31 de mayo de 2009

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Hace unos meses, a finales de septiembre, yendo hacía el Sauzal por la carretera vieja de Tacoronte, vi la isla fantasma de San Borondón. Era un día espléndido de finales de verano y el cielo estaba radiante. Serían las siete y media u ocho de la tarde como mucho. El mar estaba en calma, quizás había un poco de calima en el horizonte que en las islas es algo habitual. Había, ciertamente, un olor a tierra en el ambiente pero también olía a flores.
A través de la ventanilla del coche el aire se colaba caliente pero no sofocante. Yo iba en el asiento de atrás, sola. Las personas que iban conmigo en el coche charlaban muy animadamente entre ellas. La conversación, aunque esté mal decirlo, me aburría y mi concentración se fue diluyendo poco a poco. Pensaba en mis cosas al tiempo que admiraba el magnifico paisaje de mi tierra, completamente absorta. La vista me ofrecía un espectáculo hermoso: los árboles frutales de las huertas cargados de fruta, las casitas viejas de muros anchos, y el mar, tan extrañamente tranquilo.
Al principio no me lo creí, pero al mirar el horizonte distinguí la silueta de una isla.
Imposible, me dije cuando caí en la cuenta de que aquello no podía ser, geográficamente hablando.
Pero allí estaba y cuanto más la miraba mas crecía la certeza de que aquella silueta recortada contra un claro horizonte sólo podía pertenecer a la isla perdida, a la isla mítica de San Borondón. Salimos de Tacoronte y en lugar de girar hacía el Sauzal seguimos hasta la incorporación de la autopista del norte.
Dos picos, uno a cada extremo, y una gran depresión central, así era la isla que yo veía. No podía apartar los ojos de ella.
Aquello no es una isla, las islas no se mueven, las islas no aparecen y desaparecen a voluntad, me decía. Pero si no era una isla, ¿qué demonios era? ¿Solo una masa de nubes bajas que caprichosamente habían adoptado esa forma?
Intenté en vano intercambiar opiniones con las otras personas del coche. Mi silencio me había hecho invisible, y además ¿qué podía decirles? ¿Y si era yo la única que podía ver aquella silueta? ¿Y si me tomaban por una chiflada, como a aquella pobre mujer del barrio, que una noche vio en el cielo algo “extraño” mientras tendía y fue la comidilla del lugar durante varias semanas?
Tenía que haber una explicación lógica.
Nubes.
¿Qué más podía ser?
El coche tomó una salida y dejamos la autopista. Cuando volvimos a ella horas después, con un carril de por medio y ya de noche cerrada, no pude comprobar si la isla seguía allí. El atardecer se la había llevado de nuevo a su mundo de sombras.
Como las brumas de Avalón, la calima borró el rastro de San Borondón.


La historia de San Borondón es, quizás, la leyenda que goza de más prestigio en Canarias. Múltiples son las crónicas que hablan de avistamientos de la isla fantasma en distintos lugares del archipiélago. Pero divisarla no es fácil. Como toda isla mágica que se precie, solo se mostrará aquellos que sean puros de corazón.

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Las Islas Canarias son siete... y sin embargo, se busca una octava isla. Se trata de la isla fantasma, la isla misteriosa, la isla de San Borondón.
San Borondón es la forma canaria de Saint Brendan o Saint Brandan de Clonfert (480-576 d.C.), monje irlandés, protagonista de uno de las leyendas más famosas de la cultura celta: el viaje de San Brendano o Brandano a la Tierra Prometida de los Bienaventurados, las islas de la Felicidad y la Fortuna.
Según el poema irlandés, Brendan era un monje de Tralee, en el condado irlandés de Kerry. Ordenado sacerdote en el año 512 d.C., partió junto con otros 14 monjes en una frágil embarcación que se internó en el Atlántico. La leyenda recoge el relato de sus aventuras, cómo recogieron otros 3 monjes más a lo largo de su viaje, sus encuentros con demonios que vomitaban fuego, con columnas de cristal flotante, con monstruosas criaturas tan grandes como islas.

Brendan y sus compañeros llegaron a una isla, en la que desembarcaron. Estaba llena de árboles y otros tipos de vegetación. Celebraron misa, y de pronto la isla comenzó a moverse. Se trataba de una gigantesca criatura marina, sobre cuyo lomo se encontraban los monjes.
Después de muchas peripecias, Brendan consiguió regresar a Irlanda.
Muchos se basan en esta leyenda para afirmar que marinos irlandeses debieron alcanzar, posiblemente, las costas de Norteamérica o de Terranova, así como de Islandia y otras islas del Atlántico Norte, en la Alta Edad Media.
Lo cierto es que desde el siglo XV, a lo largo del cual las Islas Canarias son conquistadas, comienzan a oírse los relatos de una octava isla, que a veces se divisaba al oeste de La Palma, El Hierro y La Gomera. Cuando los navegantes intentaban aproximarse a ella, y se encontraban a la vista de sus costas, montañas y valles, la isla era envuelta por la bruma y desaparecía completamente. Evidentemente, la isla fue rápidamente identificada con la mítica isla-ballena de San Brendan, cuyo nombre se convirtió, en Canarias, en "San Borondón".

