16 de agosto de 2011


¿Desde cuando existen las máquinas expendedoras?


 Los antecedentes se remontan a la década de 1880, cuando comenzaron a instalarse en Gran Betraña y EEUU con la Revolución industrial.
En Londres, (Inglaterra), al principio de la década de 1880, se instalaron las primeras máquinas modernas que vendían tarjetas postales. En Estados Unidos, en 1888, la compañía Thomas Adams Gum Company instala máquinas dispensadoras de chicle o goma de mascar en los andenes del metro de Nueva York.
En 1897, se añaden unas figurillas animadas a las máquinas para llamar la atención y favorecer la compra. Este es el precedente de las máquinas tragaperras que existen en la actualidad.
En 1902 abre en Philadelphia un restaurante con funcionamiento exclusivamente a través de máquinas expendedoras; se mantuvo abierto hasta 1962.
En 1907, se introdujeron los chicles en forma de bolas de colores recubiertos de una capa de caramelo. Poco después las máquinas expendedoras ofrecían todo tipo de artículos.
En 1920, aparecen las primeras máquinas automáticas que venden bebidas gaseosas servidas en vasos desechables.
En 1926, se inventa la primera máquina de venta de cigarrillos. La venta de bebidas gaseosas embotelladas, enfriadas con hielo, comienza en 1930; poco después los refrigeradores sustituyen al hielo.
En 1946, las máquinas dispensadoras de café caliente marcan un hito en la historia del «vending» porque las máquinas expendedoras de café se extienden por todo el mundo. En la década siguiente hace su aparición la primera máquina refrigerada de venta de sándwiches.
En 1960 las máquinas se modernizan y ya es posible pagar tanto en monedas como en billetes. Con el desarrollo de los componentes electrónicos, en 1985 las máquinas aceptan como medio de pago tarjetas de crédito y débito.
Sin embargo, la idea de vender productos mediante máquinas automáticas es muchísimo más antigua. Tanto como del siglo I d. C. Ya en ese entonces, Herón el Viejo, un ingeniero y matemático griego de Alejandría concibió para los templos de su Egipto natal un mecanismo expendedor que daba agua bendita a cambio de una moneda. El dispositivo se basaba en el peso de esta última, el volumen del líquido, palancas, válvulas y compuertas.
En Japón estas máquinas expendedoras (también llamadas vending machine, o jidō-hanbaiki en japonés) están por todos lados. Se dice que hay una máquina por cada 23 habitantes (según la Japan Vending Machine Manufacturers Association), de forma que es el país con más vending machine por persona del mundo. Éstas máquinas ofrecen de todo: refrescos, sopa caliente, papel higiénico, medias, pilas, bisutería… e incluso muñecas  eróticas.



Más
En algunas zonas rurales de EEUU hay máquinas expendedoras que venden cebo vivo.
Cada hora más de 14 millones de monedas se insertan en las máquinas expendedoras ubicadas solo en los  EEUU.
Cada hora más de 60.000 monedas se insertan en las máquinas expendedoras de Australia.
Los estadounidenses compran más de 5 mil millones de refrescos y 8 millones de bocadillos al año en máquinas expendedoras.
Para 2012 se estima que el total anual del volumen de ventas de las máquinas expendedoras será superior a los 60 mil millones de dólares.
En EEUU hay más de 8 mil empresas cuya actividad está relacionada con las máquinas expendedoras.
Objetos tan extraños y variados como zapatillas de deporte, paraguas, corbatas, iPods, papel higiénico, pilas, ropa interior, cangrejos vivos, escarabajos, pizza, libros, huevos e incluso lingotes de oro pueden comprarse a través de máquinas expendedoras.


5 comentarios:

  1. Prometeo7:22 p. m.

    buen trabajo, conciso, concreto y bien documentado en algo que tenemos a la mano y muchas veces no le damos la imprtancia debida. Un abrazo.

