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24 de diciembre de 2018

Es tiempo de Navidad


Creas en ellas o no, las disfrutes como un niño o te llenen de nostalgia, trabajes esos días  o hagas puente... es tiempo de Navidad. Tiempo para compartir. Tiempo para regalar tiempo, porque pasar un rato con alguien que amas es lo mejor que puedes regalar. Aunque no lo creas seguro que eres el mejor regalo para alguien. 

Feliz Navidad

30 de noviembre de 2018

El efecto Forer, o porque crees en el horóscopo.


El efecto Forer, o efecto Barnum, se da cuando aceptas como verdad una aseveración acerca de ti mismo, aunque en realidad lo que ha pasado es que has aceptado como propias generalizaciones que pueden ser válidas para cualquier individuo. Has sido una víctima de la falacia de la validación personal.


Fue en 1948 cuando el psicólogo Bertram R. Forer se percató de que la mayoría de las personas aceptaban estas descripciones vagas como personales y acertadas, así que realizó un experimento. Dio a un grupo de estudiantes estas afirmaciones como  resultado de un test de personalidad y les pidió que las valoraran  según su grado de aciertos. Lo que no sabían sus estudiantes es que todos tenían la misma hoja que decía esto:

“Tienes necesidad de ser aceptado por los demás y buscas que te admiren, sin embargo, tiendes a ser muy crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades de personalidad, generalmente logras compensarlas. Tienes una capacidad increíble que no has convertido en tu ventaja. Disciplinado y autocontrolado en el exterior, tiendes a preocuparte y ser inseguro en tu interior. A veces tienes grandes dudas sobre si has tomado la decisión correcta o si has hecho lo adecuado. Prefieres cierta cantidad de cambio y variedad y te sientes insatisfecho cuando te acorralan las restricciones y limitaciones. También te enorgulleces de ser un pensador independiente, no aceptas lo que digan los demás sin pruebas satisfactorias. Pero has descubierto que es poco sabio ser muy franco y revelarte a ti mismo ante los otros. A veces eres extrovertido, afable y sociable, mientras que en otras ocasiones eres introvertido y reservado. Algunas de tus expectativas pueden ser más bien irreales.”

Estas  aseveraciones fueron recogidas por Forer de una columna de astrología de una revista.
En una escala de 0 a 5, donde el 5 significaba que el alumno sentía que los resultados eran excelentes y acertados,  y el 4 que los resultados habían sido buenos; el promedio de la evaluación de la clase fue de 4,26; es decir que casi todos los alumnos consideraron esos resultados como muy cercanos a su personalidad.  



En realidad lo que pasa es que no hay nada en lo que puedas estar en desacuerdo con las afirmaciones dadas, pues la mayoría te presentan dos opciones: “eres X, pero a veces eres Y”. Esto es lo suficientemente vago como para ajustarse prácticamente a cualquier ser humano.

Este efecto es usado las llamadas “pseudociencias”, como médiums, adivinos, lectores de la mente, grafólogos, etc. pues ofrece un sentido de reafirmación y control de lo desconocido. Vamos a ser claros, a todos nos encanta sentir que podemos controlar algo que aparentemente parece no poder ser controlado, así que el saber lo que va a ocurrir sientes que podrás evitarlo o cambiarlo.



Pero una parte del éxito del efecto Forer se debe a su relación con el sesgo cognitivo de confirmación, que ocurre cuando lees una predicción astrológica que confirma tus propias creencias. Por ejemplo, estás de bajón y tu horóscopo dice que “vienen momentos complicados de los que saldrás airoso”, está confirmando cómo te sientes; te da la razón y no hay nada más que nos agrade que tener la razón.

Aunque lo parezca el efecto Forer no es tan inofensivo como parece pues puede afectar la vida de muchas personas, que no sólo invertirán sumas astronómicas para que les saquen la carta astral, les lean la palma de la mano o el café; sino que además pueden tomar decisiones importantes basados en el sesgo cognitivo, que como vemos, no ofrece muchas garantías.
Por eso, una última recomendación, sé crítico/a con aquello que lees, busca evidencias sólidas, descarta las fuentes que no sean confiables.



16 de noviembre de 2018

11 de noviembre de 2018

El autoestopista fantasma y La chica de la curva




Seguro que has oído hablar de ellos. El autoestopista fantasma o La chica de la curva son descritos como espíritus de personas fallecidas; topárselos augura fatales consecuencias a quien los recoja en su coche.

