Basada en el primer libro de la trilogía de Cornelia Funke.
Mortimer "Mo" Folchart (Brendan Fraser)
y su hija Meggie de 12 años de edad (Eliza Hope Bennett),
comparten la pasión por la literatura. Tienen también un talento único para hacer que los personajes de los libros cobren vida con sólo leer en voz alta. Pero existe un peligro: por cada personaje de un libro que traen a la vida, una persona real debe desaparecer entre las páginas.
En una de sus visitas a una librería de libros de segunda mano, Mo escucha voces que no había escuchado durante mucho tiempo y cuando localiza el libro de dónde provienen, un escalofrío le recorre el cuerpo por toda la columna vertebral. Es Corazón de tinta, un libro cubierto de ilustraciones de castillos medievales y de extrañas criaturas. Un libro que ha estado buscando desde que Meggie tenía tres años, cuando Resa (Sienna Guillory), su madre, desapareció en ese mundo místico.
Sin embargo, el plan de Mo de utilizar el libro para encontrar y rescatar a Resa se ve ensombrecido cuando Capricornio (Andy Serkis), el malvado villano de Corazón de tinta, secuestra a Meggie y le exige a Mo que haga que cobren vida otros personajes de la ficción. Determinado a rescatar a su hija y a enviar a los personajes de la ficción de nuevo al lugar al que pertenecen, Mo organiza un grupo de aliados sin igual, tanto reales, como imaginarios, y se embarca en un viaje osado y peligroso para poner las cosas en orden.
Para dar una opinión lo más objetiva posible me fijo, en primer lugar, hacía que publico va destinado lo que quiero comentar. No porque sea algo especialmente relevante pero sí es verdad que en ocasiones puede explicar muchas cosas.
Esta película de fantasía, con ligeras y no tan ligeras referencias a Harry Potter, va destinada a un público infantil juvenil aprovechando que estamos en época estival, comienzan las vacaciones de verano y nos apetece ver cosas ligeras que nos hagan pasar un rato lo más entretenido posible.
Y vista así, como una película infantil/juvenil de fantasía, “Corazón de tinta” cumple su principal cometido, y a pesar de sus casi dos horas de duración mantiene el tipo decentemente. A los niños les gustará aunque la olvidaran nada más verla, y a los fan de la saga de Cornelia Funke les defraudará, pero también es verdad que pocas adaptaciones cinematográficas de libros han llegado a convencer del todo.
A la hora de hacer un comentario también tengo en cuenta el género del que se trata, en esta ocasión fantasía. Últimamente, y gracias a los éxitos de las sagas de “El señor de los anillos” y “Harry Potter”, ha habido una explosión de películas fantásticas que han gozado de mayor o menor fortuna en la pantalla grande. Podríamos decir que a pesar de la saturación de pelís de este género que han fracasado estrepitosamente en los últimos tiempos, y han sido muchas, “Corazón de tinta” se salva por los pelos, aunque es cierto que en líneas generales su trama queda algo pobre.