Se creyó a pies juntillas en su existencia, y no faltaron relatos detallados de algún que otro navegante que juraba haber desembarcado en la isla y haberla explorado antes de que volviera a hundirse en el Océano. En algún tratado internacional firmado por el Reino de Castilla, haciendo referencia a Canarias, se hablaba de la soberanía castellana sobre "las islas de Canaria descubiertas y por descubrir"; como quien dice, por si acaso... La isla fue llamada "Aprositus", Inaccesible, y en otras versiones de la leyenda recibe el nombre de "Antilia" o "Isla de las Siete Ciudades", ciudades que se suponían fundadas por siete legendarios obispos.


En los archivos del siglo XVIII aparecen investigaciones oficiales realizadas por las autoridades de la Isla del Hierro, en la que declaran decenas de testigos que afirman haber visto la isla encantada desde las cumbres herreñas. A raíz de ello partió de Santa Cruz de Tenerife una expedición en busca de la isla.
Resulta asombrosa la tenacidad con la que la leyenda ha seguido viva en el folklore popular canario. San Borondón sigue siendo una presencia constante en la imaginación popular de las islas, y seguramente no hay isleño de Tenerife, La Palma, La Gomera o El Hierro que no haya oteado alguna vez desde las cumbres de su propia isla, buscando la isla perdida de San Borondón en el horizonte del oeste donde el sol se hunde en el azul cobalto del Atlántico.

Cuentan los que te vieron
que quien te quiso alcanzar
tan sólo encontró una nube
meciéndose sobre el mar.

San Borondón, San Borondón

Por la sirena, por su canción.
Que suenen tambores guanches
que canten las caracolas
que la isla misteriosa
se divisa entre las olas

Que San Borondón ya viene,
dibujándose en la bruma
como si fuera una reina
con su cortejo de espuma.

¡San Borondón, San Borondón!

¿Dónde escondiste mi corazón?

Información: mundoparanormal.com

28 de mayo de 2009

Memorias de un tiempo pasado



Hace unas semanas mi hermana Sara me envió el siguiente reto:
¿Reconoces a qué otros personajes de series pertenece la voz de bebé Sinclair?
Escucha atentamente.



¿No caes? ¡Claro! Es Chelo Vivares, la voz de nuestro entrañable Espinete.


CHELO VIVARES, ESPINETE

Bajo el disfraz de erizo Chelo Vivares fue durante cinco años el alma y la voz de Espinete.
Gracias a la increíble popularidad que alcanzó Espinete, Chelo Vivares recibió un Premio TP de Oro en 1984.
Desde la cancelación del programa en 1987 la actriz se ha dedicado casi exclusivamente al doblaje.
Ha sido entre otros, Mirtle "la Llorona" en la saga de Harry Potter, Amy en Futurama, Tails en Las aventuras de Sonic el erizo, Baby Sinclair en Dinosaurios, la actriz Allison Mack en la serie televisiva Smallville en el personaje de Chloe Sullivan, Stan Marsh en la serie South Park y diversos personajes de la serie Los Simpson, como Ralph Wiggum y Todd Flanders.



CARLOS REVILLA, HOMER SIMPSON

Nacido en Salamanca en 1933, a los 20 años decidió dejar sus estudios de medicina para entrar a formar parte del cuadro de actores de la cadena SER, y fue a partir de ese momento cuando comenzó su carrera en el campo del doblaje. Desde los años 50 y hasta que falleció de un ataque al corazón en septiembre del año 2000, a los 67 años de edad, realizó numerosos doblajes en español, tanto de cine como para la televisión. En su larga trayectoria cedió su voz a actores como Cary Grant, James Stewart, Michael Caine, Bill Cosby, Jack Lemmon, Humphrey Bogart, Robert Duvall, Rock Hudson, Groucho Marx, Robert Mitchum y Peter O'Toole.
Una de sus especialidades fue la animación, campo que le permitía lucir al máximo la gran variedad de registros que poseía. Dirigió los doblajes de series de animación en televisión tales como: Sonic el erizo, Futurama, Patoaventuras, South Park o Los Simpson, participando también en todas ellas como actor de doblaje. Fue esta última la que inmortalizaría su versátil voz al doblar a Homer Simpson, uno de los personajes principales, otorgándole una inusitada y reconocida fama. Otros doblajes por los que es recordado son: La hora de Bill Cosby, donde cedió la voz al propio Bill Cosby, y El coche fantástico, serie en la que puso voz a KITT, el coche protagonista.


Le tengo especial cariño a este gran actor de doblaje que fue Carlos Revilla. Su voz está grabada especialmente en mi memoria; para mí siempre será Homer Simpson y también la voz de uno de los personajes más carismáticos de mi infancia. Él fue la voz de “El cuentacuentos”


CONCHA GARCIA VALERO, MONICA EN "FRIENDS"



Concha García Valero fue la voz de la maniática Monica Geller, pero también de la CSI Catherine Willow por poner un ejemplo. Murió a los 47 años victima de un cáncer.









