La historia oficial dice que fue un monje francés, Dom Perignon, de la abadía benedictina de Hautvillers, quien inventó en 1670 la famosa bebida espumosa. Además de descubrirla también introdujo una serie de cambios, tales como la selección de la uva, el corcho cónico sujeto con una grapa metálica y las botellas de vidrio más grueso. A pesar de los esfuerzos del monje, el origen de las burbujas continuó siendo un misterio hasta que Louis Pasteur estudió la fermentación en el siglo XIX.
Pero otra versión asegura que no fueron los franceses quienes descubrieron el champán sino los ingleses...
Volvemos a la fermentación, al problema de las burbujas, y de cómo controlarlas para elaborar una bebida alcohólica. Al parecer los ingleses desarrollaron su gusto por los vinos gaseosos en el siglo XVI, importando barriles de vino desde Champagne y añadiendo azúcar y melaza para comenzar la fermentación. Se dice que fueron ellos quienes inventaron las sólidas botellas de cristal para almacenarlo y los corchos para tapar las mismas.
Como demuestran los archivos de la Royal Society, lo que ahora se conoce como méthode champenoise -procedimiento tradicional para hacer un vino espumoso- es el método tradicional usado para obtener champán en Francia, y fue descrito por primera vez en Inglaterra en 1662. Los franceses aportaron finura y habilidad para comercializarlo, pero no fue hasta 1876 cuando perfeccionaron la variedad seca o brut.
Por todo ello parece claro que el monje benedictino Dom Pérignon (1638-1715) no inventó el champán. De hecho, se pasó la mayor parte del tiempo tratando de eliminar las burbujas. Su famosa exclamación “¡Ven rápido, estoy bebiendo estrellas!” fue creada para un anuncio publicitario a finales del siglo XIX. El verdadero legado de Pérignon en lo que al champán se refiere fue su habilidad a la hora de mezclar diferentes variedades de uva provenientes de distintos viñedos así como el uso del alambre característico del corcho.
Más…
Un agujero legal permite a los norteamericanos denominar a sus vinos gaseosos champán. El Tratado de Madrid (1891) dispuso que sólo la región de Champagne podía utilizar tal nombre, regla confirmada en el Tratado de Versalles (1919) tras la Primera Guerra Mundial. Pero los americanos firmaron independientemente un tratado de paz con Alemania, y cuando la Ley Seca se abolió, los mercaderes de vinos se aprovecharon de esa laguna vendiendo su propio “champagne” ante el comprensible cabreo de los franceses.
La copa de champán no está, como se suele creer, diseñada a partir de un molde del pecho de María Antonieta. Fue fabricada por primera vez en 1663 en Inglaterra, mucho antes de que naciera la famosa francesa.
Mo‘t et Chandon, una casa fundada en 1743, tiene más de 25 kilómetros de galerías por debajo de Epernay. Una pequeña porción está abierta a las visitas. Sobre la misma calle, la bodega Mercier, tan famosa como tradicional, construyó un tren para hacer visitar sus instalaciones y muestra un foudre (un tonel grande) de tamaño fuera de serie, construido para la exposición universal de 1889. Este gigantesco barril puede contener más de 200.000 litros de champagne: más que suficiente para los festejos de Año Nuevo.
El champagne Brut Imperial, creado como homenaje a la amistad y preferencia de Napoleón con la casa Möet, es la botella más conocida y vendida del mundo en su categoría.
Aunque lo ideal es consumir la botella de champagne una vez abierta, cuando sobre una cantidad apreciable, se puede recurrir al viejo truco de introducir una cucharilla de plata en posición invertida deslizándose por el cuello de la botella para mantener las burbujas.
Hay aproximadamente 49 millones de burbujas en una botella de 750 ml.
El corcho sale de la botella a una velocidad aproximada de 65 km/hora, pero ha llegado a salir a 160 km/ hora.
La presión en una botella de champán es de 90 libras por pulgada cuadrada, unas tres veces mayor que en un neumático de coche.
Su consumo se asocia a celebraciones y es habitual descorchar una botella de gran formato durante la entrega de trofeos en las carreras de coches o motos. También ha sido tradicional estrellar una botella de champán contra el casco del barco en su botadura.
