27 de enero de 2012

Jason Walker


Jason Walker saltó a la fama gracias a su canción “Down” y a la exitosa serie  The Vampire Diaries, la cual ha incluido varias de sus canciones.
Su estilo pop/ rock y su voz particular son sus principales basas. 

23 de enero de 2012


Durante la Primera Guerra Mundial, Adolf Hitler estaba durmiendo en una trinchera cuando una pesadilla, en la cual tenía la boca llena de inmundicia, lo despertó. Alarmado, salió de la trinchera y en ese momento una bomba cayó exactamente en el lugar donde él estaba un segundo atrás. Todos sus colegas de armas murieron resultando él  ileso. El hecho de haberse salvado por esta pesadilla, lo atribuyó a una “intervención divina”.

21 de enero de 2012

Extra Cine XX




Misión Imposible: Protocolo Fantasma

El agente Ethan Hunt, acusado de un atentado terrorista con bombas contra el Kremlin, es desautorizado junto con el resto de la organización al iniciar el Presidente el “Protocolo Fantasma”. Abandonado a su suerte y sin recursos, Ethan tiene que encontrar el modo de rehabilitar el buen nombre de su agencia e impedir un nuevo ataque. Para complicar aún más las cosas, Ethan se ve obligado a embarcarse en esta misión con un equipo de compañeros del IMF fugitivos, cuyos motivos personales no conoce del todo.

Si algo no se puede negar sobre esta saga es su capacidad para entretener. En esta nueva entrega, la cuarta desde que comenzara allá en 1996, la acción se traslada al lugar de moda, Dubai. Mucho ha llovido desde entonces pero a pesar del paso del tiempo Ethan Hunt sigue estando en forma. La película mantiene la acción y el ritmo frenético de las anteriores. Tiene escenas trepidantes, que te hacen contener la respiración, como la escena en la que Ethan escala un edificio con sus propias manos, en la que sientes en tu propia piel el tirón del vértigo. Todas las escenas de acción son notables y disfrutables. Aunque la parte un poco menos positiva está en su guión, demasiado simple. Aún así una película muy entretenida. 5,4



 
No tengas miedo a la oscuridad

Basada en un telefilm de la ABC del año 1973, la película “No tengas miedo a la oscuridad” nos cuenta la historia de una niña (Bailee Madison) que se muda con su padre (Guy Pearce) y la novia (Katie Holmes) de éste a una casa en la que habitan unas criaturas demoníacas. Cuando la pequeña las descubre, primero sentirá cierta fascinación por ellas, pero luego comprobará lo peligrosas que son.

La oscuridad siempre tan propicia para el horror. “No tengas miedo a la oscuridad” explota los clichés del cine de terror sin disimulo, pero lo hace con tanta elegancia que no se le puede tener en cuenta. Para enumerarlos hay  que empezar por el ya clásico caserón; enorme y siniestro, bordeado por un pantano neblinoso y un bonito jardín con macabros árboles negros; esqueletos que arañan las ventanas con sus ramas reumáticas. Hay un laberinto de boj y arbustos espinosos que ocultan misterios. Hay un sótano, secreto, a donde el infierno sale a jugar de vez en cuando. Hay una niña que parece vieja, y da muy mal rollo. Y hay bichitos, pequeños demonios que se pirran por los dientes de niños, y a los que el término perverso se les queda chico. Hay todo lo que ya hemos visto mil veces en otras cintas de terror. Mismos sustos, misma atmósfera; y aunque tiene sus momentos de sobresaltos lo cierto es que se queda a medio camino porque no hay demasiadas sorpresas, y las que hay no son suficientes para convencerte de  que lo que estás viendo es original. Lo mejor de la película es su fotografía, y el diseño de esos pequeños demonios, y los escenarios que no por conocidos dejan de tener su encanto, sobre todo el jardín. Pero su guión cojea bastante, y los actores tampoco se lucen demasiado en unos papeles demasiado pasivos, y sobre todo que siendo una película que aspira a asustar no lo consigue en absoluto. Película pasable, entretenida, pero que no te deja una profunda huella. 5,5


