Una misma copa y dos troncos paralelos, se alzan en el pago de Los Llanitos de Breña Alta, que el pueblo llama los Dragos Gemelos.
Árbol mitológico símbolo de las tierras de más allá de las Columnas de Hércules –punto oeste del mundo conocido–. Allí, en las tierras que bañaban las playas fuera de las de Hércules, siguen creciendo muy lentamente y libres apoyando la leyenda estos magníficos árboles.
Los Campos Elíseos de la Odisea de Homero dice que en esas tierras del "extremo de la tierra", la vida de los hombres es cómoda, el invierno no es largo, donde tampoco hay lluvias, "sino que el Océano deja siempre paso a los soplos de Céfiro que sopla sonoramente para refrescar a los hombres".
Campos Elíseos, Afortunadas, Hespérides y Jardín de las Delicias quiere la mitología clásica que sean las islas Canarias, donde "residen unas ninfas, hijas de Atlante, las Hespérides, que custodian, junto a un terrible dragón, un maravilloso Jardín, en el que está el árbol de las manzanas de oro, símbolo de la inmortalidad, en otro tiempo buscadas por el propio Hércules".
Nuestros dragos serán "dragón" o por el contrario "árbol de las manzanas de oro, símbolo de la inmortalidad", porque inmortales son sus raíces y ramas que el pueblo va cantando en leyendas. La voz del pueblo cuenta que en tiempos anteriores a la Conquista de la isla, en el ya lejano año de 1492, una bonita y joven mujer de cautivadora y dulce mirada, suscitó en dos hermanos gemelos de Breña Alta –por esos tiempos cantón de Tedote– los más profundos sentimientos de amor, que a ella halagaba y fomentaba, pero llegó el día que había que dirimir en batalla y duelo cual de los dos sería quién poseyera a la joven doncella.
La lucha fue dura y cruel. Los jóvenes hermanos y gemelos se batían con valentía. En las venas les ardía la sangre y les cegaba la mente y el destino y la fatalidad quiso que no hubiera vencedor, los dos murieron en la lucha por el amor a una mujer.
Ella, al enterarse de la triste desventura, se consideró causante de ello y juró que jamás sería de nadie, sino del recuerdo de los dos hermanos. Apenada y desconsolada quiso que el recuerdo de los dos hermanos fuera superior a su propia existencia humana. Se trasladó por las agrestes laderas de la cumbre recubiertas de hojas, árboles y arbustos de la mítica y húmeda laurisilva, al poniente de la isla, en busca de dos gajos de dragos para luego, cariñosamente, sembrarlos paralelos y próximos en el mismo lugar donde los dos hermanos había regado su sangre de amor. Se cumplieron los deseos de inmortalidad de un recuerdo y amor. Con el tiempo y lentamente los dragos –uno por cada hermano– fueron creciendo entrelazando fuertemente sus ramas. Hoy no se sabe cuál es uno y cuál es el otro, permanecen altaneros y abrazados en la larga longevidad de esta especie de árbol, como si quisieran ser símbolo de un destino común por amor a una mujer.
Los Campos Elíseos de la Odisea de Homero dice que en esas tierras del "extremo de la tierra", la vida de los hombres es cómoda, el invierno no es largo, donde tampoco hay lluvias, "sino que el Océano deja siempre paso a los soplos de Céfiro que sopla sonoramente para refrescar a los hombres".
Campos Elíseos, Afortunadas, Hespérides y Jardín de las Delicias quiere la mitología clásica que sean las islas Canarias, donde "residen unas ninfas, hijas de Atlante, las Hespérides, que custodian, junto a un terrible dragón, un maravilloso Jardín, en el que está el árbol de las manzanas de oro, símbolo de la inmortalidad, en otro tiempo buscadas por el propio Hércules".
