27 de agosto de 2013

Siete años y seiscientas entradas



Siempre se dice eso de parece que fue ayer, pero es que es así. Parece que fue ayer cuando comencé a construir este blog y ya han pasado siete años. Fue un día 13 de febrero de 2006. Debía ser un experimento. Lo cierto es que no tenía intención de tener un blog, y mucho menos de dedicarle todo el tiempo que le he dedicado desde entonces, pero...
Al principio olvidé que lo tenía, pero cuando lo redescubrí, al encontrar la dirección y contraseña en uno de los papeles que guardo en mi abarrotada gaveta de libretas, me gustó la idea, y la verdad es que me sirvió de terapia. Para mí era más que un entretenimiento; sentía que daba vía libre a mi creatividad, y al mismo tiempo descubría cosas muy interesantes, y por supuesto me daba la oportunidad de conocer a otros blogueros que se interesaban por lo que publicaba.
Han sido siete años, pero ha habido largos periodos de inactividad; algunos necesarios, y otros por necesidad. Pero siempre he terminado volviendo al desván. Incluso en los momentos en que he sentido ganas de tirar la toalla.
Desde el 2012 han pasado cosas en mi vida y eso me ha hecho estar más distante del blog y también, aunque ojalá no hubiera sido así, de otros blogs amigos.
Desde entonces, otras circunstancias, como quedarme sin Internet, y durante un tiempo también sin ordenador, me han puesto difícil dedicarle todo el tiempo que normalmente le dedicaba a este espacio. De hecho casi no podía dedicarle tiempo.
Aún así, el cariño que siento por este blog me ha hecho seguir aunque hubiera sido más fácil cerrarlo. Sé que algún día llegará ese momento. Todo tiene un comienzo y un final. Pero esta no es una despedida, ni mucho menos, porque esta es la entrada número 600, y como ya es tradición quiero celebrarla contigo.
600 entradas y siete años.
Gracias por haber estado, por haberte interesado, por no dejar de volver aunque el camino no siempre esté visible en este desván secreto.

Sin ti no hubiera sido lo mismo. 

20 de agosto de 2013

Andy Burrows


Andy William Burrows nació el 30 de Junio de 1979, en Winchester, Inglaterra.  Comenzó su carrera como percusionista en la Banda de Jóvenes del Condado de Hampshire. Fue el bateria de Razorlight desde 2004 hasta 2009. A partir de 2009 pasó a ser batería de  We Are Scientists.
Con Razorlight  lanzó tres albumes: «Up All Night», «Razorlight» y «Slipway Fires». Burrows se convirtió en una pieza clave para el sonido y las canciones de la banda. Co-escribió hits como «America» y «Before I Fall to Pieces», y en el último disco canciones como «Hostage of Love», «Burberry Blue Eyes», «60 Thompson» y «Stinger» con Johnny Borrell.
Lanzó su primer disco en solitario con el seudonimo I Am Arrows, el disco se llamó «Sun Comes Up Again».
“Company” es su nuevo trabajo. Algunas de las canciones que están sonando fuerte son “Company”, “Keep On Movin On” , “Maybe You” y la orquestal “If I Had A Heart”.




 

15 de agosto de 2013


El parque estatal del Valle de Goblin, Goblin Valley State Park, ubicado cerca de la ciudad de Hanksville, aproximadamente a 216 km al sureste de Salt Lake City, Utah, se caracteriza por las caprichosas formas  de sus extraordinarias formaciones geológicas.



Centenares de pináculos en forma de setas han sido tallados por la erosión del viento y la lluvia, ofreciendo  uno de los paisajes más  sorprendentes que pueden observarse en los Estados Unidos.

