Tradicionalmente los ositos de peluche se han usado con el propósito de dar consuelo a los más pequeños, pero el origen de su nombre, en inglés “Teddy Bear” viene de Theodore Roosevelt.
La historia sobre el posible orígen del osos de peluche se remota a 1902. Cuando el presidente estadounidense Theodore Roosevelt hizo un viaje al sur del país, con la intención de mediar en un conflicto fronterizo entre los estados de Louisiana y Mississippi. Para entretener al presidente sus anfitriones organizaron una cacería; capturaron un oso viejo, herido y cansado al cual ataron a un árbol, para que el presidente le disparara y tuviera un trofeo “fácil” que llevar a casa. Roosevelt se negó a hacerlo, incidente que fue caricaturizado por el dibujante Clifford Berryman, teniendo su caricatura una difusión nacional.
El dibujo del periódico inspiró a un vendedor de juguetes llamado Morris Michton a coser un muñeco: un rudimentario osito de felpa que, a falta de nada mejor, tenía botones en lugar de ojos. Michton colocó el oso y la caricatura de Berryman recortada del periódico en el escaparate de su tienda, con la única intención de llamar la atención de los transeúntes sobre su comercio. Al hacerlo, no sabía que acababa de nacer el rey de los juguetes.
El oso atrajo a una multitud de compradores, tantos, que Michton empezó a fabricar en serie esos ositos de felpa con botones por ojos y con el nombre de “Teddy’s Bear” (Teddy de Theodore, en honor al presidente Roosevelt). Al año siguiente, su avalancha de pedidos era tal que fundó la Ideal Toy Company. El auge del juguete era imparable; las sofisticadas muñecas de porcelana fueron literalmente barridas por la ternura del osito teddy, hasta el punto que durante más de una década se pensó que eran cosa del pasado. Y hoy, más de un siglo después, niños y grandes siguen abrazando a sus osos de peluche.
Caricatura de Theodore Roosevelt realizada por el dibujante Clifford Berryman
Otras curiosidades
El primer Museo del osito de peluche se creó en Petersfield, Hampshire, Inglaterra, en 1984, fundado por Judy Sparrow. Éste cerró en 2006 y actualmente es una dirección particular.
Algunos osos de peluche se han convertido en cotizadas piezas de subasta; un osito de 1926 alcanzó en la casa Sotheby's de Nueva York la cifra de 80.000€. Otro osito de la firma Steiff fabricado en 1908 fue vendido en la casa Christie's de Londres por 60.000€.
La fiebre del coleccionismo de osos de peluche arrancó en los 80 y ha ido in crescendo a los largo de los diez últimos años. Existen por todo el mundo y especialmente en EEUU clubes de osos de peluche, cadenas de tiendas especializadas, revistas que tratan este tema de forma exclusiva e incluso se organizan congresos sobre osos de peluche. Así se ha acuñado el término "arctofilia" para definir el coleccionismo de osos de peluche (del griego arktos; oso).
El más caro:
En su 125 cumpleaños, la compañía alemana Steiff sacó a la venta el oso de peluche más caro de la historia en edición limitada; se fabricaron 125 unidades y fueron vendidas por unos 62000 euros. La razón de tan desorbitado precio, sus ojos de zafiro de 11mm de diámetro, sus 20 diamantes que completaban la pupila, su boca y su nariz de oro puro de 24 quilates. Además, la compra incluía una pluma fuente Mont Blanc y un tintero lleno de oro líquido.
El osito de peluche más grande y más pequeño (casi):
El creador de este súper oso de peluche vive en Corea del Sur. El osito de peluche más grande del mundo participa en una recreación de una escena del libro Los viajes de Gulliver. El muñeco mide diez metros de largo y 2,3 metros de ancho. Mide 5 milímetros y es un oso de peluche con todos los detalles. Pero curiosamente no es el oso de peluche más pequeño del mundo, ya que el record Guinness lo tiene otro osito de tan solo 4,5 milímetros.
Muy interesante todo lo que nos cuentas. No tenía ni idea del verdadero origen de los osos de peluche. El mini oso está muy chulo. Abrazos
ResponderEliminarMuy interesante Raque. Creo que no hay mejor almohada, el mejor invento para dormir abrazado, y da igual la edad, jaja, ¿o a ciertas edades eso se ve raro?
ResponderEliminarEs broma, no te vayas a creer.
Un besote
:D
Mi querida Raquel: Como yo digo, esos ositos de peluche son amorosos. No te rias pero encima de mi cama de matrimonio tengo un gran oso que me regalaron mis hijos en una fecha muy especial(una operación) y cada noche cuando lo aparto para abrir la cama, lo abrazo. :)
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Que delicia de articulo, me encantan los osityos de peluche y mas d euna vez me han llamdo la atencion enlso superalmacenes por abrazar a uno de la expo sin ton ni son...me encanta. Un fuerte abarzo.
ResponderEliminarMi hija tiene la habitación OKUPADA por peluches. Cómo quejarme si yo le he regalado la mitad. Y ahora, en contra de mi voluntad, de vez en cuando aparece un nuevo inquilino. Ya me he rendido. Es que son muy monos...
ResponderEliminarMuy buena información, no tenía ni idea de su origen pero desde luego fue una buena idea.
Muchos besos.
Me alegro de que te haya gustado esta curiosidad; el mini oso está genial, tiene todos los detalles.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Claro que no hay edad para abrazar a un oso de peluche, y más si tiene valor sentimental; reconozco que me gustan mucho los ositos de peluche.
Un beso Ana :)
Malena me parece un detalle muy tierno el de abrazar cada noche el oso de peluche que te regalaron tus hijos, yo reconozco que tampoco puedo resistirme a ellos, son tan achuchables :)
Un abrazo grande.
Yo hago lo mismo cuando veo un oso grande en las jugueterías, soy incapaz de resistirme a abrazarlo, y la verdad es que te quedas como nueva :))
Un abrazo Prometeo.
Mi cama también tiene más de un inquilino afelpado, y las estanterías de mi cuarto otros cuantos, me gustan mucho así que entiendo perfectamente a tu hija :)
La verdad es que cuando leí esta curiosidad me impacto que ataran un oso viejo y herido a n árbol para que el presidente le disparara; pobre oso y qué buen gesto el de Roosevelt.
Un beso.
Madree... cómo le diga a mi hermano que alguien ha hecho una entrada sobre un peluche, me mata, porque quería que hiciera la historia del peluche. Y la verdad es que busqué información y lo que encontré fue lo del presidente estadounidense y el oso más caro.
ResponderEliminarMuy interesante y buena entrada :)
Nunca pensé que hubiera un museo de osos de peluche jaja.Guau, 80.000 euros por un oso, ¡si vale más que el oro! Y vamos, el término "arctofilia" desconocido por completo jaja.
En cuanto al oso más grande, buen uso jeje. Y el pequeño, muy curioso, pero no le veo el sentido... ¿un oso que no mide ni medio centímetro? Espero que lo peguen con celo en algún sitio para no perderlo jaja.
Graciosa caricatura con el oso :)
Un beso, Raquel :)