30 de enero de 2010

Por la Paz



La paz comienza con una sonrisa. María Teresa de Calcuta

Los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz. Juan Pablo II

O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos. Benjamin Franklin

Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz. Albert Einstein

La guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz. Winston Churchill




27 de enero de 2010



Melody Gardot comenzó a interesarse en la música desde muy pequeña; a la edad de nueva años ya tomaba clases de piano.
Cuando tenía 19 años, Melody fue atropellada por un jeep que se saltó un semáforo en rojo mientras iba en su bicicleta. El accidente fue tan devastador y le causó daños tan graves que Melody estuvo casi dos años sin volver a caminar.
Tras el accidente, Gardot tuvo que replantearse su mundo desde los cimientos. La música fue su terapia ya que durante el periodo de convalecencia comenzó a escuchar música que antes no escuchaba; el disco “The Bossa Nova Years” de Stan Getz's cambió su vida.

"Todas las vidas cambian con cada tragedia, la muerte de tu abuela, el primer desamor... En mi caso marcó un antes y un después porque fue una tragedia no sólo espiritual, también física. Tuve que empezar de cero, volver a nacer y tener que aprender todo de nuevo"

Su médico, preocupado por los efectos que el accidente pudiera tener en su cerebro, le recomendó dedicarse a algo que la hiciese feliz, y al averiguar que le gustaba la música le mandó de regreso a casa sin una receta y únicamente con el encargo de que se refugiara en esta afición. Esto molesto en cierto modo a Melody pues le parecía absurdo que el médico la mandase a tocar el piano cuando ni siquiera podía permanecer sentada. Fue en ese momento en que Melody decidió aprender a tocar la guitarra y comenzó a escribir canciones. En un principio solía grabarlas porque olvidaba fácilmente lo que hacía; así fue cómo surgió “Some Lessons” su primer disco, en que se incluyen temas como "Worrisome Heart”, que tendría una gran repercusión en los medios.
Tras este primer trabajo le seguirían tres discos más; el último titulado “My one and Orly thrill”.
Su estilo va desde el jazz y blues hasta el pop, folk y música brasileña.





20 de enero de 2010


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Está demostrado científicamente: besar tiene efectos beneficiosos para la salud.
Según el Dr. Michael W. Smith, M.D. "Un beso apasionado potencia el sistema inmunológico y eleva todas las actividades del cuerpo" Señala, además, los diez efectos positivos que nos proporciona la acción de besar:

1. Aquellas personas que tiene como costumbre despedirse con un beso cada mañana viven cinco años más que los que no lo hacen.

2. Besar es un gran estímulo para la autoestima. Hace que quien besa se sienta apreciado y querido y su mente más grata y conforme.

3. Besar quema entre dos y tres calorías por minuto y puede doblar su tasa de metabolismo. Los investigadores dicen que tres apasionados besos al día (al menos de 20 segundos cada uno), ayudan a bajar hasta unos 450 gramos.

4. Besar está considerado como un antiestresante o remedio para neutralizar el estrés. Un beso apasionado alivia las tensiones, disminuye la energía negativa y produce una sensación de bienestar al reducir la hormona del estrés.

5. Al besar se usan 30 músculos faciales ayudando a mantener estos tonificados y previniendo el "escurrimiento" de las mejillas. La tensión de los músculos de la cara durante un beso apasionado, contribuye mantener la piel suave y tersa al incrementar la circulación.

6. Besar es bueno para el corazón ya que se segrega adrenalina que mejora el bombeo de sangre que se envía a todo el organismo. Besar frecuentemente, ha sido probado científicamente, estabiliza la actividad cardiovascular, baja la tensión arterial y modera los niveles de colesterol.

7. Las personas que besan frecuentemente son menos propensas a enfermar de trastornos del estómago, del aparato urinario y de infecciones severas en la sangre.

8. Durante el beso, antibióticos naturales como la tialina, se segregan través de la saliva, así como cierto tipo de sustancias que al actuar como anestésicos alivian el dolor.

9. Besar reduce la ansiedad y detiene las "tormentas" de la mente. El beso incrementa el nivel oxitocina, una hormona denominada de la "calma" produciendo felicidad y paz.

10. El acto de besar produce endorfinas que son 200 veces más poderosas que la morfina. Toma nota; cuanto más apasionado sea el beso, mejor que mejor.


Beso, pico, morreo, ósculo…hay tantas formas de llamarlo como de darlo, pero, ¿cómo surgió el beso?

Esta expresión de afecto se practica desde hace muchísimo tiempo pero se desconoce a ciencia cierta cómo y cuando surgió. Aparece como una forma instintiva de demostrar afecto y se da por primera vez de la madre hacia su hijo. Numerosas interpretaciones buscan el origen del beso en el impulso de succión del bebé, las tendencias caníbales (el mordisco amoroso), o la costumbre de tribus primitivas de olfatearse y olerse.
Las referencias más antiguas datan del 2500 a. C. Los besos fueron esculpidos en las paredes de los templos de Khajuraho, en la India.