Nuestros dragos serán "dragón" o por el contrario "árbol de las manzanas de oro, símbolo de la inmortalidad", porque inmortales son sus raíces y ramas que el pueblo va cantando en leyendas. La voz del pueblo cuenta que en tiempos anteriores a la Conquista de la isla, en el ya lejano año de 1492, una bonita y joven mujer de cautivadora y dulce mirada, suscitó en dos hermanos gemelos de Breña Alta –por esos tiempos cantón de Tedote– los más profundos sentimientos de amor, que a ella halagaba y fomentaba, pero llegó el día que había que dirimir en batalla y duelo cual de los dos sería quién poseyera a la joven doncella.
La lucha fue dura y cruel. Los jóvenes hermanos y gemelos se batían con valentía. En las venas les ardía la sangre y les cegaba la mente y el destino y la fatalidad quiso que no hubiera vencedor, los dos murieron en la lucha por el amor a una mujer.
Ella, al enterarse de la triste desventura, se consideró causante de ello y juró que jamás sería de nadie, sino del recuerdo de los dos hermanos. Apenada y desconsolada quiso que el recuerdo de los dos hermanos fuera superior a su propia existencia humana. Se trasladó por las agrestes laderas de la cumbre recubiertas de hojas, árboles y arbustos de la mítica y húmeda laurisilva, al poniente de la isla, en busca de dos gajos de dragos para luego, cariñosamente, sembrarlos paralelos y próximos en el mismo lugar donde los dos hermanos había regado su sangre de amor. Se cumplieron los deseos de inmortalidad de un recuerdo y amor. Con el tiempo y lentamente los dragos –uno por cada hermano– fueron creciendo entrelazando fuertemente sus ramas. Hoy no se sabe cuál es uno y cuál es el otro, permanecen altaneros y abrazados en la larga longevidad de esta especie de árbol, como si quisieran ser símbolo de un destino común por amor a una mujer.
FELIZ DÍA DE CANARIAS!!!
María Victoria Hernández.
Microlapalma.com
No conocía esta historia tan linda. Feliz Día de Canarias. Abrazos
ResponderEliminarIgualmente Ligia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es muy triste pero preciosa la historia. Me encantan los árboles, dan ganas de abrazarlos. Y en el vídeo me ha encantado ese tan torcido que inclina su copa hacia el suelo, me parece de una belleza extrema. Es el Arte de la naturaleza.
ResponderEliminarFeliz día de Canarias, que lo disfrutes.
Un abrazo arboril ;)
Casi todas las leyendas canarias tienen algo de dramático. El árbol retorcido es una sabina, tipico del Hierro. El viento ha moldeado estas copas durante siglos, de ahí su forma retorcida. Son muy bonitos, la verdad.
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
Con un poquitín de retraso, Raquel, Feliz Día de Canarias.
ResponderEliminarSi por llegar a enamorarse de aquella bella mujer, terminaron los gemelos tan íntimamente entrelazados y convertidos en dragos... ¿Puede ocurrir también que las dos acacias gemelas del cuadro de E. Belloni sean la consecuencia de haberse enamorado ambas de un mismo hombre? ¿O es que en sentido inverso este caso no suele darse?
Un beso.
Zhivago
Gracias zhivago, como ayer era domingo han trasladado la festividad al lunes, así que también estoy de fiesta hoy, no llegas tan tarde.
ResponderEliminarNo conocía a E. Belloni, y sus cuadros me han encantado, desprenden mucha luz y color.
El cuadro de la acacias es muy luminoso, me gusta. Y sobre lo que preguntas yo creo que sí es posible, las mujeres también rivalizan por el amor con uñas y dientes.
Besos.
Bonita historia, feliz día Raquel (un poco tarde)
ResponderEliminarBonita leyenda, no la conocía aunque me es familiar. Buen video, la música pero sobre todo las imágenes. ¡Que lugar tan bello este en donde vivímos!
ResponderEliminarFeliz día de Canarias atrasado.
Besotes
:D