


Es muy difícil establecer el origen del helado, ya que el mismo concepto del producto ha conocido sucesivas modificaciones en consonancia con el avance tecnológico, la generalización de su consumo y las exigencias de los consumidores. A pesar de ello, podemos fijar un primer hito en el concurso de bebidas heladas o enfriadas con nieve o hielo en las cortes babilonias, antes de la era cristiana.
Al casarse Catalina de Medicis con Enrique II de Francia, su cocinero llevó estas primitivas recetas de helados a la corte francesa, guardándose las mismas con mucho secreto. En Francia se añadió huevo a las recetas. Una nieta de Catalina se casó con un príncipe inglés, llevando así el helado a Inglaterra. De esta manera se difundieron estos productos en Europa llevándose luego a América durante la época de la colonización.
En 1846, Nancy Jhonson, inventa la primera heladora automática y con ello el pistoletazo de salida para su comercialización industrial , a raiz de la cual , en 1851, Jacobo Fussel , funda la primera empresa de helados de Estados Unidos, de hecho, hoy día el primer país del mundo en consumo de helados (23 kilos de helado por persona) , sea cual sea la época del año.
El origen del cono es algo incierto, ya que hasta principios del siglo pasado, el helado se comía exclusivamente en tazas y copas. Según cuentan ciertas historias, los conos aparecieron durante los primeros años del siglo XX gracias a Vittorio Marchionni, un italiano de Cadore que emigró a los Estados Unidos. Este inmigrante estaba buscando una manera de vender helado a los niños en edad escolar.
Otras curiosidades sobre los helados:
El sabor favorito en todo el mundo es el de vainilla.
Los hombres comen mas helado que las mujeres.
El primer registro de uso de cucuruchos para servir helados aparece en el libro de cocina de la Señora Marshall, en 1888. Antes de eso, el helado se lamía desde un pequeño vaso llamado «penny lick» o se servía en un papel encerado.
Un helado que no se derrite: Una empresa japonesa llamada "Instituto de Productos Alimentarios de Algas Marinas", puso en venta un helado capaz de no derretirse durante una hora bajo temperatura normal. El personal descubrió casualmente que el helado de leche mezclado con residuos de soja es más difícil de disolverse que el helado ordinario. Según el gerente de dicha empresa, después de haber puesto en venta este tipo de helado, no sólo puede resolver la molestia de los clientes de que se les derrita el helado, sino que también evita el despilfarro de grandes cantidades de residuos de soja, de manera que los recursos pueden ser plenamente usados.
Los helados más consumidos en EEUU son el "Banana Split" y el "Rocky Road". El primero se popularizó en 1904 cuando un joven de 23 años llamado David E. Strickler inventó un triple helado ( vainilla, chocolate y fresa) sobre una base de plátano que comenzó a vender al precio de 10 centavos (el doble de un helado normal) a estudiantes del Saint Vincent College. El segundo se creó en 1929, es una variante del helado de chocolate, cuyos ingredientes son: helado de chocolate, nueces y malvaviscos.

El yogur es un alimento derivado de la leche, de alto valor nutritivo, además de contener fermentos naturales que regularizan la flora intestinal; restablece las funciones hepáticas, brinda al organismo sustancias de alto valor nutricional, de fácil digestión. Otras curiosidades sobre el Yogur:
Cuenta la tradición persa que el método para preparar el yoghourt, choeneck o masslo , se lo reveló a Abraham nada menos que un ángel. Tal vez se atribuyó a esto la gran fecundidad y longevidad del patriarca.
Por su parte el kefir, conocido tambien como la bebida del Profeta, se atribuyó a Mahoma.
Las mujeres persas reconocieron en otro lácteo, el mosap , la virtud de mantener la frescura de su cutis lo que actualmente sigue vigente a día de hoy.
Plinio contó que los antiguos asirios y los persas consideraron un alimento divino a la leche fermentada.
Por su parte , a base de leche de yegua , los tártaros de Crimea tienen tambien su koumis.
En Noruega el kaelder parece ser lo mismo que el kefir y en el Sur de Rusia se elabora el kuban.
En las últimas semanas he podido disfrutar de dos de los super-taquillazos del momento: Furia de Titanes y El príncipe de Persia, las arenas del tiempo. Las dos con ese rollito épico-fantástico tan de moda y que tan buenos resultados da en la pantalla grande. Lo cierto es que disfruté mucho con las dos películas.
Aunque sinceramente, la historia es lo de menos. Aquí lo importante son las batallas y los efectos especiales que, y como no podía ser de otra manera, son lo mejor, a pesar de un 3D que no es tal. A mi no me aburrió aunque he leído que a mucha gente sí y que salían verdaderamente decepcionados del cine. La verdad es que tiempo de aburrirte no tienes, porque son 106 minutos que en mi caso se me pasaron volando. El protagonista es Sam Worthington, la estrella de Avatar, que cumple con su papel de héroe inexpresivo y cansado de la vida. Compartiendo plano está Gemma Arterton en el papel de Io, algo así como un ángel de la guarda del protagonista y que luce una imagen muy elfica. Ninguno de los dos destaca en sus papeles. Por otro lado tampoco los papeles están hechos para destacar a sus protagonistas. Los secundarios hacen lo que pueden porque, desengañémonos, la historia es realmente infumable y olvidable; una excusa para desplegar los últimos y mejorados efectos digitales del mercado. En este aspecto veremos las mejores criaturas mitológicas jamás recreadas. Y pasamos a las localizaciones. ¿Qué puedo decir si sale mi Tenerife del alma?, pues que se ve muy bien en la pantalla, pero el lugar es ya impresionante de por si. Es una gozada ver el mar de nubes, el pinar, los impresionantes acantilados de los Gigantes y ese terreno árido y lunar del parque nacional del Teide. Además de en Tenerife, también se rodaron algunas escenas en Lanzarote, Etiopía, Gales e Islandia. Lugares muy distantes entre sí pero que armonizan de una forma mágica en la pantalla.
Y esto es todo. Una película hecha para ser un taquillazo, que tiene errores importantes, que no es fiel a lo que hemos aprendido en las clases sobre mitología griega, vamos que se toma muchas licencias, en algunos casos imperdonables, que desaprovecha a buenos actores pero que a pesar de eso mantiene un aceptable nivel de interés. No sé si será suficiente, supongo que no, pero a mí me entretuvo y es todo lo que le pedía.
