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30 de noviembre de 2009


Una de las explosiones volcánicas más poderosas ocurrió en Krakatoa a finales del siglo XIX. Krakatoa era una isla volcánica localizada entre Java y Sumatra, situada cerca de la región de subducción de la placa Indo-Australiana bajo la placa Euroasiática.
En Mayo de 1883 comenzó una serie de erupciones que continuaron hasta el 27 de Agosto de 1883, cuando una explosión cataclísmica voló la isla en pedazos.

Antes se pensaba que estas grandes explosiones fueron debidas a vapor extremadamente caliente, generado cuando las paredes del volcán se fracturaron y entró agua del océano dentro de la cámara de magma. Investigaciones actuales revelan que las primeras erupciones vaciaron parcialmente la cámara de magma, permitiendo la entrada de nuevo magma a temperaturas muy superiores, generando gases que incrementaron la presión de manera incontrolable.

La isla explotó con la fuerza de 200 megatones, es decir, 10.000 veces más poderosa que la bomba Hiroshima La explosión se oyó en Madagascar y Australia (ambas islas distan entre sí unos 7600 km). Los Sunamis después de la explosión alcanzaron hasta 131 pies de altura y destruyeron 163 aldeas, a lo largo de la costa de Java y Sumatra, ahogando a un total de 36 000 personas. La ceniza de la explosión alcanzó hasta 80 km de altitud (más alta que la altitud que alcanzan los aviones cuando vuelan), y afectó los patrones de clima del año siguiente.

En 1927 comenzaron nuevas erupciones volcánicas en el fondo del mar, del que surgió una nueva isla en el mismo lugar conocida como Anak Krakatoa (hijo de Krakatoa). Esta isla sobrepasó la superficie del mar en 1928, y en 1973 ya alcanzaba una altura de 190 metros. La isla está deshabitada.

5 comentarios:

Prometeo dijo...

Tremenda la naturaleza, creando y destruyendo siempre, en movimiento, activa, voraz...es impresionante cuando se enfada y bella cuando se duerme...un abarzo.

Malena dijo...

Mi querida Raquel: Las grandes catástrofes de la naturaleza te dejan sobrecogido porque piensas en que planeta más frágil vivimos.Gracias por este post.

Mil besos y mil rosas.

Raquel dijo...

Si, no nos acordamos de eso, pero nuestro planeta cambia constantemente, y a veces lo hace con inusitada violencia como en este caso.
Es impactante, y sobrecogedor pensarlo.

Un abrazo y mil besos para los dos.
Gracias por dejarme vuestras opiniones y comentarios, que las valoro mucho.

Ana Bohemia dijo...

Impresionante lo que la fuerza de la naturaleza es capaz de hacer. Espero que nuestro Teide siga dormidito unos cientos años mas.
Saludos :)

Anónimo dijo...

Alaaaaa que pasada!!!
Muaks!!

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