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21 de mayo de 2013



Cada cultura tiene sus propias peculiaridades en relación con el matrimonio. Algunas incluso siguen tradiciones viejas, porque hay una fuerte creencia de que si no se sigue la tradición, la pareja no tendrá un matrimonio exitoso. 
A continuación un recorrido por las tradiciones matrimoniales más curiosas del mundo.



Según la tradición hindú, la lluvia en el día de la boda se considera un signo de suerte.


En la India, el hermano del novio arroja flores sobre la pareja al final de la ceremonia para protegerlos del mal.



Los franceses a menudo hacen un brindis a los recién casados ​​en un recipiente especial con dos asas.



En Alemania, la novia lleva sal y pan en el bolsillo para asegurar la abundancia, el novio lleva cereal de grano, para dar salud y suerte.


Los zapatos son considerados objetos de buena suerte en el matrimonio debido a su forma de luna, que es un símbolo de fertilidad.



En Japón, el blanco fue utilizado para las novias, mucho antes de que la reina Victoria lo popularizara en el mundo occidental.

Una de las tradiciones de las novias es poner un poco de azúcar dentro de los guantes, es una forma de adorar su unión.



Los británicos creen que si la novia encuentra una araña en el vestido de novia, esta le traerá suerte al matrimonio.



Hay una creencia que dice que el novio debe llevar a la novia en su regazo hasta la nueva casa para protegerla de los malos espíritus que acechan por la puerta.



Los británicos evitan casarse el sábado. Según el folklore inglés es el día más desafortunado para una boda, y resulta que tiene cierta gracia pues suele ser el día preferido de una pareja para celebrar una boda. Para ellos, el mejor día es el miércoles.



En Egipto, las mujeres pellizcan a la novia en su día de la boda. Este es un signo de suerte.



Las alianzas se utilizan en el cuarto dedo porque en Egipto se creía que este dedo contiene la vena que está conectada directamente al corazón.



En Egipto, la familia de la novia  cocina  la primera semana de matrimonio. El objetivo es dejar a los novios para que puedan aprovechar al máximo la vida juntos.



La tradición de las damas de honor viene de la época romana. Las damas de honor son consideradas por los romanos una protección para la novia al vestirse de manera similar. Esta es una manera de engañar a los espíritus malignos, porque no la reconocen.



La tradición del pastel de bodas se remonta a la antigua Roma, donde en la ceremonia se partía un pedazo de pan sobre la cabeza de la novia para la buena fertilidad.





El mes de junio es muy popular para las bodas, porque se relaciona con la diosa romana  Juno que era la diosa del matrimonio.



Una novia sueca suele poner una moneda de plata, ofrecida por su padre, y una moneda de oro, ofrecida por su madre, en cada zapato, asegurándose de que nunca van sin ellas.



En el lenguaje de las joyas de los anillos de compromiso de zafiro significa la felicidad conyugal.

Si estás pensando en pedir un anillo con perlas, olvídalo, pues en el lenguaje de la joyería, la perla es sinónimo de mala suerte porque su forma se asemeja a una lágrima.

Un anillo con una piedra de aguamarina es sinónimo de honestidad y lealtad y de  un matrimonio largo y feliz.



En Dinamarca, las novias y novios con ropa tradicional la intercambian entre sí, para confundir a los malos espíritus.



Las despedidas de soltero vienen de las tradiciones de los soldados espartanos. Ellos se despidieron de sus días de soltería con una gran fiesta.



En Portugal, el vestido de novia antes del siglo XX era negro.



El velo de la novia es una tradición de los griegos y romanos. Ellos creían que el velo protege a las mujeres de los malos espíritus.





La novia debe estar al lado izquierdo del hombre en el altar , es una tradición anglosajona. Se creía que el novio necesitaba la mano derecha para luchar contra sus competidores.



Los primeros padrinos eran guerreros, por lo general amigos del novio y tenían el deber de defender a la novia de posibles secuestradores.



En la edad media la Iglesia prohibió el incesto, y que los hermanos se casaran con dos hermanas. A partir del siglo XII aparecen los divorcios, alegando que el matrimonio no era válido por relaciones de consanguinidad. El título de nobleza o de servidumbre, se transmitía por la mujer.