Según Plutarco, historiador griego que vivió entre los años 50 – 125 d.C. las personas comenzaron a besarse y abrazarse por una ley propagada por los romanos mediante la cual se prohibía a las mujeres tomar vino. Cada día, los esposos debían verificar el aliento de sus cónyuges para evidenciar si existía rastro que descubriese la ingestión de la bebida.
Como al parecer este procedimiento no dio gran resultado, pronto se implantó otra ley más rigurosa donde se ordenaba que los romanos, además de aspirar el aliento tenían que rozar los labios de su pareja para descubrir algún vestigio etílico.

El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua.

Pero el significado del beso es distinto en cada cultura, y también en las distintas épocas. En la Antigüedad los hombres persas se daban besos en la boca, pero solo se admitía entre personas de un mismo nivel. Si dos hombres eran considerados jerárquicamente inferiores, el beso debía ser dado en el rostro.

Hasta la segunda mitad del siglo IV a.C., los griegos sólo permitían besos en la boca entre padres e hijos, hermanos o amigos muy próximos. El filósofo Platón declaraba "sentir gozo al besar".
Por su parte, en la cultura celta se creía que el beso incluso tenía propiedades curativas.

Para asustar sus hijos pequeños, las madres nativas de Indochina francesa amenazaban darle "un beso de hombre blanco"; y en muchas tribus africanas, los nativos reverenciaban al jefe besando el suelo que él pisaba.

Antiguamente en Inglaterra, al llegar a casa de alguien, el visitante besaba al anfitrión, a su mujer y a todos los hijos y hasta al mismo cachorro y al gato. Y en Escocia, el padre besaba los labios de novia al final de la ceremonia de casamiento. Se decía que la felicidad conyugal dependía de esa bendición en forma de beso. Después, en la fiesta, la novia debía circular entre los invitados y besar a todos los hombres en la boca, que a cambio le daban algún dinero.

En el período del Renacimiento, el beso en la boca era una forma de salutación muy común. En el siglo XV, los nobles franceses podían besar a cualquier mujer que quisiesen. En Italia si un hombre besaba a una doncella en público estaba obligado a casarse con ella inmediatamente.

En Rusia, una de las mas altas formas de reconocimiento oficial era un beso al zar.

Uno de los besos mas conocidos es el "Beso francés", que es en que las lenguas se entrelazan. También es conocido como "beso de lengua". La expresión fue creada por Volta en 1920.

En lenguaje esquimal, la palabra para besar es la misma que sirve para decir cariño, por eso en el llamado "beso esquimal", ellos se frotan sus narices una con otra.


El beso pasó de ser una muestra de afecto a ser también una expresión de amor hacia la otra persona. Sin embargo y durante la Revolución Industrial, quedó prohibido.

Posteriormente y ante tal prohibición, allá por los años 60, la gente se reveló y para demostrarlo hacia lo que no se podía: besarse en público.


El beso de Judas


La historia bíblica refiere que Jesús fue señalado (entregado) a sus captores gracias a Judas Iscariote quien le dio un beso en la mejilla. La carga simbólica de este acto, fue retratada por números artistas en pinturas y murales durante siglos.
Es interesante comprobar las diferencias que existen en dos evangelios que cuentan el suceso. De acuerdo con San Lucas (22: 47-48) luego de que Judas besara el rostro de Jesús, este le preguntó: “con un beso entregas al hijo del hombre?”. Momentos después fue arrestado por los guardias que llevaban espadas y palos.
Por otro lado, San Marcos (14: 44-45) relata que Judas les había dicho a los soldados que estaban con el “Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo, y llévenlo bien custodiado”. Luego se le acerco, le dijo “maestro” y le dio uno de los besos mas famosos de la historia. El evangelio de San Juan por su parte, ignora absolutamente el hecho.


El primer beso del cine


El 21 de julio de 1896, en Canadá se estreno una película muy particular. El nuevo invento (el cinematógrafo) apenas había sido presentado meses antes y ya provocaba la primera controversia. Por encargo de Edison el director americano William Heise realizó una pequeño film llamado justamente "The kiss" (el beso).
En ella se veía un beso apasionado entre los actores May Irwin y John Rice que duraba 15 segundos.
El espectáculo causó revuelo entre los asistentes y miembros de la prensa que fueron implacables con sus críticas. Un diario local, (The Chap Book ) lo calificó como “absolutamente desagradable”.



