11 de enero de 2008

No es nada de tu cuerpo...

No es nada de tu cuerpo

ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,

ni ese lugar secreto que los dos conocemos,

fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.

No es tu boca -tu boca

que es igual que tu sexo-,

ni la reunión exacta de tus pechos,

ni tu espalda dulcísima y suave,

ni tu ombligo en que bebo.

Ni son tus muslos duros como el día,

ni tus rodillas de marfil al fuego,

ni tus pies diminutos y sangrantes,

ni tu olor, ni tu pelo.

No es tu mirada -¿qué es una mirada?-

triste luz descarriada, paz sin dueño,

ni el álbum de tu oído, ni tus voces,

ni las ojeras que te deja el sueño.

Ni es tu lengua de víbora tampoco,

flecha de avispas en el aire ciego,

ni la humedad caliente de tu asfixia

que sostiene tu beso.

No es nada de tu cuerpo,

ni una brizna, ni un pétalo,

ni una gota, ni un grano, ni un momento.

Es sólo este lugar donde estuviste, estos mis brazos tercos.

Jaime Sabines.

3 comentarios:

  1. Hermosa esta poesía de Sabines, Raquel. Tienes verdaderas maravillas en el desván :)

    Besos y gracias por revolver entre tus cosas y mostrárnoslas.

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  2. Gracias por compartir con tod@s nosotr@s este precioso poema. Besos Raquel

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  3. Gracias Miguel, un placer verte por aquí.

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