Encontrar el origen de esta leyenda urbana no es fácil, pues no tiene un origen definido y  se encuentra diseminada por una extensa área geográfica.
Aunque hay muchas versiones del relato, todas tienen una misma raíz. Un solitario conductor se encuentra con un autoestopista que luego desaparece sin explicación alguna, generalmente en el propio vehículo en movimiento. Aunque suene increíble esta leyenda circula desde hace siglos, y se ha ido adaptando  a los distintos medios de transporte. En las versiones más antiguas, la joven paraba a los jinetes para que la subieran al carruaje, o a la grupa de su caballo.



Una leyenda tan extendida lógicamente ha mutado con el trascurrir del tiempo. Hay versiones que  la describen como una joven con un vestido rasgado, a veces de novia y otras de luto, que se aparece  a los viajeros a la vera de los caminos cerca de una curva peligrosa. Les pide a éstos que la lleven; cuando sube, se dice que transcurre un tiempo en absoluto silencio hasta que ella, misteriosamente, desaparece del vehículo en movimiento. Se suele contar luego que el viajero termina enterándose que la mujer había muerto en un accidente o de alguna forma trágica. La versión que la viste con vestido de bodas afirma que murió con su novio.
¿Cuál es su motivación? Pues su principal propósito varía un poco, algunas veces  alerta al conductor sobre una curva peligrosa, precisamente aquella en la que murió; otras veces causa la muerte del conductor, al no alertarle del peligro de la curva.



La curva de Torreseca
Según cuenta esta leyenda en particular, los hechos tuvieron lugar durante una noche lluviosa. Una pareja de recién casados disfrutaba de su viaje de novios, felices ambos  aunque él conducía de manera temeraria hasta que el coche patinó, se deslizó por la carretera y cayó por el barranco al pie de una curva muy cerrada, muriendo los dos en el acto.
Un año después, un hombre que viajaba por la misma carretera recoge a una muchacha vestida de novia. Al verla tiritar le ofrece su cazadora para que no pase frío. Al instante, ella  le dice: «Gracias; por favor, frene. En esta curva me maté yo». El hombre desvía su mirada hacia ella y frena en seco, pues tanto ella y la cazadora han desaparecido.
Tiempo después, el hombre se dirige a la tumba de aquella pareja que se mató en la curva y encuentra su cazadora encima de la lápida de la tumba de ella, provocándole la muerte debido al impacto de tal hallazgo.



La "Dama de la Cruz Verde"
La Dama de la Cruz Verde es un personaje de las leyendas de la Sierra de Guadarrama que sitúan en el Puerto de la Cruz Verde, entre los municipios de Robledo de Chavela y San Lorenzo de El Escorial, la aparición de la Dama de la Cruz Verde: una mujer que, hace años, murió en las carreteras del mismo y que se aparece a los conductores haciendo autoestop.
Esta leyenda es una de las variantes locales que se han dado en muchos lugares del mundo de la denominada Autoestopista Fantasma, tales como las leyendas urbanas de la Dama Blanca o Chica de la Curva. También se ha visto un personaje similar en el Puerto de Galapagar.



Dos ejemplos de una leyenda que es internacional, pues alrededor del planeta se han dado más casos de autoestopistas fantasmas. Tanto ha calado la imagen de la chica de la curva que ya forma parte del imaginario colectivo.

