19 de mayo de 2008

Demasiado tiempo

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Ha pasado mucho tiempo. Y tú sigues aquí, esperando como si no hubiera otro propósito en tu existencia. Y yo sigo, como siempre, buscando excusas para no mirarte a los ojos; porque no sé qué decirte, y no me gusta este silencio que nos une.

Ojala pudiera decirte lo que siento, lo que soy, hacía donde me gustaría ir. Sentarme y mirarte a los ojos, y dejarte entrar en mi alma. Las cosas serían más sencillas para los dos.

Sólo que…hay veces que te miro y me parece que no te conozco, que nunca lo hice. ¿Cómo podía quererte entonces? ¿Cómo podías quererme tú si nunca me entregué totalmente?

Si me hubieras dejado pensar como sería la vida sin ti…tal vez todo sería diferente. Era tu momento y seguiste aguantando. Estabas ciego. No quisiste ver. Yo tampoco. Habías dejado pasar tu momento, pero yo no quería desaprovechar el mío. Resultó más fácil de lo que imaginé. Ni siquiera miré atrás. Me alejé sin más, eché a correr.

¿A dónde fui?...eso es lo de menos. Llevaba al hombro una mochila con las ideas tontas que habían ocupado espacio en mi vida, y en el corazón las ansias de aventura. Quería derribar los muros de hipocresía, y encontrarme finalmente, allá donde mis pies me llevaran, conmigo misma. Finalmente yo.

Y mira por donde, fue justo allí donde comprendí que mi camino eras tu.

3 comentarios:

  1. Anónimo5:48 a. m.

    Jo, por fin Raquel...

    Pero el problema que observo es que el camino era una rotonda ¿Sí?

    Besos y espero que sea el principio otra vez de lo acabado, aunque... lo acabado cuando se comienza vuelve a ser lo acabado, creo. Que tus letras sean comenzar, siempre comenzar. Total...

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  2. A veces necesitamos hacer ese camino, alejarnos de lo que tenemos para empezar a valorarlo.
    Vivir es un puro conflicto.

    Besos

    PD. Espero que esta vez no sea tan largo el tiempo sin noticias tuyas ;)

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  3. Me has pillado, Miguel. El camino era una rotonda, pero es que empezó siendo calejón.
    Besos para ti, y gracias. Siempre comenzar, y con ilusión mejor.

    Durrellqué razón tienes: vivir es un conflicto continuo. Hay que alejarse y tomar otros caminos, y aveces desandar lo andado.Este viaje se las trae.
    Besos.

    PD. Eso espero yo también. Tengo que aprovechar estos días en que mi hermano mira para otro lado y puedo utilizar su portátil.

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