Reconozco que hace tiempo que no me atrae tanto seguir mis huellas, marcadas en las vetas de los polvorientos tablones del suelo, que conducen hasta aquí. Hace mucho que no me paso a recoger, a poner orden y pasar un trapo a los rincones. La verdad es que en este momento de mi vida, con muchas cosas que cambian y permanecen, para mi desgracia, como no quiero, no tengo ganas de subir con el plumero. Y he pensado que a este Desván mío le hace falta ese polvo y unas cuantas telarañas. Así es como tienen que ser los desvanes, lugares desordenados, caóticos, un poquito sombríos, misteriosos, iluminados a medias, abarrotados de trastos…
Necesita ese polvo, y yo airearme un poco, poner luz en mis ideas, recuperar las ganas de seguir contando cosas, a vosotros y a mí misma. Estaría mal que al menos no colgara un cartel en la puerta poniendo “ausente por un tiempo”, por respeto a quienes leen y me visitan. Tengo que irme, es lo que me pide el cuerpo. Volveré, quizás cuando este invierno interminable termine.
Gracias por vuestras palabras, las valoro mucho. Gracias por ser fieles aunque no nos visitemos a menudo, por venir sin que os lo tenga que recordar ni pedir, sin esperar nada a cambio, gracias por vuestro cariño. Aunque este sea un medio gélido se siente el calor de las palabras, y en estas semanas pasadas me ha reconfortado leerlas.
Hasta pronto.
Te entiendo Raque, somos iguales, yo me tome mi tiempo y ahora te toca a ti, es normal, por todo lo que dices, por todo lo que sabemos.
ResponderEliminarPor eso aprovecha para verlo todo con perspectiva, para descansar, para desintoxicarte de la rutina y para reponer las fuerzas que necesites. Pero vuelve, ¿vale?, a tu ritmo, poco a poco, sin presiones, cuando lo necesites.
No pierdas la llave del desván, ¿eh?, o no te lo perdono.
Un abrazo grande
Te digo lo mismo, Raquel. Espero que vuelvas a este Desván secreto donde siempre encuentro cosas interesantes. Cuando necesites algo, ya sabes donde estoy. Abrazos
ResponderEliminarSal, vete, encuentra tu camino. O al menos sonríe y decide seguir a un viejo pirata en su rumbo. El desván seguirá aquí y cuando vuelvas las palabras también. Hacer mutis puede significar un tiempo eterno, algo necesario si piensas que la llave de este rinconcito ha perdido su finalidad: hacerte sentir más viva, reconfortarte. Y eso es lo que todos buscamos. Todavía te agradezco tus palabras de ánimo cuando tuve un bajoncillo estudiantil envuelto en una amarga canción de amor, allá por blogdecine. Un beso y un abrazo muy fuerte hasta que finalice el largo invierno. De parte de tu lector, Minnesotas-Fat.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente Raquel, yo llevo 3 años en esto y he hecho ya varios descansitos, para luego volver con más fuerza, es necesario, porque esto también agota y absorbe y hay otras cosas que atender también y a veces el tiempo no llega a todo. Así que, como también le dije a Ana, aqui estamos y aqui estaré esperándote para cuando quieras volver, descansa y tomate todo el tiempo que necesites, hasta que sientas que echas esto de menos y te apetezca y te ilusione volver de nuevo. ¡Y ojalá vuelvas en primavera a desempolvar este desván!
ResponderEliminarUn beso y un abrazo muy fuerte Raquel,
Me sumo a las palabras de tus seguidores y amigos, a mi también me ha sucedido. Se necesitan estos lapsus, estos silencios, estos cruceros solitarios por el desierto para reconciliarse con todas las "eses" posibles, Serenidad, Silencio, Sabiduría, Soledad, Sonrisa, Sueño, Sueños, Soliloquio, Salud, Sinécdoque....que las "erres" nos arrebatan (Rabia, ruptura, rencor, recelo, resistencia, revolución,...)
ResponderEliminarCuando regreses, querida amiga, siempre nos encontrarás aquí serenos y sonrientes.
Mucha suerte, preciosa !!!
Espero que todo vaya bien y pronto pueda volver a encontrar tus letras en este espacio.
ResponderEliminarUn gran abrazo.