El beso del Hotel de Ville


En 1950 el fotógrafo Robert Doisneau se encontraba en una terraza de un bar con su cámara Rolleifleux. Observaba atentamente a la gente que pasaba por la calle y entre la multitud pudo distinguir a una pareja de enamorados que, despreocupados de cuanto le rodeaban, avanzaban besándose apasionadamente. Rápidamente, el fotógrafo tomó su cámara de fotos y disparó esta instantánea conocida como El Beso del Hotel de Ville que se hizo famosa hasta convertirse en la foto más vendida de la Historia con 410.000 copias.
Durante años está fue la historia oficial, hasta que en 1.992 una pareja salió a la luz diciendo que ellos eran los protagonistas aquella fotografía. Doisneau se vio obligado entonces a rebelar la verdad ante un juez para evitar que aquellos impostores pudieran tener derecho a los 100.000 dólares que reclamaban como derechos de imagen.
La revista Life le había encargado un reportaje sobre amantes en París. Y fue el propio Doisneau el que hizo una serie de fotos a las que tituló “Besos“. Aquellos dos jovenes enamorados a los que “casualmente” captó en las calles parisinas no eran sino actores desconocidos (novios, eso sí) a los que pidió que posaran para una fotografía.
La historia se pudo mantener oculta durante 42 años, e incluso, 13 años más tarde, en el 2005, la protagonista real de aquel beso, Françoise Bornat vendió la copia de su fotografía, firmada por el fotógrafo, por la nada desdeñable cifra de 200.000 dólares.



El beso de Rodin


Esta escultura es de mármol y mide 1,90 x 1,20 x 1,15 mts.
Inspirada por el apasionado amor de Francesca da Rimini y Paolo Malatesta. Formaba parte de la gran obra inconclusa de Rodin Las Puertas del Infierno.
Antes de crear la versión en mármol, Rodin había hecho varias esculturas de menor tamaño en yeso, terracota y bronce. En principio fue llamada Francesca da Rimini, uno de los personajes del Infierno de Dante, que se enamoró del hermano de su marido, Paolo, a su vez casado. Enamorados mientras leían juntos la historia de Lanzarote y Ginebra, fueron descubiertos y asesinados por el marido de Francesca. En El Beso puede verse el libro en la mano de Paolo. Cuando los críticos de arte vieron la escultura en 1887, sugirieron el título menos específico de El Beso (Le Baiser) en lugar del de Francesca da Rimini.







El beso de Times Square

El fin de la Segunda Guerra Mundial, con su reinante atmósfera de alegría y desenfado, sirvió de marco para la realización de una hermosa fotografía que dio la vuelta al mundo.
Times Square, en Nueva York, es el escenario de la famosa imagen de un marinero y una enfermera besándose. Pero lo más curioso es que, en realidad, se trata de dos imágenes, en lugar de una. Dos fotografías casi idénticas, tomadas casi simultáneamente.

La primera fotografía fue tomada por Alfred Eisenstaedt, fotógrafo de la revista Life, el día 14 de agosto de 1945. En ese día los norteamericanos salieron a las calles a festejar el fin de la guerra, y a Alfred le llamó la atención el marinero que se acercaba a todas las mujeres que veía.

Una de ellas fue la enfermera Edith Shain, que sólo se identificó en 1980 al enviarle una carta a Eisenstaedt donde reconoció ser la protagonista de la fotografía, y hasta ese entonces el hecho le había
causado mucha vergüenza como para reconocerlo públicamente.

Del marinero, después de muchas controversias, finalmente se supo que es un veterano de guerra llamado Glenn McDuffie, quien se encontraba esperando el metro cuando supo de la noticia y, en medio de la euforia, besó a Edith. Pasó mucho tiempo intentando probar que era él quien aparecía en la foto, hecho que sólo se pudo corroborar luego de muchos estudios.

Esta otra fotografía fue tomada por Victor Jorgensen, fotógrafo de la Marina Norteamericana.








El beso polémico

Rock Hudson fue uno de los galanes más emblemáticos de Hollywood del siglo XX. Estrella indiscutible del celuloide, participó en más de 70 películas. Muy pocos sabían que Hudson era gay y que llevaba desde hacia años una doble vida. Muy pocos sabían igualmente que el actor había contraído SIDA a principios de los ochenta.

Cuando en 1985, fue llamado para participar en la exitosa serie de TV "Dinastía", ya realizaba viajes regulares a una clínica parisina donde en secreto era tratado de su enfermedad. Eran los comienzos de la epidemia y no estaban definidas completamente las formas de contagio, todavía se especulaba sobre si el virus podría trasmitirse por la saliva. Por este motivo cuando leyó en uno de los guiones que tenia que besar a la actriz Linda Evans en una escena se sintió tremendamente desesperado.

Después de pensarlo mucho Hudson decidió hacerlo. Cuando tiempo después su estado de salud empeoró, la prensa amarilla le dedicó mucho tiempo a ese beso apasionado sobre el césped. Linda Evans por su parte, quien fue la principal damnificada, se mostró despreocupada por la cuestión y en una cena para recaudar fondos para combatir el virus le envió cordiales saludos.


El beso de Gustav Klimt

"El Beso", 1907-1908, es probablemente la obra más conocida del pintor austríaco Gustav Klimt. "Der Kuss", nombrada en alemán, se encuentra expuesta en la Österreichische Galerie Belvedere de Vienna.

