Uno de los días en los que se encontraba en el parlamento británico, Sir Winston Churchill recibió una nota. La nota era muy escueta, tanto que en ella solo se podía leer la palabra “imbécil”.
El político inglés tras leerla se dirigió al estrado. Al llegar y tras saludar a la sala comenzó su discurso diciendo:
- He recibido muchos anónimos en mi vida, pero jamás una firma sin texto.
Ja, ja, muy ingenioso el Sir. Abrazos
ResponderEliminar¡Qué bueno! Una firma sin texto. Anda que... jaja. Qué cosas :) Una curiosa curiosidad sin duda, jeje. Un beso, Raquel =)
ResponderEliminarSir Winston era todo un cachondo, con su flema británica dejó cientos de frases ingeniosas para el recuerdo. He podido leer unas cuantas en internet y no tiene desperdicio. Eso era agudeza.
ResponderEliminarUn beso a las dos y gracias por la visita.
:)
Buena reacion de un tipo inteligente de los que poco abundan en estos tiempos...un abrazo.
ResponderEliminarBuena reacion de un tipo inteligente de los que poco abundan en estos tiempos...un abrazo.
ResponderEliminarAy este Churchill, jaja, muy irónico y muy agudo.
ResponderEliminar:D
Así es , por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo Prometeo y gracias por la visita.
Un besito, Anita :)