30 de octubre de 2008

10 películas para una noche terrorífica

Sleepy Hollow

Norteamérica, finales del siglo XVIII. Ichabod Crane, un policía de Nueva York que utiliza avanzados métodos de investigación, es enviado al pequeño pueblo de Sleepy Hollow para descubrir qué hay de verdad en la leyenda de un jinete sin cabeza que aterroriza a los habitantes del lugar.
Esta historia de terror es en realidad una historia de amor y una buena alternativa si lo que quieres es pasar miedo y reírte un poco. Con un guión interesante y una puesta en escena inmejorable, Sleepy Hollow reúne un plantel de actores de la talla de Johnny Deep, Michael Gambon, Christopher Walken o Christina Ricci.
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Viernes 13

1958. El joven Jason Voorhees muere ahogado en el lago del campamento de verano de Crystal Lake. El cadáver nunca fue encontrado. Un año más tarde una pareja fue asesinada en el mismo campamento. El caso quedó sin resolver y el lugar fue cerrado.
1979. El campamento de Crystal Lake va a ser abierto de nuevo, a pesar de los años que lleva cerrado y de su pasado macabro por el que los habitantes del pueblo empezaron a llamarlo “el campamento sangriento”.
Annie, una monitora que se dirige a Crystal Lake, llega al pueblo sin ser bien recibida por lo lugareños, sobre todo por un extraño viejo que le avisa que el campamento está maldito. Consigue que alguien la deje en mitad de camino, pero tras ser recogida por otro vehículo, que se desvía del camino, tiene que saltar en marcha y escapar por medio del bosque, donde será asesinada brutalmente. Mientras tanto en Cristal Lake los monitores van llegando y lo preparan todo para la llegada de los niños. Todo parece normal en el campamento pese a los rumores que llegan desde el pueblo. Pero cuando llega la noche y empieza la tormenta, comienzan también las muertes.

Un clásico del cine de terror adolescente y una de las sagas más cansinas de este género. Diez son las secuelas de Viernes 13 hasta la fecha. Precursora del género, Viernes 13 creó escuela, dando paso a una serie de filmes de temática calcada que abundaron en la década de los ochenta. Mala, es un rato y la sangre después de 28 años se ve bastante decolorada. Aunque parte de su encanto reside en ese aire freak que desprende, y en esos asesinatos que hoy dan más risa que espanto.
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El exorcista

El exorcista (1973) es un largometraje clásico del cine de terror, dirigida por William Friedkin con un guión basado en la novela homónima de William Peter Blatty. Ambientada en los Estados Unidos de principios de los años 70, relata el exorcismo de una niña de 12 años llamada Regan Mc Neil (Linda Blair) que sufre posesión diabólica y es practicado en ella el rito del exorcismo por los sacerdotes Lancaster Merrin (Max von Sydow) y Damien Karras (Jason Miller), a petición de su madre Chris McNeil.
Nunca he podido verla. Es superior a mí, me da auténtico pavor...



Agárrame a esos fantasma


En el pequeño pueblo de Fairwater se ha despertado un mal monstruoso, un mal tan poderoso que su alcance va más allá de la tumba. Para Frank Bannister, la muerte es una buena forma de ganarse la vida, libera las casas embrujadas de sus molestos "huéspedes", ¡pero está compinchado con los propios fantasmas a los que promete desahuciar! Es la solución perfecta hasta que Frank se encuentra en el centro de un gran misterio. Un espíritu diabólico comienza a comportarse de forma homicida y todo el pueblo cree que Frank está involucrado.
Hace mucho, cuando recurríamos a los cinebank y no al e-mule, alquilé esta película pensando que era una comedia, vaya sorpresa me llevé. Lo reconozco, esta película me dio miedo. Los efectos especiales están muy logrados y el argumento acojona bastante. Eso de que la muerte te marque y te persiga hasta atraparte no es cosa de risa.



Scream. Vigila quien llama


Después de un año del terrible crimen de la madre de Sidney el horror vuelve a la pequeña ciudad de Woodsboro con el sangriento asesinato de dos adolescentes. Un asesino psicópata que juega con el conocimiento de las películas de terror acecha a todos los ciudadanos y especialmente a Sidney. Billy, el novio de la joven, es el principal sospechoso, pero cualquiera puede ser el asesino.
Hay que reconocer que al menos en su género esta primera película, de las tres que componen la saga, no es del todo mala. Incluso podría decirse que es buena…todo lo buena que puede llegar a ser una película de terror adolescente con sus topicazos incluidos. El guión sin ser lo que se dice original te mantiene alerta y en tensión. Algunas escenas son míticas, como la del inicio cuando el personaje de Drew Barrymore es acosada por el asesino en un perverso juego telefónico. Toda la película en si es un guiño a otras cintas del género, como Pesadilla en Elm Street , Halloween o la Matanza de Texas. Una curiosidad: la máscara que utiliza el asesino se inspiró en el famoso cuadro de Munch “El grito”
Entre los méritos de Scream: haber revitalizado un género que iba en decadencia.



Psicosis


Cansada del ambiente de su trabajo, Marion Crane, una joven de Phoenix, comete un robo en su empresa y huye. Sin saber a dónde dirigirse, tan sólo con la incertidumbre, la posibilidad de ser descubierta, preocupada y cansada, decide detenerse en un motel en la carretera, administrado por un amable pero inquietante personaje, Norman Bates, quien vive allí con su madre. La joven es asesinada por la que, al parecer es la madre de Norman Bates, y a partir de entonces su pareja, su hermana Lila y también un investigador privado de la empresa emprenden una peligrosa búsqueda que les llevará hasta el motel, donde descubrirán el secreto del propietario y de su autoritaria madre.
Una obra maestra del cine de suspense. A estas alturas qué se puede decir de Psicosis que no se haya dicho ya… Hitchcock fue y es un genio, y dominaba como nadie la intriga. Para ello se valía de la luz, algo que le obsesionaba –podía pasarse una semana entera con un plano buscando la luz apropiada- y de los planos cortos. La atmósfera de Psicosis es opresiva, densa; todo ello remarcado por una banda sonora que taladra los sentidos.






