30 de mayo de 2012



Los animales estaban inquietos, hasta la coruja que sólo merodea en lo oscuro voló bajo la luz. Aquellos signos presagiaban que Guayota estaba próximo. Apareció Guayota y se apoderó de Magec, el dios del sol y la luz, dejando el cielo a oscuras. Todo fue noche cuando aún era día.
Los guanches, temerosos por la oscuridad y las tormentas, suplicaron a Achamán para que viniese y liberase a Magec, quien traería nuevamente la luz y la vida.
Suplicaron a Achamán para que, con su poder, los librase de todo daño. Achamán atendió las súplicas y acudió dispuesto a defenderlos.
Guayota, con Magec prisionero, se ocultó dentro de Echeyde, la Gran Montaña Blanca (El Teide).
Achamán sabía dónde se había ocultado y fue allí a buscarle. Cuando llegó, llamó a Guayota con voz muy fuerte y alta. El suelo se abrió en truenos, estampidos y temblores que sacudían las islas más lejanas. Achamán entró en la Gran Montaña y comenzó el combate.
Por el cráter del Echeyde, Guayota arrojaba humos, grandes piedras ardiendo, vómitos de lava, azufres y escorias con los que intentaba vencer a Achamán. Aire y cielo se llenó de nubes negras y piedras ardiendo volando en todas direcciones que horrorizaban a los asustadizos guanches
Guayota continuaba vomitando fuego hasta que Achamán, al fín, logró vencerle.
Como castigo a su maldad lo encerró para siempre en las entrañas de Echeyde. Tomó a Magec en brazos y lo elevó al cielo para que siguiera iluminando la tierra.
Enseguida el día volvió a ser día, las aguas del mar se amansaron y las nubes negras se alejaron.
Guayota, encerrado en las entrañas de Echeyde, aún respira  y de vez en cuando se le oye moverse bajo tierra.

¡Feliz día de Canarias!

26 de mayo de 2012

¡Qué vergüenza!

A mi querida abuela materna la quiero mucho pero gracias a ella pasé una de las mayores vergüenzas que recuerdo, sobre todo porque ocurrió cuando yo tenía esa edad extraña que son los once años.
Mi abuela me regaló un bonito pijama súper colorido, con los colores más estridentes y el estampado más epiléptico que pudo encontrar en la tienda. Lo malo es que al final  resultó que no era un pijama,  aunque que yo al verlo, ¡y para no verlo!, lo pensará. Aquel "no pijama" era “un conjunto para llevar por la calle”.
Era mi abuela, y mi abuela pensionista que con todas las fatiguitas del mundo quiso hacerme, hacernos a todos los hermanos, un regalo de Reyes. No tuve valor para decirle que no me gustaba, y aunque lo hubiera dicho, creo que hubiera dado igual. Ya pensaba arrimarlo y dejarlo ahí en al armario como quien no quiere la cosa, pero  mi madre se empeñó en que lo estrenáramos. Decir que los demás conjuntos de mis hermanos eran casi igual de horripilantes que el mío. Al final me lo puse y recuerdo ese día como el de mayor vergüenza de mi niñez. Yo notaba miradas raras de los sorprendidos transeúntes que nos veían llegar a un kilometro de distancia, y para colmo de males me topé con casi todos los compañeros de clase que disfrutaban de los últimos días de vacaciones, y que, como no, me miraron como si estuvieran viendo al payaso de Micolor; tampoco los culpo. Esa fue la primera y última vez que me lo puse… en la calle. Lo bueno es que al final resultó ser uno de los pijamas más cómodos que he tenido nunca.

Un conjunto para llevar por la calle... En  Carnaval ¿no?

24 de mayo de 2012


En el pasado, una nariz considerable solía ser signo de noble estirpe. Quizás porque los godos, un pueblo muy bien considerado, eran de narices robustas y sus descendientes conservaron dicho rasgo. Así las cosas, no estaba bien visto un hidalgo con escaso apéndice nasal, y sigue sin estarlo, aunque sea en sentido figurado gracias a la expresión que habla de "tener narices" para referirse a aquellos que son valientes.