PEDRO SEMPSON, EL SR. BURNS

Pedro Sempson, conocido actor de doblaje, falleció este domingo a los 90 años de edad. Aunque conocido para pocos, su voz se hizo popularmente conocida tras dar vida al mayordomo Geoffrey en 'El príncipe de Bel Air' durante 5 temporadas y por engatusar a la audiencia con la voz del multimillonario Montgomery Burns en 'Los Simpson', durante las primeras 11 temporadas de la serie.
El actor catalán desarrolló su carrera en Televisión Española. Formado como actor de teatro, Pedro Sempson comenzó a trabajar en Barcelona. Llegó a interpretar numerosas obras, entre las que destacan "La casa de té de la luna de Agosto", "Pero en el centro el amor" y "A dos barajas". En 1962 probó suerte en el mundo del cine con la famosa "La gran familia", de Fernando Palacios, sin embargo, esta nueva faceta no resultó demasiado prolífica, siendo siempre un eterno secundario.
Pedro Sempson alcanzó la popularidad gracias al mítico 'Un, dos, tres... responda otra vez'. Tras una llamada de Chicho Ibáñez Serrador, Sempson se unió al equipo para sustituir a Valentín Tornos, interpretando uno de los clásicos "tacañones" del programa, el Profesor Lápiz.
En 1978, Pedro Sempson centró su carrera en el mundo del doblaje. El actor llegó a intervenir en más de 500 títulos. Dotado de una voz grave y contundente, uno de sus doblajes con más repercusión fue al actor británico Peter Cushing en la serie 'Sherlock Holmes'. Años más tarde y fruto de la casualidad doblaría doblaría a su compañero inseparable, el Doctor Watson (Edward Hardwicke), en otra serie,'Las aventuras de Sherlock Holmes'.
Conocía sus voces, con algunas crecí, con otras reí, con otras aprendí, pero no los conocía. Ha sido extraño poner nombres y apellidos a “Espinete” KITT del coche fantástico…y ver los verdaderos rostros de los propietarios de las voces de “Monica”, “El avaricioso Sr. Burns” o “Homer Simpson”. Aunque parte de estas voces se hayan apagado nunca morirán del todo.

25 de mayo de 2009

De miedo IV



El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de "hombres bestia".
En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna.
Nadie sabe con exactitud cuándo se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de diversas patologías. Así parecen indicarlo algunos casos datados, como, en España, el de Manuel Blanco Romasanta.Más información sobre Romasanta aquí



¿Cómo destruir a un hombre lobo?

Aunque en el cine se establece como única forma de matar a un hombre lobo el uso de la plata, en la tradición europea de la edad media no se precisaba de ningún medio especial para matar a un hombre lobo, no era más que una abominacion de la naturaleza influenciada por el mal y por lo tanto podía ser matado como cualquier otro animal. Es mas durante esa época el temor al lobo hizo que se masacrara a este animal por todo el centro de Europa. Los metodos que usaba la inquisición para determinar si alguien era hombre lobo o no, se solía despellejar a las personas para ver si tenian el pelo debajo de la piel o torturarles hasta que reconocían que eran hombres lobo (probablemente después de unos días de tortura yo también lo reconocería)...


El mito de la luna llena y los hombres lobo está muy extendido.

Actualmente las investigaciones realizadas por médicos y psiquiatras demuestran que la Luna influye de una manera importante en el comportamiento del ser humano, al igual que en el reino animal y vegetal.
Tanto el hombre como la superficie de la tierra están compuestos en un 80% de agua. De esta semejanza podemos deducir que al igual que la fuerza gravitatoria de la Luna provoca altas y bajas mareas en los océanos, también ocurre algo parecido en el hombre.
Un estudio realizado en EEUU reveló que en el momento de plenilunio, el Sol, la Luna y la Tierra se hallan colocados casi en línea recta, y en esta situación la atracción gravitacional de la Luna sobre la tierra se manifiesta con mayor intensidad. La atracción del agua del organismo humano en ese momento es capaz de modificar el funcionamiento de las células, órganos, aparatos o sistemas corporales.
La vinculación entre la conducta humana y la Luna y sus fases es antigua pero vigente, como prueban la vieja etiqueta de “lunático” para designar a los enfermos mentales, o los más modernos términos “Efecto Transilvania” empleado para referirse a la supuesta influencia lunar sobre la psicopatología, e “Hipótesis Transilvaniana”, que sostiene que las conductas violentas y alteradas son más frecuentes con la luna llena.


Bajo el perverso influjo de la luna llena se produce la transformación.