Poltergeist


Una familia americana de clase media se traslada a vivir a una nueva casa en un aparentemente idílico barrio, pero dentro de la casa comienzan a suceder cosas extrañas, fenómenos paranormales para los que no hay explicación posible...

Se dice que Poltergeist es una película maldita; fama atribuida por las muertes, supuestamente extrañas, de algunos de sus protagonistas. Las actrices Heather O'Rourke y Dominique Dunne (hermanas en la película), se encuentran enterradas en el mismo cementerio: Westwood Memorial Park (Los Angeles). Dominique fue asesinada por su novio en 1982 y Heather, la pequeña Carol Anne, falleció por estenosis intestinal en 1988. Maldita o no, Poltergeist fue un éxito cuando se estrenó allá por el 82 y uno de los proyectos más personales de Steven Spielberg. Spielberg quería filmar una película sobre fenómenos extraños desde que a los diecinueve años viviera su primera experiencia paranormal. En concreto habían pasado tres días desde la muerte de su padre cuando los cristales de la casa se rompieron, se escucharon ruidos extraños en todas las habitaciones y la mecedora favorita de su padre empezó a moverse por sí misma.


Carrie


Carrie, una tímida adolescente que vive con su madre, una fanática religiosa, es el objeto de las burlas constantes de sus compañeros de instituto. Cuando la chica sufre un ataque de histeria al tener su primera menstruación en las duchas del gimnasio, una de las alumnas decide gastarle una macabra broma durante la fiesta de graduación. Lo que todos ignoran es que Carrie posee poderes telequinéticos...
Ya hay que tener mala leche y mal gusto para hacer una broma semejante aunque sea a la pardilla del instituto, sobre todo cuando la pardilla del instituto puede mover objetos con la mente y matarte con una mirada si la cabreas. Hace mucho tiempo que vi esta película, en un pase de madrugada seguramente, y no me acuerdo casi del argumento pero recuerdo que en general me gustó. La madre es un personaje bastante oscuro y sórdido y la relación entre ambas es opresiva y dañina, y da mucho miedo.






El último escalón

Tom Witzky es un trabajador corriente, un hombre que quiere a su familia y vive como una persona normal. De manera inocente, y dada su incredulidad a todo tipo de fenómenos paranormales, Tom accede a ser hipnotizado durante una fiesta en casa de unos vecinos. Más tarde, será asediado por voces y sueños turbadores. Empieza a ver cosas que no puede explicar, a oír voces que ya no puede ignorar, a vivir una vida que ya no es la suya y a tener visiones que parecen fragmentos de un rompecabezas, ecos de un crimen que pide ser resuelto.
Interesante película con un guión sobresaliente. Suspense bien llevado y buenas interpretaciones. Kevin Bacon lo hace muy bien aquí. Algunas escenas cortan la respiración.













Ghost Ship

Construido en 1954, el majestuoso trasatlántico Antonia Graza era el orgullo de la naviera italiana. El barco, una imagen de moderna y elegante sofisticación, era una auténtica obra de arte. Los servicios que proporcionaba a sus pasajeros aseguraban que disfrutasen de un lujo incomparable durante su estancia en el mar; cuando los huéspedes no estaban relajándose en sus espaciosos camarotes, podían hacer vida social en uno de los elegantes salones, disfrutar de los deportes y relajarse en las amplias cubiertas del trasatlántico, o darse un refrescante chapuzón en la majestuosa piscina. El centro del Antonia Graza era su lujoso y espléndido salón de baile, en el que las parejas bailaban durante toda la noche a los románticos compases de una orquesta en directo. Los chefs trabajaban día y noche en la cocina preparando magníficos platos de cocina italiana que se servían en el elegante comedor del barco, y los atentos miembros de la tripulación estaban siempre disponibles, dispuestos a proporcionar a sus huéspedes cualquier cosa que deseasen. Era realmente el viaje de una vida. Pero cuando el Antonia Graza zarpó para Norteamérica en la primavera de 1962, sus pasajeros no eran conscientes de la terrible desgracia que pronto les sucedería, sellando sus destinos y asegurando que este viaje fuera el último que hicieran…
Cómo olvidar aquella tarde-noche en el cine viendo en pantalla grande y a todo color la indescriptible escena del inicio con la mitad del pasaje cercenado y la otra mitad envenenado…Qué incómoda estaba yo en esa ocasión en la butaca, mirando a mí alrededor en busca de la salida más cercana, lastima que no la encontré. Lo malo de la película es que hay demasiados efectos visuales; el barco es impresionante, un escenario fabuloso, pero no hay más. Sólo un montón de actores destinados a desaparecer de la pantalla a los 20 minutos en medio de una gran explosión o de un charco de sangre demasiado roja para ser creíble. Aún así me gusta la idea principal: encontrar un buque desaparecido, de esos del triangulo de las bermudas, en mitad del océano podría haber dado mas juego si el director se hubiera preocupado un poco más por el guión. Aún así, la película no es tan mala.

