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9 de mayo de 2009

Cien



Todo empezó un día 13 de febrero, casi como un experimento. Tal vez por eso, a pesar de los tres años del blog, no empecé a escribir en serio hasta hace aproximadamente un año y medio. Aún así, por unas razones o por otras, no he podido escribir todo lo que me hubiera gustado. Por eso, estas 100 entradas las siento como un pequeño logro.

Todo empezaba con un deseo y con una frase alentadora, por aquello de ahuyentar la fatalidad del número 13:

Un buen comienzo. Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo

Continuaba con una selección de frases célebres de Albert Einstein. Hoy, trascurridos esos tres años, me quedó con esta:

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad


Quizás sea porque de eso es de lo que me siento más falta, y porque considero que Einstein dio en el clavo. Sin fuerza de voluntad cualquier empresa, difícil o fácil, se torna imposible.

Este blog me ha obligado a deshacerme de la pereza y a escribir sobre mis aficiones, sobre mis cosas. Cien cosas. Cosas como cine, literatura, música...

Mencioné en una de las entradas anteriores que la inspiración para el título de este blog se la debo a una película juvenil de los años ochenta, Los Goonies. En el desván del protagonista se almacenaban antigüedades y objetos de todo tipo, el más curioso de todos era el mapa del tesoro de Willy el Tuerto. La idea de tener un “desván” repletó de objetos maravillosos siempre me ha fascinado. El de los Goonies no es el único desván que me ha servido de inspiración. En la película y el libro de “La historia interminable” Bastian se esconde en el desván para leer un libro extraordinario escrito con dos tintas de diferente color, y en “Cariño he encogido a los niños” un científico loco llamado Szalinski construye en su desván una maquina que puede reducir el tamaño de las cosas incluyendo a sus propios hijos. En “El retrato de Dorian Grey” el desván es el lugar elegido para guardar, lejos de todas las miradas, un retrato que muestra la degradación del alma de su dueño; y en “Marcelino, pan y vino” un milagro sucede en el desván del convento. Pero si hablamos de desvanes no puedo pasar por alto el de la casa de atrás, de Ana Frank, el lugar donde vivió junto a su familia y otros refugiados hasta que fueron delatados y trasladados a diferentes campos de concentración.

El mapa de Willy el Tuerto era el tesoro más importante que guardaba el desván de Los Goonies.

Yo no tuve desván pero tuve azotea, que fue el escenario principal de mi infancia. Allí arriba jugaba e inventaba mundos con mis hermanos y vecinos, y como los desvanes descritos arriba era un lugar mágico, abarrotado de archipencos de todas clases que nos servían de atrezzo en nuestras representaciones y juegos.

Este tiempo como bloguera me ha dado la oportunidad de conocer gente maravillosa, y sin duda eso es lo que me llevo. Espero celebrar los cien siguientes contigo.


10 comentarios:

Ligia dijo...

Enhorabuena por tu post número cien. Espero ver cumplir otros tantos en tu desván secreto. Abrazos

Anónimo dijo...

Cuenta con ello, la azotea siempre será nuestro refugio ;) para olvidarse de las preocupaciones, para aprender cosas nuevas, entretenernos y sobre todo para unirnos..aunque a veces estemos algo lejos.
Felicidades por tu entrada número cien, y sobre todo felicidades como bloguera, porque además de que siempre tienes muchas cosas que contarnos, es un enriquecimiento personal increible.
Un MUAKSS enorme y un abrazo aún mayor! ;)

Anónimo dijo...

Felicidades, Raquel, por las cien entradas y también por esas cien subidas al desván. La voluntad es importante pero, en mi opinión, no tanto, a no ser que cuando te visite Dña. Inspiración te encuentre trabajando, pero eso es más bien para los picassianos.

A nosotros a veces nos basta con esa libretilla donde podemos apuntar aquello que se nos ocurrió. Sin ir más lejos, tomando el otro día un excelente café en un lugar con un piano cerrado, anoté en una servilleta algo que vi y que me sirvió para desastacar ese relato que ya me tenía aburrido.

Luego, por la tarde, cuando desarrollé aquella idea, me salió todo de corrido.

Por eso no te importe no subir todos los días al desván pero sí lo de ser más observadora que nadie. Los acogedores cafés, el runrún de las conversaciones y a veces las ideas más disparatadas, vienene disfrazadas a veces de maravillosos desvanes.

Lo dicho, mullialla, mi enhorabuena por ese centenar.

Un abrazo.

Zhivago

Malena dijo...

Encontrarte fue para mí una sorpresa agradable. Entrar en este desván del cual me llevo cada vez que vengo algo curioso o algo emotivo, hace agradables las visitas. ¿Qué me tendrá preparado hoy Raquel? es la pregunta que me hago cada vez que te visito.

¡Felices 100 entradas, Raquel! Que lleguen a muchísimas más y yo que tenga la suerte de venir a estar contigo un ratito.

Hoy más que nunca, mil besos y mil rosas.

Raquel dijo...

Gracias Ligia. Eso espero yo también.
Un beso.


La verdad es que sí, la azotea es un mundo aparte.
Gracias Sara,ya sabes que aunque estemos lejos sólo es distancia física.
Cuidate mucho, y un beso de los tuyos: MUAKSS


Gracias Zhivago, me alegra verte por aquí.
La inspiración es importante pero yo casi que me quedo con la voluntad y la constancia. Como dices, genios como Picasso hay pocos pero el trabajo y el esfuerzo pueden conseguir grandes cosas. Me quedo con tu consejo.
Un beso.


Gracias, Malena. Parte de mi motivación está en saber que hay gente al otro lado tan maravillosa. De vosotros aprendo un montón.
Mil besos y mil rosas.

Consuelo Labrado dijo...

Tu desván es un lugar acogedor y siempre placentero por lo que en él has ido recopilando. Me ha encantado este post y te felicito por ese 100 que crece y crece. Un besote

Raquel dijo...

Gracias, Consuelo. Me alegra mucho verte por aquí.
Un beso muy grande.

Ágape dijo...

He llegado a tiempo para este centenario. He buscado el botón de las serpentinas y del confeti, pero no lo encuentro..... no importa, lo podemos suplir con la imaginación. Mi más sincera enhorabuena por este magnífico blog, ¿ te atreves con el milenio ?

Un gran abrazo, Raquel, espero poder seguir leyéndote mucho, mucho tiempo más.

Raquel dijo...

¿Con el milenio? No sé yo, si me ha costado llegar a estas cien... pero bueno todo es ponerse :)
Un gran abrazo para ti tambien, Ágape.

Ana Bohemia dijo...

Felicidades por las cien entradas. Lo cierto es que en este desván secreto hay muchos tesoros, mas de los que revelaba el mapa de willy el tuerto.
Besitos :)

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