Ranking navideño

Las calles se iluminan con pequeñas bombillas. Se acerca la navidad y se siente en el ajetreo de la gente que abarrota los centros comerciales en busca de un regalo económico y de los langostinos de oferta. La navidad comienza oficialmente el día 22 de diciembre cuando la matraquilla de los niños de San Ildefonso hace realidad los sueños de nuevos millonarios. Además, empiezan las vacaciones.
Cuando era estudiante estos días previos eran los mejores, los que más disfrutábamos. En clase se respiraba un ambiente festivo porque apenas hacíamos nada; repasar lo aprendido en los meses anteriores, lamentarnos por no haber dado más en los exámenes trimestrales, y sobre todo hablar de lo que haríamos en las dos semanas siguientes. Esto era: comer mucho, dormir hasta tarde, ver la televisión, visitar belenes, ir al cine, gandulear y estar con la familia. De tocar un libro ni hablábamos. Las vacaciones de navidad tenían un encanto especial. Todo brillaba, y no sólo por las luces, la alegría de los días libres o la expectación de los regalos.
Los anuncios de turrón nos recordaban que la navidad había llegado por fin, después de un largo año. Pero mi recuerdo favorito, ahora que la navidad ya no significa lo mismo, son las películas navideñas. Aquellas historias optimistas o melancólicas que nos hablaban de amor, de amistad, de espíritu navideño, y que en apenas una hora y media nos hacían sentirnos embargados de felicidad.

Este es mi pequeño ranking:

El clásico de los clásicos vuelve cada Navidad. Como cada año es la opción favorita de los programadores de televisión locales. Es difícil no haber oído hablar de esta película ni de George Bailey, pues son referencia obligada. La película se centra en la vida de un hombre, diríamos corriente, George Bailey. George ha ido posponiendo sus sueños hasta el punto de sentir que su vida ha sido un rotundo fracaso. Agobiado por un problema de negocios George decide suicidarse para pagar la deuda con el seguro de vida, convencido de que es lo mejor para todos. Pero en ese momento un extraño personaje se lo impide; es su ángel de la guarda, que le muestra lo valiosa que ha sido su vida y le concede el privilegio de ver lo que hubiese sucedido si él no hubiese existido. Así es como George se da cuenta de lo bello que es vivir. Frank Capra especialista en lo que se denominó “comedia americana” dirigió hace más de cincuenta años esta película optimista y fresca que sigue estando vigente. Su mensaje: ningún hombre, por insignificante que sea, es menos valioso que otro. Louisa May Alcott escribió hace más de un siglo “Mujercitas”. De su obra se han hecho varias versiones cinematográficas con más o menos fortuna. Esta versión cuenta con actrices como Winona Ryder, Kristen Dunst o Claire Danes pero no es muy conocida. Visualmente es una maravilla. Jack Skellington, señor de Halloween, descubre la Navidad y queda prendado de ella. Por ese motivo decide mejorarla, aunque su versión de la festividad sea totalmente opuesta. Para su nueva idea secuestra a Santa Claus y lo sustituye; todos sus sicarios deben trabajar en el nuevo proyecto de Navidad, que resulta bastante macabro. Sólo Sally, su novia, ve el error que está cometiendo
Carlos Alonso y su sufrida esposa tienen quince retoños y un abuelo de los que cuidar. Carlos practica, lógicamente y de manera desaforada, el pluriempleo. No le queda otro remedio si quiere sacar adelante a la familia, aunque todavía le quede la remota esperanza del Premio Nacional de Natalidad.
Película de los años sesenta que refleja los valores familiares en la etapa del franquismo. Entrañable.
Un niño está acostado, despierto en su habitación, en una nevada nochebuena, excitado y alerta. Respirando silenciosamente. Casi sin moverse. Esperando. Esta atento esperando a ver si oye un sonido que teme no oír nunca, el tintineo de las campanillas del trineo de Santa Claus. Faltan cinco minutos para la medianoche. De repente, un atronador estruendo sobresalta al muchacho. Al quitar el vaho de la ventana ve algo increíble, un reluciente tren negro frena estruendosamente justo delante de su casa, el vapor de su potente motor silbando a través del cielo nocturno y de los copos de nieve que caen suavemente. El muchacho sale corriendo, vestido sólo con un pijama y unas zapatillas, y es recibido por el revisor del tren que parece estar esperándole. “Bueno, ¿vienes?”, pregunta el revisor. “¿Adonde?” “Al Polo Norte, por supuesto. ¡Este es el Polar Express!
Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras, un muchacho creado por un inventor que no pudo acabar su obra, y que dejó al joven con afiliadas cuchillas en el lugar de sus manos.
Precioso cuento navideño. Para Tim Burton, Deep es su actor fetiche. Han trabajado juntos en muchas películas. Eduardo Manostijeras habla del amor desinteresado y puro. Destacable su banda sonora.
La desbordante alegría de las fiestas de Nochebuena va a hacer que Frank Cross sufra unas visiones fantasmagóricas en esta divertida sátira de “Un Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Cross, que ha hecho una carrera meteórica desde lo más recóndito del departamento de envíos de una cadena de TV hasta la presidencia, es tacaño, desagradable, ingrato, implacable y con un cruel sentido del humor, cualidades idóneas para un miserable de hoy en día. Antes de que la noche termine, será visitado por un desconcertante taxista neoyorquino del pasado, un hada del presente un tanto estrafalaria y, finalmente, un sádico, enorme y descabezado mensajero del futuro.
Cuando era niña esta película me encantaba. Bill Murray es quizás el actor que más me hace reír, será por esa mezcla de socarronería y simpatía que lo dotan de un encanto que traspasa la pantalla. Divertida.
Randall "Rand" Peltzer, un modesto inventor de cuestionable éxito, viaja a Chinatown, Nueva York, para vender sus inventos y comprar un regalo a su hijo Billy. En la pequeña tienda de un anciano chino compra una criatura llamada mogwai (que en Cantonés significa "espíritu maligno"). Aunque la criatura tiene un aspecto inocente Rand es advertido, debe respetar algunas precauciones:
1- El mogwai no soporta las luces brillantes y no debe recibir luz del sol, que lo mataría.
2- Nunca debe mojarse.
3- Y lo más importante, nunca se debe alimentar al mogwai después de la media noche.
Rand regresa a su casa y se lo regala a su hijo. Este descubre que la criatura es muy inteligente. Todo parece ir bien hasta que accidentalmente se derrama agua sobre Gizmo, lo que provoca que salgan unas bolas peludas del animal. De estas bolas nacerán nuevos mogwai. Los nuevos mogwai resultan ser más agresivos que Gizmo y están liderados por Stripe, que engaña a Billy para que les de de comer después de media noche. Tras la ingesta de alimento las criaturas toman forma de crisálidas de la que resurgen convertidos en unos monstruos de aspecto reptiliano llamados gremlin.
En el momento de su estreno tuvo mucho éxito y recibió buena acogida de la crítica. Cuidado con los regalos que vienen de China, pueden traer desagradables sorpresas.
Kevin McAllister es un niño de ocho años, miembro de una familia numerosa, que accidentalmente se queda abandonado en su casa cuando toda la familia se marcha a pasar las vacaciones a Francia. Kevin aprende a valerse por sí mismo e incluso a protegerse de Harry y Marv, dos bribones que se proponen asaltar todas las casas cerradas de su vecindario. Cuando su madre Kate lo hecha en falta, realiza un pintoresco viaje de vuelta contra reloj a Chicago para recuperar a su hijo.

Howard Langston es un atareado hombre de negocios que llega tarde a la clase de karate de su hijo Jamie. Para que le perdone le promete que le regalará lo que le pida por navidad: Jamie le pide un muñeco Turboman. El problema es que el juguete es el más popular y está agotado en todas las jugueterías. Con sólo unas pocas horas para Navidad, Howie inicia una cómica odisea por toda la ciudad a la caza y captura del preciado objeto.

13 de diciembre de 2008

Crepúsculo. Los vampiros atípicos


Crepúsculo, la versión cinematográfica del best seller de Stephanie Meyer, está arrasando en las carteleras españolas. Desde que fuera estrenada el pasado día 5 de diciembre ha conseguido una recaudación de más de 5 millones de euros. En USA la cinta ha sido un éxito rotundo. En su primer fin de semana consiguió la cuarta mejor recaudación en lo que llevamos de año y la decimocuarta en el día de estreno en toda la historia del cine. Estas sorprendentes cifras aseguran la continuación de la saga en la pantalla grande. De hecho la productora Summit Entertainment tiene previsto empezar a rodar la segunda y tercera parte lo antes posible.