28 de octubre de 2008

Verde y agua

Nada se mueve, ni una nube transita por ese cielo blanco y cargado que lleva regalándonos agua dos semanas seguidas. Empiezo a dudar de que ese paisaje brumoso y oscurecido por la lluvia sea la ciudad en la que vivo, mas parece una estampa de algún lugar del norte.

La huerta junto a mi casa se ha alfombrado en pocos días con un manto verde y los árboles frutales, contrastados notablemente por ese vivo verdor, conservan la totalidad de sus hojas y parecen islitas en medio de un mar esmeralda. Es un espectáculo digno de admirar. Los aguacateros cargados de fruta aferrados a la tierra húmeda, soportando la batida de la lluvia y el viento. También hay nísperos y limoneros, y otros árboles forrados de hojas oscuras y pulidas que ondean sus ramas como los mástiles de una goleta en medio de una tormenta. Y más allá, surgiendo de la bruma como una aparición fantasmal, la ciudad. Extraña y recortada caprichosamente contra la montaña de la que apenas se distingue una sombra, intuida tras la niebla blanca.

Hoy se ven los muros sombríos, destilando agua y soledad. No reconozco ese lugar en el que los sonidos, amortiguados por la lluvia, llegan distorsionados como provenientes de un sueño o de un tiempo muy lejano extinguido ya. Si me dijeran que ese lugar es otro lo creería sin dudar, tal vez el agua haya borrado la ciudad que conocía o tal vez es la lluvia la que me hace diferente a mi. Hoy me siento así como una isla contra la que rompen las olas; una isla en otra isla bregando hacía un destino incierto.

27 de octubre de 2008

El día de Halloween

Comienza la última semana del mes de Octubre con el cambio de hora trastocándolo todo. Los días se acortan y la oscuridad se hace dueña de mis horas preferidas del día. Cuesta acostumbrarse a ver oscurecer a las seis de la tarde; las veladas se alargan más de lo que es tolerable. Como oscurece antes mi familia se refugia en casa a unas horas prudentes. Tantas horas codo con codo en el sofá, peleando por el mando de la televisión o por la manta más calentita, son memorables y un reto para la paciencia. Aunque tengo que reconocer que estos meses de frío y ausencia de luz me gustan por eso precisamente; nos unen…en la desdicha.
Noviembre asoma la patita y Octubre se despide con una fiesta. Y como en España tenemos pocas adoptamos las de otros países. Halloween es una de las fiestas más internacionales y una de las más divertidas. Disfraces, comida basura, magia y muertos vivientes que regresan de la tumba para atormentarnos. Por una noche uno puede dejar a un lado la formalidad y ser un poquito travieso. Lo importante es divertirse, aunque sea a costa de ridiculizar nuestros miedos más arraigados.


Anglosajones e irlandeses se disputan el origen de esta tradición, aunque todo indica que sus orígenes son celtas.

“Los pueblos celtas de Irlanda, Gales, Escocia y norte de Francia, celebraban la festividad llamada Samhain. Samhain o La Samon era un festival que ocurría entre finales de octubre y principios de noviembre, un rito en que se celebraba el final de la temporada de las cosechas y el comienzo del invierno. Los druidas, auténticos sacerdotes o chamanes célticos, creían que en una determinada noche, la del 31 de octubre, las brujas gozaban de mayor vitalidad, a los propios druidas se les concedía el don de adivinar el futuro, los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos desaparecían completamente, e incluso, que los fantasmas de los muertos venían del otro mundo a llevarse consigo a los vivos. Por eso, en la noche de Samhain los druidas preparaban enormes fogatas y hacían conjuros, intentando ahuyentar a los malos espíritus, y la gente dejaba dulces o comida a la puerta de sus casas, en la superstición de que los difuntos, a quienes las leyendas les atribuían la autoría de las más crueles atrocidades, se irían contentos y les dejarían en paz. En aquellas gentes, para las que cualquier hecho de la naturaleza era poco menos que profético, la noche de Samhain abría el largo y crudo invierno por el que vagaban perdidos los fantasmas de los muertos del último año en busca de cuerpos que poseer para transitar al otro mundo, hasta la llegada de la primavera cuando los días son más largos y las tinieblas menguan.”

Luego pasó lo de siempre. Cuando el cristianismo llegó a los pueblos célticos la Iglesia Católica luchó a brazo partido para eliminar supersticiones paganas que pudieran entroncar con el satanismo o culto al diablo, sin embargo la tradición del Samhain consiguió mantenerse, aunque sufrió algunas transformaciones en la contienda. En el calendario gregoriano, el 1 de noviembre pasó a ser el día de Todos los Santos; el Samhain, la víspera de Todos los Santos, pasó a denominarse All-hallows Eve y, actualmente, por contracción de la expresión, Halloween. Y por su parte, el Día de Todos los Difuntos o Día de Todas las Almas pasó a ser el 2 de noviembre. Las tres celebraciones juntas, “Eve of All Saints”, “Day of All Saints”, and “Day of All Souls”, se denominan en la tradición irlandesa Hallowmas.

Algunos siglos después los irlandeses introdujeron en Nueva York la fiesta de Halloween y lo que sería su elemento más característico, la calabaza.



