13 de noviembre de 2009


Quizás hoy en día sea indistinto conducir por un lado que por otro pero cuando el tráfico rodado lo constituían los carros, carruajes y carretas conducir por la izquierda era lo más lógico.
Los cocheros sujetaban las riendas con la mano izquierda y manejaban el látigo con la derecha. Si circulaban por la derecha, al chasquear el látigo hacia los caballos en el movimiento de retroceso los peatones que circulaban pegados a los carros eran lastimados. Así que, en todos los países con un poco de sentido común, se decidió que los carruajes circulasen por la izquierda para que el látigo quedase en el centro de la calzada y como mucho se lastimase a los animales de tiro del resto de los ciudadanos.
Cuando los vehículos de transporte pasaron a ser de tracción motora y el látigo era inservible, muchos de los países que conducían por la izquierda volvieron a la derecha ya que se consideraba que para el conductor era más fácil cambiar de marchas con la derecha y había una mejor visibilidad si los coches pasaban por su izquierda.
Los ingleses por su parte decidieron seguir con la tradición hasta hoy.


4 comentarios:

  1. Yo ya tenía idea de esta curiosidad, pero ¡ay los ingleses, siempre llevando la contraria!
    Cariñosos abrazos hermanita :)

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  2. Yo no tenía ni idea, pero es muy curioso. Hay que ver cómo somos. A mí,por ejemplo,me cuesta mucho aparcar a la izquierda de la calzada. Supongo que todo es cuestión de acostumbrarse. Abrazos

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  3. ^Prometeo8:58 a. m.

    Ya lo sabia pero siempre es agardable leer estos detalles que parecen insignificantes pero mas de uso comun de lo que parece. Un abarzo.

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  4. Hay que reconocer que a los ingleses les gusta llevar la contraria. Y mira que les gusta defender el sentido común pero están más apegados a la tradición.

    Un beso a los tres.

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