2 de noviembre de 2018

La chica de la curva


Es de noche. La carretera está oscura como lo que te rodea. Al otro lado de los arcenes hay un monte. Lo sabes porque te llega el aroma de los pinos mojados a través de la ventanilla, pero la tiniebla es tan densa que no puedes ver nada, sólo una pequeña parcela borrosa; lo que los faros de tu coche consiguen arrancar a la oscuridad al pasar.
Es una carretera monótona y estás solo. Cae una lluvia fina.  La radio no sintoniza bien pero no quieres apagarla. Necesitas escuchar algo, aunque sean interferencias. No quieres dormirte. Hay muchas curvas en ese tramo.
A través de los imponentes árboles ves un cielo nuboso y una luna mordida que parece sacada de un cuento de terror. Pero pronto todo empieza a repetirse como un bucle. Carretera, oscuridad, una curva, otra curva, oscuridad, oscuridad, oscuridad… No quieres dormirte pero notas ese cosquilleo en los dedos, ese que precede al sueño.
Abres más la ventanilla para que el aire frío te despeje. Entonces la ves. Está allí en medio de la carretera, bajo la lluvia. Sólo te da tiempo a esquivarla y clavar los frenos. Tu coche se desliza más de lo que quieres sobre la capa de agua hasta pararse por completo. Tienes los ojos muy abiertos y las manos aferradas al volante. El corazón te va muy rápido. Miras los dígitos luminosos de la hora en el salpicadero, las doce en punto. Te sientes aturdido. ¿Qué acaba de pasar? Levantas la vista con un ligero temblor de cabeza para mirar por el espejo retrovisor. ¿Un accidente? No has visto ningún coche, ningún rastro, sólo aquella figura…
La luz de los faros rompe las sombras de delante pero detrás todo está a oscuras. Esa oscuridad tan extraña que ha sido tu compañera de viaje.
Te asomas al espejo retrovisor pero no ves nada. Estás temblando y no sabes por qué. Apagas la radio para escuchar. Pero no oyes ningún grito de auxilio. Ninguna voz reclamando ayuda.



Das marcha atrás despacio. Estaba allí, no estás loco. Lentamente tu coche deshace el camino pero no hay nadie. No puede ser, piensas. La viste, estás seguro. Decides bajarte y echar un vistazo. Abres la puerta, las finas gotas de lluvia caen sobre tu brazo. Al inspirar el aire helado sientes un escalofrío. Te sientes paralizado. ¿Una alucinación? Quizás tu mente te ha jugado una mala pasada.
No sabes por qué lo haces pero accionas el claxon, como si quisieras ahuyentar algo, para ahuyentar algo. Aún así todo permanece en calma. Esperas. Nada pasa así que cierras la puerta y te pones en marcha. El coche se ha enfriado, o quizás eres tú y es de ti de quien surge aquel gélido halito. Tiemblas tanto que te cuesta sujetar  el volante. Pero te sumerges en la carretera y sigues adelante.
Oscuridad, una curva, otra curva, oscuridad, oscuridad… El sueño golpeándote detrás de los párpados. Oscuridad… y una mano fría, mojada sobre tu hombro. Has estado a punto de dormirte otra vez. Abres los ojos y miras por el espejo retrovisor. El miedo te golpea en la nuca. Está ahí, detrás de ti y te grita: ¡Cuidado!
Vuelves la mirada hacia la carretera y frenas a fondo. Te has quedado a milímetros de despeñarte en esa curva y tu respiración agitada lo llena todo. Tienes que cerrar los ojos para soportar el latido de la cabeza. Cuando los abres ella ya se ha ido. Pero  sales bajo la lluvia a buscarla. Revisas el coche, los alrededores. Te asomas al abismo y das unos cuantos pasos tambaleantes por el asfalto mojado.
Hay algo a un lado del camino. Sacas el móvil y enciendes la linterna. Descubres una pequeña capilla de madera. Ves la  cruz, las flores de plástico, la foto plastificada con una nota al pie. “Inés, nunca te olvidaremos”. Son sus ojos, su rostro.  Un recordatorio de su vida y muerte.
Vuelves al coche, estás calado de la cabeza a los pies. La adrenalina aún recorre tu cuerpo como fogonazos. El frío se ha esfumado. Recorres el último tramo de aquella carretera conteniendo el aliento. Cuando llegas a la civilización sientes una sensación de alivio. Decides que no contarás a nadie lo sucedido. Aún no estás seguro de si lo soñaste, de si fue real o una alucinación.  Sólo sabes que nunca olvidarás aquellos ojos y el contacto de aquella mano fría en tu hombro.  No sabes quién fue Inés, si como parece, dejó su vida en aquella curva. De lo único de lo que estás seguro es de que será tu secreto mejor guardado.



