A los nueve años, huyendo de la guerra del Líbano, y después de vagar por diferentes lugares del mundo como Kuwait o París, se estableció definitivamente en Londres, junto a su familia. En aquella época Mika sufría dislexia, lo que dificultó su integración y marcó su carácter. A modo de terapia, su madre le hizo estudiar música con una rígida disciplina que, al parecer, surtió buenos efectos.
Antes de triunfar como cantante pop, Mika fue cantante de ópera, escribió música funcional para la aerolínea British Airways y compuso singles publicitarios. En el 2007 firmó un contrato con el reactivado sello de música disco de los setenta Casablanca Records y cuyo álbum debut, Life in cartoon motion, se edita bajo el sello de Island Records UK (Universal). Su primer álbum fue producido por Tommy Mottola y Greg Wells.
Es el artista más prometedor del año según la encuesta anual que realiza la BBC entre más de 130 profesionales independientes del mundo de la música y los medios de comunicación británicos.
Se le compara con el difunto Freddy Mercury, al que le ha dedicado su primer trabajo, y con el cantante de los Scissor Sisters, por la similitud de su timbre de voz. Lo cierto es que Mika tiene un indiscutible estilo propio y una fuerza artística que salta a simple vista.
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