22 de mayo de 2012

SALA
DE
LECTURA



1984 – George Orwell





Sinopsis:

1984 sitúa su acción en un Estado totalitario. Como explica O’Brien, el astuto y misterioso miembro de la dirección del partido dominante, el poder es el valor absoluto y único: para conquistarlo no hay nada en el mundo que no deba ser sacrificado y, una vez alcanzado, nada queda de importante en la vida a no ser la voluntad de conservarlo a cualquier precio. La vigilancia despiadada de este Superestado ha llegado a apoderarse de la vida y la conciencia de sus súbditos, interviniendo incluso y sobre todo en las esferas más íntimas de los sentimientos humanos. Todo está controlado por la sombría y omnipresente figura del Gran Hermano, el jefe que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo dispone. Winston Smith, el protagonista, aparece inicialmente como símbolo de la rebelión contra este poder monstruoso, pero conforme el relato avanza está cada vez más cazado por este engranaje, omnipotente y cruel. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas de este siglo.

Originariamente, la novela llevaba el título de El último hombre de Europa (The Last Man in Europe en inglés). Pero los editores tanto del Reino Unido como de Estados Unidos, en donde fue lanzado el libro de forma simultánea, cambiaron el nombre a Mil novecientos ochenta y cuatro por motivos comerciales. En ese año transcurre la acción narrada en el libro. Publicado inicialmente el 8 de junio de 1949, el grueso de la novela fue escrito por Orwell en la isla de Jura en Escocia en 1948, aunque Orwell había estado escribiendo pequeñas partes desde 1945.
El título 1984 es el resultado de intercambiar la posición de los dos últimos dígitos del año en el que se escribió el libro, 1948.
Aunque hoy en día se le considera un libro de culto, 1984 de  George Orwell fue censurado  por considerarse pro-comunista y contener material sexual explícito.
La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX.
Se la considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las distopías de principios del siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932 Un mundo feliz  de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Algunos consideran a esta novela un plagio de la obra Nosotros escrita por Yevgeni Zamiatin en 1921. Por su parte Orwell reconoció la influencia de la misma en su novela.

Hace mucho tiempo que tenía pendiente leer este libro, que  tan incansablemente me habían recomendado. Sinceramente me ha gustado, a pesar de que es difícil de digerir por su temática  y  por algunos tramos algo densos.  Creo que es uno de esos libros que hay que leer, seas lector asiduo o no, porque es muy actual a pesar de haber sido escrito en 1948, y por toda la crítica que hace sobre una sociedad que a mediados del siglo XX podía resultar más ficticia, pero que hoy en día es mucho más viable, ya que hoy en día vivimos mucho más vigilados y controlados que hace sesenta años.
Un libro angustioso, al menos a mi me lo resultó,  pero imprescindible.
Aún a riesgo de ser encerrado en la habitación 101, siempre es mejor pensar por uno mismo.


"Estarás hueco. Te vaciaremos y te rellenaremos de... nosotros".

"Hasta que no tengan consciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Éste es el problema".

"Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano... incesantemente".

"Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro."

"- ¿Cuantos dedos ves aquí, Winston?
- Cuatro
- ¿Y si el partido te dijese que son cinco?".

"Diariamente y casi minuto a minuto, el pasado era puesto al día".

"La mentira elegida pasaría a los registros permanentes y se convertiría en la verdad".

"Se preguntó, como ya lo había hecho muchas veces, si no estaría él loco. Quizás un loco era sólo una "minoría de uno". Hubo una época en que fue señal de locura creer que la Tierra giraba en torno al Sol: ahora, era locura creer que el pasado es inalterable. Quizá fuera él el único que sostenía esa creencia, y, siendo el único, estaba loco. Pero la idea de ser un loco no le afectaba mucho. Lo que le horrorizaba era la posibilidad de estar equivocado".

"Nada hay que temer de los proletarios. Dejados aparte, continuarán, de generación en generación y de siglo en siglo, trabajando, procreando y muriendo, no sólo sin sentir impulsos de rebelarse, sino sin la facultad de comprender que el mundo podría ser diferente de lo que es".

