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15 de octubre de 2018

Visitantes




Cuando por fin desperté mis pulmones recogieron con avidez el aire de la habitación. Una oscuridad impenetrable me rodeaba, sólo mi respiración agitada llenaba las esquinas de aquella estancia que parecía cernirse sobre mí.
Había estado sumergida en un sueño denso, como arenas movedizas, sintiendo que mi cuerpo no era mío, inmovilizada, ahogándome; y ahora que volvía a la vida sentía aún aquella presencia, cerca, desvaneciéndose en la tiniebla. 
¿Había sido un sueño, sólo un sueño? Entonces,  ¿por qué percibía aún el peso en mis brazos de aquellas  otras manos, el escalofrío de aquella otra respiración sobre mi rostro, y aquel  frío tan intenso enredado en mi cuerpo, trepando desde el abismo de mis pies?
Encendí la luz del flexo incorporándome en la cama. Con un susurro se disiparon todas las sombras. Fue un segundo, mucho menos que eso, pero allí le vi; un rostro, antes de disolverse entre las partículas de polvo del cuarto…

No se sabe a ciencia cierta qué son, si son reales o producto de una imaginación febril y exaltada, una leyenda urbana o una patraña, pero se les conoce como “los visitantes nocturnos”. Los visitantes nocturnos llegan en la noche y se sitúan al lado de la cama. Si la persona duerme acompañada a su acompañante lo inmovilizan, lo paralizan, de modo que no tome conciencia de lo que pasa. El objetivo de estos seres es experimentar con los seres humanos. Toman el cuerpo físico de la persona, o el etérico, (que es un cuerpo energético, idéntico al cuerpo físico) dejando este en la tierra, y proceden entonces a hacer experimentos.
Otros dan una explicación distinta a  este fenómeno que se da en el periodo de transición entre el estado de sueño y la vigilia, provocando una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario durante un corto tiempo, entre 1 a 3 minutos, esta incapacidad también es llamada “Parálisis Del Sueño”.
Hay algunos factores que favorecen este fenómeno, como son encontrarse bajo mucha presión o estrés; son seis las experiencias típicas que suceden durante el transcurso de esta parálisis:
1. Sensación de presencia
2. Presencia amenazante
3. Alucinaciones visuales
4. Alucinaciones auditivas
5. Alucinaciones táctiles
6. Dificultades respiratorias
Esta parálisis provoca una sensación de angustia y al no poder mover ni un músculo también provoca ansiedad, supuestamente al poder saber que se está en esta situación pudiendo escuchar e incluso ver todo alrededor nuestro comienzan las experiencias antes escritas.



Al estar en este estado, se comienza a tener la sensación de una presencia sin poderla corroborar sensorialmente, lo que nos provoca un estado de aprehensión y miedo, siendo común el sentirse observados, luego, al sentir lógicamente que la presencia es amenazante, se cae en un estado de terror, solo que este no es por temor a sufrir un daño físico, “Si no por creer que una maldad esta próxima a hacernos daño”.
Las alucinaciones visuales suelen conformarlas siluetas oscuras y sombras, que pueden incluso  tomar forma y moverse “pero estas suelen ser inconstantes, vagas e indefinidas”. En las alucinaciones auditivas se tiene la convicción de que los sonidos son reales, pueden ser entre susurros, sonidos mecánicos, ruido blanco y una gran variedad de otros sonidos, incluyendo voces y griteríos, pero estos “No tienen un mensaje identificable ni claro”.
Al parecer, entre las alucinaciones táctiles esta supuestamente la sensación de que alguien se sienta en la cama, que se hunde el colchón e incluso que hay contacto con las manos y otras partes del cuerpo “Sin provocar daño alguno”, y las dificultades respiratorias son la respuesta a la sensación de que alguien se sienta en el pecho de la persona, incluso puede sentirse una especie de estrangulación, “Estas percepciones pueden explicarse por la parálisis voluntaria de los músculos”.



Para muchos de los que lo experimentan la impresión es muy real, tanto que muchos  amanecen con marcas en su cuerpo. Quienes se han topado con ellos los describen como entes fantasmales. Al parecer, dormir boca arriba puede provocar este tipo de visitas indeseables. 

7 comentarios:

Alí Reyes dijo...

De verdad, dichosos los que tienen un sueño profundo. Porque esto que describes es todo un mundo de dudas

Ligia dijo...

Uff, este tema me da "yuyu"... Abrazos

Miguel Schweiz dijo...

Y a mí, como a Ligia. Brrr. :)) Ya bastante tengo con una que otra pesadilla.
Muy bueno Raquel. Eres una enciclopedia fantástica.

Abrazos

Ana Bohemia dijo...

Tengo que confesar que alguna vez me ha pasado lo de las sombras y las presencias, es una sensación extraña, pero que no me provoca miedo, aunque yo duermo de lado, tendría que estar a salvo de estas indeseables visitas, ¿no?
Un abrazo Raque
:)

Montse dijo...

¡Uf, qué miedo da!
Yo he experimentado la sensación de notar una presencia, una sombra, pero no es más una sensación ¡menos mal que la cosa no llega a más! porque si notara algo más me muero del susto.
Muy buen texto para tener pesadillas, jeje.
Un besito.

Anónimo dijo...

Raque, muy bueno.
A mí también me da yuyu, pero es interesante lo que cuentas.
Perfecto para Halloween. Me encantan estas fechas. Un abrazo enorme.

Raquel dijo...

Alí Reyes estoy de acuerdo, dichosos los que pueden dormir profundamente. Yo cada vez puedo menos, y tengo que decir que he tenido alguna que otra pesadilla en la que veía una sombra en mi habitación; quizás se deba a que tengo una mente muy impresionable. Gracias por visitarme. Un abrazo!

A mi también, por desgracia he tenido experiencias parecidas... pesadillas de esas en que te levantas alterada.
Gracias por venir a mi desván y dejarme tu comentario.
Un abrazo Ligia!

Todos tenemos pesadillas. Gracias Miguel por tus amables palabras, me gustan estás cosas curiosas.
Gracias por pasarte por mi humilde y viejito blog.
Un abrazo!

En teoría sí pero ya sabes que esto de las pesadillas es así, cuando menos te lo esperas ahí están. Gracias por dejar comentario.
Besos!

La verdad es que da mucho miedo. Es curioso esto porque durmiendo es imposible ver nada, ya que todo está oscuro, tenemos los ojos cerrados, sin embargo la mente juega malas pasadas. Yo he tenido alguna pesadilla parecida y da mucha cosa.
Gracias por la visita y por dejarme un comentario Montse.
Un abrazo!

Gracias Carol. Es un tema que da miedo la verdad, yo tengo muchas manías cuando voy a dormir y es que no puedo ver nada colgado de armarios y por supuesto las puertas tienen que estar cerradas, es que soy un poquito impresionable y enseguida tengo pesadillas.
Me gusta Halloween también. Ana y yo intentamos actualizar los blogs con esta temática cada año, bueno cuando podemos; es muy entretenido.
Gracias por la visita.
Un abrazo!

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