25 de octubre de 2018

Experiencias cercanas a la muerte



Pocos han regresado del más allá, pero los que lo han hecho coinciden en algo cuando se les pregunta por la experiencia: al momento de abandonar la vida vieron una luz al final de un túnel.  
Esta creencia, paso del umbral de la vida terrenal a la espiritual,  ha quedado grabada en el imaginario colectivo pues el cine, la literatura y el arte se han encargado de difundirla. Además parece responder a esa importante y misteriosa cuestión: ¿hay vida después de la muerte?
A mediados de los años setenta del pasado siglo los relatos de personas que habían pasado por un coma o experiencias cercanas a la muerte fueron muy populares. Sorprendentemente todas eran muy similares, pues los afectados describieron los mismos escenarios: observaron su cuerpo desde arriba, un túnel oscuro con una luz muy poderosa al final, y fueron visitados por seres queridos muertos
Kevin Nelson, neurofisiólogo de la Universidad de Kentucky,  investigó el tema y publicó “The Spiritual Doorway in the Brain”, en donde resuelve las dudas más frecuentes sobre las experiencias cercanas a la muerte (NDE, por sus siglas en inglés).  Aquí desmiente que suceda estando "clínicamente muertos" pues, según el experto, esto no es posible porque nadie puede regresar de la muerte. Cuando una persona sufre un paro cardíaco, el corazón se detiene y se pierde el flujo sanguíneo, pero la conciencia aún continúa por lo menos diez segundos más y el cerebro sigue funcionando hasta 30 minutos. Esto quiere decir que algunas neuronas siguen enviando impulsos eléctricos, que se traducen en información.


El neurólogo belga Steven Laureys opina que estas experiencias estarían causadas por el aumento de la actividad cerebral que se produce al dejar de latir el corazón; al parecer el trabajo neuronal crece considerablemente durante los instantes previos a la muerte, particularmente en la región temporoparietal.
Según Laureys es el cerebro humano el responsable de las asombrosas visiones y sensaciones que narran quienes estuvieron a punto de fallecer. Esto explicaría las similitudes que se encuentran en individuos de culturas completamente diferentes a la hora de describir su transición de la vida  a  la muerte.

S

Hay miles de casos de personas que narran su experiencia cercana a la muerte; una de ellas fue la actriz Elizabeth Taylor, quien en una operación experimentó algo increíble. Durante un lapso de tiempo en que sintió haber muerto cruzó un túnel hacia una luz brillante y que, una vez ocurrió esto, se encontró con el espíritu de Michael Todd, uno de sus ex esposos y su gran amor, que había muerto recientemente en un accidente aéreo. Durante este encuentro, Todd le dijo que debía volver. Elizabeth quería quedarse con él, pero Michael la empujó a volver a la vida porque tenía mucho trabajo y vida por delante. Justo entonces, Taylor “resucitó”. Elizabeth prefirió mantener esto en secreto durante mucho tiempo, ya que tras contarlo a los médicos, se dio cuenta de que sonaba realmente demente. Aún así, finalmente, decidió contarlo.

La luz brillante al final del túnel que algunas personas cercanas a la muerte describen puede ser consecuencia de una inundación de serotonina en el cerebro.

En EE. UU.  13 millones de personas han pasado por una experiencia cercana a la muerte, un 5 por ciento de la población.

Según algunos expertos durante la fase REM del sueño, algunas personas pueden tener experiencias parecidas a las que se viven cuando se está a punto de morir y hasta pueden llegar a sentirse flotando.

15 de octubre de 2018

Visitantes




Cuando por fin desperté mis pulmones recogieron con avidez el aire de la habitación. Una oscuridad impenetrable me rodeaba, sólo mi respiración agitada llenaba las esquinas de aquella estancia que parecía cernirse sobre mí.
Había estado sumergida en un sueño denso, como arenas movedizas, sintiendo que mi cuerpo no era mío, inmovilizada, ahogándome; y ahora que volvía a la vida sentía aún aquella presencia, cerca, desvaneciéndose en la tiniebla. 
¿Había sido un sueño, sólo un sueño? Entonces,  ¿por qué percibía aún el peso en mis brazos de aquellas  otras manos, el escalofrío de aquella otra respiración sobre mi rostro, y aquel  frío tan intenso enredado en mi cuerpo, trepando desde el abismo de mis pies?
Encendí la luz del flexo incorporándome en la cama. Con un susurro se disiparon todas las sombras. Fue un segundo, mucho menos que eso, pero allí le vi; un rostro, antes de disolverse entre las partículas de polvo del cuarto…