"La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza".


20 de mayo de 2012

James Vincent McMorrow



Me gustan las canciones de James Vincent McMorrow. Un músico que descubrí gracias a otro con el que se le ha comparado mucho, no sin razón, Ray Lamontagne.
Hay algo en sus canciones, de los dos, que me evoca lo mismo. Será que sus voces se parecen, que sus melodías son casi iguales, que los dos son cantautores, ¡de folk!, pero recurro a ellos cuando quiero escribir, porque me relajan, porque hacen buena pareja con la nostalgia de estos días lluviosos de primavera. De nuevo, y para no perder la costumbre, una ración de “Canciones de Desván”.  De nuevo  un cantautor barbudo y desaliñado de voz rasgada que toca al guitarra J
James Vincent McMorrow nació en Dublín en 1983. Además de tocar la guitarra, toca el banjo y la batería. Hasta la fecha sólo ha sacado un disco, en 2010, titulado Early in the Morning.





Sparrow & The Wolf

If my heart should stop somehow

17 de mayo de 2012


Cuando era niña lo mejor de las vacaciones de navidad, después de los turrones de chocolate marca Suchard, visitar belenes y estar en familia, era la programación infantil. Tengo un recuerdo muy nítido de aquellos días frente a la tele viendo Ana de las Tejas Verdes. Me encantaba esta serie. Me gustaban todos los personajes; la pelirroja Ana, con su verborrea incansable y su imaginación infinita; Matthew y Marilla, con sus personalidades tan opuestas pero al mismo tiempo tan complementarios; Diana y Gilbert, como la amiga del alma y el rival  de la imaginativa Ana. Todos los personajes me parecían entrañables. Y aún hoy esta serie sigue siendo una de mis favoritas; me hace sonreír, me inspira, me emociona… porque forma parte de los recuerdos más dorados de mi infancia.


Lucy Maud Montgomery
Esta escritora canadiense, nacida en Crediton (New London) el 30 de noviembre de 1874, fue la autora de la saga de libros Ana de las Tejas Verdes (Anne of Green Gables).
Lucy se inspiró en su propia infancia para crear el personaje de la huérfana Ana. Su madre murió cuando ella tenía 21 meses, y su padre se estableció al oeste de Canadá, por lo que Lucy fue enviada a vivir con sus abuelos. En 1892 obtuvo un certificado de enseñanza y trabajó como maestra en varias escuelas. En 1908 publicó su primer libro, Ana de las Tejas Verdes.
En principio, el libro  se escribió para todas las edades, pero en décadas recientes se le consideró un libro para niños. La obra narra la vida de Anne Shirley, una niña huérfana que gracias a su carácter imaginativo y despierto logra encandilar a todos los habitantes de Avonlea, el pequeño pueblo pesquero ficticio (Isla del Príncipe Eduardo) en donde se desarrolla la historia a principios del siglo XX.
Supuestamente, Montgomery se inspiró en un artículo periodístico sobre el caso de una pareja canadiense que al solicitar la adopción de un chico huérfano recibieron una chica en su lugar.
De los veinte libros que escribió Lucy, sin contar sus historias cortas y poesía, ocho están dedicados a Ana ordenados según su edad, van desde los once hasta los cincuenta y tres.
Son: Ana de las Tejas Verdes; Ana, la de Anvonlea; Ana, la de la isla; Ana, la de los Álamos Ventosos; Ana y la casa de sus sueños; Ana, la de Ingleside; El valle del Arco Iris; Rilla, la de Ingleside.

El éxito de ventas de la obra propició que los editores le pidieran a la autora que continuase con más aventuras del personaje, llegando a publicar otros siete tomos en torno a Anne Shirley.

Sus  grandes colecciones están archivadas  en la Universidad de Guelph, mientras  que el Instituto L.M.Montgomery en la Universidad Isla Príncipe Eduardo, coordina  la mayoría  de las  investigaciones  y conferencias sobre su obra. A principio de 1980 sus diarios completos editados por Mary Rubio y Elizabeth Waterson se publicaron por Oxford University Press. De 1988 a 1995, Rea Wilmshurst  editó historias  cortas publicadas por Montgomery.
Desde la publicación de los libros de Anne Of Green Gables se han vendido más de 50 millones de ejemplares.