 
Immortals
El brutal y sangriento rey Hiperión y su despiadado ejército avanzan por Grecia, destruyéndolo todo a su paso con implacable eficiencia. Los pueblos caen uno tras otro ante los hombres de Hiperión y cada victoria le acerca un poco más a su objetivo: desatar la furia de los titanes dormidos para vencer a los dioses del Olimpo y a medio mundo. Nada parece capaz de detener el inexorable avance del malévolo rey en su conquista del mundo, hasta que un joven llamado Teseo jura vengar a su madre, que ha perecido en uno de los ataques de Hiperión. Teseo pide consejo al Oráculo de la Sibila, Fedra, que ante las perturbadoras visiones del futuro del joven, se convence de que solo él podrá detener la terrible destrucción. Con su ayuda, Teseo reúne a un pequeño grupo de hombres y asume su destino en una batalla desesperada por el futuro de la humanidad.
No te lleves a engaño, a pesar de lo que puede parecer leyendo la sinopsis, está no es una película con un gran argumento. Nada más lejos. La mayor baza con la que cuenta Immortals está en lo visual, y ni siquiera ahí es buena. Demasiado photoshop. Nada parece real en esta película debido a lo artificial de sus decorados. Su fotografía es buena, es verdad; si fueran fotos serían muy interesantes, pero es una película y para que suscite un mínimo de interés tiene que haber algo más que sostenga la trama; acción; buenos diálogos; épica; y personajes con los que puedas conectar. Aquí no hay nada de eso, tan sólo una sucesión de tediosas escenas huecas, sin consistencia. Una película más preocupada en lucir el palmito de sus actores que de contar algo medianamente interesante, con una estética que ralla peligrosamente lo hortera; una mala mezcla entre Los Caballeros del Zodiaco y aquel videoclip de Mónica Naranjo “Desátame”. Una divina tontería de la que deberás huir como de la pólvora. 3



Drive

Driver es un conductor especialista de cine por el día y un conductor para fugas por la noche. Pero no importa el trabajo que tenga que hacer porque Driver se siente siempre a gusto detrás del volante. Shannon es mentor de Driver a la vez que su jefe. Desde que se dio cuenta del talento de Driver al volante, le busca directores de cine y televisión para sus películas o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose una comisión en ambos casos. Pero el mundo de Driver cambia el día que se encuentra con Irene.
 
Me pasó algo curioso con esta película. Nada más terminar de verla me sentí desconcertada. Pero a medida que todo lo visto, sentido y oído se iba asentando en mi mente me di cuenta de que le estaba dando muchas vueltas.
Podría decirse que tiene una cualidad casi hipnótica. Debido, sobre todo, a su lentitud, y a una banda sonora que marca los compases con la armonía de un péndulo.  Los diálogos son pausados, hay muchos silencios, el uso de la cámara lenta resulta desesperante en algunas escenas, pero de una manera extraña  te llega; te trasmite muchas cosas. Cosas que a priori no notas.
Esta es una película inusual, y no porque su guión, su puesta en escena, su ambientación sea original. Es un sentimiento que vuela sobre ella. Te parece algo ya visto, con su aire ochentero y hortera, con su trama algo simple, pero al mismo tiempo no se parece a nada que hayas visto.
Los personajes, sobre todo el del protagonista, son reservados. El personaje de Ryan Gosling es un hombre sin pasado y sin futuro. Es hermético, excesivamente contenido, aparentemente frío. Le  rodea un halo de misterio y melancolía, y quizás por eso, por lo que parece que es, o por lo que quiere dejar atrás, te cautiva. Necesitas saber si, como a veces parece, late un corazón en su interior. Entonces aparece Irene, y su retraimiento se resquebraja y puedes  vislumbrar su ternura. Aunque al igual que el escorpión que es su símbolo no pueda escapar de los dictados de su naturaleza.
Sin embargo, y a pesar de sus aciertos, esta es una película tremendamente perturbadora. Hay escenas demasiado brutales, demasiado sangrientas.
Yo no diría que es la mejor película del año, como han proclamado muchos entendidos del cine. Esa contención de la que hace gala es exasperante, y le resta puntos.  Pero sí  puedo decir que es bastante recomendable. 6.9

18 de enero de 2012



Ojala existiera una goma que pudiera borrar los errores de la vida, por ahora las únicas gomas capaces de eliminar errores, y sólo los cometidos en papel,  son las de caucho. Pero, ¿sabes quién inventó las gomas de borrar?