El Goblin Valley es uno de los parques estatales más populares de Utah,  el paisaje increíble de sus formaciones rocosas y la posibilidad de practicar senderismo y acampar lo convierten en un destino muy apreciado para los excursionistas, ya que es posible recorrerlo a través de tres senderos señalizados.
En Goblin Valley podremos descubrir un espectacular paisaje de arenisca rojiza que ha sido erosionada formando interesantes figuras semejantes a champiñones o hongos gigantes, “hoodoos”, popularmente conocidas como chimeneas de hadas.
La flora y fauna  del lugar es muy limitada, y la que existe ha debido adaptarse a un medio tan seco para poder sobrevivir. Cactus y cardos son algunas de las plantas que crecen en Goblin Valley. La mayoría de los animales de la zona son nocturnos, como los escorpiones, liebres, ratas canguro, lagartos y coyotes. Las temperaturas promedio oscilan en verano entre 32°C y 41°C; y en invierno presentan una mínima de -12°C por la noche.
El Goblin Valley destaca también por sus muestras de arte rupestre, petroglifos y pictografías, señales de ancestrales residentes nativos.

12 de agosto de 2013



En el año 1519 Copérnico vivía en la ciudad de Allenstein, hoy llamada Olsztyn. En esa fecha la ciudad  se encontraba sitiada por la guerra Polaco – Teutónica (1519-21) pero además había una plaga  de la que se desconocía la causa.  
Copérnico, que se encontraba a cargo de las defensas de Allenstein y Varmia, sospechaba que el origen podía encontrarte en el pan que comía la población.  Lo que no sabía era si el pan estaba siendo contaminado por el enemigo e introducido en la ciudad,  o simplemente el pan se contaminaba debido a la suciedad reinante.
Para solucionar el problema, decidieron untar el pan con algo de color claro, de tal forma que se viera de forma clara si el pan se ensuciaba o si había sido lanzado por el enemigo. Así terminaron con la plaga, y de paso, crearon el pan con mantequilla untada.

9 de agosto de 2013

Los monstruos SÍ existen

Pez tigre Goliat

Vive en África y sus treinta y dos dientes, afilados como navajas, junto a su corpulencia y su descomunal tamaño, le convierten en uno de los peces más peligrosos del mundo. Su dieta se basa en crías de cocodrilo o cocodrilos de pequeño tamaño a los que ataca por sorpresa.
Sólo su nombre intimida; al pez Tigre Goliat le gustan las aguas turbulentas, porque en ellas los peces menos dotados se convierten en presa fácil. Además de poseer una vista excelente, es capaz de detectar vibraciones de baja frecuencia. Nada se le escapa. Se les conoce como “la piraña de África”, aunque es todavía más voraz que sus primas de Sudamérica.






Anglerfish

Algunos lo llaman Anglerfish pero su nombre científico es Melanocetus johnsonii. Se llame como se llame no cabe duda de lo feo que es. Todo un monstruo de las profundidades abisales del trópico. Vive a 4000 metros de profundidad pero es capaz de subir a los 1000. De ahí que sea tan raro de ver. De su nariz surge una especie de linterna que usa como señuelo para atrapar a sus presas. Su boca, llena de dientes de aspecto amenazante, le hace muy poco fotogénico. 






Tortuga Matamata

Se la puede ver en América del sur, sobre todo en los ríos Amazonas y Orinoco. Tiene protuberancias por todas partes, una cabeza triangular y achatada, un hocico alargado, y es una predadora muy paciente. Puede pasar horas bajo el agua sin moverse si está acechando una posible captura. Es bastante fea, pero los bultos  que salen de su cuerpo tienen una función, le ayudan a camuflarse haciéndola casi invisible. Ya lo dice su nombre, ojo si os topáis con una tortuga Matamata; tienen muy mal genio.






Aye Aye

Aunque no lo parezca estos extraños seres de ojos demoniacos y orejas puntiagudas están emparentados con los primates, y también con nosotros, los humanos. Son endémicos de Madagascar, y pasan la mayor parte de su vida colgados de los árboles en la selva tropical. Son nocturnos. Comen únicamente larvas e insectos. Pero a pesar de su inofensiva dieta están gravemente amenazados. Muchos indígenas creen que el aye aye trae malos augurios, así que los matan nada más verlos. Su estrafalaria apariencia hace que se le considere el principal responsable del origen de la palabra "lémur", que en latín quiere decir "espíritu nocturno".