El beso es una imagen de amor espiritual e idealizado. Aparece un apareja abrazada que encarna la felicidad erótica imperturbable. Los modelos son el propio Klimt y su amiga Emile Flöge. Ambos cuerpos forman una masa dorada, con ornamentos cuadrados para el hombre y curvilíneos para la mujer.

El beso ofrece una imagen contradictoria de sus mujeres, esta vez la mujer se entrega al hombre, que es un ser activo, es el que lleva la fuerza y da el beso, mientras la mujer, afronta esto con pasividad.



18 de enero de 2010



Según cuenta una antigua leyenda de origen chino, por el año 2.700 antes de Cristo, el emperador Chen-Nung, para prevenir las infecciones que traía el agua, mandó hervir toda la que era de consumo humano. De manera accidental, al hervir el agua a la sombra de un árbol de té silvestre, algunas hojas cayeron a la olla con el mecer de una dulce brisa. La curiosidad lo llevó a probar lo que sería la primera infusión de té, que le pareció refrescante y estimulante. De este modo, el emperador introdujo la costumbre de consumir té en su corte, algo que se extendió por el pueblo.
En el año 800 d. C. Lu Yu, educado por monjes buditas, escribió el primer compendio escrito del té: el Ch'a Ching, que describe las diferentes maneras de cultivarlo y prepararlo.
El té llegó a Japón en el siglo IX a través de los monjes budistas chinos que se asentaron allí, los japoneses posteriormente lo encumbraron a nivel de obra de arte dotándole de un ceremonial único, que requiere años de perfeccionamiento.
Hoy en día, existen más 300 tipos de té, pero todos provienen de la misma planta, la Camellia Sinensis, que es procesada en diferentes tipos de té, el blanco, el verde, el rojo, el azul y el amarillo.


Té blanco

El té blanco, originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian, es en realidad un té verde del cual sólo se recogen los brotes antes de que se abran, que surgen al principio de la primavera. El color del té blanco es verde pálido con un finísimo vello blanco (de ahí su nombre) Es en ese momento cuando toda la energía y todos los nutrientes de la planta se concentran en los brotes.
Su recolección es un verdadero trabajo de "chinos" ya que se necesitan miles de brotes, recogidos a mano, para obtener una pequeña cantidad de té blanco. Luego se dejan secar al aire libre, sobre paños de seda, a fin de que se evapore el agua y se mantengan, en cambio, todas sus propiedades.
El té blanco ha sido descubierto recientemente como uno de los antioxidantes naturales más potentes.
La elaboración del té blanco ha sido uno de los secretos mejor guardados durante siglos ya que era el té blanco de uso exclusivo para el emperador y sus allegados. La gente del pueblo llano no debía poder beneficiarse de este té blanco que se decía que contribuía a la inmortalidad. La pena por probarlo era la muerte.

Té amarillo

El té amarillo, huang da cha, se obtiene del árbol del té, que además es el origen de las diferentes clases de té que existen.
El té amarillo, es muy poco conocido y muy apreciado. En un principio sólo estaba destinado al consumo de la familia imperial.
Este tipo de té está entre el blanco y el verde. Se obtiene mediante un corto proceso de fermentación que se frena con calor seco.
Al estar tan poco fermentado se consigue un color, aroma y sabor suave y muy delicado diferente al de los otros tés
El árbol del té, en estado salvaje, puede alcanzar hasta los 15 m. de altura.
El té amarillo fue llamado el té de las cinco dinastías.

Té rojo

La medicina tradicional china considera el Té rojo Pu-Erh como un remedio para gozar de buena salud y para ayudarnos a conseguir nuestro peso ideal. El Té rojo Pu-Erh debido a sus muchas virtudes era conocido como el Té de los Emperadores.
El Té rojo Pu-Erh es un producto originario de la región de Yunnan, una provincia incorporada a china en el siglo XIII y situada junto a Birmania, Laos y Vietnam.
"La región de la eterna primavera", que es como se la conoce, tiene un clima especialmente propicio para el cultivo de té, sobre todo en las regiones montañosas, en las que las lluvias casi metódicas y una temperatura templada y sin heladas, hace que el árbol del Té rojo Pu-Erh (Qingmao) se dé con singular exhuberancia. A juzgar por quienes la conocen, una de las regiones más bellas de la Tierra.
El Té rojo Pu-Erh es en realidad un Té verde que adquiere sus características después de un proceso de maduración. Sus hojas grandes son comprimidas y se almacenan durante años en condiciones muy concretas. Aunque no se ha desvelado totalmente su "secreto" se sabe que se almacena en cavernas donde se guarda en barricas durante más de 50 años.
Al igual que el vino, a más tiempo mejor y (algunos alcanzan los 60 años) también, evidentemente, más caros.
El hecho de que se guarde en barricas y gracias a un proceso especial hace que se torne rojizo y que tenga unas propiedades extraordinarias.