Montgomery utilizó una fotografía de Evelyn Nesbit, que había recortado del Metropolitan de Nueva York Magazine  como el  modelo para el rostro de Anne Shirley, el personaje principal del libro.

Evelyn Nesbit sirvió de inspiración para Lucy Maud Montgomery

Serie para televisión
El 5 de diciembre de 1985 se emitió en la cadena CBS. Fue rodada casi exclusivamente en Ontario, y sólo algunas escenas se rodaron en la Isla del Príncipe. Tuvo tanto éxito entre el público que los productores decidieron hacer una segunda parte en 1987 llamada "Ana la de Tejas Verdes. La secuela".  
En nuestro país se han emitidos estas dos partes como si fuera una sola, divididos en capítulos de unos 50 minutos de duración. 
En su momento, la serie fue uno de los mayores éxitos de la televisión canadiense, cosechando numerosos premios, tanto en Canadá como en EEUU. En Canadá arrasó en los premios Gemini, ganando en diez categorías; Mejor miniserie dramática, mejor actriz para Megan Follow, mejor actriz y actor de reparto para Colleen Dewhurst y Richard Farnsworth, mejor guión, música, diseño de vestuario, fotografía, diseño de producción y al programa más popular. También ganó un Emmy en 1986.
En el año 2000 se rodó una tercera parte, pero los fans de la serie no la acogieron muy bien al considerar que se desviaba de la historia original.
En 2008 se volvió a rodar una película, esta vez con una Ana más mayor que regresa a la isla para descubrir un secreto familiar.


Espíritus afines


Megan Follow – Anne (Ana)
Para elegir a la actriz que daría vida a Anne Shirley se llevó a cabo un extenso casting. Entre un total de 3.000 candidatas fue finalmente elegida Megan Follows, una joven actriz  y canadiense de 17 años.
Megan Follows tenía el pelo castaño claro y usó una combinación de postizos y tintes para interpretar a Anne.
Por este papel ganó en dos ocasiones el Gemini Award, galardón equivalente en Canadá al Emmy americano, por “Ana de las Tejas Verdes” (1985) y “Ana de las Tejas Verdes. La secuela” (1987).
Megan acabó tan harta de llevar corsé que al terminar el rodaje quemó los suyos en una hoguera.
La madre de Megan, la también actriz Dawn Greenhalgh, interpretó el papel de la señora Cadbury en la serie.


Colleen Dewhurst – Marilla Cuthbert
Colleen Dewhurst anhelaba interpretar a Marilla y lo consiguió, a pesar de que en un primer momento el papel se le había ofrecido a Katherine Hepburn. Finalmente fue ella la elegida, en cuya decisión también influyó el que Colleen se hubiera criado en la Isla del Principe, al igual que su personaje, y que de niña su libro favorito fuera  Ana de las Tejas Verdes.
Al igual que Megan, odiaba profundamente llevar corsés.
Colleen era conocida por ser una gran bromista, algo que pudo demostrar  en el rodaje gastando más de una broma a sus compañeros.


Richard Farnsworth – Matthew Cuthbert

El veterano actor Richard Farnsworth fue el elegido para representar al entrañable Matthew, el hermano silencioso y tímido de Marilla, quien rápidamente queda prendado del encanto de Anne.
Aunque no estaba muy seguro de aceptar el papel, fue su esposa, que en aquel entonces estaba enferma, quien le convenció, pues era una gran admiradora de los libros de Lucy Maud Montgomery.
Aunque el rodaje de la primera parte duró nueve semanas Richard sólo pudo estar presente seis días, razón por la cual en muchas escenas se usó un doble.

