6 de octubre de 2012





 
A las afueras de Taipei, en Taiwan, se alzaba hasta no hace mucho esta fantasmagórica urbanización, idea en un principio como un residencial de lujo en los años ochenta nunca fue terminado. Durante décadas resistió en pie por la superstición de los taiwaneses.




Sanzhi  fue un ejemplo de lo que podrían ser las ciudades futuristas al quedar abandonadas o devastadas.




Sanzhi iba a ser una urbanización de ciencia ficción pero el proyecto fue abandonado misteriosamente cuando ya casi estaba listo para ser habitado. Esta curiosa construcción, de grandes ventanales en forma de platillo, de intensos y vivos colores, fue apagándose con el tiempo, convirtiéndose en refugio de vagabundos y criminales.




Aunque apenas hay información sobre este lugar o sobre las causas de su abandono, sí  hay algunas teorías al respecto. Se dice que pudo ser a causa de un tifón, pero hay quien habla de muertes de obreros, con sus respectivos espíritus atormentando al resto de trabajadores que acosados habrían abandonado el trabajo por temor; otros hablan de fortuitos accidentes de tráfico, e incluso otras historias afirman que el sitio habría sido anteriormente un cementerio para soldados holandeses.  




Los lugareños achacaban esa sucesión de terribles sucesos al dragón chino de la entrada el cual había sido partido en dos para ensanchar y facilitar la entrada al complejo. Sin embargo la causa más fiable del abandono sería la quiebra del constructor motivada por el derrumbamiento de otros de sus bloques a causa de un terremoto. El pueblo taiwanés, profundamente supersticioso, le dio la espalda, pues nadie quería vivir en ninguno  de sus edificios; marcado por ello  se arruinó en muy poco tiempo.
Al parecer había algo siniestro en el proyecto, una maldición de algún tipo que no dejó a aquel que lo tomó terminar el trabajo.




El complejo Sanzhi también ha sido llamado popularmente las “Casas Ovni” (UFO House) por su peculiar forma. Los edificios se convirtieron en una atracción turística. Fueron el escenario de películas y grabaciones, y motivaron en Internet una avalancha de comentarios y discusiones de todo tipo.




En 2008 fue enteramente demolido a pesar de que había gente que pedía que al menos se mantuviera un edificio como museo.




Durante los años que se mantuvo en pie ningún obrero quería arriesgarse a demolerlo, ya que temían que los fantasmas del lugar, al encontrarse repentinamente sin un sitio donde habitar, pasaran a ocupar sus hogares.


3 comentarios:

  1. Alucinante!! Da un poco de yuyu, ja, ja. Abrazos

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  2. Madre mía, sin duda da miedo este lugar. Un poco por el aspecto destrozado y abandonado, pero con tanto fantasma y espíritu... uff. Hay que tener cuidado.
    Lo cierto es que tenía un aspecto muy futurista. Una lástima que lo derrumbaran por completo.
    Lo desconocía por completo. Gracias por compartirlo :)
    Intentaré pasarme por tu blog y el de tu hermana lo que pueda :), siempre me ha gustado leeros a ambas.
    Un abrazo, Raquel!

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  3. Sin duda un sitio irreal, como una atmosfera inquietante, pero todos los lugares abandonados tienen ese aura.No sabía que los japoneses fuesen tan supersticiosos.
    ;)

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