Pero que nadie se lleve a engaño. Si eres fan de las novelas lo más seguro es que salgas decepcionado del cine, y si no lo eres es probable que te aburras con esta historia tan falta de originalidad y pasión.

No quiero ser demasiado crítica pero reconozco que los libros, al menos los que he leído hasta ahora: “Crepúsculo” y “Luna Nueva”, no me han terminado de llenar a pesar de que la literatura juvenil me apasiona. Tal vez porque estos vampiros no se parecen en nada a los que estoy acostumbrada a ver retratados en la literatura y el cine. Esos vampiros románticos, seductores, de ataúd y noche cerrada.


La historia comienza cuando Bella Swan -interpretada por la joven actriz Kristen Stewart- se muda desde Arizona a Forks, una lúgubre localidad del estado de Washington, para vivir con su padre al que apenas conoce. Su nueva vida se presenta aburrida pero todo eso cambia cuando conoce a Edward Cullen - Robert Pattinson- y a su extraña pero hermosa familia.
Inmediatamente Bella se siente atraída por el misterioso Edward, aunque éste no parece sentirse cómodo en su presencia, y es que Bella desprende un poderoso e irresistible aroma.
Bella es el alma gemela que lleva esperando noventa años, pero su amor es imposible. Edward se ve obligado a luchar contra el deseo y la acuciante sed que su presencia le provoca. Inevitablemente el león se enamora de la oveja.


A pesar de todo lo que podría dar de sí una historia con estos ingredientes nos encontramos con escenas simplonas, con una falta total de química entre los protagonistas y con efectos especiales de tercera categoría.
Él, más que pálido, luciendo unas wayfarer como nadie, y precedido de esa aura de chico peligroso, un poco desgreñado y rebelde, nos hace soportable las casi dos horas de película aunque su interpretación está bordeando la sobreactuación en algunos momentos.



Quizás mi mala impresión de la película se deba a la precipitación con la que están tratadas algunas escenas. Sobre todo en la parte final. Todo parece atropellado y mal explicado.
Llegados a este punto me hago la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que un producto evidentemente malo como éste se haya convertido en un fenómeno fan de semejantes proporciones? Para mi es un misterio mayor que el de la vida después de la muerte; y es que no siempre el éxito va acompañado de calidad y “Crepúsculo” es una muestra de ello.

11 de diciembre de 2008

Ne me quitte pas

No me dejes Hay que olvidar Todo se puede olvidar Lo que ya se fue Olvidar el tiempo De los malos entendidos Y el tiempo perdido Para aclararlos Olvidar esas horas Que mataban a veces A golpes de porqués al corazón de la felicidad. No me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes Yo te ofreceré perlas de lluvia venidas de países donde no llueve. Yo escarbaré la tierra Hasta después de mi muerte Para cubrir tu cuerpo De oro y de luz Yo haré un reino Donde el amor será rey Donde el amor será ley Donde tu serás reina. No me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes no me dejes Yo te inventaré Palabras locas Que tu comprenderás Yo te hablaré De esos amantes Que han visto por dos veces Arder sus corazones. Yo te contaré La historia de un rey Que murió por no haber Podido encontrarte. No me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes Se ha visto a menudo Resurgir el fuego Del antiguo volcán Que se creía demasiado viejo. Existen tierras quemadas Que dan más trigo que un mejor abril Y cuando viene la noche para que un cielo arda El rojo y el negro ¿Acaso no se unen? No me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes no me dejes No voy a llorar No voy a hablar Yo me ocultaré Para mirarte bailar y sonreír Y escucharte cantar y después reír Déjame volverme La sombra de tu sombra La sombra de tu mano La sombra de tu perro No me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes.