La leyenda de JACK-O-LANTERN PUMPKINS me recuerda bastante a un capitulo de “El cuentacuentos” de Jim Henson, titulado “El soldado y la muerte” y que recomiendo que veas si te sobran treinta minutos.(Pincha aquí)


Image Hosted by ImageShack.us La calabaza de Jack-O-Lantern


Hace muchos, muchos años, un tacaño y pendenciero irlandés, llamado Jack, tuvo la mala fortuna de encontrarse con el diablo en una taberna, en la Noche de Brujas. Jack, conocido borracho, había bebido mucho pero pudo engañar al diablo ofreciéndole su alma a cambio de un último trago. El diablo se transformó en una moneda para pagarle al camarero, pero Jack rápidamente lo tomó y lo puso en su monedero. Como Jack tenía una cruz en su monedero, el diablo no pudo volver a su forma original. Jack no dejaría ir al diablo hasta que le prometiera no pedirle su alma en 10 años. El diablo no tuvo más remedio que concederle a Jack su reclamación.


Diez años más tarde, Jack se reunió con el diablo en el campo. El diablo iba preparado para llevarse el alma de Jack, pero Jack pensó muy rápido y dijo: "Iré de buena gana, pero antes de hacerlo, ¿me traerías la manzana que está en ese árbol por favor?". El diablo pensó que no tenía nada qué perder, y de un salto llegó a la copa del árbol, pero antes que el diablo se diese cuenta, Jack ya había tallado rápidamente una cruz en el tronco del árbol. Entonces el diablo no pudo bajar. Jack le obligó al diablo a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. Al diablo no le quedó más remedio que aceptar.


Jack murió unos años más tarde, pero no pudo entrar al cielo, pues durante su vida había sido un golfo, borracho y un estafador. Pero cuando intentó entrar, por lo menos, en el espantoso infierno, el diablo tuvo que enviarlo de vuelta, pues no podía tomar su alma (lo había prometido). "¿Adónde iré ahora?", preguntó Jack, y el diablo le contestó: "Vuelve por donde viniste". El camino de regreso era oscuro y el terrible viento no le dejaba ver nada.. El diablo le lanzó a Jack un carbón encendido directamente del infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en un nabo que iba comiendo, para que no se apagara con el viento.


Jack estaba condenado a vagar en las tinieblas eternamente.....

23 de octubre de 2008

SALA
DE
LECTURA

La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón)

El palacio de la medianoche (Carlos Ruiz Zafón)



Un amanecer de 1945, un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la vieja ciudad: El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambia el rumbo de su vida y le arrastra a un laberinto de intrigas y secretos enterrados en el alma oscura de la ciudad. La Sombra del Viento es un misterio literario ambientado en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, desde los últimos esplendores del Modernismo hasta las tinieblas de la posguerra.



La sombra del viento es el libro más conocido de Zafón y su mayor éxito comercial hasta la fecha. Fue publicado en el año 2001 y en todo este tiempo lleva vendidos más de 10 millones de ejemplares traducidos a 36 idiomas diferentes. La sombra del viento es la primera entrega de un ciclo de cuatro novelas interconectadas y ambientadas en Barcelona, que va desde la era de la revolución industrial hasta los años posteriores a la guerra civil española. Los cuatro relatos, independientes y autosuficientes en sí mismos, compartirán algunos personajes y escenarios. La segunda de estas novelas, El juego del Ángel, ya ha sido publicada.
Es curioso lo que me pasa con este autor, cada libro nuevo suyo que leo me aleja más de él. Admito que La Sombra del Viento es, al menos para mi, su mejor novela. La historia es fascinante aunque el interés decaiga un poco al final, y los personajes no pueden estar mejor esbozados. El punto fuerte de Zafón son las descripciones, es mágico construyendo escenarios. Pero esta novela la leí después de Marina, y encontré muchas similitudes entre ambas. Son casi el mismo libro, al menos su estructura es idéntica. Aún así, disfrute mucho con su lectura, desentrañando el misterio de Carax y el Cementerio de los Libros Olvidados y adentrándome en esa Barcelona misteriosa que describe magistralmente.
No puedo olvidarme de mencionar al malo, uno de los malos del libro, que no es que sea perverso sino directamente un psicópata, y Zafón lo describe diríamos que caricaturescamente, exagerado del todo, pero por eso es el personaje que más claro veía en mi cabeza. Aquí hago un inciso para meter un dato friki; a mi este Fumero me recuerda a un personaje de una película de Peter Jackson, y no, no es el encantador Gollum. Me refiero a uno de los personajes de “Agárrame a esos fantasmas”, el perturbado agente del FBI interpretado por el actor Jeffrey Combs. Al menos los dos son igual de repulsivos.

En general, un libro excepcional. Lo recomiendo.

Calcuta, 1932: El corazón de las tinieblas. Un tren en llamas atraviesa la ciudad. Un espectro de fuego siembra el terror en las sombras de la noche. Pero eso no es más que el principio.
En la víspera de cumplir dieciséis años, Ben, Sheere y sus amigos deberán enfrentarse al más terrible y mortífero enigma de la historia de la ciudad de los palacios.
El palacio de la medianoche es uno de los primeros libros que escribió Zafón, y se nota. El mismo reconoce que, muchos años después y cuando ya había alcanzado reconocimiento internacional gracias a “La sombra del Viento”, estuvo tentado de rehacer y corregir esta obra temprana, aunque optó por dejarla tal cual la escribió, con los recursos y el oficio de aquel momento. Se le agradece la honestidad. Tal vez uno de los fallos más destacados que le veo a la novela sea un exceso de misterio y ese tono artificialmente pomposo del que suele abusar Zafón. Sus personajes son filósofos, siempre correctos, y rebuscados en su forma de expresarse. Les falta naturalidad. Zafón se empeña en encorsetarlos en diálogos de una retórica irritante, casi impropia. Como dije más arriba en el cometario de "La sombra del viento", sus personajes terminan siendo una caricatura de si mismos; los malos son malos sin variaciones, aunque en esta novela el malo no se ajusta del todo a esta característica; los buenos son buenos, sin sorpresas.
Un halo de misterio excesivamente fantasmagórico envuelve cada línea y cada párrafo de la novela. Las calles caliginosas de Calcuta, una estación quemada, y un viejo caserón oculto en la ciudad negra son los escenarios en que se desenvuelve esta trama y en los que te ves inmersa casi sin darte cuenta.