El caucho es un material natural de cuyos usos estaban al tanto los Mayas desde tiempos remotos. Pero fue el científico  Joseph Priestley quien casualmente frotó una bolita de caucho sobre un papel en el que había escrito con lápiz y descubrió que se borraba. Aunque en un primer momento  no supo lo que podría conseguir con esta prueba.
En 1770 el ingeniero Edward Nairne comenzó a venderlas por una libra, quien, al igual que Priestley,  descubrió accidentalmente las propiedades borradoras de esta sustancia.
En un principio, las gomas se empezaron a comercializar como un artículo de lujo a finales del s.XVIII. El problema es que los europeos sólo adoptaron el látex de los americanos y no su proceso de mezcla con otros jugos para que no se pudriera. Así que, a medida que el caucho fermentaba, las gomas de borrar empezaban a oler mal.
Este problema fue solucionado por Charles Goodyear en 1844, cuando descubrió y patentó un método que hacía el caucho mucho más duradero: la vulcanización. Ésta consiste en calentar la goma de caucho con azufre, de manera que se obtiene una goma más dura y elástica, menos pegajosa y que no se pudría.

¿Cómo funcionan las gomas de borrar?

Cuando escribimos con lápiz sobre un papel, el carbón de la mina se queda fijado a la superficie de la hoja a causa de la fuerza de adhesión, que es una fuerza electromagnética que opera entre las moléculas de los diferentes cuerpos que interaccionan. Para romper esta adhesión, las gomas de borrar utilizan un truco sencillo: el material con el que están fabricadas —generalmente caucho— tiene una mayor fuerza de adhesión que el papel, por lo que tira del carbón hacia sí. Además, la sustancia base de la goma de borrar está mezclada con azufre y aceites vegetales que ayudan a eliminar las partículas de suciedad.
Todo ello causa que, al borrar, el carboncillo se quede pegado a los minúsculos pedazos de goma que se desprenden, dejando el papel libre de trazo.

Antiguamente para borrar también se utilizaba la miga de pan de manera que no se borraba de forma precisa y siempre se necesitaba pan fresco para hacerlo.


16 de enero de 2012

Edmund Dulac

Edmund Dulac (1882-1953) fue un destacado ilustrador de libros durante la llamada “Edad de Oro de la Ilustración” que abarca aproximadamente el primer cuarto del siglo XX.
Nació en Toulouse, Francia y comenzó su carrera estudiando Derecho en la universidad de su ciudad natal, compaginando dichos estudios con las clases en la Escuela de Bellas Artes. Aunque abandonó el Derecho para dedicarse exclusivamente a la pintura y la ilustración después de haber ganado varios premios en la Escuela.
Con 22 años se traslada a Londres, donde firma un acuerdo con la Galeria de Arte Leicester – donde vende sus pinturas a comisión- y la editorial Holder & Stoughton, con quienes llega a un acuerdo para cobrar derechos por las ilustraciones que realiza para los libros vendidos por dicha editorial, acuerdo que se mantendría durante muchos años.
En el transcurso de su vida profesional ilustra libros como: The Arabian Nights (1907), una edición de La Tempestad de Shakespeare (1908), el Rubaiyat del autor Omar Khayyam (1909), Los Cuentos Hans Christian Andersen (1911) y varios más.
Después de la primera guerra mundial, la edición de libros ilustrados de lujo decae, y la carrera de Dulac en este campo finaliza. A partir de entonces su carrera artística deriva hacia las caricaturas, retratos, trajes de teatro, escenografía…etc. Entre otras cosas diseña los sellos de correos de Gran Bretaña y los billetes de la Francia libre durante la segunda guerra mundial.

Insigne maestro de la ilustración, sus obras tienen una impronta que permite distinguirlas con facilidad de cualquier otro ilustrador de su época.















Fuentes:Odisea2008.com
Imágenes: Google, abretelibro.com.

14 de enero de 2012

Defective, Detective




Defective, Detective es el primer cortometraje realizado por Avner Geller y Stevie Lewis, quienes debutaron en el 2º Festival de Animación de Cartoon Brew. La historia gira en torno a un detective aficionado que, tras leer el periódico, empieza a sospechar que el conocido asesino apodado “El carnicero” está haciendo de las suyas con su entrañable vecina de arriba.

