15 de enero de 2014

Un adiós a otro amigo

Cuando hace casi once meses murió Brown no imaginé que tendría que despedirme de otra de mis mascotas tan pronto.
Le había salido un bultito sobre un ojo. Al principio pensamos que podía ser un golpe sin más importancia pero no se le bajaba y lo llevamos al veterinario. Resultó ser un tumor. Estaba bastante extendido y no nos dieron muchas esperanzas. Sólo dos meses de vida. Fue un mazazo. No lo esperábamos, ninguno en casa pudo asimilar un diagnóstico tan inesperado y más cuando estábamos en el proceso de superar otra ausencia reciente. Pero Homer consiguió vivir cuatro meses, luchador como siempre. Porque Homer, Homito, había gastado unas cuantas vidas antes.
Cuando era un cachorro lo encontramos en la calle en unas condiciones pésimas, tenía sarna y estaba desnutrido. En principio no íbamos a quedárnoslo. Pero el destino se puso en marcha y el día que tenía que irse, el inquieto y nervioso Homer, se escapó de la furgoneta que se lo llevaba y un coche lo atropelló. Estuvo a punto de morir, se partió una patita, el rabo y la vejiga. Hubo que operarlo pero salió adelante con otra segunda operación, pues la pata volvió a partírsele en dos ocasiones más. Ya no podía irse. Lo que habíamos compartido nos había unido para siempre.
Durante trece años y medio vivió feliz, tuvo una segunda, y una tercera oportunidad. Él que estaba abandonado, que fue atropellado, encontró una familia que instantáneamente lo adoró. Porque era un perro muy bueno, y quizás por todo lo que le tocó vivir algo asustadizo y dependiente de nuestro cariño. En especial del cariño de mi hermana Miriam. Para ella era su niño, y estoy segura de que Homer siempre creyó que ella era su madre. He visto amores fieles pero lo que tenían ellos era especial. Un cariño así es difícil de encontrar, y creo que sólo los que tienen un perro pueden entenderlo. Compartir la vida durante tantos años, crecer juntos, sentir un amor puro e indestructible, y asimilar la enfermedad y la perdida. Porque una perdida siempre es una perdida, ya sea de una persona o de un animal. Duele. Es duro.
Cuando pierdes algo que te daba un cariño así es como perder un sentido. Te quedas sordo de sus sonidos. Pierdes su “voz”, pierdes el ruido de sus patas subiendo y bajando la escalera, su toque en la puerta para que le dejáramos salir o entrar, todo lo que le rodeaba… Ahora toca aprender a vivir sin esos ruidos pero no es fácil. Especialmente cuando en menos de un año he perdido a dos de mis mascotas.
Ya sé que es ley de vida. Y sé que en el fondo estará bien, que tenía que ser así porque ya había llegado su final.  Pero cuesta digerirlo, porque todo lo que rodea a la muerte es incomprensible y no sólo nos enfrenta al dolor sino a nosotros mismos, al vértigo que da comprender que el tiempo es fugaz, como nuestras vidas y las vidas de los que queremos.
Lo echo de menos pero sé que se fue llevándose mucho amor, y que dejó mucho.

Adiós, amigo. 


1 de enero de 2014

13

2013 ha sido un año…, digámoslo así, malo para este espacio. Y es que este rinconcito ya acusa la edad. Este febrero cumplirá 8 años, no es de extrañar que haya estado bastante achacoso.
Tengo que admitir que comienzo el año con la incógnita de qué le deparará estos 365 364 días que tenemos por estrenar a este desván secreto.
He pensado mucho si echar el cierre o continuar. En los últimos tiempos la ilusión no ha sido la misma, y tampoco los medios técnicos han favorecido a que esa ilusión se renovara. Me falló la conexión, el ordenador se escacharró,  y durante meses tuve que recurrir al wifi de las bibliotecas de mi ciudad.  De todas formas eso ya forma parte del pasado, y lo pasado, pasado está. De nada vale pensar en lo que fue, y tampoco en quienes venían asiduamente y dejaron de hacerlo. Cierto que la edad hace que las ausencias sean más significativas y que duelan más, pero esto es ley de vida. Unos vienen y otros se van.
Aún así, 2013 ha estado lleno de material nuevo. Aunque ni yo ni el desván hayamos estado 100% en forma he seguido publicando de forma más o menos continuada, más o menos. Y estas han sido las trece entradas más visitadas por vosotros.
Pero antes de nada, gracias. Gracias porque, aunque a veces crea que no hay nadie interesado ya en este desván, sé que hay muchos que siguen acordándose de este espacio. Sé que venís, que os quedáis mucho tiempo mirándolo todo, y que os gusta.
Este año me he propuesto, valga la redundancia y la contradicción, no hacerme ninguna propuesta de futuro respecto al blog. Que sea lo que sea.

(Si quieres ver las entradas pincha encima de las palabras subrayadas) 
#13
La número 13 fue la entrada más difícil del año para mí. Sin duda la más dura de escribir. Un adiós a un amigo que ha dejado un vacío muy grande en mi corazón.




#12
En el puesto 12, la entrada que dediqué a RonaldSearle; un caricaturista e ilustrador inglés con un estilo personal único.



#11
Ocupando el puesto 11 en este ranking, el fotógrafo William Eggleston; artista fascinado por los colores fuertes y vibrantes que consiguió que la fotografía a color tuviera el mismo prestigio que la fotografía en blanco y negro.


#10 
En el décimo lugar el músico Jake Bugg; un jovencito muy precoz que aprendió a tocar viendo videos en Youtube.



#9
La entrada número 9 es viajera, la que dediqué al Buda de Leshan. Un lugar impresionante  no apto para quienes sufren de vértigo.



#8
En el puesto 8 otra artista, Alejandra Lunik, Ilustradora y viñetista.


#7
La número 7 fue la que dediqué a los objetos malditos y terroríficos por Halloween.




#6
En la sexta posición el fotógrafo de la historia americana Timothy O´Sullivan. Él creó algunas de las imágenes más celebradas de la historia de Estados Unidos, incluyendo la foto que se considera la única evidencia de la batalla de Gettysburg.


#5 
En el quinto lugar otro destino para soñar. La Laguna Colorada, en el altiplano de Bolivia. Un lugar mágico y de impresionante belleza.


#4
En el número 4 está la entrada que dediqué a las rupturas y las canciones que hablan de ellas.


 #3
En el número 3 otra viñetista, Julieta Arroquy y su mundo “difficile”



#2
La segunda entrada más visitada del año es la que dediqué a  Pawel Kuczynski y a su obra cargada de crítica social.



#1

Y la entrada más visitada, y de largo, va sobre música. El honor va para Iyeoka Okoawo, una voz especial y una persona muy comprometida con la sociedad.