Un aspecto relacionado con la Luna llena es el tan nombrado «Hombre Lobo». Las metamorfosis mágicas posibles en el ser humano son innumerables, la más antigua y conocida es sin lugar a dudas, la transformación en hombre lobo. Se encuentra en todas las religiones, leyendas y narraciones. Entre 1580 y 1610, la licantropía alcanzó su máximo apogeo. Los hombres lobo tienen la característica general de transformarse en las noches de Luna llena, atacando y matando tanto a seres humanos como a animales, pasado este período de Luna llena vuelven a su estado normal.
En realidad no se sabe ciertamente si existen o no. Lo que si que existe, según algunos psiquiatras, son enfermos mentales que creen ser hombres lobo y que en la fase de Luna llena estos delirios de posesión es cuando alcanzan su mayor nivel.
Freud estudió uno de estos casos de «hombre lobo», demostrando como resultado que este hombre padecía una ciclotimia, paradigma de las enfermedades que se ven afectadas por los cambios climáticos.
Con lo que si coinciden diferentes psiquiatras, es que la luna, de alguna manera afecta a ciertos ritmos circadianos y que estos trastocan determinados neurotransmisores de nuestro cerebro, lo que a su vez explica esos delirios de violencia que aparecen en algunas personas enfermas en los periodos de Luna llena.


HOMBRES LOBO EN EL CINE

Aunque abundante en número de películas, el hombre lobo siempre ha sido un personaje secundario y subestimado en el género de terror.


Un hombre lobo americano en Londres


Durante unas vacaciones por Europa, David y Jack llegan a un extraño pueblo y entran en el bar. Sintiéndose fuera de sitio, los jóvenes deciden irse en plena noche. Caminando por el bosque, la pareja es atacada por un animal. Jack muere, y David queda malherido en el suelo. El protagonista despierta semanas después en un hospital. La policía cree que han sido atacados por un psicópata, pero David sabe que no es así, y que aquel que es mordido por un hombre lobo se convierte en uno de ellos...
John Landis, su director, tuvo la idea para la historia mientras trabajaba en Yugoslavia como asistente de producción para otra película. Un miembro yugoslavo de la producción y él se encontraban viajando por la región cuando se cruzaron con un grupo de gitanos. Estos parecían estar realizando un ritual durante el entierro de una persona para evitar que ésta "se levantara de su tumba". Esto hizo que Landis se diera cuenta de que nunca sería capaz de confrontar a un zombi y le dio la idea para una película en la que un hombre de su misma edad pasa por una situación similar.


La famosísima escena de la trasformación sigue creando impacto hoy en día, gracias al irónico uso de la música, la planificación, la interpretación de David Naughton, la luminosa fotografía y, sobre todo, las prótesis “cambiantes” de Rick Baker, que sentaron cátedra en todos los films fantásticos desde entonces, y que superan en mucho las recientes transformaciones por ordenador. No en vano, las apariciones del personaje Jack como un cadáver impresionaron tanto a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood que decidieron crear el premio Oscar al mejor maquillaje específicamente para la película. Desde la entrega de premios de 1981 ésta se convirtió en una categoría presente todos los años.


Paul Naschy


Paul Naschy (Jacinto Molina) ha sido actor, guionista, director y productor. Su carrera empezó en 1966 en las ramas de dirección y producción y le ha llevado a todos los frentes imaginables dentro del séptimo arte.
Naschy fue un deportista de élite en la rama olímpica de halterofilia de la que logró ser varias veces campeón de España. Aparte de estas actividades, trabajó como dibujante e ilustrador profesional y publicó numerosas novelas de género. Además él fue el autor de las portadas discográficas que lanzaron a Elvis Presley, Bill Hally y Frankie Lane en España.
Ya en su faceta de actor, en 1968 guioniza y protagoniza la película La Marca del Hombre Lobo que inicia el "boom" del cine Fantástico en España. Posteriormente surgen títulos (muchos de ellos ya de culto) como La Noche de Walpurgis, Los Monstruos del Terror, El Jorobado de la Morgue, El Gran Amor del Conde Drácula o El Espanto Surge de la Tumba.


Tras un largo periplo en Japón, donde se dedicó a hacer documetales, Paul Naschy regresó a España retomando su carrera. Desde entonces son numerosos los premios y homenajes que ha recibido, tanto en nuestro país como en el extranjero. Los dos últimos más destacados han sido el Karl Laemmle en Washington y en 2001 la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Y es que Naschy cuenta con seguidores en todo el mundo, sobre todo en EEUU y Alemania.
Entre sus últimos trabajos podemos citar Érase otra vez (2000), la serie de televisión Desenlace, School Killer (2001), Octavia (2002), Mucha Sangre (2002), Crimson Tears (Donald f. Glut), The Unliving (2003) y Rojo Sangre (2003) con guión del propio Naschy y dirigida por Christian Molina.

Referente del cine de terror, Paul Naschy ha sido apodado como el Boris Karloff español.


Próximos estrenos


"The Wolfman" Lo último, y más manido, de Benicio del Toro y Anthony Hopkins.