12 de enero de 2012



Situado a 45 kilómetros al norte del oasis de Farafra, al oeste de Egipto, se encuentra el conocido como Desierto Blanco, o Sahara el Beyda, uno de los principales atractivos del lugar.


El desierto tiene un color blanco-crema, y está salpicado de enormes formaciones rocosas de “tiza” modeladas por las tormentas de arena de la zona.


Farafra tiene una población estimada de unos 5.000 habitantes que viven principalmente en la ciudad de Farafra, habitada en su mayoría por beduinos locales. Algunas partes de la ciudad tienen barrios completos de arquitectura tradicional, simple, lisa, sin adornos, toda en el color del barro. También se encuentran cerca de Farafra aguas termales en Bir Sitta y el lago El-Mufid.


Durante tiempos faraónicos el pueblo de Farafra era conocido como Ta-iht (la Tierra de la Vaca). En la actualidad permanece casi igual que lo era antes,  aislado del resto de las ciudades y aldeas de los Oasis del Valle. Sus tejados azules recomendados para el mal de ojo, dan una idea de lo arraigadas que son las tradiciones y creencias de sus habitantes.


El monte de Cristal es un sitio mágico de Egipto dentro del Desierto Blanco; se encuentra entre el oasis de Bahariya y el oasis de Farafra. No se trata de un monte propiamente dicho, sino de una inmensa roca en la que brillan trozos de cristal de cuarzo y pirita. Y estos fragmentos se encuentran desprendidos por el suelo para que los visitantes puedan llevarse consigo un recuerdo.

 

Hay lugares donde pueden hallarse piezas de gran tamaño, aún no descubiertas por los incesantes viajeros que pasan por el lugar.

 

Un arco natural producto de la erosión de los fuertes vientos del desierto, da la sensación de ser una puerta de entrada a un lugar mágico.

 

Una de las rocas más populares de este desierto es la "Roca Hongo" que, como su nombre lo indica, tiene gran similitud con un hongo gigante.

 
Para vislumbrarlo en todo su esplendor lo mejor es observarlo al amanecer, al anochecer o en noches de luna llena, cuando el desierto parece una explanada ártica.



Fuentes: Wikipedia,Damadenegro. Wordpress, 101lugaresincreibles.
Imágenes: Google.

9 de enero de 2012


Por fin se acaban las fiestas. Dejamos atrás las colas interminables. Las  prisas y la indecisión para comprar el mejor regalo. Se acaban las interminables comilonas que te dejan el estómago peor que si fuera una zona de pruebas nucleares. Las luces brillantes, el espumillón, los adornos horteras, la purpurina, el olor a plástico quemado, todo se queda atrás. En la caja del desván para las próximas navidades. Por fin te ves libre de los compromisos y de los machacones villancicos que ponen a prueba tu paciencia. ¡Por fin!
Y sin embargo, reconozcámoslo, nos gustan las navidades a pesar de todo. ¿Te imaginas una vida sin ellas; sin poder celebrar en familia esta entrañable celebración? Pues hubo un tiempo en que las Navidades estuvieron prohibidas.
Todo fue cosa de un hombre muy malo. Se llamaba Oliver Cromwell y fue uno de los inquisidores más perversos de la edad media. En 1647 decidió aprobar una ley que declaraba ilegal celebrar las fiestas. Como puritano recalcitrante que era consideraba las celebraciones navideñas inmorales, por lo que las convirtió en lo que debían ser, una estricta celebración religiosa. Cromwell dio poderes a los soldados para que encerraran a cualquier ciudadano al que se descubriera celebrando la Navidad. Se prohibieron los villancicos y todos los adornos navideños. También se prohibieron los bailes, y cualquier cosa que significara diversión, e igualmente se confiscaron las comidas navideñas. Esta deprimente situación se mantuvo a lo largo de mas de doce años, hasta 1660, cuando Cromwell fue derrocado. Y por fin se recuperaron las fiestas navideñas, que a partir de entonces cobraron gran relevancia, gracias, principalmente, a otro inglés famoso, Charles Dickens y su cuento “A Christmas Carol".