Té verde

Aunque de origen asiático hoy en día el té verde se cultiva en casi todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Esa diversidad de climas y suelos hace que existan tantas variedades de té verde en cuanto a sabor y matices.
Las hojas de té verde contienen muchas sales minerales, especialmente vitamina A, C, E y selenio (un buen equillo antioxidante), vitamina B2, ácido fólico, calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor.
Contiene un 2 - 4% de alcaloides de los cuales los más abundantes son la cafeína y la teofilina.
Su 3 % en polifenoles (antioxidantes) son los que le confieren ese gran efecto medicinal antioxidante.
Aunque en China ya se tomaba desde hace más de tres mil años en Europa sólo empezó a popularizarse (y eso sólo en algunos países) a partir del siglo XVII - XVIII.
El éxito del té verde, en todas sus variedades, es tal que sólo le supera como bebida el consumo de agua.

Té azul

El te Oolong (también conocido como te azul o “Wu long”, “Dragón negro” en Chino), es uno de los tés más carismáticos y especiales del mundo; está a medio camino entre el té verde y el te negro, pues es un té semi-fermentado, sin llegar a los altos procesos de fermentación del te negro y con un contenido en cafeína moderado.
La popularidad de este té está creciendo en los últimos tiempos, debido a su altísimo poder devora-grasas. Se estima que quema en torno al 100% más cantidad de grasa que su “primo” el te verde.
El tipo de té azul (oolong) está caracterizado principalmente por su nivel de fermentación.

16 de enero de 2010



Petra, fue la capital del antiguo reino Nabateo, y hoy en día constituye uno de los mas importantes enclaves arqueológicos del mundo. Situada en Jordania, el nombre de Petra proviene del griego πέτρα que significa piedra, y su nombre es perfectamente adecuado, ya que no sólo se trata de una ciudad construida con piedra, sino que literalmente fue excavada y esculpida en la piedra. Se le conoce también con el nombre de la ciudad rosa del desierto.


El asentamiento de Petra se localiza en un valle angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular, los edificios conocidos como la Khazneh (la Tesorería) y el Deir (el Monasterio).


Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VII a. de C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. de C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo.


Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por un explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812.


Alrededor de Petra se encuentran tumbas excavadas en la roca que presentan fachadas de tipo helenístico, la célebre Khazneh y el monasterio Deir. También se encuentran veinte rocas llamadas jinns que representan quizá a los dioses vigilando la ciudad.
El Siq también es representado a menudo por su lado misterioso y monumental así como la Khazneal-Firaun, calle central de Petra.


Hay un teatro que fue originalmente construido por los nabateos en el siglo I, con una capacidad de 3000 espectadores, y luego fue ampliado por los romanos en el 106 E.C. a 8500 espectadores. Fue tallado mayormente en la roca, pero la parte del proscenio fue construida con una mezcla de roca tallada y de albañilería; tenía una orquesta semi-circular y gradas en tres niveles superpuestos en forma de luna creciente. El teatro fue descubierto en 1961 y sacado a la luz por un equipo de arqueólogos americanos.


El Qasr al-Bint, fue uno de los principales templos de la ciudad y una de las pocas estructuras construidas, en vez de tallada en la roca. Destruido por un terremoto, fue reconstruido más tarde.
Muchos de los más grandes monumentos (el Khazneh, el teatro, Qasr al-Bint…) se construyeron durante el reinado del rey Aretas IV Philopatris (del año -9 al año 40).


Durante la dominación bizantina, se construyeron grandes iglesias fastuosamente decoradas con piedra traída de Grecia, Egipto y otras tierras lejanas. A menudo utilizaban el mármol y el granito en los antiguos templos nabateos y romanos. La "Iglesia bizantina", descubierta en 1990, fue construida en el siglo V, y se encuentra al norte de la calle de las columnas. La iglesia fue víctima de un incendio al final del siglo V, que destruyó el mármol (repartido en más de 4000 fragmentos encontrados por los arqueólogos) y dañó más de 140 papiros que se mantenían en una sala adosada perteneciente a una familia acomodada.


Sus edificios forman un conjunto monumental único. El 6 de diciembre de 1985 Petra fue proclamada Patrimonio Mundial de la UNESCO; y desde 1993 la zona que rodea el lugar fue designada Parque Nacional arqueológico.
Desde el 7 de julio de 2007, Petra forma parte de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.



15 de enero de 2010

Muse



Matthew Bellamy, Dominic Howard y Christopher Wolstenholme forman la banda inglesa Muse, originaria de Teignmouth, Devon.
Quizás hayas oído hablar de ellos, cosa que no es muy difícil dado que han colaborado en la banda sonora de dos super taquillazos como “Crepúsculo” y “Luna Nueva”. De hecho la autora de la saga Crepúsculo, Stephanie Meyer, se ha confesado fan de la banda, y ha llegado a decir que sus canciones le han servido de inspiración para sus libros.
Hasta la fecha han sacado cinco discos; el último de ellos en 2009, que lleva por título “The Resistance”. Entre sus influencias se cuentan compositores clásicos, especialmente los de la era romántica como Sergéi Rajmáninov.
Voy avanzando. Por el momento he dejado el folk y ahora toca la etapa rock alternativo, signifique lo que signifique eso de “alternativo”.




