Entre el 4 y el 9 de diciembre de 1952 una densa niebla cubrió los cielos de Londres y una masa de materias tóxicas permaneció sobre el ancho valle del Támesis durante cinco días. Esto ocasionó una catástrofe de magnitud sin precedentes. Los hospitales no daban abasto para recibir y tratar a los intoxicados. Los casos más comunes eran la dificultad para respirar y la cianosis, caracterizada por la coloración azul de la piel, que se produce por escasez de oxígeno en la sangre. El aire envenenado causó 4000 muertes en Londres y sus alrededores y la mayoría de las víctimas fueron niños y ancianos.
Dos cables fechados en Londres el día 8 daban cuenta de la situación en los siguientes términos:
"La peor niebla en la historia de Londres paralizó los servicios vitales de la ciudad y la vida normal de la capital hoy, dando perfecta protección a los ladrones y otros maleantes.
Hombres portando antorchas y reflectores dirigen los camiones y ambulancia a través de las calles.
Once de los más valiosos ejemplares vacunos de Gran Bretaña perecieron sin que pudiera hacerse nada por salvarlos de la asfixia causada por la niebla que cubre toda la capital. Otros 40 ejemplares de la exposición ganadera de Smithfield se encuentran tan afectados que existen pocas esperanzas de que puedan salvarse.
Los veterinarios han tratado de aliviarlos cubriéndoles los belfos con paños empañados con agua y whisky o con cocimientos de eucaliptos para facilitarles la respiración. También se les ha aplicado penicilina".
Curiosamente la noticia no hablaba de las víctimas humanas provocadas por la catástrofe, pero lo cierto es que en un comienzo no se sabía con certeza que era lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, a raíz de este primer episodio acontecido en Londres, el Parlamento Británico aprobó la Clean Air Act en 1956 que se convirtió en la primera ley europea que combatió este fenómeno.
Pero el mismo año de aprobación de la ley, la capital inglesa fue nuevamente azotada por una espesa niebla mortal y en cuatro días perecieron 1.000 personas. Un incidente similar se produjo en diciembre de 1962, muriendo más de 700 personas. Por entonces y de acuerdo a lo legislado en 1956 ya estaba en marcha un programa especial de defensa contra tales contingencias, por el cual se advertía a los enfermos de los pulmones y el corazón que se quedasen en casa.
Pero quizá el primer caso de niebla asesina del que se tiene constancia se produjo en 1880, causando la muerte a 2.200 londinenses. La causa fue la combinación del humo del carbón de las calefacciones y de la industria, para formar una nube toxica de dióxido de azufre y partículas de combustión llevadas por el aire. También hay documentada una niebla asesina en 1948 en la pequeña localidad de Denora (Pennsylvania, Estados Unidos), que acabo con la vida de 50 personas.
Dos cables fechados en Londres el día 8 daban cuenta de la situación en los siguientes términos:
"La peor niebla en la historia de Londres paralizó los servicios vitales de la ciudad y la vida normal de la capital hoy, dando perfecta protección a los ladrones y otros maleantes.
Hombres portando antorchas y reflectores dirigen los camiones y ambulancia a través de las calles.
Once de los más valiosos ejemplares vacunos de Gran Bretaña perecieron sin que pudiera hacerse nada por salvarlos de la asfixia causada por la niebla que cubre toda la capital. Otros 40 ejemplares de la exposición ganadera de Smithfield se encuentran tan afectados que existen pocas esperanzas de que puedan salvarse.
Los veterinarios han tratado de aliviarlos cubriéndoles los belfos con paños empañados con agua y whisky o con cocimientos de eucaliptos para facilitarles la respiración. También se les ha aplicado penicilina".
Curiosamente la noticia no hablaba de las víctimas humanas provocadas por la catástrofe, pero lo cierto es que en un comienzo no se sabía con certeza que era lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, a raíz de este primer episodio acontecido en Londres, el Parlamento Británico aprobó la Clean Air Act en 1956 que se convirtió en la primera ley europea que combatió este fenómeno.