La película nos contará la terrible historia de Lawrence Talbot (Del Toro) que regresa desde América a la tierra de sus ascentros, Inglaterra. Allí es mordido por un hombre lobo convirtiéndose en uno de ellos. A partir de ahora la luna llena cambiará su vida.
La cinta está dirigida por Joe Johnston y protagonizada por Benicio del Toro. Completan el reparto Anthony Hopkins, Emily Blunt y Hugo Weaving.


Los hombres lobo de la saga Crepúsculo.


"Luna Nueva” sigue a Bella Swan tras quedar desvastada por la abrupta partida de su amor vampiro, Edward. Pero, su espíritu renace con su creciente amistad con el irresistible Jacob Black. Súbitamente se encuentra arrastrada al mundo de los Hombres Lobo, ancestrales enemigos de los vampiros, y encuentra sus lealtades divididas.

19 de mayo de 2009

Señales del Futuro


Año 1959: durante la inauguración de un nuevo colegio, los estudiantes guardan en una cápsula del tiempo varios objetos. Lucinda, una de las niñas, guarda un papel en el que ha escrito extraños números. Cincuenta años después, la cápsula del tiempo es desenterrada y Caleb (Chandler Canterbury), el hijo de John Koestler (Nicolas Cage), un profesor de astronomía viudo, recibe la misteriosa nota de Lucinda. John descubrirá enseguida que esos números esconden predicciones escalofriantes, algunas de las cuales ya han sucedido mientras que otras aún no. Poco a poco, empezará a darse cuenta de que el descubrimiento no es casual y que él y su familia juegan un papel fundamental en los importantes acontecimientos que están a punto de producirse...



“Señales del futuro” es una película irregular. Con algunas escenas brillantes y destacables pero en líneas generales aburrida. El final es, quizás, lo único subrayable y aún así la espectacularidad del mismo no compensa las dos horas previas; y eso que la película cuenta con buenos elementos pero por alguna razón las piezas no llegan a encajar del todo y la acción va perdiendo fuelle poco a poco.


Tiene excelentes momentos de tensión, pero el ritmo discontinuo de la película hace difícil conectar con las emociones de los personajes; y ese es, a mi juicio, su principal fallo. Nicolas Cage está correcto, claro está, dentro de su habitual inexpresividad. No voy a hablar mal de él, a mi me cae bien aunque no tenga buen ojo para elegir sus papeles y no quiera aceptar que el tiempo pasa y el pelo se cae, pero he leído algunas criticas muy duras y bastante gratuitas hacía su persona y no me parece bien hacer leña del árbol caído, tampoco es mi estilo. Además, para decepción de los críticos de cine que ya celebraban el hundimiento de la carrera del actor, el público ha sido benévolo con él y “Señales del Futuro” y en su primer fin de semana de estreno ha liderado las taquillas estadounidenses. Los otros actores de la cinta, Rose Byrne y Chandler Canterbury, que interpreta al hijo de Cage, no se lucen demasiado y sus actuaciones son bastante flojitas, sobre todo la de Rose Byrne.


Señales del futuro es una aceptable película de ciencia ficción, conjugada rudamente con otros géneros cinematográficos: terror, aventuras, misterio, que cumple sin demasiadas estridencias su principal cometido, que es entretener. Eso sí, y si no quieres que te destripe una parte importante de la película te aconsejo dejar de leer aquí, a una le queda la sensación de que los guionistas han estado mareando la perdiz todo el rato; dos horas intentando salvar a una humanidad que estaba condenada irremediablemente, pues vaya chasco.


Mario Benedetti, del amor y lo cotidiano

A TIENTAS

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas/ vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

Mario Benedetti (1920-2009)

15 de mayo de 2009


SALA
DE
LECTURA







*Chesil Beach (Ian McEwan)











Tienen poco más de veinte años, y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta, su padre es un exitoso hombre de negocios y su madre una activa profesora universitaria. Edward, en cambio, pertenece a una familia que apenas se sostiene en la zona baja de la clase media; su padre es maestro y su madre, tras un insólito accidente, vive desde hace años en una nebulosa. Florence es violinista, y Edward ha estudiado historia. Y ambos son inocentes, y vírgenes, y se aman. Es un día de julio de 1962, un año antes de que, según Philip Larkin, en Inglaterra se empezara a follar, cuando El amante de Lady Chatterley aún estaba prohibido, no había aparecido el primer LP de los Beatles, y el tsunami de la revolución sexual no había llegado a esas costas. Edward y Florence se han casado y van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach, y lo que sucede esa noche entre estos dos inocentes, en unos años donde hablar sobre problemas sexuales era imposible, es la materia con que McEwan construye su chejoviano, delicadísimo, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.


No quería empezar este comentario de forma negativa, pero eso no va ser posible. Mientras leía Chesil Beach el desconcierto se iba apoderando de mí. La situación narrada, los personajes, la tensión palpable, sumaban más desconcierto a esa primera impresión. Reposada la lectura empecé a comprender que esa emoción no era tan mala como me había parecido en un principio.