Se deja leer.

"Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro." Carlos Ruiz Zafón


Próxima publicación.


La editorial Roca tiene previsto publicar mañana día 24 de octubre el tercer libro de la saga “El Legado” de Christopher Paolini, que llevará por título Brisingr. Paolini reveló que la trilogía “El Legado” pasará a ser una saga. Paolini confirmó que publicará un cuarto libro para terminar con la serie, ya que consideró que las cosas que quedaban por contar aún convertirían al tercer libro en una lectura demasiado pesada.


Ilustración: Violeta Lópiz.

18 de octubre de 2008

Vulnerable

Carmen cruzó la plaza de la barriada enfrascada en sus cuentas. Llevaba en una mano la correa de su Border Collie blanco y negro y en la otra la bolsa casi vacía del supermercado en donde acababa de comprar y en el que, por tercera vez en aquel mes, había tenido que pedir fiado.
Carmen estaba tan absorbida por los problemas y las deudas que no se percató de la improvisada reunión que se había congregado en la plaza, y que parecía atraer a todos los curiosos, a pesar de que el murmullo del corro crecía y zumbaba igual que un panel de abejas dispuestas a atacar.
Sólo cuando el collie, al que llamaba Toby, comenzó a ladrar contra la gente Carmen reparó en ello.
— ¡Esto es una vergüenza!…—escuchó que alguien gritaba, y el corazón le dio un vuelco.
Temerosa, se acercó lentamente al grupo tratando de calmar a Toby que se resistía a seguirla, y continuó escuchando con el corazón encogido.
— ¿Qué ha pasado? —preguntó al fin, incapaz de controlar los latidos de su corazón.
— ¿No se ha enterado, Nena?… Ayer agredieron a otro chaval a la salida del metro, y ya van cuatro en las últimas dos semanas.
Carmen palideció y a punto estuvo de soltar la correa de Toby.
— ¿Cómo…?
—Lo de siempre. Ni al alcalde ni a la policía le importa este barrio dejado de la mano de dios, Nena; y mientras esto siga como sigue los que incordian se harán más fuertes y nosotros más débiles —Carmen dejó escapar un suspiro amargo y bajó la vista, manoseando nerviosa la correa del perro.
—No…sé, las cosas no son blancas o negras. ¿Seguro que el chaval este no iba buscando camorra?
— Aquí hace tiempo que no se ven otros colores, Nena —señaló picado, mirando a Carmen con los ojos entornados— Ese chaval volvía de estudiar y le salieron dos al paso. Como la última vez, ¿se acuerda?
—Claro —contestó la mujer, con la frente perlada de sudor frío. Y sus ojos se oscurecieron de pronto.
— ¡Hay mucha basura en el barrio! Cualquier día ocurre una tragedia y entonces ya me gustaría ver al alcalde.
Carmen fijó la vista en el corro de caras anónimas —aun siendo vecinos— que gritaba clamando justicia, sin poder reprimir un extraño pero apremiante sentimiento de odio. ¿Dónde estaban todos esos cuando agredieron a su hija? ¿Por qué ninguno de ellos salió entonces a exigir justicia? Pero que agredieran a una chica era algo común en el barrio.
Carmen se atormentaba, porque no podía dejar de pensar en la violación de su hija Carlota. No había podido hacer nada por ayudarla. No había podido hacer que los culpables pagaran.
Se sentía vulnerable, y casi más desanimada que cuando su hija le confeso entre lágrimas que nunca volvería a salir tranquila a la calle. Todo seguía igual que entonces, o quizás peor. Porque en aquel lugar la única ley que imperaba era la del más fuerte. Y los más fuertes eran aquellos que, amparados en la pasividad de los que debían administrar justicia, pisoteaban a los que a su juicio eran más débiles.
Casi llegaba al portal cuando se topó de frente e inesperadamente con Carlota. Como iba siendo habitual en los últimos tiempos la acompañaban aquellas dos chicas malencaradas que a Carmen no le terminaban de caer bien. Sin poder disimular su malestar bajó la cabeza fingiendo buscar en el monedero las llaves. Carlota la saludó efusiva y besó la mejilla de su madre al mismo tiempo que acariciaba las orejas de Toby.
— ¿Dónde has estado? —le susurró Carmen molesta.
Carlota miró a su madre fijamente en silencio, con indolencia. Carmen suspiró visiblemente malhumorada. Su mirada severa intimidó a las dos muchachas que acompañaban a Carlota, y ambas terminaron alejándose unos metros.
— ¡Son mis amigas! —le increpó la joven, harta de la actitud de su madre.
— Me da igual, Carlota. No me gustan.
— ¿Qué?... ¡Son las únicas amigas que tengo, las únicas personas en el mundo en las que puedo confiar!
— Y también son una mala influencia. Estás muy cambiada desde que…
—Ellas me protegen.
Carmen se le quedó mirando
— Eso también me preocupa…más de lo que crees. ¿Sabes lo que ha pasado, verdad?
Carlota desvió la vista. Carmen continuó.
— ¿Tenéis algo qué ver?
La chica miró atónita a su madre, pues aquella acusación le había pillado desprevenida. Una vez más la chica optó por callar.
— No creas que no me entero de lo pasa. Tú eres lo único que tengo en este mundo, y lo más preciado. Desde la violación— no sabía cómo continuar— sé que te sentías molesta conmigo por no actuar cómo tú pensabas qué debía actuar…
—Por favor, corta. No quiero seguir hablando de esto.
—Pero yo sí —y la miró inflexible, sin darle opción a replicar—; te sentiste decepcionada pero yo, sola como estaba, no pude hacer más de lo que hice.
— Lo sé, nunca te lo he reprochado— dijo Carlota, aunque sus ojos y su frialdad la delataron. — De todas formas, mamá, ya no tienes que preocuparte por mi. Sé que no lo entiendes pero…ellas, bueno…cuidamos de nosotras. Ninguna chica en este barrio va a tener que preocuparse nunca más.
—Eso no está bien, Carlota. No lo está.
— ¿Y es mejor que pasemos miedo? Todos esos capullos pueden hacer lo que les plazca sin importarles una mierda las consecuencias. No voy a consentir que ninguna agresión se quede sin respuesta. Si los que tienen que hacerlo no lo hacen, ya lo haremos nosotros.
— ¿Y ese chico qué mal te hizo? ¿Qué mal os hizo? — chilló Carmen, desesperada y al borde de las lágrimas. Toby aulló lastimeramente.
— ¡No lo entiendes!...no lo entiendes— rechinó los dientes con amargura —. Parece que somos malas por hacer lo que debemos, tú haces que parezca despiadada por ayudar a otras chicas como yo.
— ¿Ayudar? ¿Haciendo lo mismo que te hicieron?
Toby se agitó entonces, y comenzó a ladrar contra Carlota, que de manotazo lo hizo callar. El perro gimió asustado y de un brusco movimiento se zafó de las manos de Carmen alejándose a toda velocidad. Ambas se quedaron mirando la una a la otra, asustadas. De los ojos de Carlota resbalaron dos lagrimones un segundo antes de salir corriendo tras Toby.
Las luces de las farolas empezaban a encenderse cuando Carmen encontró a Carlota en el desvencijado parque infantil de la plaza. El Border Collie estaba sentado a su lado, observando como la chica se columpiaba sin fuerza y con la mirada perdida. Cuando la vio acercarse Toby meneó el rabo y Carlota, escondiendo la cara en las sombras, reprimió un sollozo.
Carmen no sabía cómo enfrentar la situación.
—Perro guapo—musitó acariciando el lomo del animal.
De pronto un lloriqueo escapó a cielo abierto. Carmen se sintió paralizada.
—No quería hacerle daño.
Por un instante Carmen se preguntó a quién se estaba refiriendo.
—Con Carlos se pasaron; era un fanfarrón y siempre nos estaba chuleando pero se les fue la mano. Yo…—la buscó con la mirada—, me creas o no es la verdad, yo ya no quería seguir haciéndolo. A ese chico del metro no lo conocía de nada, no nos había hecho nada. —La cara de Carlota estaba arrasada en llanto.
Carmen la abrazó espontáneamente, acunándola, reconfortándola a pesar de los sentimientos encontrados que habitaban en su interior.
— ¿Cómo he podido estar tan equivocada?... —se lamentó la muchacha—. Me sentía tan mal, tan frustrada por lo que pasó. Sentía que a nadie le importaba. Esto pasa diariamente, y yo fui una más. Tenía rabia. —sus ojos se cerraron lentamente—No quería vivir con miedo, no quería ser una más. No íbamos a permitirles que nos humillaran otra vez.
—Pero, ¿por qué lo hiciste? ¿No pensaste qué de esa forma te estabas poniendo en peligro? Carlota se separó para mirarla a los ojos.
—Siempre somos nosotras las vulnerables; no quería serlo nunca más, no quería comportarme como tal nunca más…