Pero el mismo año de aprobación de la ley, la capital inglesa fue nuevamente azotada por una espesa niebla mortal y en cuatro días perecieron 1.000 personas. Un incidente similar se produjo en diciembre de 1962, muriendo más de 700 personas. Por entonces y de acuerdo a lo legislado en 1956 ya estaba en marcha un programa especial de defensa contra tales contingencias, por el cual se advertía a los enfermos de los pulmones y el corazón que se quedasen en casa.
Pero quizá el primer caso de niebla asesina del que se tiene constancia se produjo en 1880, causando la muerte a 2.200 londinenses. La causa fue la combinación del humo del carbón de las calefacciones y de la industria, para formar una nube toxica de dióxido de azufre y partículas de combustión llevadas por el aire. También hay documentada una niebla asesina en 1948 en la pequeña localidad de Denora (Pennsylvania, Estados Unidos), que acabo con la vida de 50 personas.
Que curioso, habia leido alguna cosa de estos fenomenos y la gran mortandad; a dia de hoy se ocultan muchas cosas de ciudades como Mejico y otras, muchas muertes al año que se disfrazan de probelmas asmatico o alergias...un abarzo.
ResponderEliminarMe impresionó mucho leer esta noticia en su momento. En donde vivo hay veces que nos castiga la calima, que es algo muy molesto. Pero no me puedo imaginar como debe ser una cosa así. No me imaginó como de mal estará el panorama en Mexico, Pekín y otros lugares con el aire muy contaminado...debe ser horrible.
ResponderEliminarSinceramente me apena que sea el hombre el que propicie estas cosas ensuciando el aire con productos tóxicos.
Un saludo, Prometeo.
Interesante entrada, suena a historia de terror o un libro de Agatha Christie.
ResponderEliminarQue bonita la nueva cabecera. Un beso.
:)
La verdad es que no había leído nada acerca de estos hechos. Lo más sorprendente es que se preocupasen de los animales y no hiciesen mención de la muerte de las personas. Es para plantearse muchas preguntas y supuestas respuestas sobre todo políticas. Creo que sería un buen tema para que escribieses un relato ¿no es cierto? Tú sabes recrear muy bien el ambiente cuando escribes y no te sería difícil.
ResponderEliminarUn abrazo.
ay, con lo que me gusta a mí la niebla en Londres, voy a tener que empezar a verla de otro modo :)
ResponderEliminarMi querida Raquel: Al principio de leer este post pensaba que podría ser un relato tuyo o una crítica sobre algún libro y no podía imaginarme que fuesen hechos reales. Es increible.
ResponderEliminarSobre lo que dice Prometeo de Méjico, es verdad que a la colonia española se le hacen constantemente pruebas respiratorias por la gran cantidad de plomo que hay en el ambiente, producido por una gasolina para coches no refinada.
Mil besos y mil rosas.
Sí que suena a película de terror. Agatha Christie hubiera hecho una historia interesnate partiendo de este título tan sugerente.
ResponderEliminarUn beso, Ana.
Es bastante triste que pasaran por alto el número de muertos; muy lamentable.
Me gustaria escribir una historia sobre esto; tiene todos los elementos que me gustan a la hora de escribir.
Un abrazo, Durrell.
Pues ya ves, NoSurrender. La próxima vez que vayas a Londres cuidado con la niebla, que nunca se sabe.
Un saludo.
No sabía eso sobre Mexico, Malena. La verdad es que yo no podría vivir en ciudades tan grandes como ésas; no soporto los atascos y el humo de los coches, ni las grandes multitudes, y siempre que llega el frio mis bronquios se enferman, así que no creo que pudiera soportarlo.
Qué pena que haya tanta contaminación, y qué pena que no nos concienciemos de lo fácil que sería dejar de contaminar el aire no utilizando el coche todos los días, y optando por otros medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente.
Un beso.