No se sabe a ciencia cierta qué son, si son reales o producto de una imaginación febril y exaltada, una leyenda urbana o una patraña, pero se les conoce como “los visitantes nocturnos”. Los visitantes nocturnos llegan en la noche y se sitúan al lado de la cama. Si la persona duerme acompañada a su acompañante lo inmovilizan, lo paralizan, de modo que no tome conciencia de lo que pasa. El objetivo de estos seres es experimentar con los seres humanos. Toman el cuerpo físico de la persona, o el etérico, (que es un cuerpo energético, idéntico al cuerpo físico) dejando este en la tierra, y proceden entonces a hacer experimentos.
Otros dan una explicación distinta a  este fenómeno que se da en el periodo de transición entre el estado de sueño y la vigilia, provocando una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario durante un corto tiempo, entre 1 a 3 minutos, esta incapacidad también es llamada “Parálisis Del Sueño”.
Hay algunos factores que favorecen este fenómeno, como son encontrarse bajo mucha presión o estrés; son seis las experiencias típicas que suceden durante el transcurso de esta parálisis:
1. Sensación de presencia
2. Presencia amenazante
3. Alucinaciones visuales
4. Alucinaciones auditivas
5. Alucinaciones táctiles
6. Dificultades respiratorias
Esta parálisis provoca una sensación de angustia y al no poder mover ni un músculo también provoca ansiedad, supuestamente al poder saber que se está en esta situación pudiendo escuchar e incluso ver todo alrededor nuestro comienzan las experiencias antes escritas.



Al estar en este estado, se comienza a tener la sensación de una presencia sin poderla corroborar sensorialmente, lo que nos provoca un estado de aprehensión y miedo, siendo común el sentirse observados, luego, al sentir lógicamente que la presencia es amenazante, se cae en un estado de terror, solo que este no es por temor a sufrir un daño físico, “Si no por creer que una maldad esta próxima a hacernos daño”.
Las alucinaciones visuales suelen conformarlas siluetas oscuras y sombras, que pueden incluso  tomar forma y moverse “pero estas suelen ser inconstantes, vagas e indefinidas”. En las alucinaciones auditivas se tiene la convicción de que los sonidos son reales, pueden ser entre susurros, sonidos mecánicos, ruido blanco y una gran variedad de otros sonidos, incluyendo voces y griteríos, pero estos “No tienen un mensaje identificable ni claro”.
Al parecer, entre las alucinaciones táctiles esta supuestamente la sensación de que alguien se sienta en la cama, que se hunde el colchón e incluso que hay contacto con las manos y otras partes del cuerpo “Sin provocar daño alguno”, y las dificultades respiratorias son la respuesta a la sensación de que alguien se sienta en el pecho de la persona, incluso puede sentirse una especie de estrangulación, “Estas percepciones pueden explicarse por la parálisis voluntaria de los músculos”.



Para muchos de los que lo experimentan la impresión es muy real, tanto que muchos  amanecen con marcas en su cuerpo. Quienes se han topado con ellos los describen como entes fantasmales. Al parecer, dormir boca arriba puede provocar este tipo de visitas indeseables. 

12 de octubre de 2018

5 leyendas negras de la historia del rock (1ª parte)


Led Zeppelin,  vicios a tutiplén



Si hay una banda de rock polémica esa es sin duda Led Zeppelin que experimentó allá por los años 70 toda clase de excesos, incluyendo drogas, sexo con menores, satanismo y hasta zoofilia. La banda británica, fundada en 1968, se había labrado fama de camorrista; legendarias eran sus borracheras, sus peleas y sus noches desenfrenadas, y los rumores que decían que a la banda le tiraba el tema del ocultismo, motivo por el cual se cuenta que entre las estrofas de algunas canciones como “Dazed & confused” o “Stairway to Heaven”  pueden encontrarse mensajes satánicos. Pero si hay un suceso que ha perseguido a la banda ese es el que tiene como protagonistas a una groupie pelirroja y a una pobre cría de tiburón, y sí, la historia está a la altura de perversión de una banda que le dio  dimensión a la palabra exceso.
Todo ocurrió en el verano loco de 1969, durante su gira más salvaje, en el momento álgido de fama, con miles de fans siguiéndoles los talones, y en el hotel Edgewater Inn de Seattle. Este hotel tiene una característica y es que desde sus habitaciones es posible pescar al encontrarse sobre un muelle. Así que el grupo estuvo pescando hasta que se aburrieron y decidieron pescar otra variedad, una femenina, muy joven, y con las hormonas pelín revolucionadas. La elegida fue Jackie, una groupie de 17 años. Corría el alcohol, claro, y supuestamente todo fue de mutuo acuerdo aunque se han dado muchas versiones. El caso es que la chica terminó siendo atada desnuda al cabecero de una cama mientras los chicos jugaban con uno de los peces que habían pescado aquella tarde, un pargo rojo para ser más exactos y no un tiburón como luego llegaría a transformarse con el tiempo. El manager del grupo, Richard Cole, que era incluso peor que los componentes de Led Zeppelin, cuenta divertido la anécdota que tuvo lugar a continuación en aquella habitación, y con pelos y señales relata a quien quiera oírle la forma bastante sádica en que la chica fue masturbada por el pobre pez. Disculpando los excesos de sus chicos, lo achaca al alcohol de más, al contexto; eran otros tiempos en que las groupies estaban allí, siempre disponibles e intercambiables, para satisfacer sus más bajos instintos. Convertida en un mito de la historia del rock, esta historia fue inmortalizada en una canción de Frank Zappa llamada “The Mud Shark”.