Topo nariz estrellada

Si hay un animal raro, pero raro raro, seguramente éste se lleve la palma. Es difícil de mirar y además esa extraña nariz inquieta bastante. Puede decirse que es un espécimen único. Se le puede localizar en la costa nordeste de EEUU. Alcanzan un tamaño de 15 a 20 cm y pesan alrededor de 55 g. su sello distintivo son sus 22 tentáculos muy sensibles que tienen al final del hocico, y que están directamente unidos a su sistema nervioso. Comen insectos, gusanos y crustáceos, y poseen el record de velocidad; son capaces de engullirlos en 120 milisegundos una vez detectados. Además son unos animales muy glotones; comen lo equivalente a su peso cada día. Su privilegiada nariz les permite incluso oler bajo el agua.




Regaleco

Los pescadores escandinavos creían que este animal fabuloso era una serpiente de mar, al que  llamaban “rey de los arenques”, y al que se le suponía poderes mágicos. Estos supersticiosos marineros creían que para vengarse de los hombres que le molestaban alejaba a los bancos de arenques de su ruta normal, espantándolos, privando así de todo recurso a las pesquerías noruegas y danesas.
Hoy en día esta “serpiente legendaria” se conoce bajo el nombre de regaleco. Su cuerpo, comprimido en forma de cinta, puede alcanzar una longitud de seis a siete metros. Sus primeros radios dorsales, como filamentos, le han valido, entre los anglosajones, el nombre de “oarfish” (pez remo). Vive en las aguas profundas de casi todo el mundo, ondulando como una gran serpiente azul bordeada de rojo.



Fangtooth

Este “amistoso” pececillo vive en los mares de todo el mundo  a profundidades abisales. Se le conoce con el nombre de anoplogaster. Fangtooth, su nombre inglés, hace referencia a sus enormes colmillos, tan grandes que necesitan una cavidad dentro de su boca para alojarlos. La forma de sus fauces, vueltas hacía dentro, impiden que las presas escapen.




4 de agosto de 2013

William Eggleston, fotógrafo


Hasta que apareció él la fotografía de prestigio sólo se concebía en blanco y negro, pero William Eggleston logró que la fotografía a color se valorara al mismo nivel. Hasta conseguirlo tuvo que recorrer un largo y difícil camino. En los años setenta exhibió en el MoMa de Nueva York, pero su exposición, compuesta por setenta y cinco fotografías, fue muy criticada.
Fue en los años setenta, entre 1973 y 1974, cuando descubrió el proceso conocido como "Dye-transfer". En este proceso se realizan tres tomas de un original de color con una película de blanco y negro, utilizando para cada toma un filtro distinto (rojo, verde, azul). Eggleston quedó fascinado por la saturación de colores pues el empleo de pigmentos puros permitía obtener un colorido más intenso que con los procesos fotográficos tradicionales, por lo que no tardó en aplicar esta técnica a sus propias fotografías. Una de sus obras más conocidas realizadas con esta técnica se titula The Red Ceiling, también es conocida como Greenwood, Mississippi, 1973 que Eggleston considera como una de sus mejores obras.
Con su técnica fotográfica de saturación de colores y composiciones estrambóticas William Eggleston revolucionó lo que se conocía hasta el momento, y hoy en día su obra, de corte documental con una visión muy diferente a la de su época, se ha revalorizado muchísimo.
Actualmente se lo reconoce como uno de los mejores fotógrafos del mundo.

"Sólo saco una fotografía de una cosa. Nunca dos. Si sacara más de una, después sería muy complicado decidir cuál es la mejor. Sería ridículo. Hago una y es la que es." - William Eggleston