13 de enero de 2010

La casa de los álamos negros

Aquel caserón enorme y carcomido por el paso del tiempo siempre me había llamado la atención. Mi fascinación se debía, principalmente, al contraste que ofrecía con las otras casas del barrio.

Aquella casa señorial desprendía historia por los cuatro costados, a pesar de que el progreso la había dejado encajada entre construcciones más modernas, otorgándole el extraño aspecto de un galeón varado en una orilla. La carretera nueva había cercenado parte de su maravilloso jardín y la había acercado a los ojos de la gente. Pero era difícil no reparar en ella de todas formas. Había algo en su presencia inquietante que parecía llamar a gritos a cualquiera que se le acercara.

Una escalinata de piedra conducía hasta la entrada, en donde aún eran visibles las sombras de su majestuoso pasado. El techo de madera había desaparecido por obra del fuego y la lluvia constante que había enmohecido sus vigas. No tenía ventanas, y desde fuera se vislumbraba parte de su lujoso interior, ennegrecido por el violento incendio que la había aniquilado desde dentro.

Se contaban muchas historias sobre esa casa, sobre el incendio y los extraños habitantes que la ocuparon muchos años atrás. Nadie recordaba sus nombres, pero si el temor instintivo que despertaban en sus vecinos.

En aquel tiempo, aquel lugar umbrío y aislado apenas contaba con unos pocos y solitarios caserones repartidos a lo largo de un camino bordeado por álamos negros.

Debido, quizás, al sentimiento de aislamiento que ofrecía aquella pequeña comunidad enterrada en lo profundo de un bosque era más fácil creer en las murmuraciones de la gente malintencionada, sobre todo si el blanco de esas murmuraciones no hacía nada para desmentirlas. El carácter huraño de los habitantes del viejo caserón facilitaba que dichos rumores se extendieran y la gente acabara dándolos por ciertos. Se decía que practicaban magia negra, y que más de una vez se les había visto realizar aquelarres en los bosques cercanos.

Cuando uno de los niños del pueblo apareció muerto tras una semana desaparecido las miradas acusatorias se dirigieron a los silenciosos habitantes del caserón. Tal fue la histeria causada por el horrible suceso que nadie dudó de su culpabilidad. Aquella misma noche una horda de exaltados prendió fuego a la casa de los álamos negros con todos sus habitantes dentro. Extrañamente, la casa sólo ardió por dentro y aunque el techo resultó seriamente dañado, su estructura de madera permaneció prácticamente intacta.

Nunca se encontraron los cuerpos, aunque había gente que aseguraba haber escuchado sus gritos agónicos la noche del incendio lo que parecía asegurar su presencia en la casa. Resultaba imposible precisar qué había pasado con ellos, aunque muchos dieran por cierto que debían haberse desintegrado completamente. Claro que también podían haberse salvado, y era esa escalofriante sospecha lo que quitó el sueño a los vecinos de aquella bárbara comunidad.

Algunos días después el autor real del asesinato del niño fue detenido, y una losa cayó sobre quienes habían tomado la justicia por su mano. Después de todo habían matado a unos inocentes, aunque nadie se sintiera especialmente arrepentido por ello. Eran una amenaza, una silenciosa amenaza que debía ser aniquilada. Y ellos sólo habían actuado en consecuencia, los habían aniquilado. De todas formas, ¿quién iba a enterarse? Aquellos pobres desgraciados no tenían familia, no se relacionaban con nadie, y nadie iba a echarles de menos.

Había sido por el bien de todos, se repetían; por el bien de la comunidad.

Entonces otros rumores empezaron a circular por la aldea. Algunos contaban que habían escuchado lamentos en lo profundo del bosque. Otros decían que habían visto huellas, restos de fogatas y animales descuartizados. “Tal vez sigan vivos” se dijo. “Quizá heridos, pero vivos en alguna parte esperando el momento oportuno para vengarse…”

Pronto sus temores se vieron confirmados. La casa de uno de los principales incitadores del incendio se quemó con él y toda su familia dentro; y a diferencia de lo que había pasado con la casa de los álamos negros, no quedó piedra sobre piedra. Sus cadáveres carbonizados fueron hallados entre los restos con expresión de profundo horror.