Mi querida Raquel: Dirás que es una barbaridad, pero yo prefiero una buena sidrina para brindar aunque reconozco que es más "glamuroso" brindar con champagne o cava. Da igual, brindo por tí. Para que se realicen tus sueños.
ResponderEliminar¡Feliz Año!
Mil besos y mil rosas.
Yo brindaré con Zarracina. Que lo pases bien y Feliz 2011!! Besos
ResponderEliminar....……(¯`O´¯)..........
ResponderEliminar…..……*./ | \ .*..........*♥♫ Que el 2011 * *♫♫
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………...*•♥•*...............**♫ esté repleto...♫**
…….....*♥♫♥*'................♫ de risas....♫
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¿Así que el champan no es un invento francés? Claro quedaba mas fino ponerlo en ese idioma... oye, ¿brindamos? Yo brindo virtualmente por ti, para que el 2011 te traiga toda la felicidad que te mereces, y que te traiga tanta que la puedas repartoir conmigo, ¿te parece?
ResponderEliminar¡Feliz Año! (y menos mal que este ya acaba, ehh?)
Un beso
:D
Qué curioso!! :)
ResponderEliminarSupongo que suena mejor decir que fue creado en Inglaterra que en Francia.
25 km de galerías son muchísimos, y probablemente sea lógico, pero es llamativo lo del tren.
El corcho de la botella era un peligro de los de verdad, uff. Y la cantidad de burbujas suena una barbaridad.
Ahh! Qué despiste... que lo he mandado sin darme cuenta.
ResponderEliminarUn beso y feliz año nuevo, otra vez más jaja :)
Toma Raquel, estás haciendo de este blog una enciclopedia de lo hemos consumido hasta ahora. Es fantástico...
ResponderEliminarYa ves que no tenía idea que fueron los ingleses que usaron las vides de Champagne.
A mí no me disgusta, pero como no soy de beber, ya sabes, en cuando tomo media copa de champagne, dejo de sentir los pies y empiezo a flotar y flotar. :)
Has dejado todo esto tan bonito, es como entrar al corazón de las fiestas.
Pues nada ya hemos cruzado otro pequeño puente y no esperes hasta el final del 2011, dale caña desde ahora. Pienso que si dejamos las expectativas y actuamos, puede llegar a ser estupendo.
Besos
Yo soy más de una cervecita, pero las celebraciones son las celebraciones, desde luego.
ResponderEliminarLo de la cucharilla sí lo sabía. Era costumbre en casa de mis padres.
Besos y buen año!!
Malena pues la verdad es que estoy contigo, donde se ponga una buena sidra que se quite el champán.
ResponderEliminarGracias Malena, aunque ya estemos a día tres yo también brindo por ti, deseándote un año inmejorable.
Besos.
Gracias Ligia, al final en casa brindamos con Zarracina también; según mi padre la mejor sidra que hay.
Espero que hayas tenido un comienzo de año estupendo.
Besos.
Anjana mil gracias por esta bonita dedicatoria.
Feliz año nuevo.
Un beso.
Pues parece que no, que se le adelantaron los ingleses, aunque claro... ya conocemos a los ingleses :) Lo que no puede negarsele a los franceses es que saben de estilo, y quien le ha dado renombre al champagne han sido ellos.
Brindo por ti, para que este año te traiga la tranquilidad buscada, la felicidad, y la inspiración; y sobre todo brindo para que podamos seguir compartiendo todas estas cosas.
Un beso grande.
A mi me impresionó el dato del corcho, no sabía que salía disparado a tanta velocidad, ¡qué peligro!
Feliz año, Natalía; espero que lo hayas empezado con buen pie.
Un beso.
Gracias Miguel :)
Tienes toda la razón, a veces esperamos demasiado y cuando nos damos cuenta ya es tarde para actuar. Todavía quedan 362 días por delante pero voy a ponerme en marcha ya.
Besos.
Besos NoSurrender, y un 2011 lleno de toda la felicidad, todo el amor, la salud, los sueños, y la inspiración que puedas atrapar.
Mi querida Raquel: Te deseo una feliz y mágica Noche de Reyes. Para mí sigue siendo una noche especial en donde cerrando los ojos te parece alcanzar los más bellos deseos.
ResponderEliminarMil besos y mil rosas.