15 de octubre de 2008

Lo imprevisible

Esta madrugada, a eso de las tres y media, me desperté algo inquieta; había estado dando vueltas en la cama en ese estado del sueño ligero. El motivo de mi inquietud, un lacerante dolor de muelas. Los que me conocen dicen de mí que soy una quejica y una exagerada, y no les voy a quitar la razón. Si algo me molesta es ponerme enferma, que me duela la cabeza o coger una gripe. Me pongo muy impertinente, y reconozco que en esos momentos no me aguanto ni yo. Pero es que cuando uno se siente mal es muy difícil pensar en otra cosa. A veces, la mente es una cárcel.

En una noche así la mente te tortura. Empiezas a recordar palabras que te han herido, o situaciones que desearías no haber vivido, y no puedes alejarlos de tu mente aunque sabes que no te estás haciendo bien al revivirlas y tenerlas presente.
Y es que la noche parece propicia para ello. Será esa angustiosa quietud de la madrugada o la impenetrable oscuridad, pero la noche es el refugio del pesimismo…

No sé cuanto tiempo pasó, sólo sé que inesperadamente y cuando por fin estaba consiguiendo coger el sueño y olvidar el dolor de muelas, el teléfono sonó. Me incorporé como un resorte y miré el despertador de la mesilla; eran las cuatro y pocos minutos y tenía la desagradable sensación de no haber pegado ojo. Reconozco que me asusté; a esas horas quién podía llamar y para qué.

Resultó ser la policía, para darnos una mala noticia. Le habían robado el furgón a mi padre para robar maquinas tragaperras en una estación de servicio y, para colmo, antes de abandonarlo en una calle cortada por obras, le habían prendido fuego.
La impresión fue gorda, como puedes imaginar. Mi padre es autónomo, el furgón es su medio de vida.

