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18 de agosto de 2011

Andrew Bird

Andrew Bird es un cantautor de indie rock y neoswing nacido el 11 de julio de 1973 en Illinois, Estados Unidos. Alcanzó algún reconocimiento a mediados de los noventa como violinista auxiliar de los Squirrel Nut Zippers, una agrupación de jazz que reinterpretaba el sonido clásico del swing de la década del 30. En 1996 lanzó su álbum debut titulado Music of hair que mezclaba estilos como el blues, el jazz y el folk. Después lideró la agrupación llamada Andrew Bird's Bowls of Fire con los que lanzó los trabajos Thrills (1998) y Swimming hour (2001). En 1999 bajo su nombre grabó Oh! the Grandeur. En 2003 lanzó The Weather Systems, un disco menos experimental que los anteriores, con un sonido enfocado hacia el rock independiente o indie rock, el pop y el folk. La grabación fue bien recibida por la crítica especializada, así como su sucesor The Mysterious Production Of Eggs. Para este disco, el cantautor aprendió a tocar la guitarra. Además de tocar la guitarra y el violín, Andrew Bird ha proclamado ser un "silbador profesional". Desde el  2007, Andrew Bird  ha sacado cuatro discos, el último Fingerlings 4, en el 2010.



MusicPlaylist

5 comentarios:

Raquel dijo...

Volviendo a leer la entrada, ahora que ha salido publicada tras mucho tiempo en la carpeta de borradores, se me olvidó decir cuando la preparé por qué me gusta Andrew Bird.
En primer lugar yo también silbo; me relaja, lo que no sé es si a los demás que viven conmigo les produce el mismo efecto escucharme XD
Todas las canciones con silbidos me gustan, no sé por qué será, pero es así. Ya de pequeña mi hermana M. y yo íbamos por la calle silbando el estribillo de “El puente sobre el rio Kwai”, aunque nosotras la escuchamos la primera vez en la película “Tu a Boston y yo a California”. Así que lo de los silbidos es una cosa que me tiene ganada ya de antemano.
En segundo lugar, me gusta su sonido. Me gusta la guitarra, el piano, ese violín, el optimismo de algunas de sus canciones aunque sean “tranquilas”. Es folk, vale, pero tiene su punto ;)
En tercer y último lugar, que cuando lo escuché no estaba pasando un buen momento precisamente. Hay canciones que tienen un efecto en nosotros, que consiguen llegarnos de una manera especial, remover la tristeza, la melancolía, lo que palpita en nosotros y cambiar el ritmo del corazón; acelerarlo o frenarlo, calmarlo o excitarlo. Es el poder de la música, más intenso y más directo que las simples palabras. Con música todo suena mejor, diferente; se remarca, se acentúa. La música tiene un efecto narcótico en algunos casos, estimulante en otros, como una droga que viaja a mucha velocidad por la sangre, tan inmediato aunque tan poco duradero que por eso lo apreciamos más. Me gusta la música, aquella que consigue, aunque sea por un tiempo, transformarte.
Espero que a vosotros os produzca el mismo efecto que a mí Andrew Bird.

Prometeo dijo...

Todo un descubrimiento para mi, gracias, una delicia, canciones embriagadoras, hipnoticas...tiene algo magico, si, seria la palabra adecuada, magia...
Tambien me encanta silbar aunque me mandan callar sobre todo si hay perros cerca o no que mas da, las mias son "Aprendiz de brujo", "en un mercado persa" etc..
Un fuerte abrazo.

Ana Bohemia dijo...

¡No me esperaba otra cosa!, jaja, ¿folk? Bueno no esta mal, se deja oír, anestesia y embriaga, como dices, y relaja, te hace pensar en otras cosas: paisajes, palabras, sonrisas...
Yo no sé silbar, nunca he podido, puede que no tenga fuelle, jeje
Un beso
:D
Me ha encantado tu comentario de arriba

Nortiz dijo...

Desconocía a Andrew por completo y la historia me ha parecido interesante y larga. Es decir, que veo que ha tenido varios discos, estilos y grupos; lo que me parece muy bueno. A veces, hay que esperar muchos años hasta que reconocen el mérito, pero cuando llega, tiene que alegrar un montón :)
El vídeo me ha parecido diferente con esos bichitos tan curiosos jaja y tiene una bonita voz. He de decir que el señor Pájaro me ha gustado jaja. Gracias por compartirlo con nosotros =) También, me he dado cuenta del comentario que has dejado con tu explicación, y entiendo a lo que te refieres. A veces, hay canciones que llegan en el momento adecuado, quizás para ayudarnos y se quedan con nosotros.
He escuchado las canciones del mixPod, y la de Oh no me llama mucho con sus silbidos. La segunda, también jaja, pero son otros silbidos menos dulces en mi opinión. Y la tercera, quizás sea la que menos me ha gustado. Un beso, Raquel =) Me ha gustado conocerlo

Raquel dijo...

Eso mismo es lo que me ha inspirado a mi. Tiene una voz distinta, llena de matices interesantes.
Un abrazo Prometeo.


Folk, a veces viene bien, es música para escuchar no para bailar pero inspira un montón de cosas ¿verdad?
Un beso grande :)



El éxito y el reconocimineto no le llegaron inmediatamente, pero sin duda se merecía triunfar; creo que tiene algo diferente y es facilmente reconocible, aunque este tipo de música no tiene tanto tirón como el pop o el rock.
El video es algo raro; los bichitos creo que son cucarachas con piedras pegadas :S
Gracias por el comentario.
Un beso Natalia :)

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