Cass Elliot y su última cena



Cass Elliot fue integrante y fundadora de The Mamas & the Papas y murió a los 32 años después de una noche gloriosa tras un concierto en el London Palladium. Cass siempre había destacado por su preciosa voz y por su sentido del humor; ella era el alma del grupo y la más carismática, pero sus problemas de sobrepeso, su alcoholismo y los celos entre los miembros de la banda supusieron el final de la misma. Cass empezó una carrera en solitario que apenas duró tres años, y que acabó con su prematura muerte un 29 de julio de 1974. Su muerte fue objeto de muchas especulaciones pero la que cobró más peso fue la que decía que la cantante había muerto asfixiada por un trozo del bocadillo que estaba cenando aquella noche; y es que en su habitación se había encontrado un sándwich a medio comer que dio pie a tales especulaciones. Lo cierto es que Cass Elliot murió de un fulminante ataque al corazón, seguramente por el estilo de vida que llevaba, su obesidad (pesaba más de 100 kilos para sus escasos 165 centímetros de estatura), y el estrés que padecía. Aún así fueron los medios de comunicación los responsables de que ese malicioso rumor se extendiera; el “Daily Express”, “The New York Times” y la revista “Rolling Stones” colocaron en titulares esta información basándose en las declaraciones del doctor Anthony Greenburgh que había dicho lo siguiente: “Por lo que vi al llegar al piso, parecía que había estado comiendo un bocadillo de jamón y bebiendo una Coca-Cola tumbada, algo muy peligroso. Esto habría sido especialmente peligroso para alguien como Cass, con sobrepeso y con una disposición a padecer un ataque al corazón. Parecía haberse atragantado con un bocadillo de jamón”.
Esta información fue errónea pero fue aprovechada por muchos para ridiculizar a Cass Elliot; su muerte se convirtió en un chiste, y su físico en objeto de crueles burlas. La última cena de Cass Elliot pasó a ser una de las más famosas de la historia de la música.

10 de octubre de 2018

Niños inquietantes del cine de terror

Una historia de miedo que se precie de serlo tiene que tener un personaje de estas características. Un niño, un tierno infante, una dulce criatura aparentemente angelical, con sus hoyuelos, sus ojos transparentes, su melena radiante, su carita de luna llena y sus intenciones a veces no tan bienintencionadas. Nada inquieta mas que  toparse con uno de ellos en medio de un pasillo anodino de un hotel con moqueta setentera.
Cuando algo no cuadra, no encaja, despierta recelos; por eso la imagen de un chiquillo en medio de un escenario de terror da tanto canguelo. Simbolizan la pureza corrompida, y en el género de terror suelen ser el vehículo perfecto para tocarnos en los miedos más profundos. Rostros angelicales que encierran verdaderos monstruos o rostros perturbadores y torturados que guardan secretos demasiado pesados. Así suelen ser las dos vertientes de estos personajes. Angelitos del mal o niños acosados por entes perversos. Desde la más famosa Linda Blair, poseída en El exorcista, pasando por el angustiado niño de El sexto sentido, hasta el más siniestro Malachi de Los niños del maíz, o la secuestrada Carol Anne de Poltergeist, todos ellos forman parte de lista de niños inquietantes del séptimo arte. 