La vida es imprevisible y es lo único que podemos asegurar sin equivocarnos. El mañana es una incógnita y todo puede cambiar en un instante; incluso aquello que crees más seguro puede desaparecer sin dejar rastro.

Yo tenía dolor de muelas pero unos minutos después ni siquiera me acordaba. Yo quería dormir, pero el sueño es lo menos que me preocupó esta madrugada. Creemos ser dueños de algo, pero no somos dueños de nada. Hasta nuestras más firmes convicciones pueden cambiar en un instante. Y la certeza más profunda puede esfumarse al salir el sol convertida en cenizas.

14 de octubre de 2008

La princesa y el enano

Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande. El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos..... Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento.

Bravo, Bravo, decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano, contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. "Sigue saltando, por favor" dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos.....


Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. "Ella no es feliz aquí" pensaba el enano. "Yo la cuidaré y la haré reír siempre". El enano recorrió el palacio, buscando la habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo. En ese momento entró la princesa con su séquito.


"Ah estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor". Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. "Ya no bailará más para vos, princesa" le dijo. "¿Por qué?" preguntó la princesa. "Porque se le ha roto el corazón". Y la princesa contestó: "De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazón".


Basado en un cuento de Oscar Wilde.

12 de octubre de 2008

Publicidad Radioactiva

Hace unos meses Cuatro emitió un programa especial sobre el desastre nuclear de Chernóbil en el que se habló, entre otras cosas, sobre el descubrimiento de la radioactividad y su impacto en la sociedad de aquella época que desconocía los efectos que la exposición a la radiación tenía sobre la salud.

Gracias al blog “Fogonazos” (por cierto, muy interesante) he encontrado unas postales de la época en la que se anuncian productos radioactivos y que conocí gracias al documental de Iker Jiménez “La noche del fin del mundo”. Son éstos:




La marca de cosméticos Tho-Radia prometía iluminar la cara de las damas gracias a un extenso abanico de productos: cremas, lápices, coloretes, dentífricos y hasta jabones radioactivos.





La comercialización de jarras para radiar el agua fue una de las prácticas más comunes durante los años 20 y 30. Entre todos los sistemas, el Revigator fue el que alcanzó mayor popularidad: “Rellena la jarra de agua cada noche” - decían los anunciantes - “Bebe tranquilamente cada vez que tengas sed hasta completar una media de seis vasos al día”. “Los millones de rayos penetran en el agua para formar ese saludable elemento que es la RADIO-ACTIVIDAD. Al día siguiente, toda la familia dispone de seis litros de auténtica y saludable agua radioactiva”.


La pasta de dientes Doramad fue producida durante la Segunda Guerra Mundial por la casa Auergesellschaft de Berlín. Como reclamo publicitario, sus fabricantes aseguraban a los usuarios una sonrisa “radiante”. En el dorso del tubo dentífrico se podía leer lo siguiente: “la radioactividad incrementa las defensas de los dientes y las encías”.


El famoso Radithor, comercializado entre 1918 y 1928, contenía una pequeña cantidad de agua destilada a la que se añadía una porción de radio. Se anunciaba como una “fuente de luz permanente” capaz de curar el cáncer, las enfermedades mentales y hasta la impotencia.
El conocido empresario Eben Byers se convirtió en el más firme defensor de Radithor y se tomó tres botellas al día durante dos años. En 1930, tuvo que dejarlo tras comprobar que su mandíbula se caía literalmente a trozos por el efecto del radio sobre los huesos. Su muerte, en 1932, fue el primer aviso de que lo que estaban consumiendo miles de ciudadanos era una bomba de relojería.

El aparato que veis en la imagen es un “Radiendocrinator”, fabricado por los supuestos Laboratorios Endrocrinos Americanos, y recomendado para mejorar la salud de los varones. Según sus creadores, el artilugio debía colocarse sobre las glándulas endocrinas para producir sus beneficios. Recomendaban llevarlo en el bolsillo o colocarlo bajo el escroto durante la noche.



Los supositorios Vita Radium , producidos por una compañía de Denver, garantizaban a los hombres “desanimados y débiles” una rápida recuperación gracias a los efectos del radio sobre las glándulas. “Pruébalos y verás los resultados”, decía la publicidad. Eso sí, todos los pedidos eran enviados con un discreto envoltorio para garantizar la confidencialidad.




La lista de productos “radiactivos” es muy larga y variopinta; chocolate, cigarrillos, sales de baño, hojillas de afeitar, preservativos, revitalizante para animales, tabletas para el dolor de cabeza, cerveza… Eran algunos de lo productos que en aquellos años, tras el descubrimiento del Radio a manos del matrimonio Curie, hicieron uso comercial de dicha palabra. En 1900 el Radio era más valioso que el oro y el platino. Como tal, el término "Radio" fue incorporado en las marcas de cualquier producto incluso cuando estos productos en realidad no contuvieron la sustancia.


4 de octubre de 2008

SALA
DE
LECTURA



Las cenizas de Ángela (Frank McCourt)


Luna Nueva (Stephenie Meyer)



En esta sala de lectura comentaré mis últimas lecturas, intentaré colocar un libro que invito a leer y otro que, directamente, aconsejo tirar a la basura.



