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8 de octubre de 2012


Thomas McGean era un matón local que, en 1871, se vio acusado de disparar y matar a un hombre en una riña en un bar. Su abogado defensor, Clement Vallandigham, alegó que la víctima se había disparado contra sí misma cuando intentaba sacar su arma del bolsillo al tratar de levantarse mientras se encontraba en posición arrodillada. Una noche, Vallandigham se reunió con otros compañeros abogados defensores y demostró cómo habían ocurrido los hechos.

Antes, el abogado había metido dos pistolas en un escritorio, una descargada y otra cargada. tras elegir por error la cargada, Vallandigham se la introdujo en el bolsillo del pantalón y la amartilló. representó toda la escena como imaginaba que había sucedido. Pero al apretar el gatillo, se disparó contra sí mismo, exactamente como argumentaba que lo había hecho el hombre muerto. Vallandigham falleció doce horas después. Esta convincente reconstrucción de los hechos tuvo por resultado la correspondiente absolución de McGean



2 comentarios:

Prometeo dijo...

Muy curioso y es que de abogados hay de to...un abrazo.

Ana Bohemia dijo...

No quedo ninguna duda... lamentablemente para el abogado, eso es morir por la causa, jeje.
;)

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