29 de septiembre de 2018

52 hercios

Cuando en 1989 la U.S. Navy situó sus hidrófonos en medio del océano pacifico no podía imaginar el increíble y extraordinario hallazgo que iba a realizar.  En plena guerra fría aquellos instrumentos tenían una finalidad, la de percibir señales de submarinos  soviéticos para así controlarlos en caso de ataque. Pero lo que captó el equipo de biólogos de la Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) fue un sonido inusual en el Pacífico Norte; una alta frecuencia de 52 Hz, demasiado alta para ser de una ballena pues estos animales suelen emitir sonidos a 15-25 Hz, y aún así demasiado bajo para el oído humano. Intrigados, hicieron un seguimiento de aquel sonido volviendo  a detectarlo en sucesivos años, y llegaron a la conclusión de que, no existía otra explicación, sólo podía tratarse de una ballena; una rara, insólita y única ballena y aquel debía ser su canto a 52 Hz. Esta rareza de su canto, que seguramente se debía a una malformación, le imposibilitaba comunicarse con otros cetáceos. Por ese motivo empezó a ser conocida como “la ballena más solitaria del mundo”. Durante 12 años, desde 1996 hasta 2004, el oceanógrafo William Alfred Watkins le hizo un seguimiento. Los cantos  siguieron detectándose  muchos años más, hasta que en 2013  se apagaron sin llegar a ser  comprendidos, escuchados y contestados por otras ballenas. 



25 de septiembre de 2018



Antiguamente era habitual el uso en el arte de sangre y fluidos corporales para obtener determinados pigmentos. El mummy brown se hizo popular durante el Renacimiento, este “marrón de momia” (de color café oscuro y profundo) resultaba de la mezcla de harina de hueso y betún de embalsamar, que se obtenía de la pulverización de momias egipcias (tanto humanas como de gatos), que se traficaban de manera clandestina. Este color resultaba útil para efectos de esmalte, sombreados y tonos carne.


Durante este período el “polvo de momia” llegó a ser, junto a la triaca, la piedra bezoar y el cuerno del unicornio, uno de los cuatro medicamentos más valiosos y solicitados. Se usaban en  pomadas, jarabes, pociones, ungüentos e infusiones de efecto medicinal para curar enfermedades de todo tipo. La demanda llegó a ser tan grande que fueron escaseando las momias y empezaron a emplearse momias europeas. El producto se utilizó por varios siglos y fue uno de los favoritos de los pintores a finales del s. XIX.
Cuenta la leyenda que Martin Drölling para crear “Interior de una cocina”, usó corazones embalsamados de la realeza, concretamente de los corazones embalsamados de  Luis XII y Luis XI para mezclar la sustancia segregada con los óleos.

Durante la Revolución Francesa, la necrópolis real de Saint-Denis fue profanada y saqueada.  Se cuenta que en la iglesia de Saint-Louis-des-Jésuites las urnas que contenían los corazones de 45 príncipes y princesas de la Casa de Francia son profanadas y vendidas.   


Afortunadamente en 1964  el director de la compañía C. Robertson, Geoffrey Roberson-Park, dedicada a la producción de colores, anunció que dejarían de producir dicho color: “Tal vez por allí nos queden algunos miembros momificados, pero no son suficientes para hacer pintura. Vendimos la última momia completa hace algunos años por unas tres libres esterlinas. No creo que consigamos más”. Esta sorprendente declaración deja claro la devaluación en que habían caído las momias y, por otro lado, su escasez, derivada en gran medida de las decididas políticas del gobierno egipcio para la protección de su patrimonio arqueológico, que durante siglos había sido objeto de grandes saqueos.

Expolio de momias egipcias, lucrativo e inmoral negocio. 