El matrimonio podía realizarse sin autorización de los padres, pues la Iglesia consideraba que era decisión de cada esposo. La única condición era que fuesen mayores de edad. En las comarcas, la mujer lo era a los 12 años de edad y el hombre a los 14 años. En la nobleza, la mujer lo era a los 15 años y el hombre a los 18 años. Entre los plebeyos, la mujer lo era a los 12 años y los hombres a los 13 años.



La ceremonia matrimonial debía ser en ayunas, antes del mediodía y en público. El sacerdote bendecía a los novios. Los testigos suspendían sobre las cabezas de los novios un velo. Luego se examinaba la genealogía, para evitar que los novios fueran parientes. La fórmula era muy sencilla: te tomo por esposo o con este anillo me caso con vos y con mi cuerpo os honro. El intercambio de anillos significaba el intercambio de promesas. En el siglo XIV se les da a los padres el derecho de desheredar a los hijos si se casaban sin su autorización.



En el siglo XVI las mujeres debían llevar el apellido del marido, ya que éste era el jefe, y los actos de las esposas no tenían validez sin la aprobación del marido. Había matrimonios donde los novios habían sido comprometidos desde niños por las familias para garantizar la paz.



En los trebat del Tibet, todos los hijos del mismo padre compartían una única esposa. Así solo se celebraba una boda por familia en cada generación.



Las mujeres de la antigua Grecia, empezaban a contar su edad desde que se casaban.



En la Edad Media las novias trataban de casarse la noche de la luna llena porque creían que serían bendecidas con fertilidad y abundancia económica.


Luis XVI de Francia y su esposa Maria Antonieta no consumaron su matrimonio hasta 7 años después de la boda.





En 1547 en el Reino Unido había una ley que establecía que la mujer que vestía como traje de bodas únicamente un peticote entero (un tipo de enagua, de tela fresca y blanco) liberaba a su marido de todas las deudas que ella o él hubieran tenido.


Una ley de 1775 establecía que las novias no podían maquillarse para la boda porque eso estaba considerado como una trampa y el matrimonio no sería legítimo porque el novio habría sido atrapado con engaño.



La historia cuenta que en Alemania un hombre sin fortuna se enamoró de una doncella, pero el padre de ésta prohibió la relación y se negó a dotarla. Entonces los amigos de la pareja se unieron para regalarles todo lo que necesitaban para hacerse una casa. De ahí la costumbre de llevar presentes a la despedida de soltero o soltera.



El término "luna de miel" se originó en la cultura galesa, donde los recién casados se retiraban por varios días en intimidad a observar la Luna y comer dulces de fruta, entre otras cosas.



Una vez al año, los babilonios subastaban a las jóvenes casaderas. Los hombres tenían que pujar con altas sumas de dinero para conseguir las muchachas más guapas. El dinero recaudado se repartía entre las más feas, para que pudiesen comprarse un esposo.



La tradición de lanzar arroz a los novios tras casarse procede de Oriente. Y es que, el rito de echar arroz significa dar prosperidad a los recién casados: “Que tengáis tanta prosperidad como para poder repartir arroz todos los días de vuestra vida, que os sobre para poder dar a los que no tienen”, reza un proverbio chino.

Esta tradición de arrojar alimento a los recién casados se produce también en otras culturas antiguas, si bien con diferentes alimentos. En la Grecia clásica, por ejemplo, se les arrojaba harina y dulces; en la India, granos de cebada; y en la Inglaterra del siglo XVIII, granos de trigo.



En el Antiguo Testamento era costumbre formalizar el acto de pedir la mano de la novia con un anillo. Este uso se extendió por Europa y Asia y en el año 860, el papa Nicolás I, decretó que el anillo  era una declaración oficial de la intención de casarse. Además, tenía que ser de un metal precioso, preferentemente de oro.


1 comentario:

இலை Bohemia இலை dijo...

Jolin que curioso todo, he aprendido muchas cositas de los bodorrios...jejejeej

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