Aquella era la prueba fehaciente que necesitaban. Sus sospechas sólo podían que ser ciertas.
Una semana después una segunda casa se quemó. El pánico se extendió en la pequeña comunidad. A pesar de sus esfuerzos ninguna casa de las que constituían la aldea se libró del fuego y la destrucción. Los que consiguieron huir antes de que el fuego les cercara nunca volvieron a pisar aquel lugar, y aún así no consiguieron librarse de la maldición. Ninguno de los que habían participado en el incendio se libró de la muerte. El viejo caserón fue la única construcción que quedó en pie, como único testigo de los horrores que allí habían tenido lugar. La maleza cubrió los restos de las casas incendiadas. El bosque se cernió sobre todo respetando únicamente la vieja casa, como si hubiera un pacto entre la naturaleza salvaje y ella. Y durante años, incluso siglos, nadie habito aquellos contornos.

El devenir de los años cercó el bosque; tierras de cultivo ganaron terreno a los árboles, y más tarde las tierras ganadas al bosque se edificaron, hasta que los edificios rodearon la casa y todos sus terrenos adyacentes. Los secretos de aquella vieja ruina habían hibernado durante demasiado tiempo. Casi nadie recordaba lo que había pasado y los que tenían edad para recordar lo relatado por sus padres y abuelos eran muy viejos para detallar la historia tal cual la habían oído. No quedaba nadie que reclamara aquella casona como suya, y tampoco había motivo para seguir manteniéndola en pie.

El día que iba a demolerse nadie del barrio quiso perdérselo. Aquella casa siniestra había sido un elemento fijo e invariable en el escenario de nuestras vidas. Las maquinas excavadoras irrumpieron en el aún espacioso jardín, pero cuando se aproximaban a la escalinata de piedra una lengua de fuego surgió del interior de la casa. En cuestión de segundos el caserón quedó envuelto en llamas; llamas que bramaban con una fuerza atronadora.

A pesar de los metros que nos separaban del fuego, el calor que surgió de aquel infierno envolvió a todos los que nos habíamos acercado para observar la demolición como si de una pesada y sofocante manta se tratase. Sentí el calor en las mejillas y en los ojos, pero aún así no conseguí cerrarlos; el espectáculo del fuego era demasiado hipnótico, y la belleza de las llamas demasiado turbadora.

Los hombres de las excavadoras quedaron acorralados y nadie pudo ayudarlos. En pocos minutos el fuego se descontroló y saltó hacía la hilera de álamos negros. Cuando llegaron los bomberos el fuego reptaba de arbusto en arbusto amenazando con prender las casas próximas. Durante horas se luchó contra el incendio y sólo se consiguió extinguirlo gracias a una proverbial lluvia que sofocó las llamas y enfrió los rescoldos. Durante aquella triste madrugada el fuego de la vieja casona fue visible desde muchos puntos de la ciudad. Yo lo observé desde mi habitación, hechizada como otras veces por el influjo de sus paredes que ardían sin consumirse. A la mañana siguiente, la casa había sumado nuevas victimas a su larga trayectoria sangrienta. Los dos hombres de las excavadoras y dos bomberos se unieron a su saldo final.

El fuego que había ardido con furia dieciocho horas seguidas logró, esta vez sí, consumir la estructura de madera. Sólo quedó en pie la escalinata de piedra y el viejo sótano, en el que fueron encontrados cuatro cadáveres momificados. La visión de aquellos cuerpos helaba la sangre. Nadie había contemplado nunca expresiones de horror y dolor semejantes.

El solar en el que se había erguido la casa fue tapiado y abandonado una vez más. La naturaleza, como había hecho en el pasado, cubrió las cenizas borrando cualquier rastro. Una extraña calma cayó sobre aquel lugar que siguió aislado del mundo. La oscura leyenda de la casa de los álamos negros había escrito su último párrafo.


El joven Will Purvis fue juzgado por el asesinato de un granjero en Columbia, Mississippi, y aunque insistió durante todo el juicio que era inocente, los doce jurados lo encontraron culpable. A continuación fue sentenciado a la horca y se le sacó de la sala del tribunal:

Purvis les gritó a los jurados:

-Viviré para ver como muere el último de vosotros.

El 7 de febrero de 1894, Purvis se hallaba en el patíbulo, con un recio nudo corredizo en torno al cuello. Pero en vez de quedar colgando y con el cuello roto al abrirse la trampilla, Purvis cayó recto por la trampilla. De manera misteriosa, el nudo corredizo se había desanudado y, por lo tanto, el lazo se deslizó por la cabeza del condenado. los agentes volvieron a atar el nudo corredizo y se preparó por segunda vez la ejecución. Sin embargo, la multitud que se había congregado en el lugar tenía una opinión diferente. Para ellos, la salvación de Purvis era un milagro y, obviamente, no se le debía ahorcar. Gritando, cantando y chillando alabanzas a Dios, los espectadores tuvieron la suficiente influencia como para que se pospusiera la ejecución. Se rechazaron varias apelaciones presentadas por el abogado de Purvis y se volvió a fijar el ahorcamiento para el 12 de diciembre de 1895, a pesar de hecho de que Purvis era ahora una figura popular.