Fuentes: Inpralatina.com

2 de septiembre de 2018

Lecciones


Aprender es un proceso que dura toda la vida. En los primeros años, los más importantes en dicho desarrollo, todo es nuevo y el mundo enorme. Los primeros pasos; las primeras palabras; millones de estímulos en un entorno que va ganando nitidez poco a poco. Ganamos capacidades a medida que los retos se vuelven más complicados. Así es la vida. Lo que aprendes haz de seguir aprendiéndolo o puedes correr el riesgo de olvidarlo.
A medida que te superas necesitarás de desafíos más exigentes.
Hemos recibido millones de lecciones, y si hemos sido de los suertudos es probable que nos hayamos topado con un profesor o profesora que nos motivara, que nos diera lecciones pero no sólo de las que consisten en  calcular bien la raíz cuadrada o la declinación de algún verbo. Sino esas otras lecciones que guardamos como un tesoro y que nos han ayudado a afrontar las dificultades. Porque si hay una lección obligatoria es esta, no importa lo que hagas, la vida te llevará inevitablemente a ese capítulo. Vendrán los problemas aunque no los busques; lo positivo es que si los afrontas con buena actitud te dejaran  importantes enseñanzas vitales. Como dice el refranero español, ningún mar en calma hizo experto a un marinero.
Y aunque no hay que desestimar la labor de los profes en esto de aprender vamos a ser claros, las mejores lecciones no nos las van a dar ellos… A veces  las encontraremos en las personas, en los momentos, y en las situaciones más inesperadas. Lecciones buenas, que nos harán plantearnos para mejor la manera de ver lo que nos rodea; lecciones malas, en las que descubriremos que el mundo tiene aristas afiladas y que no es un lugar tan idílico como pensábamos. Vivir es enfrentarse a las elecciones y sus consecuencias.  Deberemos tomar decisiones, arriesgar, caminar sobre la cuerda floja, quizás escuchar cosas que no nos gusten; probablemente tendremos que lidiar con la frustración cuando no veamos resultados tan pronto como pensamos.   Pero al final, cuando todo pase, valoraremos ese esfuerzo, esa piedra en el camino, esa charla,  la exigencia, los días de estudio.
Llega septiembre y para mí siempre ha sido un mes de inicios, adaptaciones y sobre todo de lecciones. Desde este Desván Secreto, pensando en todos esos alumnos que deben volver a las aulas y a la tortura de un sistema de enseñanza que no es precisamente motivador, he pensado en esos maestros, esos sabios del cine, el cine como no, porque el cine me ha dejado grandes enseñanzas que me han guiado en muchos momentos. Mi pequeño homenaje a ellos, a los maestros, al cine, y a los otros profes que pasaron por mi vida para darme los consejos que, sin yo saberlo en ese momento, me han ayudado a caminar por este sendero de la vida.



28 de agosto de 2018

10 curiosidades sobre animales que quizás no conocías


#1 El basilisco común es un lagarto nativo de América Central, y tiene la notable habilidad de ser capaz de caminar sobre la superficie del agua, es por ello que se le ha apodado cariñosamente como “Jesucristo”.

#2 Los escarabajos peloteros utilizan las estrellas para orientarse. Es el único animal conocido que se guía por la Vía Láctea.

#3 Los gorilas se ríen cuando le hacen cosquillas y también lloran si sienten algún daño físico o psicológico, pero a través de sonidos, no de lágrimas.

#4 El pájaro carpintero tiene una lengua extremadamente larga que le permite extraer insectos de los huecos que practican en los troncos de árboles. Pero el largo no es lo más asombroso de su lengua, sino el hecho de que da toda una vuelta al cráneo, comenzando por los orificios nasales (sobre el pico), pasando sobre los ojos, rodeando el cerebro y bajando hasta la boca, por donde sale.

#5 El pez duende es una de las criaturas más raras escondidas en el fondo del océano. Nombrada según sus ojos en forma de barril, el rasgo único de esta criatura es que su cabeza es completamente transparente.




#6 El águila arpía, nativa de América central y del sur, es el águila más grande del mundo, capaz de capturar animales de hasta 6 kilos  con sus enormes garras, que son similares a las de un oso pardo.

#7 El pangolín chino es el mamífero que ostenta un triste récord, es el animal con el que más se trafica pues en Asía, de donde es originario, se cree que sus escamas son curativas y su carne da poder a quien lo come. En la última década un millón de ejemplares se han sacrificado, lo que le ha llevado a encabezar la lista de animales en peligro de extinción.

#8 Antiguamente las ballenas belugas eran confundidas con sirenas.

#9 Los capullos de la mariposa de la especie Mechanitis polymnia, conocida como mariposa de alas atigradas por los dibujos que presentan sus alas en estado adulto, parecen de oro; el curioso aspecto de las crisálidas las ha hecho famosas.

#10 El pez de manos rojas, el pez más raro del mundo,  tiene unos apéndices extraños que parecen manos; estos animales no se comportan como otros peces pues en lugar de nadar utilizan sus “manos” para moverse por el fondo del océano.




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