En realidad tenía la mente en “Expiación” y “Chesil Beach” me pareció una novela acelerada y demasiado breve. Me parecía que la historia se cortaba muy abruptamente. Pero han pasado unas semanas desde que la acabé y ahora empiezo a ver la historia desde otro ángulo.

En realidad, y para ser coherente con lo que he dicho hasta ahora, tengo que reconocer que la historia de la novela se queda en mera anécdota. Una anécdota que deja un regusto amargo. Sin embargo “Chesil Beach” tiene cosas a su favor. Hay que tener en cuenta la fecha en la que se narran los hechos, una fecha de represión a todos los niveles incluido el sexual, y teniendo en cuenta eso me parece más creíble las actitudes de los dos. Aunque, para qué negarlo, lo que choca es esa mojigatería, esa prudencia excesiva de los dos y la falta total de comunicación que los lleva a donde los lleva, sin posibilidad de volver a atrás.

Me da la impresión que en “Chesil Beach” su autor, Ian McEwan, calla más de lo que cuenta, como si dejara en el aire cosas, sin profundizar en ellas, solo sugiriéndolas. Así que no te queda más remedio que pensar en el libro y rellenar los huecos, y ese ejercicio me hizo cambiar algo mi opinión. En un principio desconcierta; la historia, los personajes, la relación tensa de los protagonistas y la falta de dialogo, sus miedos injustificados, su frustración…pero luego el desconcierto se evapora y queda la sensación de haber leído una historia intensa y bien llevada.

Aún así creo que le falla algo para ser una gran novela, no me acaba de enganchar del todo, y me parece queso nivel está muy por abajo del de Expiación.


Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.


Groucho Marx


Imagen: Sandra Batoni

Viñeta: Autoliniers


14 de mayo de 2009

Jason Mraz



Jason Mraz, nacido en Mechanicsville (Virginia, EEUU), estudió teatro musical en la American Musical and Dramatic Academy de Nueva York. Su primer disco, 'Waiting for my rocket to come', apareció en 2002 bajo los dictados del productor John Alagia; alcanzando el Disco de Platino, lo que le dio la oportunidad de acompañar a Alanis Morissette durante su 'Jagged Little Pill Acoustic Tour' en 2005. Pero Alanis Morissette no fue la única estrella que solicitó sus servicios; Los Rolling Stones también le invitaron a abrir cinco de sus conciertos en 2005, el mismo año en el que publicaba 'Mr. A-Z', su segundo álbum.

Con 'Mr. A-Z', un álbum en el que destacaba el tema 'Wordplay', Jason Mraz consiguió una nominación a los premios Grammy, lo que incrementó de manera exponencial la reputación de este artista que creció escuchando todo tipo de música, del jazz al folk pasando por el reggae, el hip hop o el rock.

Pero su verdadera consagración se ha producido con 'We sing, we dance, we steal things', un disco que llega a España en marzo de 2009 tras vender más de un millón de copias en Estados Unidos.

9 de mayo de 2009

Cien



Todo empezó un día 13 de febrero, casi como un experimento. Tal vez por eso, a pesar de los tres años del blog, no empecé a escribir en serio hasta hace aproximadamente un año y medio. Aún así, por unas razones o por otras, no he podido escribir todo lo que me hubiera gustado. Por eso, estas 100 entradas las siento como un pequeño logro.

Todo empezaba con un deseo y con una frase alentadora, por aquello de ahuyentar la fatalidad del número 13:

Un buen comienzo. Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo

Continuaba con una selección de frases célebres de Albert Einstein. Hoy, trascurridos esos tres años, me quedó con esta:

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad


Quizás sea porque de eso es de lo que me siento más falta, y porque considero que Einstein dio en el clavo. Sin fuerza de voluntad cualquier empresa, difícil o fácil, se torna imposible.

Este blog me ha obligado a deshacerme de la pereza y a escribir sobre mis aficiones, sobre mis cosas. Cien cosas. Cosas como cine, literatura, música...

Mencioné en una de las entradas anteriores que la inspiración para el título de este blog se la debo a una película juvenil de los años ochenta, Los Goonies. En el desván del protagonista se almacenaban antigüedades y objetos de todo tipo, el más curioso de todos era el mapa del tesoro de Willy el Tuerto. La idea de tener un “desván” repletó de objetos maravillosos siempre me ha fascinado. El de los Goonies no es el único desván que me ha servido de inspiración. En la película y el libro de “La historia interminable” Bastian se esconde en el desván para leer un libro extraordinario escrito con dos tintas de diferente color, y en “Cariño he encogido a los niños” un científico loco llamado Szalinski construye en su desván una maquina que puede reducir el tamaño de las cosas incluyendo a sus propios hijos. En “El retrato de Dorian Grey” el desván es el lugar elegido para guardar, lejos de todas las miradas, un retrato que muestra la degradación del alma de su dueño; y en “Marcelino, pan y vino” un milagro sucede en el desván del convento. Pero si hablamos de desvanes no puedo pasar por alto el de la casa de atrás, de Ana Frank, el lugar donde vivió junto a su familia y otros refugiados hasta que fueron delatados y trasladados a diferentes campos de concentración.