8 de diciembre de 2008

Blood, blood, blood

LA PEQUEÑA TIENDA DE LOS HORRORES

Seymour, un joven dependiente de una floristería, está enamorado de su compañera Audrie, pero ella sale con un sádico dentista. Un día, justo después de un extraño eclipse, compra una pequeña planta, a la que bautiza como Audrie II. La planta comenzará a moverse e incluso a hablar con Seymour, de forma que se convierte en una atracción para la ciudad. Poco pueden imaginar todos que realmente es un ser abominable, que Seymour casualmente ha descubierto que se alimenta de sangre humana
Frank Oz firma esta pequeña y divertida comedia musical. “La pequeña tienda de los horrores” es una versión cómica de la película “La tienda de los horrores” de Roger Corman estrenada en cines en 1960.
Si os suena Frank Oz y no sabéis de qué no os calentéis la cabeza. Frank Oz es conocido sobretodo por ser la voz de Yoda, ese entrañable bichejo verde que habla de forma tan particular; aunque también se le conoce por ser un gran titiritero. Comenzó su carrera trabajando para Jim Henson (El Cuentacuentos) y hasta la fecha es responsable de películas como: “Cristal Oscuro”, “Un par de seductores”, “¿Qué pasa con Bob?”, “Esposa por sorpresa”, el filme fantástico “La llave mágica”, y las comedias “In & Out” y “Bowfinger”, el thriller “The Score” y sus últimas películas: “Las mujeres perfectas” y “Un funeral de muerte”.
La pequeña tienda de los horrores es un musical muy divertido, bastante ligero y un poco friki, por lo visible del cartón piedra y el tufillo a serie B. Pero si quieres pasar un rato entretenido esta es una estupenda opción. Hay que destacar la interpretación de Steve Martin; fabuloso en su papel de dentista sádico adicto a la novocaína.




SWEENEY TODD. EL BARBERO DIABÓLICO DE LA CALLE FLEET

Adaptación del musical de Broadway de Stephen Sondheim. Benjamin Barrer (Johnny Depp), un hombre encarcelado 15 años injustamente en el otro lado del mundo, escapa y vuelve a Londres con la promesa de vengarse, junto a su obsesiva y devota cómplice la Sra. Nellie Lovett (Helena Bonham Carter). Adoptando el disfraz de Sweeney Todd, Barker regresa a su antigua barbería encima del local de empanadas de carne de la Sra. Lovett, y fija sus miras en el juez Turpin (Alan Rickman) que, con la ayuda de su vil secuaz Beadle Bamford (Timothy Spall), le mandaron lejos con una acusación falsa y así poder robarle a su esposa, Lucy (Laura Michelle Kelly), y a su hija bebé. La Sra. Lovett le cuenta a Todd que su mujer se suicidó con veneno después de que el juez Turpin se aprovechara de ella. Pero cuando un barbero rival, el flamante italiano Pirelli (Sacha Baron Cohen), amenaza con descubrir la verdadera identidad de Sweeney, Todd le mata cortándole la garganta. Al no saber qué hacer con el cuerpo, la Sra. Lovett ve esta circunstancia como una potencial solución para su debilitado negocio — y sugiere usar la carne humana para el relleno de sus empanadas de carne…
Un Londres sucio y tenebroso es el lugar en donde se desarrolla la trama de esta impactante y desconcertante película musical.
Sweeney Todd tiene el honor de ser el personaje más macabro y sangriento de la filmografía de Tim Burton. Un director que se caracteriza especialmente por su buen hacer con los decorados y la ambientación; su sello más personal. Los escenarios tienen entidad propia. Destacando notablemente, como no podía ser menos, la barbería. Esa silla tuneada para ofrecer el afeitado más apurado que os podáis imaginar pone los pelos de punta, en sentido literal. ¿Y qué decir del sótano donde la señora Lovett prepara sus “exquisitos” pasteles? Ni el mismísimo Dante hubiera podido imaginar un lugar así.
Advertir a las almas sensibles de la dureza de algunas escenas, en las que es posible sentir la tensión de la cuchilla lacerando la piel.
Los actores están francamente bien. Johnny Deep, atormentado, insensible y, sobre todo, afinado en su interpretación. Helena Bonham Carter en la piel de un personaje indigesto, borda un papel hecho a medida. Y Alan Rickman, sublime.
Un musical diferente, oscuro e intenso, salpicado de rabia y sangre.

