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18 de enero de 2010



Según cuenta una antigua leyenda de origen chino, por el año 2.700 antes de Cristo, el emperador Chen-Nung, para prevenir las infecciones que traía el agua, mandó hervir toda la que era de consumo humano. De manera accidental, al hervir el agua a la sombra de un árbol de té silvestre, algunas hojas cayeron a la olla con el mecer de una dulce brisa. La curiosidad lo llevó a probar lo que sería la primera infusión de té, que le pareció refrescante y estimulante. De este modo, el emperador introdujo la costumbre de consumir té en su corte, algo que se extendió por el pueblo.
En el año 800 d. C. Lu Yu, educado por monjes buditas, escribió el primer compendio escrito del té: el Ch'a Ching, que describe las diferentes maneras de cultivarlo y prepararlo.
El té llegó a Japón en el siglo IX a través de los monjes budistas chinos que se asentaron allí, los japoneses posteriormente lo encumbraron a nivel de obra de arte dotándole de un ceremonial único, que requiere años de perfeccionamiento.
Hoy en día, existen más 300 tipos de té, pero todos provienen de la misma planta, la Camellia Sinensis, que es procesada en diferentes tipos de té, el blanco, el verde, el rojo, el azul y el amarillo.


Té blanco

El té blanco, originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian, es en realidad un té verde del cual sólo se recogen los brotes antes de que se abran, que surgen al principio de la primavera. El color del té blanco es verde pálido con un finísimo vello blanco (de ahí su nombre) Es en ese momento cuando toda la energía y todos los nutrientes de la planta se concentran en los brotes.
Su recolección es un verdadero trabajo de "chinos" ya que se necesitan miles de brotes, recogidos a mano, para obtener una pequeña cantidad de té blanco. Luego se dejan secar al aire libre, sobre paños de seda, a fin de que se evapore el agua y se mantengan, en cambio, todas sus propiedades.
El té blanco ha sido descubierto recientemente como uno de los antioxidantes naturales más potentes.
La elaboración del té blanco ha sido uno de los secretos mejor guardados durante siglos ya que era el té blanco de uso exclusivo para el emperador y sus allegados. La gente del pueblo llano no debía poder beneficiarse de este té blanco que se decía que contribuía a la inmortalidad. La pena por probarlo era la muerte.

Té amarillo

El té amarillo, huang da cha, se obtiene del árbol del té, que además es el origen de las diferentes clases de té que existen.
El té amarillo, es muy poco conocido y muy apreciado. En un principio sólo estaba destinado al consumo de la familia imperial.
Este tipo de té está entre el blanco y el verde. Se obtiene mediante un corto proceso de fermentación que se frena con calor seco.
Al estar tan poco fermentado se consigue un color, aroma y sabor suave y muy delicado diferente al de los otros tés
El árbol del té, en estado salvaje, puede alcanzar hasta los 15 m. de altura.
El té amarillo fue llamado el té de las cinco dinastías.

Té rojo

La medicina tradicional china considera el Té rojo Pu-Erh como un remedio para gozar de buena salud y para ayudarnos a conseguir nuestro peso ideal. El Té rojo Pu-Erh debido a sus muchas virtudes era conocido como el Té de los Emperadores.
El Té rojo Pu-Erh es un producto originario de la región de Yunnan, una provincia incorporada a china en el siglo XIII y situada junto a Birmania, Laos y Vietnam.
"La región de la eterna primavera", que es como se la conoce, tiene un clima especialmente propicio para el cultivo de té, sobre todo en las regiones montañosas, en las que las lluvias casi metódicas y una temperatura templada y sin heladas, hace que el árbol del Té rojo Pu-Erh (Qingmao) se dé con singular exhuberancia. A juzgar por quienes la conocen, una de las regiones más bellas de la Tierra.
El Té rojo Pu-Erh es en realidad un Té verde que adquiere sus características después de un proceso de maduración. Sus hojas grandes son comprimidas y se almacenan durante años en condiciones muy concretas. Aunque no se ha desvelado totalmente su "secreto" se sabe que se almacena en cavernas donde se guarda en barricas durante más de 50 años.
Al igual que el vino, a más tiempo mejor y (algunos alcanzan los 60 años) también, evidentemente, más caros.
El hecho de que se guarde en barricas y gracias a un proceso especial hace que se torne rojizo y que tenga unas propiedades extraordinarias.

Té verde

Aunque de origen asiático hoy en día el té verde se cultiva en casi todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Esa diversidad de climas y suelos hace que existan tantas variedades de té verde en cuanto a sabor y matices.
Las hojas de té verde contienen muchas sales minerales, especialmente vitamina A, C, E y selenio (un buen equillo antioxidante), vitamina B2, ácido fólico, calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor.
Contiene un 2 - 4% de alcaloides de los cuales los más abundantes son la cafeína y la teofilina.
Su 3 % en polifenoles (antioxidantes) son los que le confieren ese gran efecto medicinal antioxidante.
Aunque en China ya se tomaba desde hace más de tres mil años en Europa sólo empezó a popularizarse (y eso sólo en algunos países) a partir del siglo XVII - XVIII.
El éxito del té verde, en todas sus variedades, es tal que sólo le supera como bebida el consumo de agua.

Té azul

El te Oolong (también conocido como te azul o “Wu long”, “Dragón negro” en Chino), es uno de los tés más carismáticos y especiales del mundo; está a medio camino entre el té verde y el te negro, pues es un té semi-fermentado, sin llegar a los altos procesos de fermentación del te negro y con un contenido en cafeína moderado.
La popularidad de este té está creciendo en los últimos tiempos, debido a su altísimo poder devora-grasas. Se estima que quema en torno al 100% más cantidad de grasa que su “primo” el te verde.
El tipo de té azul (oolong) está caracterizado principalmente por su nivel de fermentación.

3 comentarios:

Ana Bohemia dijo...

Uach!, aborrezco el té, pero bueno habrá que apuntarse a tomarlo de vez en cuando, después de todo alarga la vida y es antioxidante, así que es un tónico de vida.
Un beso
:)

Malena dijo...

Mi querida Raquel: Una buena entrada para una amante del té. Precisamente ahora que te escribo me está esperando una buena taza de té verde calentito, aunque mi pasión es el té "moruno" acompañado de unos buenos pinchitos oliendo a hierba buena(el Té).Gracias.

Mil besos y mil rosas.

Prometeo dijo...

¡Oye! que interesante, la verdad es que nunca me paso por la mente pensar en las diferentes clases de te y su historia (si sabia el como como una fabula de siempre), muy interesante y curiosos...un abarzo.

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