Jonathan Crombie  – Gilbert Blythe
Jonathan no tenía ninguna intención de convertirse en actor. Pero Diana Polley, directora teatral,   le descubrió  en una obra  de  instituto y le convenció para que se presentara al casting de Anne of Green Gables. Aunque Jonathan no era la primera opción para quedarse con el papel, finalmente lo consiguió.
En las primeras escenas que grabó estaba tan nervioso que le temblaban los labios. Compartía escena con Colleen, quien al terminar le susurró: ¡Eres maravilloso! Los dos se hicieron buenos amigos, y Colleen le dio siempre buenos consejos sobre cómo actuar.
Jonathan no soportaba verse en la primera parte de la miniserie, ya que le parecía estar asustado todo el tiempo, además odiaba su vestuario, en especial los sombreros de paja que debía llevar.
También opinaba que su personaje no había sido desarrollado tan  en profundidad como se merecía.

Schuyler Grant – Diana Barry

La actriz que se eligió en primer lugar para interpretar a Ana fue Shuyler Grant, pero mucha gente pensaba que debería interpretarla una actriz canadiense, por lo que finalmente Megan Follows fue la elegida.
Shulyer fue recomendada para el papel por su tía abuela, la actriz Katherine Hepburn.
Schuyler Grant tenía el pelo corto y castaño claro así que tuvo que usar una peluca para interpretar a Diana Barry en la primera parte de la serie.




Mis escenas favoritas


Ana (zanahoria) le rompe una pizarra en la cabeza a Gilbert.

Es muy difícil elegir unas pocas escenas, pero una de ellas es cuando Anne, enfadada por el “insulto” y las maneras groseras y confianzudas de Gilbert le estampa una pizarra en la cabeza. Memorable.






Pescando truchas

Otra escena que me gusta mucho es cuando Anne, la orgullosa y cabezota Anne, tiene que ser rescatada de pilón al que tuvo que agarrarse cuando su barca empezó a hacer aguas por nada menos que su odiado Gilbert. ¡Qué don de la oportunidad tiene este chico!



No soy su caballo, señor  Blythe

Gilbert debería saber a estas alturas  que nunca es buena idea hacer enfadar a una pelirroja impetuosa.




Felicidades por tus éxitos, zanahoria

A pesar de la  niebla,  este fue el día en que Anne empezó  a ver con más claridad a su viejo amigo Gilbert Blythe.



Escena final

Porque al final, por mucho que quisiera negárselo a si misma, estaba cantado.




 

Información recopilada en: Arcanoelio.com, Wikipedia, Quefuede.Lacoctelera, anneandgilbert.tumblr.com., lmmontgomery.webcindario.
Gifs: anneandgilbert.tumblr.com
Video: Youtube.

13 de mayo de 2012



En la ciudad de Dambulla, en la Provincia Central de Sri Lanka, existe un sistema de cuevas convertidas en un curioso templo excavado en la roca, conocido como el Templo de Oro de Dambulla, una pequeña maravilla dentro del país.


El sistema de cuevas, es el más grande de todo Sri Lanka, y en su interior, se conserva el también llamado Templo de la Cueva de Dambulla, un sitio reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1991.




Al borde de un enorme promontorio rocoso de 160 metros de altura sobre el territorio llano, numerosas cuevas naturales perduran, siendo cinco de ellas el escenario natural donde se construyó un templo plagado de interesantes estatuas, pinturas y referencias al budismo.





Con huellas de haber sido habitadas desde tiempos prehistóricos, en los templos construidos con la llegada del budismo a la isla, se conservan unas 153 estatuas de buda, 3 estatuas de reyes srilanqueses y 4 estatuas de dioses y diosas.




Las últimas 4 son estatuas de dioses hinduistas, dios Visnú y dios Ganesha. Los murales, cubren un área de 2100 metros cuadrados. Las pinturas sobre las paredes de las cuevas incluyen la tentación de Buda por el demonio Mara y el primer sermón de Buda.




La mayoría de las estatuas datan del siglo XII. Para llegar a Dambulla, hay que realizar el trayecto desde otro punto emblemático de Sri Lanka, el templo y fortaleza de Sigiriya, por un camino que va de Matale a Anuradhapura.