El mapa de Willy el Tuerto era el tesoro más importante que guardaba el desván de Los Goonies.

Yo no tuve desván pero tuve azotea, que fue el escenario principal de mi infancia. Allí arriba jugaba e inventaba mundos con mis hermanos y vecinos, y como los desvanes descritos arriba era un lugar mágico, abarrotado de archipencos de todas clases que nos servían de atrezzo en nuestras representaciones y juegos.

Este tiempo como bloguera me ha dado la oportunidad de conocer gente maravillosa, y sin duda eso es lo que me llevo. Espero celebrar los cien siguientes contigo.


5 de mayo de 2009



Chichén Itzá es uno de los principales sitios arqueológicos de Yucatán, México, vestigio de una de las civilizaciones prehispánicas más importantes: la maya. Las edificaciones principales que han perdurado a lo largo de los siglos pertenecen a la época del ocaso de la cultura maya. La arquitectura masiva que ha llegado hasta nuestros días y que hoy es emblemática del sitio, tiene una clara influencia tolteca.


El dios que preside el sitio, Kukulcán, es una reencarnación de Quetzalcóatl dios que partió del panteón tolteca. Chichén Itzá fue una ciudad o un centro ceremonial, que pasó por diversas épocas constructivas e influencias de los distintos pueblos que la ocuparon y que la impulsaron desde su fundación.


Su nombre deriva de las palabras mayas: Chi (Boca), Chen (Pozo) e Itzá (itzáes significa brujos de agua), al unir las palabras se obtiene la boca del pozo de los Itzaes. "En la orilla del Pozo de los brujos de agua" o bien Chichén Itzá Huasteco Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Huasteco Itzam' (Serpiente) Serpiente Emplumada. Tal es el nombre del que fue uno de los principales asentamientos de los mayas durante el período posclásico en la península de Yucatán, que se localiza 110 Km. al este de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.


Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros.



Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata que conduce al templo superior. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.


El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las "Nuevas Maravillas del Mundo".


1 de mayo de 2009






Realzada por una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine, la escena del vuelo sobre Kenia es mi favorita. La fotografía de la película, evocadora y hermosa, consiguió hacerse con el oscar en 1985, así mismo la banda sonora, del magistral John Barry, logró también la preciada estatuilla. Una de esas películas que es imposible no volver a ver. Deliciosa, mágica, romántica, bella…Un placer que se disfruta con los cinco sentidos.









…Una vez en la vida.
Otra escena memorable, precisamente por su carga emotiva. Otra película a la que es obligado regresar, si es en una tarde lluviosa, gris y melancólica mejor que mejor. ¿Pueden cuatro días sustentarnos el resto de la vida? Yo creo firmemente que sí. Esta película va sobre eso tan denostado y ridiculizado en Hollywood: sobre el amor; un amor sin edad, sin tiempo. Una historia tan simple que ha sido contada miles de veces: dos personas que se encuentran casualmente y se enamoran. Ella, un ama de casa, y él, fotógrafo, viajero, un ser sensible. Un puente, una invitación y la pasión que surge inesperadamente de la rutina y la resignación. Este es un amor que todos quisiéramos encontrar.
“Creo que los lugares en que he estado y las fotos que he hecho durante mi vida me han estado conduciendo hacia ti.”









Basada en una novela de Paul Brickhill, que fue uno de los internados en el campo, narra la historia verídica de la huida de más de doscientos presos de un campo de concentración nazi durante la II Guerra Mundial. Aunque hace años que no la veo, y mis recuerdos están algo deshilachados por el paso del tiempo, recuerdo muy especialmente algunas escenas de esta película.; por ejemplo aquella en la que un hombre se queda ciego tras dejarse los ojos falsificando unos pasaportes; yo era una niña, entiéndase, muy impresionable y ese dramón me marcó. Pero sin duda la escena clave de la película es la que protagoniza Steve McQueen encima de una moto Triumph T6 y que es todo un símbolo.
Steve MacQueen no necesitó dobles en casi todas las escenas de persecución, pues era un apasionado de las motos y la velocidad, sólo en la escena final del salto de 18 metros sobre la alambrada requirió de un doble por lo arriesgado de la maniobra.










He confesado en alguna ocasión mi admiración por Bill Murray, y no podía dejar pasar la ocasión sin hablar de una película estupenda y francamente divertida como es “Atrapado en el tiempo: El día de la marmota”. Sinceramente en mi vida me he reído más que la primera vez que la vi. La película cuenta una curiosa situación: en un pequeño pueblo de Pennsylvania un periodista gruñón y antipático se ve condenado a revivir, una y otra vez, el mismo día. Todo se repite, excepto su percepción de que, lo que le sucede en cada momento, ya lo ha vivido.









