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19 de enero de 2013

W. O. Baerg fue un entomólogo que, en 1923, fue el conejillo de indias de su propio experimento. Se trataba de probar en un ser humano un antídoto experimental contra el veneno de la picadura de una de las arañas más peligrosas que existen, la latrodectus o viuda negra. Así pues, pocas horas después de que Baerg se dejara picar por una viuda negra, se debatía entre la vida y la muerte, padeciendo fiebre y fuertes dolores. De acuerdo con el experimento, un equipo medico aplicaría a Baerg el antídoto preparado para intentar salvar su vida.
Casi un año después -340 días concretamente- Baerg era dado de alta totalmente restablecido. Apareció así el primer antídoto contra la mortal picadura de la viuda negra.

2 comentarios:

Ana Bohemia dijo...

Un gran sacrificio en bien de la ciencia, ¡y que recuperación tan larga! Algunos científicos están locos pero su locura ha ayudado a muchos otros.
:)

Raquel dijo...

:) Locos o valientes, no sé, la verdad es que hay que tener coraje para hacer algo así, pero gracias a eso hay un antídoto.
Besos.

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