10 de mayo de 2012



Seguro que tienes o has tenido un “vaquero” en tu armario,  pero ¿conoces su origen?
Esta prenda  tan revolucionaria no nació en Estados Unidos, como podría pensarse. Para encontrar su origen  hay que  trasladarse  a la ciudad italiana de Génova.
Los pantalones vaqueros, blue jeans o tejanos tienen su origen en la resistente tela de algodón teñida de azul que los pescadores genoveses utilizan desde hace ya 500 años para vestirse. Los barcos ingleses que hacían escala en este puerto exportaron a todo el mundo el tejido, que pasó a conocerse como “Blue de Genes” (azul de Génova), una denominación que en los países anglófonos derivó al término “blue jeans”.
Fue Levi Strauss, inmigrante alemán de 24 años, quien en plena fiebre del oro, allá por 1853, abrió en California una tienda donde, entre otras cosas, vendía prendas para los mineros hechas con dénim; un tejido de algodón muy duro. La idea de los remaches de cobre para darles más resistencia fue de Jacob Davis, un sastre de Nevada. Strauss y Davis patentaron juntos la idea el 20 de mayo de 1873. Así surgieron los “waist overall”. Su público objetivo eran los pioneros, mineros y demás trabajadores que necesitaban unos pantalones resistentes y adaptados a la vida a la intemperie. Así, a Génova le asignamos la creación de la tela tejana y a EEUU el diseño final de la prenda.


El cine de “vaqueros” los popularizó. Los soldados estadounidenses los exportaron en los años 40 y el cine los catapultó definitivamente. En los años 50 fueron considerados un símbolo de rebeldía entre los jóvenes norteamericanos, quienes empezaron a llamarlos “jean pants”; en muchos cines, institutos y restaurantes estuvieron prohibidos.
Si hay una prenda que ha marcado tendencia esa ha sido el “vaquero”. Evolucionando, reciclándose, adaptándose a los tiempos, el vaquero nunca ha pasado de moda.


La catapulta definitiva viene de la mano de la película West Side Story en donde sus personajes los lucen con una idea preconcebida de estilo urbano y rebelde. Rebeldía que definitivamente se consagra en la imagen de James Dean y Marlon Brando, para pasar a ser un signo de igualdad entre hombres y mujeres, ricos y pobres, blancos y negros, haciendo del vaquero la prenda más democrática e igualitaria de todos los tiempos.
El movimiento hippy de los 60 produjo un cambio estético (campanas, bordados, pintados). En muchos países  se identificaron con la decadencia de occidente y eran muy difíciles de conseguir. Pero en los 70 con la flexibilización de las normas de comercio se abarataron y se extendieron. En ese momento ya eran pura moda y sex appeal. En los 80 se pusieron de moda los vaqueros de “marca”, convirtiéndose en un elemento de “status” y disparándose las ventas que se congelaron con la recesión de los 90.
A pesar de todo el vaquero sigue siendo el rey de los pantalones gracias a su variedad de estilos.

Nunca han pasado de moda...









Los actores más populares del cine y las estrellas de rock fueron el escaparate  que convirtió al pantalón vaquero en un signo de rebeldía, inconformismo e independencia.
Estrellas como Marilyn Monroe o Marlon Brando, que se mostraron públicamente vistiendo pantalones de "clases bajas", propiciaron la aceptación social de esta prenda. Además, con el nacimiento del rock and roll, Elvis Presley también se unió a la revolución de los jeans.
West Side Story tuvo especial influencia para la difusión de los vaqueros. Al igual que películas como Rebelde sin causa o Salvaje, que mostraban a sus dos actores protagonistas enfundados en ajustados vaqueros.  



Vaqueros + cine, asociados a una imagen juvenil, moderna y rebelde.











En un principio eran bastante holgados, como un peto sin la parte de arriba y sólo tenían un bolsillo en la parte de atrás.

A finales de los 60 comenzó a llevarse con chaqueta sin corbata, fue una novedad  reflejada por el actor David Hemmings, con vaqueros blancos en la película Blow-Up de Antonioni en 1966.

Aunque estos pantalones eran muy resistentes a los desgarros, los mineros se quejaban de que el peso de las herramientas a menudo abrían las costuras en los bolsillos. Strauss solventó este problema aprovechando una idea de Jacob Davis, un sastre judío ruso. En el año 1873 aparecieron remaches de cobre en las costuras de cada bolsillo, así como un remache en la base de la bragueta para evitar que se descosiera la costura de la entrepierna cuando el minero trabajaba en cuclillas.