“Cuando recuerdo mi infancia, me pregunto cómo pude sobrevivir siquiera. Fue, naturalmente, una infancia desgraciada, se entiende; las infancias felices no merecen que les prestemos atención. La infancia desgraciada irlandesa es peor que cualquier otra infancia desgraciada, pero la infancia desgraciada irlandesa católica es la peor de todas…”
Las cenizas de Ángela es la biografía de Frank McCourt. El libro se centra en su infancia y adolescencia en Irlanda, y más concretamente en el pueblo de Limerick a orillas del lóbrego río Shannon. En los años treinta, la vida en Irlanda no era fácil. La pobreza, el alcoholismo, el abandono, la miseria más absoluta quedan crudamente reflejados en el libro. Escrito en presente, la prosa se enriquece a medida que el pequeño Frankie crece y su visión del mundo se completa. Un libro que me conmovió y un libro que, por supuesto, no puedo dejar de recomendar.



Stephenie Meyer firma este panfleto sentimentaloide para adolescentes. A Stephenie la comparan con JK Rowling y si nos atenemos al número de seguidores y ejemplares vendidos la comparación no es tan exagerada. Aunque a mi, tengo que reconocerlo, me resulta un tanto incomprensible su éxito.
Luna Nueva forma parte de una saga compuesta por cuatro libros, tres de ellos ya publicados en España, que tienen como protagonista a Bella y Edward. Él es un vampiro y ella aspira a serlo. El primer libro de la saga, Crepúsculo, lo compré por sus excelentes críticas. Las historias de vampiros siempre me han gustado, pero ésta fue una decepción total. El segundo, Luna Nueva, me lo prestaron porque con toda sinceridad estaba escaldada. Y aunque no tenía ninguna expectativa reconozco que su lectura me irritó. Este segundo libro no aporta nada a la trama; Bella me cae decididamente mal y la obsesión malsana y deprimente que siente por su amado Edward me pone de los nervios. En fin, que lo siento por sus muchas seguidoras, pero lo único de utilidad que se puede hacer con este best seller es calzar una mesa.

2 de octubre de 2008

El ejercicio físico perjudica gravemente la salud

En prevenirnos de este peligro es en lo que deberían invertir los de Sanidad. Gracias a sus estupendas y poco efectivas campañas nos ha quedado claro que el tabaco mata pero nadie dice nada del ejercicio físico… y mira que es perjudicial.

Después de un mes sin hacer nada de ejercicio me entró remordimiento. Esa vocecita interior, delirantemente insistente, no cesaba: “Raquel, no me seas vaga, vas a tener tomar una determinación: elige entre lo que es fácil y lo que es correcto”.

Lo fácil hubiera sido seguir en el sofá, a salvo de lesiones. Lo correcto hubiera sido seguir en el sofá, y olvidarme del tema. Pero esa vocecita puñetera y estridente insistía. “Raquel, tú sabes lo que es correcto” ¿Lo sabía?

Este verano había hecho mucho ejercicio, había conseguido buenos resultados y no quería echar a perder todo el trabajo. La voz de la consciencia era persuasiva. El deber nunca es fácil.

Desde el lunes hasta hoy he pedaleado una hora diaria a buen ritmo. He retomado el entrenamiento del Kinetic y he realizado ejercicios específicos para piernas, abdomen y tronco superior. Y el resultado… ahora no puedo mover ni un músculo sin sentir dolor. Me duele todo lo que te puede doler, y hasta lo que no.

Diez canciones con las que lesionarse ...intentando bailarlas

1 Michael Jackson- Billie Jean

Billie Jean ha sido uno de los éxitos más grandes de Michael Jackson de su disco Thriller. Obtuvo el número uno durante nueve semanas en EE.UU. Además ha sido elegida la canción más bailable de todos los tiempos. Por eso, y porque alguna vez nos hemos descalabrado las caderas intentando bailarla al estilo “michael jackson”, pasito lunar incluido, esta canción se coloca meritoriamente en la primera posición.
2 Rocky - Gonna fly now ; Eye of tiger

Gonna fly now (Bill Conti) se convirtió en un tema imprescindible en los gimnasios allá a finales de los setenta. Y es que motivar, motiva lo suyo. Survivor, una banda estadounidense que alcanzó su mayor éxito en los 80s con "Eye of the Tiger", otra de las canciones más reconocibles de Rocky, tiene también un lugar destacado en este ranking de canciones para lesionarse.
3 Irene Cara – Fame

Esta es la canción perfecta para romperse una pierna intentando hacer una pirueta, o desencajarse la rodilla realizando un “grand plié”.

4 Donna Summer – Hot Stuff

Porque es la que más nos ha hecho bailar y porque sus discos tendrían que traer de regalo un spray reflex para los dolores musculares, Hot Stuff ocupa el cuarto puesto.
5 James Brown - Get up

Fue llamado “ El padrino del soul" gracias a su voz áspera y sus ritmos revolucionarios. James Brown fue precursor de nuevos géneros como el rap, el funk y la música disco.
6 Madonna - Jump

Esta cincuentona está empeñada en dislocarnos los hombros. Más de veinte años de éxitos y canciones bailables como Jump la colocan por derecho propio en esta lista.
7 Kenny Loggins – Footloose

Imposible no torcerse un tobillo bailando Footloose. “Footloose” tema principal de la película del mismo nombre se mantuvo en el número 1 cuatro semanas en el Billboard Hot 100, en 1984.
8 Irene Cara- What a feeling

En 1983 Irene Cara fue una de las compositoras e intérprete de la canción "What a Feeling", BSO de "Flashdance". Este tema ayudó notablemente a convertir el film en un éxito, y se convirtió en todo un hit que se mantuvo 6 semanas en el número uno de las listas de ventas norteamericanas.

9 Michael Sembello - She is a maniac

Este tema, perteneciente a la BSO de “Flashdance”, es una de las canciones más bailadas del año 1983.

10 BeeGees – Disco inferno.

No hay fiesta que se precie sin BeeGees, y sin Disco Inferno.