6 de febrero de 2018

Promesa


Sus dedos eran una barrera insondable sobre los ojos. Destellos de luz residual nadaban ondulantes en la penumbra pulposa.
Cierra los ojos, le dijo. Piensa en mí, le dijo. Ahí estaré…
Y ella cerró los ojos apretando muy fuerte los parpados, y cuando las ondulantes chispas cesaron descubrió  en la liquida oscuridad un vacío infinito…

4 comentarios:

  1. Cierra los ojos, aprieta fuerte los párpados, ¿ya lo ves?, ¡son fuegos artificiales!
    Besitos Raque
    :D

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  2. Después de un estallido siempe hay un vacío ¡qué bonito lo expresas!
    Muchos besos, Raquel.

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  3. Besos Ana ;)

    Gracias Montse :)
    Muchos besos!!

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  4. Anónimo2:12 a. m.

    Es un bellísimo escrito. ¡Bravo, Raque!
    Me ha encantado. Sigue escribiendo así, y publicándolo también. ;)
    Besos y abrazos.

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