6 de noviembre de 2013



Desde muy antiguo se ha utilizado Abracadabra para atraer a esos espíritus benevolentes que protegen contra enfermedades, en virtud de la creencia curativa que se otorgaba en la antigüedad a ciertas palabras mágicas.

Su etimología es incierta. Así, según el diccionario de Magia en el Mundo Antiguo (Ed. Aldebarán) proviene de la antigua expresión hebrea abreq ad habra, que significa “envía tu fuego hasta la muerte”, aunque otros autores sostienen que, aunque su origen es hebreo, su significado es la Trinidad al venir de ab, padre, ruah, espíritu y dabar, palabra. Hay también quien asegura que Abracadabra fue un ídolo de Siria que curaba ciertas enfermedades, al repetir varias veces su nombre. Y por último, los que afirman que proviene de abraxas, palabra que designa entre los gnósticos el curso del sol y representa a Dios todopoderoso, y dabar, cuyo significado es palabra divina.

En un manual de medicina en verso y en latín titulado Liber Medicinalis, que aunque no tiene fecha ni autor cierto se relaciona con sabios de entorno al 200 d.C., se explica cómo esta palabra es capaz de curar la fiebre. Primero hay que escribirla en un papel de este modo, es decir, quitando en cada línea una letra del final de la palabra con respecto a la línea anterior:





Entonces ese papel se enrolla formando un pequeño tubo y con un cordel se elabora un collar con dicho tubo para poder llevarlo alrededor del cuello. Según aquel manual de medicina romano, sólo con hacer esto la fiebre abandonará nuestro cuerpo.

Según otras creencias, Abracadabra proviene del arameo ibra k’dibra, donde ibra, “he creado”, y k’dibra “a través de mis palabra”, da como resultado: «creo cuando digo».

Uno de los primeros registros de la palabra proviene del siglo II a.C., en la Roma imperial, cuando el médico Quinto Sereno Samónico escribió en un libro que la malaria podía curarse portando un amuleto en el cual se escribiera esta palabra de forma triangular.




También fue utilizada ampliamente por los gnósticos basilidianos (una secta fundada por el alejandrino Basilides en el primer siglo de la era cristiana, que pretendía unificar las enseñanzas de Jesús con los principios místicos de las otras religiones y con la tradición filosófica grecolatina), y se ha encontrado escrita en las piedras de Abraxas (palabra mística que se equipara a Dios, considerado como el logos creador del sistema planetario), que se usaban como amuletos.

Según el cabalista Eliphas Levy, la combinación de las letras que componen esta palabra en su forma triangular, tiene un significado místico: la letra A —la unidad, el principio— se encuentra repetida cinco veces en la palabra y 35 en el triángulo completo, y la división da como resultado siete, que tiene un importante valor cabalístico.

Para el célebre ocultista Aleister Crowley, abracadabra era una palabra de gran poder, aunque sostenía que su verdadera forma era abrahadabra.





Fuentes: Curistoria, Muy interesante,Algarabia.com.
Imagenes: Google.

2 comentarios:

  1. Pues muy interesante... Abrazos

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  2. Todo tiene un poder cabalistico, parece, con eso de la numerologia y el siete, que creo que es el número mas mágico. Es curioso la de interpretaciones que tiene, creo cuando digo, me quedo con esta, por eso de la fuerza con la que envías la palabra.
    No sé si será un amuleto efectivo pero me gusta su forma y todas esas "as".
    Besos Ra
    :)

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