7 de enero de 2012

Extra Cine XIX


Jane Eyre

Jane Eyre (Mia Wasikowska) huye de Thornfield House, donde trabaja como institutriz contratada por el acomodado Edward Rochester (Michael Fassbinder). La aislada e impresionante mansión, así como la frialdad del Sr. Rochester, ponen a prueba la resistencia y fortaleza de la joven, educada en un orfanato. Pero al reflexionar sobre su pasado y recuperar su curiosidad natural, Jane regresará a Thornfield House y al terrible secreto que esconde el Sr. Rochester.
Jane Eyre fue el libro que marcó mi adolescencia. Aún recuerdo cómo llegó a mis manos. Lo encontré  en la casa de mi abuela, olvidado y criando polvo en la parte de atrás de una estantería, con las hojas amarillentas, carcomidas por el tiempo y descocidas. Fue como encontrar un tesoro porque tenía dos valores añadidos; perteneció a un familiar que nunca conocí y era un libro nuevo a pesar de su antigüedad; nunca antes había escuchado hablar de Jane Eyre, no sabía lo que me iba a encontrar. Me gustó tanto que me animó a escribir mis propias historias.
He visto algunas versiones tanto para televisión como cinematográficas de esta novela y ésta es una de las mejores. Me encantó, absolutamente todo. La banda sonora de Dario Marianelli es inmejorable, una delicia, una de las mejores bandas sonoras que he podido escuchar en los últimos tiempos. La fotografía es esplendida; dando a la película un aire azulado y misterioso que le va muy bien. La ambientación, la elegante puesta en escena, la atmósfera… todo casa a la perfección. Rematando con las buenísimas interpretaciones tanto de Michael Fassbender como de Mia Wasikowska, que viven sus personajes con cada poro de su piel. Una película intensa, sensible, sólida, de esas que te atrapan y te ganan, y de las que faltan palabras para hablar de ellas como se merecen. No te la pierdas. 8,2

Acero Puro
“Acero puro” está ambientada en un futuro cercano en el que el boxeo se ha convertido en una disciplina deportiva de alta tecnología. Está protagonizada por Hugh Jackman en el papel de Charlie Kenton, un boxeador fracasado que perdió la oportunidad de ganar un título cuando robots de 900 kilogramos y 2,50 metros de altura se apoderaron del ring. Ahora, convertido en promotor de poca monta, Charlie sobrevive construyendo robots de mala muerte con chatarra, con los que pelea en combates de segunda fila. Charlie toca fondo y no tiene más remedio que trabajar con Max, su hijo. Juntos crearán y entrenarán a un firme aspirante al campeonato. El listón está cada vez más alto en un escenario pugilístico brutal y en el que todo vale. Pero contra todo pronóstico, Charlie y Max dispondrán de una última oportunidad para triunfar.


Puro entretenimiento para pasar el rato, que no deja lugar para el aburrimiento en sus 126 minutos de metraje. Tiene robots, y niños sabelotodo, y un guión que es calcado, salvo el detalle de los robots, a Rocky. ¿Qué más se puede pedir? 4




Restless
“Restless” nos relata la compleja historia de amor entre dos adolescentes que comparten sus preocupaciones sobre la mortalidad: Annabel es una enferma terminal de cáncer a la que le quedan unos tres meses de vida, y Enoch es un chico al que le gusta ir a los funerales porque está obsesionado con la muerte.

Restless es una película de esas que si eres chica, tienes un alma sensible y un poco infantil, y eres de las que cree en el romanticismo por encima de todo, te gustará sin remedio. Una película como una nube de gominola, rosa por fuera, blanca por dentro y muy tierna. Con una estética muy especial, muy “vintage”, muy de los años sesenta, elegante y joven, fresca y dinámica, naif, con su obligado aire melancólico tan de moda en estos productos con sello indie. Algo repipi, ligera, y cursi. Muy parecida a un otoñal anuncio de Bunberry o de El corte Inglés; un poco surrealista; un cuento rebosante de fantasía y optimismo, que apelará a tu sensibilidad, a tus lagrimas,  a tus ganas de vivir y de enamorarte.  6,2