Unas cuantas noches antes de la segunda ejecución programada, un pequeño número de admiradores sacó a Purvis de la cárcel y éste se ocultó en espera de la llegada del mandato de un nuevo gobernador que mostrase más simpatía por su apuro. No obstante, en 1896 se entregó y la sentencia se le conmutó por cadena perpetua.

En 1898, una serie de cartas y una opinión pública favorable dio finalmente sus frutos. Purvis fue indultado y liberado de la prisión. Pero no fue hasta 1917 cuando quedó vindicado. En su lecho de muerte, un hombre llamado Joseph Beard confesó ser el asesino por el que Purvis estuvo a punto de ser ejecutado.

Para coronar su curioso caso, Purvis murió el 13 de octubre de 1938, tres días después del fallecimiento del último jurado superviviente del juicio. tal y como había prometido, Purvis los sobrevivió a todos ellos.

11 de enero de 2010

El ultimatum evolutivo

Te presento este interesante y más que instructivo corto, realizado por Pablo Llorens para SETEM Comunitat Valenciana. El dilema entre "Homo consumus" y "Homo responsabilus" analizado por el Prof. Setemius desde su programa "Grandes Documentales Marcianos".
Si te gusta y crees que puede ser de utilidad para otras personas pásalo o cuélgalo en tu blog.
Y recuerda:

¡¡¡No seas Homo consumus!!! ¡¡¡Evoluciona!!!


2 de enero de 2010


La silueta de la estrella que dirigió a los magos hasta el lugar de Belén donde nació Jesús constituye desde hace siglos uno de los símbolos asociados lógicamente con la Navidad. Para muchos desmitificadores, el episodio en cuestión no pasa de ser un relato fantasioso creado por el cristianismo primitivo. Por el contrario, no han sido pocos los que han tratado de dar una explicación científica al fenómeno aceptando su historicidad. En realidad, ¿qué fue la estrella -astro según el Evangelio de san Mateo- de Belén?

La noche del 17 de diciembre de 1603, el astrónomo Kepler se hallaba sentado en el Hrasdchin de Praga observando la conjunción de dos planetas -Saturno y Júpiter- que se producía en la constelación de los Peces. Mientras se afanaba por calcular sus posiciones, Kepler dio con un escrito del rabino Abarbanel en el que se afirmaba que el nacimiento del Mesías debía producirse precisamente en esas circunstancias cósmicas. Dado que era cristiano, este dato llamó la atención de Kepler que no pudo dejar de preguntarse si el nacimiento de Jesús había tenido lugar en una fecha en que se hubiera producido un fenómeno similar.

Realizando sus cálculos astronómicos, Kepler descubrió que una conjunción semejante se había dado en el 6-7 a. de C. Cuál no sería su sorpresa al percatarse de que esa fecha encajaba a la perfección con los datos proporcionados por el Evangelio de Mateo. En este texto -el primero del Nuevo Testamento- se dice efectivamente que Jesús había nacido cuando aún reinaba Herodes el Grande, el paranoico monarca judío que sembró de cadáveres su reinado incluyendo los de los llamados niños inocentes. Herodes el Grande falleció el 4 a. de C. y, por lo tanto, Jesús debería haber venido a este mundo en una fecha que bien podía ser la del 6-7 a. de C.

Aún más exacto que Kepler fue en 1925, P. Schnabel. Entre otras labores, este erudito descifró unos escritos cuneiformes de la escuela de astrología de Sippar, en Babilonia. En ellos se hacía referencia a la mencionada conjunción en el 7 a. de C. y se indicaba que Júpiter y Saturno habían sido visibles durante un período de cinco meses. Efectivamente, hacia el final de febrero del 7 a. de C. atravesaba el firmamento la constelación mencionada. El 12 de abril ambos planetas efectuaron su orto helíaco a una distancia de 8 grados de longitud en la constelación de los Peces. El 29 de mayo se vio durante dos horas la primera aproximación. La segunda conjunción tuvo lugar el 3 de octubre, el día del Yom Kippur judío o fiesta de la Expiación. El 4 de diciembre se vio por tercera y última vez.

Muy posiblemente, fue esta conjunción la vista por los magos -que no reyes- de los que habla san Mateo, unos personajes que no practicaban las artes ocultas sino que pertenecían a la tribu meda del mismo nombre ya mencionada por Heródoto y que, al parecer, contaban con conocimientos astronómicos. Una vez más, los datos encajaban con el Evangelio de san Mateo e incluso explicarían la manera en que los magos pudieron ver la “estrella” y seguirla durante meses hasta llegar a Palestina. La misma se habría aparecido en diversas ocasiones -la primera llamando su atención, la última indicándoles donde estaba el niño. De esa manera, por lo tanto, Jesús habría nacido en mayo u octubre del 7 a. de C. -más verosímilmente en la primera fecha- y, como señala el primer libro del Nuevo Testamento, su nacimiento había venido acompañado de la visión de un astro en el cielo, astro rastreado por los magos.

Texto: César Vidal.