Sin embargo este remache en la entrepierna generó otro tipo de queja. Los mineros, que prescindían de toda ropa interior, descubrieron que al colocarse en cuclillas demasiado cerca de un fuego de campamento, el remache se calentaba hasta el punto de ocasionar una dolorosa quemadura.
Los remaches de los bolsillos se mantuvieron hasta el año 1935, fecha en que se formularon quejas de muy distinta índole. Eran muchos los niños que en todo el país llevaban pantalones vaqueros para ir a la escuela, y las autoridades docentes informaron de que los remaches del bolsillo posterior arañaban y estropeaban irremediablemente los bancos y pupitres de madera.

Los vaqueros, estrictamente utilitarios, se convirtieron por primera vez en prenda de moda en el año 1935, cuando apareció “un anuncio en la revista “Vogue”. Representaba a dos mujeres de la alta sociedad ataviadas con bien ajustados vaqueros, y pregonaba una tendencia llamada “chic del Oeste”. Sin embargo, poco representó esta novedad comparada con la erupción que produjo la competición entre diseñadores de pantalones vaqueros en los años setenta. Esta prenda, en otro tiempo reservada al trabajo, se convirtió en la indumentaria más adecuada para las actividades al aire libre.

En “Parola di jeans” (Palabra de jeans), el escritor Roberto Gianani afirma que este tejido se fabricaba realmente en la ciudad de Chieri, cercana a Turín, y sólo pasaba por Génova para ser exportado desde su puerto. Los franceses, eternos rivales de Italia en el mundo de la moda, no aceptan la paternidad italiana ya que consideran que esta resistente tela de algodón se fabricaba en su país, concretamente en la ciudad de Nimes. Los ingleses se referían a la producción textil de esta ciudad como “Serge de Nimes” (paño de Nimes), de donde derivaría el término denim, utilizado hoy para referirse al tejido de los “blue jeans"

Durante años y hasta la década de los 60, los jeans de mujer no tenían la cremallera en el frontal sino al lado derecho.



El 501 es el número de lote asignado en 1890 a los “waist overall” de Levi´s.

El “Arcuate” es el pespunteado trasero de los Levi´s, que representa un águila. En la 2GM iba pintado por problemas de suministro de hilo.

Los primeros jeans venían en azul índigo y en marrón. El índigo se volvía suave y cómodo con los lavados y el marrón no, así que se dejó de utilizar.

El termino Levi´s no surgió de la compañía sino del público, pero al final se registró.
En 1997 Levi´s pagó 25.000 dólares por unos jeans suyos de cien años encontrados en una mina de Colorado. Son los más antiguo que se conocen.

El 10 de febrero de 1999 la Corte Suprema de Apelación Italiana en Roma absolvió a un reo de violación, argumentando que los pantalones vaqueros no se pueden quitar sin consentimiento del que los lleva. El 28 de noviembre de 2001, la Corte Suprema de Casación revocó la sentencia anterior, condenando al reo y estableciendo que llevar vaqueros no excluye una violación.

Henry David Lee tenía una tienda de ultramarinos, pero en 1912 debido a la gran demanda que había de ropa de trabajo decidió fabricarla él mismo. Introdujo el mono de una pieza en denim. Durante la 1GM fabricó el uniforme oficial de fatiga del ejército norteamericano, repitiendo hazaña en la 2GM.



En la actualidad, la compañía Levi Strauss, es una de las primeras marcas a nivel mundial en el mercado, con tiendas en más de 110 países. Ninguna otra compañía en el mercado de los vaqueros cuenta con tanta presencia mundial. Es una compañía privada a cargo de los descendientes de la familia de Levi Strauss. El número de empleados en todo el mundo asciende a 10.000, incluyendo los aproximadamente 1.100 empleados en la sede central de San Francisco, California.


Fuentes: ShowRoom Mag, Saber curioso, Curistoria, Wikipedia.