Ahora están muy de moda las películas de superhéroes pero en 31 años nadie ha logrado desbancar al hombre de acero. Hay muchas escenas memorables, a mi me gustan la del helicóptero y cuando, al final, Superman no llega a tiempo para salvar a Lois que ha caído con su coche en una grieta en el suelo. Pero la escena más vistosa es la del vuelo por la ciudad de Metrópolis.







En un pequeño pueblo norteamericano, cuando el sherif Barnum investiga el fallecimiento de un anciano, descubre a su nieto adolescente viviendo en su granja. Sin más parientes vivos, ha vivido aislado del resto del mundo, que sólo conoce a través de los libros que ha leído. Enviado a un orfanato estatal para chicos inadaptados, el extraño muchacho tendrá serios problemas para integrarse socialmente con los demás internos. Su extraña apariencia -albina y sin cabellos-, su extraordinaria inteligencia y, sobre todo, sus inusuales y asombrosos poderes sobrenaturales, provocarán el miedo y la burla de los vecinos de la localidad.
Una historia de gran sensibilidad y belleza. Una escena emotiva e intensa. Es un alivio saber que nuestra materia, la que enciende nuestro cuerpo, la que nos emociona y nos pone furiosos, la responsable de nuestros sueños, no muere, porque la energía nunca muere, se transforma.








Por un hechizo malvado él es lobo de noche y ella halcón de día... condenados a estar siempre juntos y eternamente separados. Un cuento medieval de fantasía con toques ochenteros, como su desastrosa banda sonora que le roba encanto. La escena en cuestión es hermosa, conmovedora. Hay un momento en la película en que no es noche ni día, un momento en que los dos, como Etienne e Isabeau, se miran a los ojos y están a punto de tocarse, de sentirse de nuevo, pero el instante es fugaz y rápidamente la maldición vuelve a activarse con los primeros y débiles rayos de la mañana; ella se desprende de su condición humana para ser halcón de nuevo, y él, más desesperado que nunca, sólo puede gritar su impotencia.







¿Qué decir de esta soberbia escena de los hermanos Marx? Nada que no se haya dicho ya cientos de veces. Divertidísima comedia condimentada con el agudo ingenio del irrepetible Groucho Marx. Disfrútala.








Hay ocasiones en que sobran las palabras, porque no hay palabras capaces de describir un horror semejante a la del holocausto judío. Es difícil hablar de una película como ésta, tan directa y desgarradora. La lista de Schindler es otro ejemplo de la importancia que tiene contar con una buena banda sonora. Soy consciente de que ninguna música estaría a la altura de estos hechos, pero John Williams es un experto e hizo un estupendo trabajo; esos violines lloran y hacen llorar. La lista de Schindler fue uno de los proyectos más personales de Steven Spielberg, su nivel de implicación fue total, llegó a decir: “Me he preparado para esta película durante toda mi vida”. Grabada en blanco y negro la cinta fue un éxito en su año de estreno, ganando siete premios Oscar.
La escena final, con un Oskar abatido, llorando ante las personas a las que pudo ayudar, es indescriptible, realmente estremecedora.
“Quien salva una vida, salva al mundo entero”.








“Los goonies” ha sido y sigue siendo una de las películas claves de mi niñez. La habré visto cien veces y puedo decir que, hoy por hoy, no he encontrado mejor entretenimiento. Es extraño que estas películas tengan ese poder de atracción y fascinación. Una caía en su embrujo como si las viviera en primera persona, traspasando la pantalla, sintiendo cada situación divertida o emocionante. Pocas películas hoy en día consiguen tener ese efecto en mí. Y claro, también está el desván, un elemento sugerente repleto de tesoros y prohibido por orden paterna; el lugar del que parte todo y que me inspiró el titulo de mi blog.
Los que ronden los treinta me entenderán: ya no se hacen películas así, los jóvenes de hoy van a ver horribles musicales de niños guapos o películas de terror sin argumento; ya no hay espacio para películas “blancas”. Esta es la película del sábado por la tarde, la aventura soñada de todo niño. Lo tenía todo, mucha aventura, un poco de amor, una pizca de humor, una cucharadita de misterio, bicicletas y mapas del tesoro, un barco pirata, un monstruo de buen corazón, unos malos de película, un pozo de los deseos, un aventurero aplastado por las “tuampas” de Billy el Tuerto, helados de chocolate, un grupo de amigos que no recuerdas cuándo o dónde conociste pero que siempre han estado ahí…Todo eso que cuando tienes once años forman parte de un mundo rico y maravilloso capaz de llevarte a cualquier parte. ¿Por qué será que todos los que vivimos esa época hablamos de ella con nostalgia? ¿Será que somos conscientes de que vamos alejándonos de la infancia a pasos agigantados, y que alejarse de la niñez significa dejar atrás la inocencia, la capacidad innata de soñar, de creer en piratas buenos y en pozos de los deseos? Los Goonies es un trocito de esos días fáciles, soleados e interminables; un poco de mi niñez y un icono para los nacidos en los ochenta.