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  2. Una pasada lo de las máquinitas. Y me queda la duda, si compro unas zapatillas y no me sirven ¿cómo las devuelvo? Abrazos

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  3. Qué interesante :) Sí que hace años que se inventó la máquina expendedora, y es muy curioso el mecanismo que inventó Herón el Viejo. Lo desconocía por completo. Aunque los que dan miedo son los japoneses, por la barbaridad de máquinas que tienen y por la cantidad de productos tan diferente.
    Lo del cebo vivo suena raro, pero con las costumbres que tienen allí, no me extraña. Yo misma compro botellas de agua y Coca Cola en las máquinas de la universidad, más que nada porque es más barato que en la cafetería. En el refresco no hay tanta diferencia, igual 15 céntimos, pero es que la botella de agua de medio litro hablamos de 50 céntimos de una manera y de 90 de otra. Es un robo. Aunque no sé si me convencería comprar bocadillos por ese mecanismo :S Vete a saber de cuándo son. El último párrafo me ha preocupado jaja. ¿Lingotes de oro? ¿Ropa y zapatilla sin probar, que no sabemos si nos vale? Espero que los huevos y los ipods no caigan como los refrescos porque menudo panorama... Rotos antes de cogerlos.
    Muy curiosa e interesante =) Un beso, Raquel

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  4. ¡Que curioso!
    :D
    ¿Cangrejos vivos? Estos japoneses...
    A mí lo que me da rabia de las maquinas expendedoras es cuando seleccionas tu producto y esta agotado, o peor cuando se queda enganchado y no hay manera de hacerlo caer a no ser que utilices toda tu fuerza bruta en conseguirlo, jaja.
    Ahora recuerdo que se han dado muchos casos de gente atrapadas en maquinas expendedoras, el descuento de los cinco que se llama, meter la manita...¡y no poder sacarla!, jaja que angustia.
    Lo mejor es cuando te devuelve mas dinero o cuando caen dos productos, ¡que fácil es alegrarle el día a uno!
    Un beso
    :D

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  5. Gracias Prometeo; tienes razón, estas máquinas las tenemos tan mano pero curiosamente nunca nos paramos a pensar quien las inventó o por qué surgieron. Es curioso pensar que fue gracias a la revolución industrial; el progreso, las prisas, y el ritmo acelerado de vida del siglo XX las hicieron necesarias.
    Un beso.

    Toda una cultura hay alrededor de las máquinas expendedoras, sobre todo en EEUU y Japón; curiosamente los paises más desarrollados.
    Lo de las zapatillas de deporte habría que pensarlo ¿no?, supongo que tebdría que haber otra máquina para devoluciones :))
    Un beso Ligia.


    Yo también y me pareció muy ingenioso; tantos siglos atrás y ya existian máquinas expendedoras. Ese Herón era un visionario :)
    Lo de Japón debe ser impresionante; cuanta ventaja nos sacan.
    Yo también las utilizo mucho; normalmente las botellas de agua suele ser más baratas, pero depende del sitio; en los cines de mi ciudad sacar agua de la máquina es un robo, es más barato comprarla en el centro comercial y bajarla al cine. Lo que suelo sacar mucho son chocolatinas ;)
    Lo de los lingotes creo que era en Dubai o un sitio de estos muy ricos. :)) yo también espero que los huevos no caigan como las latas porque sino más que huevos lo que vamos a tener es una tortilla.
    Gracias Natalia.
    Besos.



    Estos japoneses son la leche :))
    Que el producto se quede enganchado en el ganchito ese es un clásico de las máquinas expendedoras; a lo mejor hasta estan ideadas para eso, vete a saber, pero no me extrañaría nada :) A mi alguna vez me ha pasado de caer dos productos, y que alegría me ha entrado, que fácil es hacernos felices :D
    Es una tentación intentar coger algo gratis metiendo la mano, pero yo no lo probaría.
    Un beso Ana :)

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