País: USA
Productora: DreamWorks Animation
Director: Mike Mitchell
Guión: Tim Sullivan & Josh Klausner
Reparto: (Voces de) Mike Myers, Cameron Diaz, Eddie Murphy, Antonio Banderas, Jon Hamm, Kathy Griffin, Kristin Schaal
Calificación: Recomendada para todos los públicos
Tras desafiar a un malvado dragón, rescatar a una bella princesa y salvar el reino de sus suegros, ¿qué más puede hacer un ogro? Bueno, si se llama Shrek, puede acabar siendo un hogareño padre de familia de la noche a la mañana.
En vez de ahuyentar a los aldeanos como antes, un Shrek algo reticente acepta ahora autografiar horcas de recuerdo. ¿Qué fue del rugido del ogro? La nostalgia por los tiempos en los que se sentía un "ogro de verdad", hace caer a Shrek en la trampa de firmar un pacto con el persuasivo negociante Rumpelstiltskin.
De repente Shrek se encuentra en una versión alternativa y retorcida de "Muy muy lejano", donde los ogros son perseguidos, Rumpelstiltskin es el rey, y Shrek y Fiona nunca se han conocido.
Por eso, la misión de Shrek es deshacer todo lo ha hecho con la esperanza de salvar a sus amigos, restablecer su mundo y recuperar a su verdadero y único amor.
Afortunadamente no he visto la tercera película, la predecesora de esta de la que hoy vengo a hablaros. Creo, de todas formas, que no me pierdo gran cosa ya que mientras buscaba información sobre esta cuarta película he leído comentarios bastante negativos sobre esa parte en concreto. A pesar de eso, pude ver la cuarta película perfectamente sin la impresión de haberme nada. El caso es que Shrek y Fiona se han convertido en padres de familia numerosa. Shrek está algo desencantado con su vida; echa de menos los viejos tiempos en los que era temido y vivía feliz en la soledad de su ciénaga. La rutina se ha instalado en su día a día; un día a día que parece repetirse como un calco. De esta forma tan nostálgica arranca la cuarta película en una secuencia de gran fluidez narrativa.
Shrek está cansado, se siente apático y desorientado. En un momento de debilidad desea liberarse por un día de las cargas que le asfixian, ser el Shrek de antaño, y contacta con Rumpelstinkin, un ambicioso villano de libro. Rumpelstinkin puede hacer realidad el deseo de Shrek pero para eso el ogro deberá dar algo a cambio. Lo que éste le propone es un día, un día cualquiera de su vida. El astuto Rumpelstinkin escoge el día de su nacimiento, y de esta forma se desencadena algo terrible.
Ahora toca meter referencia cinéfila. Si has visto “¡Qué bello es vivir!” te harás una idea de por donde van los tiros. Shrek tiene 24 horas para recuperar lo perdido o de lo contrario desaparecerá sin más, y esa realidad paralela, en la que nunca llegó a conocer a Fiona ni a sus amigos mas queridos, seguirá su curso.
Este es un recurso que hemos visto en infinidad de películas, aunque a mí, que soy una sentimental, me emociona ver este tipo de filmes en los que “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Como no podía ser de otra forma con semejante argumento, sólo hay un protagonista, Shrek. Los otros personajes, incluyendo a Fiona, son secundarios, y sus intervenciones se quedan en anecdóticas. El pobre Asno, con lo que me gusta, apenas se luce. Gato tiene un papel más colorido, pero el recurso de los ojillos brillantes está más que sobado a estas alturas. Aunque la saga del ogro verde sigue siendo divertida en esta cuarta película hay menos risas, menos humor.
Se nota, y mucho, que el filón se está agotando. Cuatro películas son demasiadas, y Shrek ha ido perdiendo viveza por el camino. Como Gato en esa realidad paralela, la saga se ha vuelto pesada.
Lo mejor de esta cuarta película es que intenta volver a sus orígenes. El detalle del “beso”, ese beso que en la primera hacía que Fiona descubriera su verdadera forma, me pareció muy tierno; un guiño sentimental. También Fiona en esta parte descubre, o más bien explota, su lado guerrero; aunque en la película rezume amargura su personaje es equilibrado y me gustó bastante. También me gustó la aparición por primera vez de otros ogros, sobre todo me cautivó el ogro cocinillas con acento cubano. De los nuevos personajes el malo con el que hay que tener muy presente eso de “cuidado con lo que deseas”, me resultó un digno álter ego, al nivel de la muy malvada Hada Madrina. También el ritmo de la película, que es bastante dinámico, me dejó buen sabor.
Al final disfruté como una niña del capitulo final de las aventuras de Shrek, Fiona, Asno y Gato con botas. Espero que, esta vez sí, les dejen vivir felices para siempre.
Shrek felices para siempre consiguió recaudar en su estreno 3.9 millones de euros, superando a la saga de Crepúsculo. Hasta ahora lleva recaudados unos 9.6 millones en su segunda semana en cartelera.
5 comentarios:
Inevitable que un producto como shrek se repita y canse, el mismo chiste puede hacer gracia dos veces, pero tres es un poco cansino. Aún así este ogro siempre me ha gustado y entretenido bastante, por ese humor actual y fresco, y como hemos llegado al capitulo final no quiero perdermelo.
Tienes que enfocarte en ser critica de cine, se te da bien, sister.
Un besote
:)
Esta claro que la vere, como no ver a nuestro amigo verde y al pinche de su burro y al gato con botas de ojos enternecedores...con ese humor tan barriobajero y trasnochado y rompedor...una buena critica...un abrazo.
Pues si tres son muchas imaginate cuatro. Han querido explotar el filón hasta el final. De todas formas te la recomiendo. Seguro, y conociéndote como te conozco, te gustará porque para pasar un buen está muy bien.
Un beso grande.
Gracias Prometeo, seguro que te gustará si eres admirador del ogro verde.
Un abrazo.
la 1 y la 2 son buenísimas, la 3 bastante floja y esta 4 me entretuvo pero...no me gustço en exceso...
En cambio la 3 de toy Story me ha encantado!
A mi también me encantó Toy story 3, preciosa. Esta última de Shrek no es para tirar cohetes, pero entretiene.
Un saludo.
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