólo cuando tengas clara la respuesta podrás orientarte más fácilmente en esta encrucijada de caminos, cuando conozcas la ruta a seguir avanzarás más rápido y llegarás antes a tu meta. Y esto no es suerte, es voluntad. 


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...