Situado a unos 70 kilómetros de la ciudad de Roma nos encontramos con una localidad famosa por albergar uno de los lugares más impresionantes de esculturas en el mundo.
Estamos hablando del pueblo de Bomarzo y más específicamente del Parco dei Mostri o Parque de los Monstruos, creado en el año 1550 por orden del noble jorobado Pier Francesco Orsini para desahogar su corazón en los momentos de tristeza por la pérdida de su esposa.
El creador de todo este espacio fue Pirro Ligorio, quien también se dedicó a trabajar en la Iglesia de San Pedro después de la muerte de Miguel Ángel, formando entre ambos un parque sorprendente.
La idea principal que impulsó las imágenes que podemos observar en la zona pertenecen a la mitología y lo pagano y si bien no se sabe las ideas del conde cuando lo creó dejó algunas pistas como la que dice en la parte de la entrada “Tú que entras aquí, concentra tu mente y dime luego si tantas maravillas han sido hechas con engaño o con arte”.
Bomarzo, según indican los cuidadores del parque, es un juego de palabras que se basa en la latina Polymartium -una de las teorías es que el nombre hace referencia a la ciudad del dios de la guerra Marte-.
En el jardín no escasean las representaciones de los dioses romanos, todos con poses y accionares realmente escalofriantes, como la del héroe Hércules desgarrando con sus propias manos a Caco; o un elefante de guerra de Anibal, aplastando a un legionario romano hasta la muerte.
A diferencia de la simetría de los jardines de la época, Bomarzo parece no tener una planeación central, y sus esculturas aparentan estar desconectadas unas de otras.
De las esculturas la más imponente es Orcus, el ogro, para la cual Ligorio jugó con la geometría y las sombras sobre la misma. De esta manera, la escultura parece “cambiar” su expresión facial poniéndose más feliz a medida que se acerca la noche.
Sobre la entrada del parque, dos efigies dedicadas a César Augusto nos comentan una pista de la temática del parque, las siete maravillas herméticas que representan los 7 metales transmutables y las 7 plantas milagrosas.
Este bosque poblado de monstruos mitológicos tallados en roca estuvo abandonado y durante muchos años. A mediados del siglo XX, Giovanni Bettini realizó un programa de restauración para revalorizar este lugar histórico.
No conocía este lugar y me ha encantado saber de su existencia gracias a ti.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas un domingo estupendo.
Marpín y La Rana
Arquitectura y escultura unidas para dejarnos con la boca abierta como el monstruo. Abrazos
ResponderEliminarQue espeluznante lugar, como para perderte de noche y encontrarte esos monstruitos tan simpaticos, jaja.
ResponderEliminarUn lugar surrealista y muy curioso, tiene algo gótico que no esta mal. Menos mal que la boca sólo tiene dos dientes, sino no pasaría
;)
Besos
Ya habia oido hablar de este parque e incluso alguna foto, me recuerda otro en las afueras de Betanzos, que se llama "El capricho", del que queda algo asi como el 20% del original pero que es digno de visitarse y mas que interesante por estatuas, reproducciones y simbolos. Un abrazo.
ResponderEliminarNo quedará otra opción que cruzar la boca del monstruo porque se ve un lugar único, lleno de vida, de verde... y de monstruos, cómo no, jeje. Me ha gustado mucho =) No sabía de su existencia y me ha encantado conocerlo. Gracias por compartirlo con nosotros y enseñarnos lugares interesantes del mundo :)
ResponderEliminarUn beso, Raquel
Ah sí, Raquel, que se me olvidaba. Mi última entrada es sobre la historia del helado. Sé que tú hiciste una, pues en su día la leí entera, así que espero que no te moleste que yo también haya escrito de este tema. Quería hacer una sobre el granizado o algo similar, pero no vi información, y además en esta historia entran muchos en juego: el hielo y la nieve, el sorbete, el helado... se puede decir que también entraría en ella el granizado, supongo, y encontré muchas fuentes y trabajando con ellas, seleccionando la información y demás, hice la entrada. Un beso :)
ResponderEliminarPues me alegra saberlo.
ResponderEliminarUn beso, Marpin y la rana :)
:) Y nunca mejor dicho.
Un beso Ligia.
Es un lugra bien curioso pero yo no lo recorreria de noche ni sola; da bastante mal rollo, es un lugra como sacado de una pesadilla, aunque al mismo tiempo es atrayente.
Un beso Ana.
Gracias a Google he podido ver algo de ese lugar que mencionas, El capricho en Betanzos y tinen mucha similitud, aunque es más agradable, la verdad, las esculturas son más bonitas, menos góticas que estas. Gracias por el dato.
Un abrazo Prometeo.
De nada Natalia, es un placer para mi.
A mi me parece un lugar fascinante, un poco extraño, no para visitarlo de noche, pero tiene algo magnético.
Para nada me molesta, Natalia, los temas son libres y es normal en blog como los nuestros terminar hablando de las mismas curiosidades.
Un beso :)
uala pero que bonito no lo conocia gracias!
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