2 de diciembre de 2008

SALA
DE
LECTURA



  • Post Mortem ( Patricia Cornwell)



  • Las apariencias no engañan (Juan Madrid)



Tres mujeres han aparecido salvajemente asesinadas en sus propios dormitorios. El responsable de estos crímenes actúa siempre los sábados, de madrugada, y deja muy pocas pistas. De manera que cuando la doctora Kay Scarpetta, jefa del departamento de Medicina Legal de la ciudad, recibe una llamada a las 2.33, supone que algo grave ha sucedido: hay una cuarta víctima. Kay Scarpetta recurrirá a los últimos avances en medicina legal y tendrá que vérselas con aquellos que quieren sabotear su trabajo…, y es que no a todo el mundo le gusta ver a una mujer en el puesto que ella ocupa.
Post Mortem, la primera obra de Patricia Cornwell, es la única novela que ha ganado en el mismo año los premios Edgar, John Creasey, Anthony y Macavity, además del Prix du Roman. La doctora Kay Scarpetta, protagonista de la mayor parte de sus novelas, recibió en 1999 el premio Sherlock al mejor detective creado por un autor norteamericano.
Hace casi dieciocho años que Post Mortem fue publicada pero el paso del tiempo no ha hecho mella en ella. Se lee del tirón pues su ritmo narrativo es impecable. Además las descripciones son bastante buenas, con muchos detalles valiosos que nos ayudan a avanzar en la lectura y que nos descubren aspectos de la psicología de los personajes lo que los hace muy cercanos y reales. Tanto la doctora Kay como el inspector de policía, Pete Marino, y la sobrina de ésta, Lucy, son retratados con maestría. Las descripciones forenses también tienen un lugar destacado, fundamental, en la novela. Patricia Cornwell describe minuciosamente las autopsias de los cadáveres y la apariencia de los muertos para trasmitir la frialdad de la muerte y la sinrazón de los asesinatos. Si te gusta la serie CSI y disfrutas con las novelas de suspense, Post Mortem te encantará.


Las apariencias no engañan es la segunda entrega de la serie dedicada a Toni Romano. A través de las diversas formas de agresividad, Juan Madrid intenta denunciar al Estado como principal responsable de la criminalidad al tiempo que formula una crítica ideológica de la sociedad, junto con la exposición de la conflictividad imperante en la sociedad española.

Juan Madrid ha publicado cuarenta libros entre novelas, recopilaciones de cuentos y novelas juveniles y es considerado uno de los máximos exponentes de la nueva novela negra. “Las apariencias no engañan” es la segunda novela de la saga de Antonio Carpintero, alias Toni Romano; un personaje particular, un tipo duro.
Antonio Carpintero no es lo que parece. Tiene pinta de boxeador pero dejó de serlo hace mucho. Tiene maneras de policía aunque, como él mismo reconoce, se metió en ello únicamente para escapar de la miseria. Su única vocación real es la de detective pero como era de esperar actúa sin licencia y al margen de la ley.
Juan Madrid es un narrador excelente y he disfrutado mucho leyéndole. Es curioso como cambia un país en tan poco tiempo. Recorrer la transición española a través del personaje de Toni Romano es apasionante. La corrupción, la decadencia y marginación, incluso el uso de las viejas pesetas tienen un peso importante en la novela. Un libro que se lee muy fácilmente. Muy recomendable.


Lee y conducirás, no leas y serás conducido

Santa Teresa de Jesús



Otras noticias literarias

Ken Follett cree que la crisis no afectará al mundo editorial
El escritor británico Ken Follett, autor del superventas 'Los pilares de la tierra', descartó que el mundo editorial y la compra de libros se hayan visto afectados seriamente, de momento, por la crisis económica global.
El libro se percibe con buena relación entre su valor y su precio, es una forma relativamente barata de entretenimiento, te mantendrá ocupado muchas tardes y cuesta mucho menos que ir a un restaurante, o, si vives en Inglaterra, que pasar la tarde en un pub, argumentó el escritor galés.
Veremos seguramente el próximo año una bajada de las ventas de libros, después de Navidad, pero con un poco de suerte no será muy seria, aseguró, aunque reconoció que la crisis tiene ya cierto efecto en las librerías.
Sin embargo, esto no ha afectado a sus libros pues “Un mundo sin fin”, ha vendido cinco millones de ejemplares en todo el mundo desde que llegó a las librerías a finales de 2007. (fuente: terra.es)