En el pasado, una nariz considerable solía ser signo de noble estirpe. Quizás porque los godos, un pueblo muy bien considerado, eran de narices robustas y sus descendientes conservaron dicho rasgo. Así las cosas, no estaba bien visto un hidalgo con escaso apéndice nasal, y sigue sin estarlo, aunque sea en sentido figurado gracias a la expresión que habla de "tener narices" para referirse a aquellos que son valientes.
Un signo de noble estirpe... ¿y sigue creciendo si se dicen mentiras...? ah no, ese era Pinocho, jaja.
ResponderEliminar:D
Tiene narices la cosa... :D
ResponderEliminarBesos.
jajajajajaj, sois simpatiquísimas...
ResponderEliminarEs una anécdota curiosísima.
Gracias, Raquel, por estas curiosidades.
Eres todo un talento, narices. jajajjaja