Perros de paja


En “Perros de paja (Straw dogs)”, Remake del clásico de 1971 dirigido por Sam Peckinpah, conoceremos al guionista de Hollywood David Sumner y a su mujer actriz Amy en el momento en que ambos se mudan juntos al pueblo natal de ésta en el sureste de Estados Unidos, después de la muerte del padre de Amy. Su plan es reparar y vender la casa de la familia mientras que David aprovecha la tranquilidad del lugar para terminar el guion en el que está trabajando. Pero no todo es tan bucólico como parece en Blackwater (Mississippi) y la llegada de los Sumner despierta antiguos resentimientos. Además, la pareja pasa por una crisis y la tensión va haciendo mella en su matrimonio, al tiempo que surgen viejos conflictos con algunos habitantes, sobre todo con el ex novio de Amy, Charlie, quien junto con sus amigos del pueblo acaba cruzando los límites de la tolerancia de David y del matrimonio Sumner. Todo desencadenará en una serie de acontecimientos que les llevará a una confrontación tremendamente violenta, intensificándose hasta llegar a un clímax catastrófico y terrible que destrozará la vida de todos los involucrados.

Si me preguntaras si recomiendo esta película te diría que depende de lo que busques. Si simplemente es entretenerte durante dos horas sin más expectativas que pasar el rato, puede valer. Si eres seguidor de Peckinpah y guardas un recuerdo reciente, y grato, de su versión  será mejor que no vayas a verla porque no te vas a encontrar nada mejor, ni que realmente merezca mucho la pena, que lo que él hizo.
A mí no me disgustó del todo, pero tampoco es que fuera con la idea de ver algo bueno, ni una obra maestra, así que tiene sus momentos que te erizan y te incomodan, pero es una película floja, demasiado correcta y demasiado fiel a la original para causar un impacto significativo.
Lo que no está nada bien conseguida es la atmósfera de tensión perturbadora que se respiraba en la otra película, aquí no se palpa nada de eso. Los personajes son blandos aún siendo unos cabrones, las escenas igual de blandas, aunque haya violencia, que la hay. Pero si la otra versión te horrorizaba por la brutalidad y malevolencia que destilaba cada fotograma aquí te deja casi indiferente, también es verdad que hoy en día estamos más que acostumbrados a la violencia, que nos llega por todos lados, a través de la televisión, los informativos, Internet, no es tan sencillo causar un gran impacto porque a estas alturas estamos curtidos en estas cosas. En ese sentido cumple sin más; aunque hay escenas en las que te sobresaltas.
Respecto a los actores, y aún valorando su esfuerzo, no llegan al nivel de Hoffman y Susan George. Ni uno parece un hombre desesperado y acosado al punto de acabar totalmente trastornado, ni la otra una mujer con un dilema interno, ambigua en sus actos, desconcertante  e incomprensible.
La comparación era inevitable, así que aún quedándose muy atrás de la versión que copia, funciona bien, al menos es capaz de mantener el interés, y gran parte del  mérito se lo lleva Alexander Skarsgard. Eso sí, no deja de ser una versión descafeinada de la original. 5,7


4 de enero de 2012



En estos días navideños que estamos viviendo si algo es fundamental, junto a un buen árbol de Navidad y un bonito Belén, son los regalos. Esta costumbre de intercambiar regalos en estas fechas viene de lejos, concretamente de la Antigua Roma
Los antiguos romanos solían, en el marco de las Saturnales, intercambiar regalos y ¿sabéis cuáles eran los más usuales? Tres higos secos guarnecidos de hojas de laurel y de ramitas de olivo. Junto a ellos los más pudientes regalaban unas pequeñas lámparas de bronce, mientras las que entregaban los más pobres eran de barro y en ellas se solía escribir alguna leyenda alegórica a los deseos venturosos para el año que se iniciaba.

Algunos otros creen que los regalos navideños son un símbolo de los obsequios que los Reyes Magos llevaron al niño Jesús el día de su nacimiento, oro, incienso y mirra. Otros dicen que la historia de los regalos de Navidad se remonta a la costumbre de tiempos antiguos de presentarse ante los reyes y los dioses con un regalo, los cuales se transformaron después en impuestos. Al paso de los años, los regalos fueron evolucionando en obsequios mucho más elaborados y se fueron quedando en el gusto de la gente, a tal grado que la tradición continúa actualmente.


¡Feliz día de Reyes!